La batalla era feroz, Tanjiro peleaba contra esa pareja de demonios, Yushiro termino herido y Tamayo estaba en desventaja al no poder usar su habilidad por el miedo a lastimar a Tanjiro, su objetivo era la chica de ojos escarlatas, Muzan la quería viva, pero jamás dijo que en buen estado.

La chica confundido por ello seguía luchando debía proteger a todos ahí, ella luchaba contra la chica de las pelotas mientras Nezuko peleaba contra el tipo que daba aquellas raras flechas que le daban dirección a las pelotas mismas, con ese demonio inmóvil era mucho más fácil detener y romper las pelotas, rotas y con la demonio, sin brazos por un leve momento, Tanjiro logro calmarse un poco y tratando de saber si esa sangre era buena para los análisis de su sangre.

— ¡Él estará feliz de jugar contigo!

Tanjiro estaba confundida, para que, para que la querían a ella, no comprendía nada en lo absoluto, dejando que Nezuko cuidara tanto a Tamayo como a Yushiro ella fue directo al demonio de las flechas lista para matarlo; sin embargo, con sus flechas aquel demonio le dio dirección y la empujó a todos lados, las flechas hacían que ella se golpeara con casi todo, estaba muy cansada.

Ambos estaban locos, los dos solo pensaban en matar a todos y llevarse a Tanjiro, aunque, cuando se enteraron que Tamayo estaba ahí, querían llevar su cabeza al gran Muzan, sería un hermoso trofeo para él.

Utilizando técnicas de respiración del agua, la chica logro hacer que más flechas fuera relativamente inútiles en su contra, logrando llevarlas donde ellas quisiera y así haciendo inútil al demonio que controlaba estás, con un movimiento simple termino por cortar la cabeza del demonio sin problema alguno.

— ¡Maldita! ¡Solo debías portarte bien y venir con nosotros! ¡Así lograría obtener su aprobación! ¡Ahh! ¡Te odio, te odio, te odio! ¡Si moriré, tu morirás conmigo! — al demonio no le importaba desobedecer una petición de Muzan, iba a morir de todas formas, así que con las pocas fuerzas que le quedaban comenzó a disparar flechas aún más fuertes que las de antes.

Tanjiro desprevenida fue tomada por una de estas, así que con sus fuerzas intento hacer que los ataques no fueran tan fuertes, usando las respiraciones para detener los golpes, pero, las flechas eran mucho más rápida y de inmediato la jalaban para otro lado, estaba utilizando demasiadas posturas consecutivas, sus brazos dolían, el demonio seguía dando ataques aún cuando se estaba desintegrando, ya casi, ya casi, Tanjiro sentía que moriría en ese instante o fue así hasta que el demonio al fin termino por desintegrarse que la menor pudo respirar de forma frenética tratando de recuperar el aire.

Por otro lado, Nezuko y la otra demonio seguían luchando, era algo realmente feroz que lograba hacer dudar a la demonio superior, Tamayo al ver que el chico de cabellos negros estaba a nada de perder al estar cansando, se acercó, unas preguntas sobre Muzan lograron hacer dudar a la demonio, dudo tanto al punto de decir su nombre, lo cual era mortal para ellos.

La senora Tamayo utilizaba su técnica demoníaca, básicamente evitaba que cualquiera pudiera mentir, lo que hizo claro a la demonio activar la maldición al decir el nombre de Kibutzuji, comenzó a rogar por su vida, pero simplemente fue inútil, la maldición estaba activada y la demonio termino por morir sin la posibilidad de resistirse.

Todo frente a ojos de los ahí presentes que se lamentaba por lo sucedido, descubrieron que no era una de las doce lunas y, después de alertar a Tanjiro para que no respirara la habilidad de la señora Tamayo, tomaron un poco de la sangre de la demonio, apesar de no ser fuerte, podía servir un poco.

— Tsk, vamos debemos ir con la señora Tamayo — el demonio peliverde miraba con molestia a la cazadora, Tanjiro con trabajo trato de levantarse con su katana, pero, la demonio hablo, "Temari" pronunció, la peliburbea se acercó poco a poco y le llevo la pelota Temari con la que había estado luchando, Tanjiro sentía compasión por aquella demonio, hablaba como una niña pequeña, eso era una niña pequeña, aunque también debió haber matado a mucha gente, el sol empezó a salir, desintegrandola de inmediato, la chica estaba muy triste por lo mal que se le mostraba el panorama.

— Kibutzuji... En verdad eres... Un demonio...

La pelirroja entro a la destruida casa, no había nadie en el lugar, incluso Yushiro había entrado, supuso era por el Sol, bajo al sótano y ahí los vio a los tres sanos y salvos.

