#7
Tanjiro termino por conocer a ese tipo de cabeza de jabalí, Inosuke Hashibara, un tipo extraño que no dejaba de peditle que fuera su reina de la montaña o algo asi, decidio ignorarlo, pero ers alguien grosero, cuando se separaron estuvo aliviada, encontrando al hermano de los niños y manteniendolos asalvo hasta el momento en que ella regresara, ahora estando frente a ese demonio, lista para derrotarlo a como diera lugar.
Zenitzu corría de la mano con el niño, tenía que encontrar a Tanjiro.
— Tanjiro ¿Dónde estás? — seguía corriendo de la mano con el niño — aún escucho ese sonido espeluznante, espero que estés bien — pensó.
— O-oye Zenitzu ¿No crees que solo corremos en círculos? — el rubio volteo a ver al niño.
— ¡Justo estaba teniendo esa misma sensación! — grito asustando al pequeño — ¡Sabía que podía confiar plenamente en ti! O-oye... ¿Puedes ver si esa habitación es segura? — el niño le vio con molestia — ¡Ya lo haré yo! — la puerta fue brevemente abierta, Zenitzu apenas se asomó, al ver que no había nadie entro con el niño detrás — ¡Tanjiro! ¡Tanjiro! — gritaba buscando a la chica, pero el sonido de un tambor hizo que la habitación se moviera, confundiendo a ambos cuando la gravedad hizo de las suyas y terminarok por caer puerta tras puerta hasta llegar a una ventana que los llevo al exterior.
De regreso con Tanjiro la chica seguía buscando posibilidades de derrota, aún con sus heridas que no estaban sanadas ells continusba intentando, con su Katana y su habilidad, además de su ingenio al dedusir como trabajaban los tambores del demonio.
Cansada por todo, el demonio comenzó a hacer las cosas más rápido, la habitación daba vueltas y vueltas que Tanjiro se sentia mareada, estaba casi derrotada, las garras ahora eran 5, la habitación llena de papeles, Tanjiro al caer no piso ninguno, cuidadosa se dio cuenta que así lograría tranquilizar su respiración.
Lista y con cautela, ya lo había dominado, se acercó al demonio, vio el hilo que la única a su cuello, apuñando la katana, lista.
— ¡Tu técnica de sangre es impresionante! — grito el verdaderamente impresionada, para cortarle el cuello al demonio.
Después de un rato de plática breve con el demonio y buscar a los niños, al fin pudo salir de esa casa con los dos niños ilesos.
— ¡Toma esto! ¡Y esto! ¡Muevete! ¡Vamos pelea conmigo! — la chica se sorprendió con lo que veía frente suyo, el mismo jabalí que había estado con ella antes ahora estaba golpeando a Zenitzu, quien abrazaba con fuerza la cajita con Nezuko dentro.
— Tanjiro... Está caja... La protegi, me dijiste, que era incluso más... Más importante que tú misma — el rubio estaba golpeado y con sangre bajando de su nariz, la chica estaba atónita con lo que tenía en frente.
Unos momento antes, el rubio estaba tirado boca arriba, viendo el cielo despejado, cuando los gritos del niño lo despertaron, el mayor se reincorporo y vio a los lados aún algo atolondrado.
Haciendo un drama después de ver sangre caer de su cabeza, escuchando a lo lejos una risa, los dos voltearon asustados, esa risa esa maquiavélico a mil.
— ¡Tengan cuidado! ¡Voy para halla! — una puerta se rompió y de esta misma salió ese tipo que los había estado jodiendo desde antes.
— ¡AHH! ¡NO DE NUEVO! ¡Y AHORA ES UN JABALÍ! — grito el rubio al ver al extranño que tenía Katanas en mano.
— Siento la presencia de un demonio...
— ¡Es él! Ya había escuchado su voz antes, en la selección final, el quinto sobreviviente — recordó Zenitzu, el jabalí veía a los lados, buscando algo, su vista se fijó en aquella caja de madera a lo lejos, feliz se acerco listo para destruirla, pero el rubio se puso entre la caja y ek jabalí.
— ¡Espera!
