Capítulo 11: La llegada de la justicia
El tiempo corre mucho más rápido, cuando las personas desearían que se detuviera por completo, pero algo era seguro, por más que uno quisiera que las horas no avanzaran para dar paso a un nuevo día, el mundo no dejaría de girar, por lo que el día que tanto temía la señorita Limón por fin habia llegado.
El día en el que su equipo atacaría el cuartel general de la maligna corporación Black Hat, no importaba lo mucho que Coyote tratara de hacer para tranquilizarla un poco, ella sabía perfectamente que era una hormiga comparada con los monstros que eran tanto los miembros de la corporación, como sus dos compañeros, ella solo era una mujer ejecutiva, su trabajo era sacar copias, atender llamadas y organizar archivos para su jefe.
Y ahora se encontraba en el techo de una casa a no más de un kilómetro de la guarida de esos malhechores, peor aún, la operación estaba solamente a 1 hora de empezar, ¿Por qué su jefe le hacía esto?, ¿Por qué involucrar en algo tan peligroso a una persona común y corriente?, prácticamente era como enviar a una oveja al matadero, por más que sus compañeros le quisieran levantar el ánimo, ella sentía que sería un estorbo en la pelea.
-¿Sigues pensando, que serás un estorbo en la pelea, no es así?-
La voz de Coyote la saco de su estado de autocompadecencia, para levantar la mirada y observar como su compañero miraba directamente en dirección a la guarida de los villanos, no se veía preocupado, más bien tenía una concentración sumamente centrada, digna del mejor sicario del mundo a punto de realizar un trabajo más.
Ella no quería responder a la pregunta de su colega, no quería recibir otro discurso motivacional, esas porquerías solamente sirven en las películas o caricaturas, para inspirar a los personajes para superar las adversidades, pero este era el mundo real y ella estaba a punto de entrar a una situación en donde un error le costaría la vida, el solo hecho de pensar que este podría ser su último día de vida , le hizo ver que aun habia un sinfín de cosas que deseaba hacer, lugares que ver y tal vez conocer a esa persona especial para poder sentar cabeza en algún lugar y tener una familia tranquila.
-Escucha.... Yo tampoco sé porque el calvo idiota ese, quiso que tú también vinieras a la misión, a mi parecer es una idea estúpida, el hacer que una persona que ni siquiera habia visto un arma de verdad que no fuera en la televisión de pronto tenga que verse envuelta en una lucha entre las fuerzas del bien y el mal, es una decisión imprudente que nos puede costar el éxito de la operación-
Finalmente palabras que ella quería escuchar, estuvo bien que la haya apoyado antes mostrándole un lado optimista, pero ahora lo que ella quería era su sincera opinión, su compañero le habia enseñado a usar una pistola y aprendió con suma facilidad, sin embargo tenía muy en cuenta lo que Coyote le platico.
-Cargar un arma es algo sumamente sencillo.... Apuntarla contra un ser vivo sin que te tiemblen las manos es algo que no muchos pueden y que decir sobre el dispararla... Tendrías que ser un psicópata homicida para hacer todo lo anterior sin dudar ni un solo segundo-
Fue lo que él dijo después de que ella en su euforia por haber aprendido en cuestión de horas a usar un arma, dijera que usar una pistola era fácil.
-Pero sabes, si Joe te quiso dentro del operativo, estoy seguro que tenía una buena razón.... Además estoy seguro que una de las muchas razones por las que me libero de la prisión del cuervo era para que fuera un escudo humano para ustedes, francamente no me importaría que mataran al calvito, pero supongo que estaría bien protegerte a ti de esos malvados, digo puedo ser un asesino, friki y un hombre muy apuesto, pero principalmente soy un caballero... Así que si todo se pone feo solo ponte detrás de mí-
Sumamente confiado, porque estaría así, seria por sus años de experiencia en estas situaciones de peligro y muerte o seria porque al ser inmortal el miedo a la muerte no tiene significado para él, pero aunque fuera solo un poco, le tranquilizaba saber que tendría como guardaespaldas a un tipo experto en asesinado y como plus no tenía que preocuparse porque muriera y la dejara a merced de los malos, ya que ese tipo no podría morir debido a sus poderes.
