Esta la guitarra reclinada sobre los discos amontonados. Al lado la silla negra donde estoy sentada. Él vendrá pronto, rasgara la guitarra. Pero aún no sé, que pedirle tras que la canción termine. Alguna vez fantasee con hacerlo en el salón de clases. Pero este estudio musical es igual de invitante. Con todo sería como mancharlo ¿que me dice que soy la primera? Oh, yo lo veo, ha habido cuatro o cinco a puerta cerrada. Lo he escuchado. Alardear de relaciones es lo mismo que disparar un fusil. Entre más logros cuelgan de las historias vertidas por tus labios, más inocente. Sus ojos tiemblan, cuando pregunto, se detiene. Como si se le cortase el aire. Esperando a que empiece yo. Sí, ha habido muchachas en este cuarto, pero ninguna como yo.

Se sienta, y entre risas y conversaciones a medias. Canta aquellas canciones que ha escrito antes. Esas en que invisible o con todo detalle, esta la chica que antes amo. Y mientras me canta, la recuerda y al mismo tiempo se olvida de ella. Que niño es, y que envidioso. Pero es tan lindo! Cuando gusta un hombre, no hay razón porque negarlo. Porque el nombre no se borle con todo y escudo en la simiente del alma. En el corazón se enciende el circo, que invitante llama a la pasión a comprar boleto. Persíguelo conforme a tu deseo. Te darás cuenta que en una noche nunca harás tantas locuras como podrías, si refrenándote añadieras a tu capricho celos y malhumoradas ¿Por qué no mirar? Cuando el chico es rubio y sus ojos obscuros como el chocolate.

Se relaciona el canto con la amante, y a la amante con la muchacha que en el metro regala una sonrisa. Con la que se tropezo en el subway, y a la que sorprendió en la luz tenue del cine. Niñas de corazones banales, tan triviales, que son blancos como margaritas de jardín y en su corazón muy celosas. Aquellas muchachas aman locamente, y como no se atreven a nada, termino queriéndolas. Guarda tu corazón, no lo entregues. Que solo vale cuando lo llevas en el antojo de tus labios y en la apetencia de almohada. Ni una mala cena te ganarás vendiéndolo y si lo regalas ¿que harás tu sin él?