— ¿Qué pasa? ¿Quien eres? ¡No me estorbes! — el rubio le vio fijamente con reto.
— ¡Me llamo Zenitzu Agatzuma, soy cazador de demonios igual que tú.
— ¿Eh? ¿Cazador de demonios? ¡Entonces ya deberías saberlo! ¡Debemos deshacernos de esas cosas ¡Quítate del camino! — grito con furia empuñando sus katanas de nuevo.
— ¡No lo haré! ¡Esto es de Tanjiro!
— No discutas conmigo, voy a destruir esta caja y después a quien llamas Tanjiro — grito dispuesto, la espada paso al lado del rubio casi rosando — ¿Quieres morir?
— Es esta caja... ¡En esta caja hay algo muy importante para Tanjiro!
— No me digas, entonces de que estás hablando si aquí hay un demonio.
— ¡¡Por supuesto sé que hay un demonio!! — grito — sabía que ella viajaba con un demonio... Ellos desprenden un sonido peculiar... Pero... Tanjiro ella no... Su sonido es tan calmante y amable, sin dudas es alguien espectacular que dan tantas ganas de llorar, me enamore de ella y apenas le conozco, pero no había escuchado algo tan amable y gentil como ella, apesar de cazar demonio viaja con uno, pero apuesto lo que sea a que es por una buena razon, así que la razón que sea... Yo le preguntaré a Tanjiro por el demonio y mientras eso pase... ¡No te metas con él! — sin más el jabalí comenzó a golpear a Zenitzu, pero está no se rendía, cuidaba de la caja con su cuerpo sin pensar, todo por Tanjiro, solo por ella.
Y así llegamos a la actualidad, con Tanjiro completamente impresionada por lo que sucedía a su alrededor y Zenitzu siendo golpeado y pateado por su culpa.
— ¡Imbécil no escuchas! ¡Quiero que pelees conmigo! ¡Y si no vas a pelear apártate de mi camino! — Tanjiro con molestia fue en contra del jabalí.
Apretando sus puños y con el seño fruncido una ráfaga de viento sorprendió a los hermanos.
— ¡¡YA BASTA!!
La peliburbea se acercó con tal fuerza que las costillas del jabalí se rompieron con un crujido que le dolió a la mayoría de los presentes.
— ¡L-le rompió las costillas!
— ¡Tú también eres un cazador de demonios, debes entender porque Zenitzu no saco su katana en tu contra, está prohibido pelear entre nosotros sin provocación pero aún así tu te lanzaste en su contra, no eres ma que un ser repugnante! — grito la menor viendo con enojo.
El jabalí a lo lejos comenzó a toser, eso había dolido, pero a su vez le había gustado, reconoció a la chica de inmediato apenas escucho su voz, la misma chica que encontró dentro de la casa y le robó el corazón desde el primer momentos era fuerte, carajo que si lo era y eso le agradaba demasiado.
— ¡Eres fuerte! ¡Digna de ser mi reina! ¡Así que peleamos s mano limpia! — la chica quedó sorprendida.
— ¡¿N-no escuchaste lo que acabo de decir?! — el jabalí no le prestó atención y fue en su contra, Tanjiro esquivaba los golpes con trabajo — ¡Ca-calmate porfavor! ¡D-deja de hacer tonterías! ¡Buen sé que tienes las costillas rotas! — el jabalí sin pensarlo hizo una maniobra extraña, doblando su cuerpo al punto de quedar su cabeza entre sus pies doblado hacia atrás, sorprendiendo a todos los presentes en el lugar.
— ¡No sabes lo bien que me siento en este instante, el pelear contra ti me hace sentir perfectamente bien! — grito acercándose a la chica, Tanjiro lo tomo firme de lo hombros.
— ¡Es suficiente! — sin pensarlo golpeó su cabeza en contra del jabalí, aturdiendo lo y haciendo que Zenitzu se preocupara.
El jabalí dió pasos hacia atrás, eso había dolido, aturdido sintió su máscara caer, sorprendiendo una vez más a todos los presentes en el lugar.