Era un ambiente lleno de sentimentalismo y cariño, pero, debían tomar precauciones, a lo que Tamayo decidió que lo mejor era irse de ese lugar, también, la mayor pregunto si había una posibilidad de que su hermanito se fuera con ellos, la chica lo pensó, era lo mejor, pero, su hermano claro que no quería, él estaría para su hermana en todo momento, así que Tanjiro al ver aquellos hermosos ojos rosas decididos, la chica negó, se llevaría a su hermano con ella, agradeciendo a la mayor comenzaron a irse.

— Tanjiro...— la chica cuando estaba por subir las escaleras fue detenida por la voz apenas de Yushiro — debo admitir... Que tu hermano es muy apuesto...— dijo simple, la chica sonrió para después irse de igual forma — y tú también...

— ¡Tanjiro Kamado! ¡Sur, sureste! — la chica caminaba como siempre tranquilo, cuando el cuervo se acercó a ella, otra misión para su persona —  ahora debes ir al sur, sureste!

— ¡Ya entendí! ¡Porfavor ya cállate!... ¿Eh? — la pelirroja miro a un chico que le rogaba a una chica, este se veía mal y en serio se estaba humillando.

— ¡Porfavor! ¡Porfavor! ¡Cásate conmigo! ¡Podría morir en cualquier momento!

— ¿Q-qué... Esta haciendo? ¿Q-qué le pasa? — la chica miraba demasiado confundida a ese tipo, no era normal lo que estaba haciendo, ni siquiera su propio cuervo sabía que sucedía, de un momento a otro un pequeño gorrión llegó volando desesperado y grasnando — ¿Q-qué pasa? — la chica le escuchó atentamente — ¡¿Qué?! — estaba confundida — ahora lo entiendo, trataré de ayudar — la chica asintió a todo lo dicho por el gorrión, este mismo le vio como si hubiera visto un hermoso ángel en ese momento.

Tanjiro se acercó al tipo que seguía arrodillado frente a la pobre chica que trataba de quitárselo de encima, la piburbea lo tomo de la ropa y lo quito de encima de la pobre chica.

— ¡¿Porque estás haciendo una escena como está?! ¡Ella no quiere casarse contigo! ¡¿Además, no ves que estás asustando a tu gorrión?! — le regaño la chica, aquel tipo de cabello rubio le miro con los ojos llorosos, Dios si que era un bebé.

— O-oye... Ese uniforme ¿E-eres alguien de la selección final?

— ¡¡No podría conocer a alguien tan ridículo como tú!!

— ¡¿Qué?! ¡¡Pe-pero tu si me conoces!! ¡Nos conocemos! ¿Recuerdas? — aquel chico estaba llorando a mares, la menor hizo un pico de memoria, es cierto, era el tipo que había estado llorando y murmurando cosas aquel día.

La menor lo soltó y se acercó a la chica más alta, con una enorme sonrisa le.hablo amable como siempre.

— Disculpa lo ¿Estás bien? ¿No podría ayudarte en otra cosa?

— No, gracias por todo, muchas, muchas gracias.

— ¡Oye! ¡¡Esa chica me ama, esa chica va a casarse conmigo porque está perdidamente enamorada de mi!! — la mayor se acercó al rubio y le dio un severo golpe dejando al rubio demasiado aturdido, seguido de uno y otro y otro golpe más, la chica no se detuvo hasta que la peliburbea la tomo de los brazos mientras ella forcejeaba con ganas de matar al rubio.

— ¡¿Cuando te dije que yo estaba enamorada de ti idiota?! ¡Yo vine a hablar contigo porque estabas tirado a mitad del camino! ¡¡Ya estoy comprometida, es lo que trataba decirte, pero ahora que veo que te encuentras muy bien, hasta nunca!! — sin más la mayor se fue de ahí, Tanjiro suspiro resignada, pobre chica.

— O-oye... ¡Espera!

— Ya dejala en paz...— Tanjiro hablo con molestia, el rubio le miro con enojo, realmente no había estado viendo la apariencia de la chica.

Su hermoso cabello de un todo burbeo y rizado cayendo finamente sobre su frente, esos hermosos ojos rojos que brillaban con la luz del sol y esa hermosa piel nivea que se veía suave al tacto, la chica era un poco más baja que él, lo cual le causaba ternura, ya que él era realmente bajo.