Sonrió a medias para poder contestarle a su compañero, -Yo también quiero creer que Joe sabe lo que hace al hacerme acompañarlos y tampoco dudo que me protegerás si las cosas se ponen negras, pero entiende que no soy como ustedes... Joe tiene experiencia como agente de la Interpol y tú como el mejor sicario del mundo... Yo por mi parte solo se usar una pistola y ni siquiera sé si, en el momento de la verdad seré capaz de accionarla-
Coyote entendía a la perfección a la señorita Limón, él recordaba como su mano no para de temblar cuando realizo su primer asesinato, es más debido a eso el primer disparo no dio en ningún punto vital, los gritos de dolor de su víctima lo hicieron entrar en pánico por lo que vacío la pistola contra su víctima en un intento de acallar esos horribles lamentos, el temblor en sus manos no desapareció sino hasta su quinto asesinato, él sabía que tenía que ser preciso, dar un golpe certero y mortal, sería lo mismo que ser efectivo y ser efectivo significaba tener más contratos y necesitaba los contratos para tener dinero.
En verdad que le tomo mucho trabajo dominar sus emociones para no sentir dudas al momento de matar a alguien, debía hacerlo sin que nadie jamás se enterara de quien fue el actor de tal atroz acto, un sicario se convierte en el mejor del mundo, no cuando su nombre aparece en la lista de los más buscados, de hecho aparecer en un listado como ese solo indica que el sicario fue descuidado ya que su identidad fue descubierta.
Los mejores sicarios del mundo eran los que vivían en el anonimato de la sociedad, que todas las personas ignoraran su existencia era señal de un trabajo perfecto, solamente el bajo mundo debía de saber sobre ellos, ya que eran los que los contrataban y por muchos años Coyote se consagro como el mejor sicario del mundo debido a que nadie sabía quién carajos era él.
Hasta que apareció Joe, lo atrapo y lo evidencio al mundo entero, en todos los noticiarios del mundo sus crímenes fueron exhibidos, debido a la cantidad de víctimas que cayeron ante sus balas, prontamente se convirtió en uno de los criminales más crueles de la historia y en uno de los asesinos seriales más grandes de la historia llegando a ser comparado con Jack el destripador, inclusive le hicieron varios documentales, dos películas y hasta una serie en Netflix toda culera y sin tener nada que ver con la realidad.
Todo el mundo lo reconocía como el mejor sicario del mundo, el nombre de Fernando Ayala ya estaba presente en la historia, pero eso no era de la satisfacción de Coyote, el mentiría si dijera que no quería ser el mejor sicario, pero para serlo él tendría que haber pasado desapercibido para siempre, matar bajo contrato a cientos de personas sin que el mundo supiera quien rayos era él.
Aunque el mundo dijera que él era el mejor, Coyote sabía que fracasó rotundamente al ser atrapado por Joe, ese maldito bastardo que le hizo algo mucho peor que encerrarlo y eso fue decirle al mundo entero quien era él, una prisión incluso si fuese de máxima seguridad no era un desafío para él, escaparía de donde fuera, pero ahora que la ONU y la Interpol sabían su identidad, jamás podría tener una vida tranquila, donde quiera que fuese se enfrentaría a la persecución de la policía, en cada maldito país en el que intentara refugiarse, tal vez nadie lo buscaría en Corea del Norte, pero le tenía miedo al Kim.
Ahora no le quedaba mucho, solo era un cabrón que no podría morir y pasaría su eternidad viendo caricaturas en una prisión que olía a caca de cuervo, solamente accedió a seguir a Joe debido a que quería estirar las piernas y volver a sentir la adrenalina del trabajo y que mejor que cazar a un pez gordo como lo era Black Hat, pero eso implicaba tener que tranquilizar a su hermosa compañera, cosa que al parecer consiguió un poco.
-Gracias Coyote, pareces un idiota, pero creo que puedo confiar en ti- A pesar de que se ofendió un poco por ser llamado idiota, no pudo evitar sonreírle a la señorita Limón.
-Ya casi es hora.... Sera una noche muy larga- La señorita Limón levanto la vista para ver la puesta del sol.
-No te preocupes, quizás no sabemos que pasara ni que misterio habrá, pero puede ser nuestra gran noche- Coyote se puso junto a la señorita Limón y juntos miraron la puesta del sol.
-Bueno, prepárense que en un momento entraremos a la mansión de Black Hat-
El conmovedor momento fue totalmente arruinado por Joe, que se hizo presente en la escena, debido a que ya casi era la hora de ejecutar la misión, el evento que tanto habia soñado hace años, esta sería la noche en el que esa infame y asquerosa organización vería su horrible y justo final.
Sus colegas en la misión voltearon a verlo, su fiel secretaria tenía cara como si fuese una niña a punto de pasar al consultorio del dentista y Coyote lo vio con una cara de un hombre al que le joden una oportunidad para salir de la friendzone, no eran un equipo numeroso pero la cantidad era más que compensada por la calidad de los dos.
-Escuchen muy bien, estamos a punto de llevar a cabo una operación que no solo le pondrá fin a una de las organizaciones criminales más crueles del mundo, sino que también libraremos a este planeta de la maldad de esos infames villanos, por lo que esta misión debe ser un éxito-
Carajo ya va a empezar con un discurso, porque no simplemente cierra el pico y comenzamos con esta mierda de una vez, entre más rápido podamos eliminar a Black Hat, podre librarme del Full Justice de Joe y en esa fracción de segundos, podre matarlo, finalmente pagaras por arruinar mi carrera como sicario, maldito cabeza de foco.
Aquellos pensamientos crueles que cruzaban por la mente de Coyote, lo tenían tan distraído que no reacciono hasta que Joe, levanto la voz.
-¡Entendiste Coyote!-
-Emmm... ¿Qué pedo, yo qué?-
Joe se molestó con Coyote por ignorarlo en un momento tan crucial, pero no habia tiempo para regañarlo, por lo que debería de explicarle su parte del plan una vez más y esperaba que en esta ocasión si lo escuchara.
-Mira Ayala, la mansión de Black Hat posee un sistema de seguridad de máxima seguridad, después de analizarlo por mucho tiempo, llegue a la conclusión de que es impenetrable, el solo acercarse a las rejas y quedarse ahí por 5 segundos es suficiente para morir, de igual manera es imposible hackear el sistema para apagarlo ya que la señorita Limón lo intento y no pudo acceder al sistema de seguridad sin el riesgo de ser detectada-
-¿Entonces como rayos vamos a entrar?- Ese maldito de Joe, tuvo un montón de tiempo para pensar en una alternativa para ingresar a la mansión, y ahora salía con que el lugar era impenetrable.
-Es sumamente sencillo.... Es imposible que un ser vivo pueda entrar al terreno de la mansión sin morir, pero para alguien inmortal no debería de representar mucho problema-
Oh no, no podía ser cierto lo que Joe estaba sugiriendo, en verdad pensaba en enviarlo a entrar a la mansión y ser víctima de todas las trampas, es que el tipo es un malnacido hijo de puta, Coyote puede ser inmortal pero aun así era capaz de sentir dolor y estaba seguro que el enfrentarse a un sistema de seguridad diseñado para matar a los invasores, sería una experiencia altamente dolorosa, algo que no estaba dispuesto a hacer.
-¡ESTAS PENDEJO, SI CREES QUE VOY A IR ALLÁ A SER MASACRADO, SOLO PARA ABRIRTE LA PINCHE PUERTA, ACASO PIENSAS QUE NO SIENTO DOLOR!-
Coyote estaba a punto de perder el control y lanzarse a darle unos cuantos putazos a Joe, pero el semblante serio de su jefe, le indico que estaba malentendiendo la situación, por lo que opto por calmarse un poco, para dejar que explicara lo que quería que hiciera.
-Por supuesto que no vas a ir a ser masacrado Coyote, el plan es que separes tu alma de tu cuerpo, entres en la mansión y desactives el sistema de seguridad de forma manual... No importa que tan sofisticado sea el sistema, dudo mucho que este diseñado también para detectar el alma de una persona-
Ese si era un plan más lógico y digno del tiempo que Joe se tomó en pensarlo, cosa que a Coyote le pareció perfecto, solamente tenía que entrar en la mansión con su alma, después tendría que crear otro cuerpo y sería cuestión de tomar a un rehén para obligarlos a desactivar el sistema, sin embargo tenía un problema.