— ¡¡¿Q-qué?!! ¡¿Es una chica?! — grito Zenitzu impresionado y es que quel chico tenía un cabello fino negro como la noche con puntazo azules como el mar, unos bellos ojos verdes con largas pestañas, Tanjiro se impresionó por ello de igual forma — ¡Nononono!
— ¿Eh? ¿Tienes un problema con mi cara idiota?
— Y-yo... Ya no sé que pensar — dijo Zenitzu sin saber que hacer en ese momento — tienes un cuerpo tan musculoso, pero una cara de chica...
— Que dices idiota.
— ¡Na-nada!
— Y-yo creo que tú rostro es perfecto — hablo Tanjiro — su forme delicada y fina te hace alguien muy guapo — el contrario se sonrojo ante el halago de la linda peliburbea, mientras que Tanjiro tenía un leve sonrojo al decir aquellas palabras.
— ¡Ya has caído linda! ¡Ahora sigamos con nuestra pelea! — la chica nego
— No, estás herido y está pelea no tiene sentido.
— ¡Vamos linda continuemos!
— ¡Ya te dije que no!
— ¡Mejor voy a decirte mi nombre! ¡Soy Inosuke Hashibara, no lo olvides que ese es el nombre de tu rey de la montaña!
— ¿Eh? ... — la chica ya estaba hastiada de ese momento — O-oye... ¿Estás bien? — dijo la chica cuando vio que el contrario se había quedado paralizado.
— Se paralizó.
— ¡O-oye! — el contrario se desmayo de golpe, preocupando más que nada a Tanjiro.
— Ugh... F-fue mi culpa, seguro es una comisión cerebral, le dí un golpe muy fuerte en la cabeza.
— ¿Pero tú estás bien Tanjiro? — pregunto la niña, la de cabellos busbeos asintió — ¿Puedo tocar tu cabeza?
— Jaja, claro.
— ¿Cómo es posible que Tanjiro no tenga una sola gota de sangre en su frente? Solo basta con ver lo que le hizo a Inosuke para saber que tiene una cabeza muy dura — pensó Zenitzu con algo de miedo.
Unas horas después ya con Inosuke despierto, la chica se las ingenio para recibir su ayuda con los cuerpos, enterrando los y rezando a su lado en señal de respeto, ya el Sol se estaba poniendo y es era peligroso.
— ¡Ya bajen de la montaña! — Tanjiro reconoció a su cuervo, volteando al cielo vio que justo de ese se trataba.
— ¿Ese cuervo nos está hablando?...
— ¡Rápido! ¡Tienen que seguirme! — los demás le hicieron caso al cuervo, siguiendo a Tanjiro, Inosuke les vio confundido.
— ¿A dónde van?
— Vamos a bajar de la montaña.
— ¡Aún no hemos terminado con la pelea! — grito con molestia viendo a la chica.
— Debes estar muy cansado, mejor síguenos — Inosuke les siguió de mala gana.
Unos minutos después los niños tenían que irse por otro camino, se despidieron de ellos con un drama de Zenitzu nuevamente, pero que se arregló cuando la chica lo tomo de la mano y este quedó hipnotizado con su rostro de nuevo.
El trayecto fue cansado, más para Tanjiro que ya no aguantaba a esos dos, Zenitzu en su espalda abrazándolo y repitiendo le que se casara con él, mientras que Inosuke seguía repitiendo que pelearán para que le demostrará que era digno de ella.
Así fue el transcurso hasta que llegaron a una finca, una enorme casa con un sello extraño, hasta ahí les había llevado el cuervo de Tanjiro, ya era de noche y debían admitir que tenían cierto miedo.
Una señora mayor les abrió la puerta, como siempre Tanjiro fue la más amable de ahí, molesta con la actitud de los otros dos, la mayor les permitió la entrada con una sonrisa tranquila, le pregunto a Tanjiro su quería dormir con los dos chicos o en una habitación propia, la chica pidió con ellos, tampoco es como que quisiera dormir sola, además aunque eran un fastidio le agradaban, luego de un rato la mujer les ofreció un baño caliente y unas yukstas comodas para dormir, además de una deliciosa cena, los dos chicos quedaron impresionados ante lo hermosa que se veía la yukata en el cuerpo de Tanjiro se amoldaba bien a su lindo cuerpo femenino mostrando sus curvas y marcando lo que se debía.