— O-oye... ¿Te habían dicho que eres hermosa? — la cara que puso la menor le causó descontento — ¡O-oye! ¡No me mires como si fuera un ser solitario y miserable! ¡S-solo dije un cumplido porque es más que la verdad! — de nuevo esa cara, solo que peor — n-no pongas esa cara, escucha... Sé que moriré en mi próxima misión, soy demasiado débil, así que porfavor, tú... ¿Quieres casarte conmigo? — la peliburbea si que le vio con molestia ahora — o-o almenos... ¿Cuidarme hasta que pueda casarme contigo? — el tono agudo que utilizo no hizo más que enternecer a la chica, no podía hacer más, tampoco dejaría a ese tipo solo a su suerte.

— Bien... Mi nombre es Tanjiro Kamado — dijo con una sonrisa y decisión la chica.

— Lo siento, empezamos tan mal, mi nombre es Zenitzu Agatzuma — el rubio la tomo de la ropa, aún hinchado y suplico de nuevo — porfavor, te pido que te cases conmigo algún día.

— ¿Porqué quieres casarte conmigo? Me acabas de conocer, además, tu actitud es muy patética ¿Cuál fue la razón para convertirte en cazador?

— ¡U-una mujer me estafo y acumule una gran deuda! ¡El hombre que tomo la deuda resultó ser uno de los mejores instructores! — el rubio lloriqueaba otra vez — ¡Y me hizo entrenar hasta el cansancio, como una maldición quería morirme, quería que eso pasara en la selección final, pero como yo sobreviví debo seguir en esta pesadilla! ¡Wua! ¡Que miedo! ¡Que miedo! ¡Que miedo! ¡Sé que en cualquier momento un demonio vendrá a comerme, mi cerebro será chupado por mis orejas mientras aún respiro! — el rubio seguía gritando, Tanjiro realmente no sabía que hacer es esa situación.

— O-oye... ¿Te encuentras bien?

— Ay me va a dar... Me va a dar... — el rubio miro a la chica cerca suyo y se calmo poco a poco — e-es por eso que quiero casarme con alguien lo más pronto posible y tú, como dije antes, e-eres muy hermosa Tanjiro-San — la chica sonrió, no creía lo que decía el rubio en es momento, pero mejor era seguirle la corriente par que se calmara.

— ¿Ya estás mejor? — llevaban un rato caminando, el rubio al fin se había calmado un poco de lloriquear y de más.

— Un poco... A-ahora que me calme... Creo que tengo hambre.

— ¿Llevas algo de comida contigo?

— No — la menor rebusco y saco un oniguiri, se lo dio al rubio con una sonrisa mientras seguían caminando — m-muchas gracias...— el rubio comenzó a comer, pero se dio cuenta que la chica no comía nada — o-oye... ¿No vas a comer? — la menor negó, eso era todo lo que llevaba consigo, el rubio partió el alimento en dos y le dio una mitad, intacta, a la chica.

— Sé... A qué te refieres cuando dices que le tienes miedo a los demonios, pero no debes estresar así a tu gorrión — el rubio se sorprendió por lo dicho por la chica.

— ¿Qué? ¿Estresado? ¿Cómo sabes eso?

— Pues... Me dijo que siempre te andas quejando de que tienes que trabajar, también que todo el tiempo coquetas con las chicas y roncas mucho... ¿No es verdad? — el pequeño  pájaro estaba en la mano de k menor, hizo un sonido afirmativo que dejó atónito a Zenitzu.

— ¿Te dijo eso? ¿Entonces puedes hablar con las aves? — la chica asintió — tratas de engañarme ¿O no? — de golpe el ave de Tanjiro llegó, Dios otra misión, la chica ya estaba cansada de eso.

El rubio temblaba de miedo, mientras la peliburbea veía como este se retorcía en el suelo como si le estuviera dando algo, en el camino el rubio solo se quejaba, mientras la chica olía el ambiente, el aroma a demonio era demasiado, fue así hasta que llegaron a una casa.

— Huelo el olor a sangre dentro de la casa...— dijo la chica, el rubio olfateo pero nada.

— ¿Hueles algo? Yo no puedo, pero creo que escuchó algo.

Unos murmullos les llamaron la atención, un par de niños se veían asustados a un lado del bosque, Tanjiro como la buena chica que era se acercó a ambos, les mostró el gorrión que feliz ayudaba a acontentarlos.

Resultó que el hermanos de ambos pequeños había sido secuestrado por un extraño ser, llevándolo dentro de aquella casa que tenían frente suyo, Zenitzu seguía escuchando aquel raro ruido, lo hacía estremecer y tener aún más miedo del que ya había estado teniendo.

De un momento a otro el ruido de unos tambores comenzó a sonar, más y más fuerte, hasta que por la ventana de aquella casa un tipo salió, pero, no de una buena forma, no, fue tirado desde el balcón con ya múltiples heridas.

El tipo murió en brazos de la chica, bueno, al menos murió feliz, la menor le pregunto a los chicos si aquel era su hermano, a lo que ambos negaron, Tanjiro al menos ya tenía una referencia, una yukata naranja, era momento de entrar a esa mansión y salvar al hermano de ambos pequeños, dejándoles su más preciado objeto, la caja donde se encontraba Nezuko.

Llamando a Zenitzu para entrar, pero como siempre el rubio se negó, están asustado la chica tampoco lo obligaría, pero si se molestó con él por ser un cobarde, entre disculpas y lloriqueos al final ambos entraron a la mansión.

Ya dentro de la mansión, la chica confeso que no estaba muy bien, sus heridas aún no sanaban por completo así que era incapaz de proteger al rubio, a lo que esté reprochó, grito y grito lamentándose.

— ¡Al menos besame Tanjiro! ¡Con eso podré morir feliz! — la chica le vio de nuevo con molestia, Dios ese niño era jn bebé, antes de que la chica pudiera darle un buen golpe o regaño, escuchó unos cuantos pasos, los niños habían entrado con ellos y no era nada bueno, la caja con Nezuko se había quedado completamente sola y eso le daba miedo a la chica, su hermano era lo más preciado que tenía en la vida.

Por su parte Zenitzu seguía lloriqueando, empujando a la chica con la niña dentro de una habitación, la menor iba a hablar pero con el sonido de un tambor la habitación cambio de golpe, luego otra, otra y otra vez, hasta que se calmo, pero se habían separado, ella con la pequeña y Zenitzu con el chico.

De golpe en la habitación donde estaban, Tanjiro trataba de mantener en calma a la menor, pero, unas grandes h fuertes pisadas le alertaron, un demonio estaba frente a ellas y eso no era algo bueno, no, no lo era, callando a la menor, Tanjiro miraba con enojo a aquel demonio, era el más fuerte, lo sabía por su olor.

— ¡No puedo creer que me separé de Tanjiro! ¡Me voy a morir, me voy a morir! ¡Me voy a morir sin probar aunque sea una maldita vez los labios de Tanjiro! — Zenitzu se lamentaba, mientras el niño gritaba buscando a su hermanita — ¡Oye, no grites así, el monstruo podría encontrarnos si sigues gritando así!

— Te debería dar vergüenza, alentando que me calle y nos vayamos ¿Acaso dejaras sola a la señorita Tanjiro? Es patético, explícame ¿Cómo alguien como tú lleva una katana? O mejor pregunta ¿Piensas que de esa forma la señorita Tanjiro si quiera va a querer estar en tu presencia? — el rubio se sentía mutilado con las palabras de un simple niño, sobre todo porque tenía toda la razón su actitud era como la mierda y realmente dolía saberlo.

Después de un últimos intento, patético de huir, Zenitzu de dio cuenta que estaban atrapados, la puerta principal no lo era, sus que comenzó a buscar y buscar y buscar en todas las puertas que encontró, abrió en una y una peculiar persona estaba dentro, cabeza de jabalí cuerpo de hombre, le dio demasiado miedo hasta que esa cosa escapó.

Tanjiro logro esconder a la niña, escuchó a aquel demonio murmurar y murmurar, sacando su katana esperando para atacar.

— ¡Oye! ¡Soy una cazadora de demonios y mi deber es derrotarte ahora! — grito la chica, pero el demonio pareció no hacerle caso.

— ¡La presa con sangre peculiar era mia!

La chica de lanzó para matarlo de una vez por todas, pero, el demonio tocó uno de los tambores y cambio de dirección la habitación, ahora una de las paredes era el suelo y eso no era normal, en lo absoluto.

— Que extraño, detectó el aroma de alguien más, pero no es un demonio...— la chica vio como la puerta era destruida y un ser extraño de cabeza de jabalí y cuerpo de hombre entraba a la habitación — ¡¿Q-qué es eso?! ¡¿Porque tiene la cabeza de un jabalí?!  T-tambien tiene katanas...

— Escúchame bien monstruo,tu serás, en esta batalla mi catalizador para que pueda ser aún más fuerte y elevarme a nuevas alturas — grito ese ser.

— No te soporto — hablo simple el demonio — ahora estoy furioso.

— Espero que estés listo...— apuntando con sus peculiares katanas, aquel ser estaba listo para enfrentar al demonio — bien... ¡Aquí voy!

¡Hola mis amores! Aquí nuevo cap de esta cosita bonita que estoy haciendo, con el fin de la tercera temporada mi cabeza dijo que debía ponerme las pilas y seguir así que aquí estamos ¡Espero les guste! ¡Los amo!
(⁠´⁠∩⁠｡⁠•⁠ ⁠ᵕ⁠ ⁠•⁠｡⁠∩⁠'⁠)