-Cielos pelón, es una magnífica idea, pero hay un fallo y es que cuando saco mi alma de mi cuerpo, no soy capaz de llevar o sostener objetos físicos, por lo que una vez a dentro de la mansión, no tendría armas con las cuales enfrentar a los malos y segundo, puedo crear y regenerar mi cuerpo pero no lo puedo hacer con la ropa y no quiero que la gente a la que voy a matar me vea desnudo, ya que no me parece ético que la última cosa que vean antes de morir sea mi tremendo paquetón-
-No te preocupes nosotros llevaremos tu cuerpo, para que una vez que nos abras puedas volver a él, a mí tampoco me gustaría pelear al lado de un hombre en pelotas, en cuanto a lo de las armas, tendrás que arreglártelas ahí a dentro, ya es hora que nos demuestres esa experiencia en asesinato de la que tanto nos alardeas- Fueron las palabras de Joe ante las dudas de su compañero que temía por tener que efectuar una parte del plan en traje de Adam.
-Bien, supongo que no tengo otra alternativa, está bien lo hare-
Una vez dicho esto Coyote desenfundo una de sus escopetas recortadas y se la llevo justo a la cabeza, apuntándose a sí mismo y sin titubear jalo el gatillo volándose los sesos y cayendo al suelo mientras la sangre brotaba de su cabeza, este acto horrorizo a la señorita Limón que estaba a punto de gritar, cuando Joe la tomo del hombro.
-Descuida, tenía que hacer eso para que su alma pudiera salir de su cuerpo, en este momento él está en camino para abrirnos la puerta, por lo que debemos esperar a que logre su objetivo-
Todo esto tranquilizo a la señorita Limón ya que recordó que Coyote era inmortal, por lo que no debía preocuparse de su salud, sin embargo no pudo evitar que su estómago se revolviera un poco, y como culparla, no todos los días ves a un tipo volarse los sesos frente a ti.
Mientras los disque héroes preparaban su infiltración, en el interior de la mansión, específicamente en el laboratorio podemos encontrar a Lincoln y Flug, trabajar a marchas forzadas para poder terminar con la máquina que convertiría en realidad todas las ambiciones de Black Hat, la verdad parecían esclavos trabajando sin parar, pero por más increíble que parezca, ese par habia completado la máquina en 85%, en no más de 3 días estaría lista y funcional.
Eso los ponía muy felices y entusiastas, bueno a Lincoln le daba cierta incertidumbre ya que una vez que completaran el trabajo, seria testigo de toda la maldad de Black Hat, ya que este subyugaría al mundo entero por las malas y el solo imaginar que gente inocente como Clyde y Ronnie Anne podrían sufrir a causa de las cruentas intenciones de su jefe, le espantaba.
-Muy buen trabajo Black Bird, si continuamos trabajando a este ritmo la máquina del jefazo estará lista en cuestión de un par de días-
La felicitación del doctor saco a Lincoln de sus preocupados pensamientos, para enfocarse en el trabajo, el creía que quizás si le pedía a Black Hat, que no lastimara a sus seres queridos, cavia la mínima posibilidad de que le hiciera caso.
-Sí, todo se debe a tu genio y velocidad Flug, en verdad eres el mejor científico de este mundo-
El alago del pequeño causo mucha felicidad en el buen Flug, francamente no estaba acostumbrado a recibir elogios de nadie, pero ahora tenía a Lincoln, que era un chico educado y muy amable, que era el primero en reconocer su intelecto y trabajo por la compañía, cielos ese niño era especial y aunque le costara la vida el cumpliría la promesa de cuidarlo como a un hijo, ya que en tan poco tiempo ese muchacho que fue un regalo en empaque de ardilla, habia traído a la corporación no solo a un muy útil empleado, sino a un maravilloso miembro de la familia, bueno así lo consideraba Flug, para él todos en la mansión eran su familia y estaba seguro que todos creían lo mismo, a excepción de Black Hat, pero como era imposible saber que pasaba por la mente del jefe chulo, entonces quedaba la duda de como los veía a ellos.
-Oh, muchas gracias Lincoln, en verdad me alagas... Pero también mereces parte del crédito, sin ti probablemente hubiera necesitado un mes más para poder terminar, quizás dos si Demencia estuviera jugando aquí en el laboratorio-
Sus palabras eran sinceras, antes de que Lincoln se les uniera, no importaba que tan rápido trabajara Flug, con la loca de Demencia en el laboratorio, era imposible trabajar de manera correcta, muchas de sus más brillantes ideas fueron dejadas a un lado, debido a su resignación, ya que gracias a esa mujer él no podía terminar sus inventos, las únicas creaciones que lograba finalizar eran las que encargaba su jefe y esto porque Demencia no se atrevería a destruir un invento que estuviera destinado para Black Hat.
-Muchas gracias Flug, en verdad que no tienes idea de lo feliz que me hace que reconozcas mi esfuerzo... Por cierto, desde hace unos días Demencia no se ha aparecido en el laboratorio- Se cuestionó Lincoln, el recordaba que los primeros días que estuvo aquí, su nueva hermana le encantaba jugar en el laboratorio y fastidiar a Flug.
-Veras, ella ha decidido no venir al laboratorio mientras estemos trabajando ya que no quiere a echar a perder la máquina final del jefecito... Bueno al menos eso dijo, pero sabes Lincoln, yo creo que ella no está aquí creando destrozos, porque ella ha visto el gran empeño que has puesto en ayudarme, por lo que por su cariño a ti, no quiere que tus esfuerzos sean en vano-
-¿Dices que lo hace por mí?- El joven Loud no daba crédito a la suposición del hombre de la bolsa de papel en la cabeza.
-Sí... Lincoln ella te quiere mucho, desde que la conozco, no se habia preocupado tanto por otra persona que no fuera su enfermizo amor platónico, el simple hecho que decidiera controlarse y no aparecerse aquí, es una prueba muy fuerte de eso-
Vivir 11 años con 10 hermanas y recién descubrir lo que significaba el amor y sacrificio por un hermano, por parte no solo de una mujer que no era parte de su familia, sino que era una cruel villana, la que se encargó de demostrarle más afecto y preocupación por él, que aquellas hipócritas, bueno las excepciones eran Leni y Lily, pero aun así el joven pecoso sabía que el haberle pedido a Demencia que fuera su nueva hermana mayor, fue una idea maravillosa de la cual no se arrepentiría.
-Aaaaaaahh-
Sin embargo el pequeño salió rápido de sus pensamientos cuando escucho, un grito seguido por un fuerte golpe, al girar la cabeza pudo ver a Flug en el piso junto a la pared, era como si alguien lo hubiera mandado a volar directo de un golpe, deducción que pudo formular ya que tantos golpes de Lynn, le dieron la experiencia sobre eso, sin perder tiempo corrió para ver si su compañero se encontraba bien.
-¡FLUG, FLUG, ESTAS BIEN!- El ave oscura estaba muy preocupada por el estado de su gran amigo, algo o alguien le habia dado un tremendo golpe, ¿Pero quién?, después de preguntarse mentalmente eso, busco con los ojos al responsable de lastimar a Flug.
Pero, no estaba preparado para lo que encontró, aquel responsable de mandar a volar al doctor como si se tratara de una almohada, era un hombre moreno de corte hipster, pero eso no era lo que sorprendió, al muchacho la razón de su asombro era debido a que ese hombre... Bueno él.... ¡Rayos está desnudo!
Bueno no estaba desnudo completamente, al parecer el tipo tenía tanta vergüenza por mostrar su anatomía, por lo que se enredó las cortinas de la sala en forma de toga, para tener algo puesto, ¿Por qué estaba desnudo?, ¿Cómo demonios pudo entrar a la mansión?, preguntas que cruzaron rápidamente por la cabeza del joven, pero lo más importante no era eso, lo que de verdad importaba es que ese hombre fue el que hirió a Flug.
-¿Quién rayos eres tú y por qué lastimaste a Flug?- Pregunto el pequeño con una mezcla de miedo y furia.
El hombre no contesto a la pregunta, en lugar de eso comenzó a caminar en dirección al niño, hasta ponerse a no más de 10 centímetros de él, entonces en un rápido movimiento lo tomo y volteo para que tener su pecho en contra su espalda, mientras con su brazo izquierdo lo sostenía fuertemente para que este no pudiera escapar, en un principio Lincoln forcejeo en un intento por zafarse, pero seso cuando el intruso coloco un cuchillo contra su cuello, en una clara amenaza para que se dejara de mover.
-Perdóname por no haber respondido a tu pregunta antes muchacho, déjame que me presente:
Mi nombre es Fernando Ayala y soy un sicario... Tú sabes un hombre que mata por dinero, ustedes pueden llamarme Coyote, ya que tanto mis amigos como mis victimas me llaman así, o bueno lo harían si los dejara vivir- Finalmente Coyote habia conseguido su cometido de entrar a la mansión, una vez dentro lo que hizo fue materializar un nuevo cuerpo que solo usaría hasta que sus compañeros llegaran con el que dejo atrás, lo siguiente que hizo fue tomar un cuchillo de la cocina y bajar al laboratorio de manera sigilosa como solo un sicario profesional sabe hacer, si bien la señorita Limón no pudo desactivar el sistema de seguridad por lo menos fue capaz de conseguir un mapa de las instalaciones, lo que le fue de mucha ayuda a Coyote para poder llegar rápidamente al laboratorio donde él suponía que podría apagar el sistema para dejar entrar a Joe.
-No... tengo... idea... de.... Quién te pudo haber pagado... para hacer esto..... ¡Pero suelta al muchacho ahora!- A duras penas podía hablar Flug, que recién se estaba incorporando después de tremendo golpe.
-Claro que lo soltare... En cuanto tú desactives el sistema de seguridad de la mansión, a menos que quieras que le rebane la garganta al niño- La amenaza de aquel hombre que se identificó como Coyote, era algo sumamente serio.
Flug sabía que sino hacia lo que él le estaba pidiendo, entonces mataría a Lincoln y eso era algo que él no podía permitir, no después de haber jurado que lo protegería a cualquier costo, por lo que solo restaba una cosa por hacer, se levantó y camino con rumbo al tablero de su computadora y sin dudarlo ni un solo segundo, ingreso la clave para apagar el sistema de seguridad, todos los presentes en el laboratorio vieron como en la pantalla aparecía el mensaje: Sistema de Seguridad Apagado.
-Listo, está apagado-
-Bien hecho cerebrito, ahora abre la reja principal- Dijo Coyote, al abrirse la reja, sería la señal para que sus compañeros supieran que el sistema fue desactivado y pudieran entrar a la mansión.
El doctor obedeció una vez más y procedió a abrir la reja principal de manera remota, esta vez las cámaras exteriores fueron las encargadas de mostrarles que su demanda habia sido cumplida, al ver esto aquel hombre sonrió.
-Ya está, ahora por favor deja ir al muchacho- Esta vez se podía notar el ruego de Flug.
-Por supuesto que lo dejare ir.... ¡Pero a donde lo dejare ir será al cielo!- Grito Coyote dispuesto a empezar su trabajo de exterminar a los miembros de la corporación, iniciando con el pequeño, por lo que levanto su cuchillo al aire con la intención de dejarlo caer sobre el cuello del niño.
Sin embargo no pudo completar esa acción ya que del techo cayo Demencia, que en un rápido acto le arrebató el cuchillo de las manos y se lo clavo en el cuello causando que soltara a Lincoln y comenzara a desangrarse mientras soltaba un grito de dolor, en cuanto Black Bird estuvo libre de Coyote, Demencia le dio un golpe muy similar al que este le habia dado a Flug minutos antes, mandándolo a volar contra la pared.
-¡NO DEJARE QUE NADIE LASTIME A MI HERMANITO!- Proclamo una furiosa Demencia al pobre de Coyote que se encontraba tirado mientras la sangre no paraba de brotar de su cuello.
-Bien hecho Demencia, ahora tenemos que advertirle al jefazo sobre esto- Menciono Flug que volvió a activar el sistema de seguridad, pero para su desgracia este tardaría 5 minutos en volver a encenderse.
-Está bien.... ¿Estás bien Lincky?- Le pregunto Demencia a Lincoln, que estaba en shock al ver como su hermana mayor asesino a un sujeto sin ninguna vacilación, pero al sentir la cálida mano de la chica lagarto acariciar con delicadeza su cabeza, este salió rápido de su estado y asintió con la cabeza, y le regalo una sonrisa por haberlo salvado de ese loco hombre nudista.
Al ver que el pequeño estaba bien, todos procedieron a subir rumbo a la sala, en donde se encontraron a 505 que estaba confundido al verlos a todos salir corriendo del laboratorio, estaba a punto de decir algo en su idioma raro de oso mutante azul, pero antes de hacerlo vio una algo que lo aterrorizo.
Sus compañeros al verlo tan asustado, se detuvieron en su camino para preguntarle que le pasaba, pero el oso no contesto, solamente estaba temblando y mirando hacia las escaleras que daban al laboratorio, entonces todos al ver el sitio que miraba fijamente 505 decidieron voltear para averiguar que estaba mirando y pudieron ver una escena digna de una película de terror.
Era Coyote que estaba subiendo las escaleras con su cuello y traje de cortinas cubiertas de sangre, el los veía con una sonrisa macabra.
-¡No puede ser, yo te mate!- Dijo una incrédula Demencia.
-Estoy impresionado, señorita no solo fue capaz de sorprenderme sino que también pudo dejarme fuera de combate por unos segundos.... Pero eso no es suficiente para matarme, de hecho nada lo es.... ¡Yo soy Coyote Ayala el sicario inmortal!, y estoy aquí para mandarlos al infierno, así que pueden intentar lo que sea para matarme, pero de nada servirá todo lo que hagan será ¡INÚTIL, INÚTIL, INÚTIL, INÚTIL!- Las palabras de Coyote lograron infundir temor en todos, entonces cuando Coyote finalmente subió a la sala con ellos, tanto Flug como Demencia se pusieron delante de Lincoln y 505 para protegerlos de aquel monstruo, cuando de repente escucharon que tocaron a la puerta.
Al percatarse de esto Coyote quien ya sabía de quienes se trataba, comenzó a caminar rumbo a la puerta, no sin antes voltear a ver a los aterrados villanos, mientras dijo –Tenemos visitas-, entonces se colocó enfrente de la puerta principal, cuando escucho que volvieron a tocar a la puerta.
-No hay nadie- Dijo en forma burlona a quien quiera que fuese el que estuviera allá afuera.
-¡Abre de una buena vez, idiota!- Contesto enojada la voz de un hombre.
Entonces Coyote abrió la puerta dejando ver que las personas afuera eran la señorita Limón y Joe, este último tenia cargando el cuerpo de Coyote sobre sus hombros, que inmediatamente entraron al recinto. Al verlos esto Ayala rápidamente traspaso su alma a su viejo cuerpo y uso sus poderes para regenerar la herida que se hizo al dispararse en la cabeza, una vez curado y en su cuerpo anterior el cuerpo que uso para infiltrarse se hizo polvo.
Entonces Ayala se bajó de Joe y se puso a su lado derecho, mientras que la señorita Limón estaba del lado izquierdo, los tres estaban viendo de frente a los miembros de la corporación.
-Buenas noches, escoria criminal mi nombre es.....- Joe no pudo terminar de presentarse ya que el sonido de una puerta abrirse bruscamente en el segundo piso los hizo a todos a voltear arriba en las escaleras.
-¡Joe Paritson, el perro de la Interpol!- Exclamo con furia Black Hat, que miraba con ojos asesinos a Joe.
-Cuanto tiempo sin verte Black Hat, aunque no es correcto que me llames perro de la Interpol, si vas a insultarme preferiría que me dijeras perro de la justicia- Contesto cortésmente Joe.
-A esa mierda retorcida que tú defiendes, no se le puede llamar justicia- Contesto Black Hat
-Di lo que quieras, de todos modos hoy será la noche en la que tu maldita existencia dejara de ser una amenaza para el mundo, porque esta es la noche en la que la corporación Black Hat será completamente aplastada por el peso de la justicia- Sentencio Joe mirando con odio a Black Hat.
Hola queridos lectores, lamento la tardanza pero la anterior semana y todavía esta es de exámenes.
La gran batalla empezara en el siguiente capítulo y daré lo mejor de mí porque sea una batalla decente y durara los capítulos que tenga que durar para que se desenvuelva de la mejor forma.
Recuerden dejar su voto y comentarios ya que me motivan a seguir escribiendo.
Ahora sin más por escribir, nos leemos luego.
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