Después de la cena calurosa al fin pudieron ir al cuarto con la chica en medio de ambos tranquila cuidando la caja.
Unos minutos después la anciana entro con un señorz este tenía un maletín en mano sonriendo.
— El doctor va a revisarlos, yo me haré cargo de ti Tanjiro — aseguro la mayor llevándose a la chica para hacerle un chequeo más íntimo.
El doctor aseguro que sus condiciones eran horribles, los mismo con la chica cuando regreso, debían descansar demasiado.
— Quien lo iba a pensar... Los tres tenemos costillas rotas — aseguro Tanjiro Inosuke movió un poco su flequillo mostrando el enorme golpe en su frente.
— este golpe... Es el que más me duele.
— P-perdon...
— No te disculpes, es una muestra de que me amas — la chica nego por lo dicho.
— Tu también me golpeaste idiota — menciono Zenitzu celoso por la atención de la peliburbea — quiero mis disculpas.
— No me arrepiento — afirmó.
— ¡Debes ser amable Inosuke!
Unos minutos de plática después, la chica ya estaba dispuesta a dormir, pero Zenitzu se levantó viéndola de reojo, sorprendiendo a la chica.
— Tanjiro... Hay una cosa que he querido preguntarte viajas con un demonio ¿No? ¿Cuál es la razón? — la menor le vio algo sorprendida, pero suponía no se lo podía guardar a aquellos que son sus buenos y únicos amigos por el momento.
— Zenitzu... Lo sabías ¿Y aún así cuidate de ella? — la menor le sonrió sonrojando levemente a Zenitzu — eres muy buena persona Zenitzu, muchas gracias.
— T-tanjiro... ¡Cásate conmigo porfavor! — el rubio abrazo a la chica, esta misma recibió el abrazo y sonrió.
— Jeje, lo supe desde el inicio, eres una persona bondadosa — en eso la cajs comenzo a moverse.
— ¡Ah! ¡¿Q-wue nos va a hacer?! Nos va a atacar! — la menor solo rio esperando a su hermano menor.
Inosuke por su parte estaba pensando en como carajos lograr hacer que Tanjiro fuera su reina, estaba seguro que se sonrojo antes ¿Pero como?
Por otro lado la puerta de la cajita se abrió, Zenitzu alterado comenzó a gritar y correr, Tanjiro suspiro y se acercó viendo como su hermanito menor salía poco a poco, tan pequeño para entrar en la caja.
— Zenitzu... Él es mi hermano, Nezuko — el rubio quedó quieto y en shock, el hermano de Tanjiro, poco s poco el demonio comenzó a rwtomar su tamaño original, siendo más alto que cualquiera en la habitación.
Inosuke le resto importancia y mejor se durmió, mientras que Zenitzu estaba completamente impresionado, carajo, que suerte tenían algunos y eso lo comprobaba con el hermano de Tanjiro, mira que tener a una chica tan linda a tu lado como tú hermana, que seguro te da cariños y mimos cuando puede ¡Se sentía miserable.
— ¡Tanjiro! ¡¿P-porqe no me dijiste que tú hermano viajaba contigo?! — la chica sonrió nervios.
— Él es Nezuko, Zenitzu, Nezuko, él es Zenitzu — el rubio sintió la mirada desaprobatoria del mayor, causandole escalofríos en su espalda.
— jejejeje, oye Nezuko seguro podemos llevarnos bien ¿Verdad cuñado? — le sonrió al demonio — anda dime qué puedo ser un buen cuñado — el demonio algo molesto comenzó a huir del rubio — ¡Dime qué puedo ser un buen cuñado Nezuko-chan! — Tanjiro comenzó a perseguirlos mientras de fondo solo se podían escuchar los ronquidos de Inosuke.
Jijiji, ya volví amores mios, ya sé que me lleve un rato, pero disculpen, tengo muchas cosas en la cabeza jeje, espero les haya gustado ¡Los amo!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro