un día con el campeón
En un día tranquilo y soleado, las instalaciones de BC Sol estaban llenas de la actividad habitual. Dentro de la cafetería del equipo, un aroma delicioso de comida recién preparada flotaba en el aire. Volt Aoi, con su característico ánimo alegre, estaba sentado en una mesa desayunando, disfrutando de una generosa porción de tostadas, huevos y jugo de naranja. Para él, esos momentos de tranquilidad eran un regalo en medio de sus constantes entrenamientos y batallas.
Detrás del mostrador, la cocinera Ange, una mujer de mediana edad con una sonrisa amable y un delantal impecable, observaba a Volt con cariño. No tardó en acercarse a su mesa, sosteniendo una toalla en una mano y su característica energía maternal en el rostro.
Ange (con una sonrisa cálida):
—¡Volt! Qué gusto verte aquí tan temprano, como en los viejos tiempos. Ya me preguntaba cuándo volverías a pasar por aquí. ¿Qué tal te va últimamente?
Volt levantó la mirada con su sonrisa inconfundible y asintió, aún con un bocado en la boca. Después de tragar apresuradamente, respondió con entusiasmo.
Volt (alegre):
—¡Buenos días, Ange! ¡Me va genial! Pero siempre estoy de aquí para allá con entrenamientos y batallas... Aunque nada se compara con estar aquí. ¡Tu comida siempre me da toda la energía que necesito!
Ange dejó escapar una risa ligera, sacudiendo la cabeza con cariño.
Ange:
—Ja, ja, ja, siempre con los mismos cumplidos. ¡Me vas a hacer sonrojar, Volt! Pero me alegra saber que aún recuerdas esta cafetería con tanto cariño. Cocinar para ustedes siempre ha sido mi mayor alegría.
Volt sonrió aún más, apoyándose en la mesa con los codos.
Volt (con un tono nostálgico):
—La verdad es que extraño mucho esos días cuando comenzábamos aquí en BC Sol. Todo era más sencillo: entrenar, batallar y luego venir a comer tus platillos. Era todo lo que necesitaba para dar lo mejor de mí.
Ange lo miró con nostalgia, cruzando los brazos mientras recordaba esos tiempos con una sonrisa melancólica.
Ange:
—Es cierto… Parece que fue ayer cuando llegaste por primera vez con toda esa energía desbordante. ¡Tú y los demás arrasaban con todo lo que cocinaba! A veces siento que el tiempo pasó volando. Pero mírate ahora, Volt, has crecido tanto como blader y como persona.
Volt rió con su energía contagiosa, levantando su vaso de jugo como si brindara.
Volt:
—¡Todo gracias a ti, Ange! Siempre te lo he dicho: tus comidas tienen algo especial. Es como si cada plato nos diera un empujón para seguir adelante. Aunque no estés en el estadio con nosotros, ¡eres parte del equipo!
Ange se llevó una mano al pecho, visiblemente conmovida por las palabras de Volt.
Ange (emocionada):
—Oh, Volt... Qué lindo eres. Saber que piensas eso me hace sentir orgullosa. Siempre he cocinado con cariño para todos ustedes porque los considero como mis propios hijos. ¡Y a ti, en particular, te he visto crecer tanto que siempre supe que llegarías muy lejos!
Volt asintió con una gran sonrisa, mostrando esa misma energía y convicción que lo caracterizaba.
Volt:
—¡Y seguiré creciendo! Mientras pueda volver aquí, recargar energías con tu comida y tus palabras, ¡siempre estaré listo para dar lo mejor de mí!
Ange rió, dándole una palmadita en el hombro antes de regresar al mostrador.
Ange (sonriendo):
—Nunca pierdas esa actitud, Volt. ¡Prométemelo!
Volt (levantando su vaso de jugo):
—¡Prometido, Ange!
Mientras Volt terminaba su desayuno, la cafetería se llenó de un ambiente cálido y familiar. Aunque el mundo del beyblade estaba lleno de retos, emociones y batallas constantes, eran estos pequeños momentos —compartidos con personas como Ange— los que recordaban a Volt que siempre había un hogar esperándolo en BC Sol.
La tranquilidad de la cafetería de BC Sol se rompió con el sonido de la puerta abriéndose de golpe. Volt, aún disfrutando de los últimos bocados de su desayuno, levantó la mirada con curiosidad. Una sonrisa amplia se formó en su rostro cuando vio entrar a dos figuras familiares.
El primero en llegar fue Kit López, su primer amigo en España y un bleyder lleno de energía como siempre. Detrás de él venía Honey Gusten, la hermana menor de Sasha, con su expresión alegre y decidida.
Kit (gritando con entusiasmo mientras agitaba los brazos):
—¡VOLT! ¡Sabía que eras tú cuando vi tu cabeza desde la ventana!
Volt rió a carcajadas al ver el entusiasmo de Kit. Chocó su mano con la de su viejo amigo en un saludo lleno de complicidad.
Volt (sonriendo):
—¡Kit! Ja, ja, ja, nunca cambias, ¿eh? Siempre haciendo ruido.
Kit (cruzándose de brazos con orgullo):
—¡Por supuesto que no! Sería aburrido si lo hiciera. Además, alguien tiene que mantener este lugar animado cuando no estás aquí.
En ese momento, Honey se acercó con una sonrisa amable, pero con la misma firmeza que caracterizaba a su hermana mayor.
Honey (con una voz tranquila pero alegre):
—¡Hola, Volt! Es genial verte de nuevo por aquí. Aunque no te creas tan especial, que Kit casi derriba a medio equipo cuando dijo que estabas aquí.
Volt soltó otra carcajada, mirando a Kit de reojo mientras él se encogía de hombros, sin avergonzarse de su emoción.
Volt (mirando a Honey):
—¡Honey! Vaya, has crecido mucho desde la última vez. ¿Cómo has estado?
Honey (sonriendo con determinación):
—Entrenando duro, como siempre. ¡Quiero llegar a ser una gran bleyder y demostrarle a mi hermana que puedo estar a su nivel!
Kit asintió enérgicamente, señalándola con el pulgar.
Kit:
—¡Sí! Honey ha mejorado muchísimo. Tiene la misma fuerza que Sasha, pero es aún más decidida. Ya le dio algunos sustos a los bleyder del equipo.
Honey (sonrojándose levemente):
—¡Kit, no exageres! Aún me falta mucho por aprender, pero algún día llegaré a ser tan fuerte como ella... ¡o incluso más!
Volt sonrió, impresionado por la determinación de Honey. Recordaba bien la actitud firme y profesional de Sasha, y ahora veía ese mismo espíritu reflejado en su hermana menor.
Volt (con una sonrisa motivadora):
—¡Esa es la actitud! Si sigues entrenando con ese espíritu, no dudo que llegarás muy lejos, Honey. ¡Sasha estaría orgullosa de ti!
La cocinera Ange, que escuchaba desde el mostrador mientras limpiaba algunos platos, intervino con su cálida voz.
Ange:
—Es maravilloso ver cómo todos ustedes siguen creciendo y mejorando. Este lugar siempre está más vivo cuando están juntos.
Kit (bromeando mientras se sienta junto a Volt):
—¡Y eso que todavía no hemos hecho una batalla amistosa! ¿Qué dices, Volt? Después de desayunar, podríamos ir al estadio a ver si sigues en forma.
Honey (con entusiasmo):
—¡Sí! Yo también quiero ver qué tan fuerte eres, Volt. Siempre escucho historias sobre tus batallas, pero quiero vivirlo en persona.
Volt, con su clásica sonrisa desafiante, terminó su jugo de naranja de un solo trago y se levantó de la mesa, lleno de energía.
Volt (con una sonrisa confiada):
—¡Hecho! Vamos al estadio. Quiero ver cuánto han mejorado ustedes también.
Kit (levantándose emocionado):
—¡Eso es lo que quería escuchar! ¡Prepárate, Volt!
Honey (siguiéndolos con determinación):
—No te lo pondremos fácil, Volt.
Antes de que Volt, Kit y Honey pudieran salir de la cafetería rumbo al estadio, la puerta se abrió una vez más. La figura que apareció era imponente y familiar para todos: Sasha Gusten, la actual líder de BC Sol. Con su postura firme y mirada autoritaria, Sasha irradiaba la presencia de una verdadera capitana.
Sasha (cruzándose de brazos, con un tono firme):
—¿Y a dónde creen que van ustedes tres con tanta prisa?
Volt, con su característico entusiasmo, giró hacia ella y levantó una mano en un saludo despreocupado.
Volt (sonriendo):
—¡Sasha! ¡Buenos días! Íbamos al estadio a hacer una batalla amistosa.
Sasha (arqueando una ceja, con una leve sonrisa):
—No hasta que hayan desayunado bien. No voy a permitir que ninguno de ustedes se entrene con el estómago vacío. Es una orden.
Kit (murmurando con una sonrisa):
—Sasha y sus órdenes... no cambia.
Honey, que estaba justo al lado de Volt, miró a su hermana mayor con un brillo pícaro en los ojos. Sin perder el tiempo, se inclinó hacia Volt y le susurró con voz divertida pero lo suficientemente fuerte como para que todos la escucharan.
Honey:
—Volt, ¿por qué no convences tú a mi hermana? Eres el único que puede hacerlo.
Volt parpadeó confundido, señalándose a sí mismo mientras ladeaba la cabeza.
Volt (con una expresión de desconcierto):
—¿Eh? ¿Yo? ¿Por qué a mí?
Honey sonrió maliciosamente y respondió con total naturalidad, sin darle tiempo a reaccionar.
Honey:
—¡Porque eres el novio de mi hermana!
El tiempo pareció detenerse por unos segundos. La cafetería quedó en completo silencio, y tanto Volt como Sasha se quedaron petrificados. El rostro de Sasha, que siempre mantenía una expresión seria y controlada, se puso de un rojo intenso. Volt no fue la excepción; sus mejillas se encendieron como un semáforo.
Volt (agitando las manos nerviosamente):
—¡¿Q-qué?! ¡No, no, no, no! ¡Eso no es cierto!
Sasha (intentando recuperar la compostura, pero visiblemente avergonzada):
—¡¿Honey, de dónde sacas esas ideas absurdas?! Volt y yo... ¡nosotros no somos nada de eso!
Honey (cruzándose de brazos y sonriendo con picardía):
—Pues parece que sí. Mira qué rojos están los dos.
Kit, que hasta ese momento había estado observando en silencio, soltó una carcajada, claramente disfrutando de la situación.
Kit (bromeando):
—Ja, ja, ja, ¡qué interesante! ¿Cuándo pasó esto, Volt? ¿Y por qué no me lo contaste?
Volt (sacudiendo las manos más rápido, intentando explicarse):
—¡No pasó nada! ¡Honey está inventando cosas!
Sasha, aunque aún algo nerviosa, intentó recuperar su tono autoritario mientras fulminaba a su hermana menor con la mirada.
Sasha (con firmeza, pero aún sonrojada):
—¡Honey! Deja de decir tonterías y siéntate a desayunar. ¡Ahora!
Honey no pudo evitar reírse entre dientes mientras se sentaba en una de las mesas, claramente satisfecha por haber logrado molestar a su hermana. Kit le dio un codazo amistoso a Volt, todavía riéndose.
Kit (burlón):
—No te preocupes, Volt. Tu "novia" solo está preocupada por tu desayuno.
Volt (exasperado):
—¡Ya basta, Kit! ¡Tú tampoco ayudes!
Mientras todos se acomodaban de nuevo en la cafetería, intentando retomar el desayuno después del inesperado comentario de Honey, Ange, la cocinera, observaba la escena desde detrás del mostrador con una sonrisa divertida. No pudo resistir la tentación de intervenir, mientras limpiaba un plato con calma.
Ange (con un tono pícaro y ligero):
—Vaya, vaya… qué romántico suena todo esto. No se pueden negar que tienen mucha química, ¿eh?
El comentario hizo que Volt casi se atragantara con su jugo, tosiendo mientras intentaba controlarse.
Volt (agitando las manos, rojo como un tomate):
—¡¿A-ANGE?! ¡No digas eso! ¡No es verdad!
Sasha, quien intentaba mantener la compostura como siempre, se llevó una mano al rostro, visiblemente avergonzada, pero sin poder ocultar el leve sonrojo que aún persistía en sus mejillas.
Sasha (mirando con firmeza a Ange):
—¡Por favor, Ange! Tú también no empieces con eso. Honey ya ha dicho suficientes tonterías por hoy.
Ange (encogiéndose de hombros con una sonrisa):
—¿Tonterías? Pues yo no diría eso, Sasha. A veces, los que más niegan las cosas son los que tienen algo especial.
Honey, sentada en su mesa, no pudo evitar reírse al ver la reacción tanto de su hermana como de Volt.
Honey (con voz divertida):
—¡Eso digo yo, Ange! Es obvio, ¿no? Volt y mi hermana hacen una buena pareja.
Kit, que hasta ahora se había limitado a disfrutar del espectáculo, no pudo evitar echar más leña al fuego.
Kit (bromeando, mirando a Volt):
—¿Ves, Volt? Hasta Ange lo nota. Deberías aceptarlo ya.
Volt (cubriéndose el rostro con las manos, desesperado):
—¡¿Por qué todos están en mi contra hoy?! ¡No es lo que piensan!
Sasha, tratando de recuperar la calma y su autoridad, se levantó de su asiento, con una mirada severa dirigida tanto a Honey como a Ange.
Sasha (con firmeza):
—¡Ya basta! Nadie va a decir más tonterías. Terminemos de desayunar y vayamos al estadio. ¡Vamos, Volt!
Aunque intentaba sonar seria, el rubor en sus mejillas seguía presente, y eso no pasó desapercibido para nadie. Mientras Sasha salía de la cafetería con pasos apresurados, Ange y Honey intercambiaron miradas cómplices.
Ange (con un tono suave, sonriendo):
—Pues, química tienen de sobra. Solo es cuestión de tiempo.
Volt, aún confundido y avergonzado, se levantó rápidamente, siguiendo a Sasha hacia la salida. Antes de salir, volteó hacia Ange y Honey.
Volt (con voz nerviosa):
—¡No es lo que piensan! ¡Lo prometo!
Pero las risas suaves de Ange y Honey resonaron en la cafetería, dejando claro que, para ellas, había algo más entre Volt y Sasha, aunque ninguno de los dos estuviera dispuesto a admitirlo todavía.
Más tarde
En un lugar tranquilo, lejos del bullicio del BC Sol, Sasha y Volt caminaban juntos por un pequeño jardín dentro de las instalaciones. Era uno de esos espacios apartados donde podían hablar sin que nadie los interrumpiera. El sol brillaba suavemente y una ligera brisa movía las hojas de los árboles, creando un ambiente sereno.
De repente, Sasha se detuvo y miró a Volt, quien al principio no entendía el motivo. Antes de que pudiera preguntar algo, ella se acercó más y, con decisión, lo besó suavemente. Fue un momento breve, pero lleno de significado.
Volt, sorprendido y con el rostro completamente rojo, apenas pudo reaccionar. Sasha se apartó lentamente, aunque su rostro también estaba ligeramente sonrojado. Sus ojos lo miraron con seriedad y cariño a la vez.
Sasha (con voz calmada pero firme):
—Volt... ¿Cuánto tiempo más vamos a ocultar esto? Me refiero a lo nuestro. Ya sabes, tarde o temprano alguien más lo descubrirá.
Volt, aún tocándose los labios por la sorpresa, intentó recuperar la compostura, aunque su cara seguía siendo un reflejo puro de nerviosismo.
Volt (rascándose la nuca):
—Yo… bueno, Sasha… no es que no quiera decírselo a todos, pero… hay razones.
Sasha cruzó los brazos y esperó, mirándolo directamente, como si le pidiera que se explicara mejor. Volt suspiró y tomó aire, ahora más calmado.
Volt (con sinceridad):
—Primero, están los medios. Tú sabes cómo son los reporteros. Si se enteran de algo así, no nos dejarían en paz. Nos bombardearían con preguntas todo el tiempo, y… bueno, ni tú ni yo necesitamos distracciones ahora mismo.
Sasha asintió levemente, entendiendo lo que Volt quería decir. Aunque era la líder del equipo BC Sol y estaba acostumbrada a la presión, sabía que tener a los medios siguiéndolos a ambos complicaría sus vidas.
Volt (continuando, con una sonrisa algo nerviosa):
—Y la segunda razón… es que, si te soy honesto, es un poco obvio, ¿no crees? Honey ya lo sospecha, Ange también lo dice, ¡y Kit no deja de molestarme! Si lo confirmamos, sería como darles la razón y nunca nos lo dejarían olvidar.
Sasha no pudo evitar reír suavemente, lo cual sorprendió un poco a Volt. Era raro verla sonreír de una manera tan relajada y genuina.
Sasha (con una sonrisa):
—Tienes razón en eso. Honey sería insoportable, y Ange no nos dejaría tranquilos ni un segundo. Pero, Volt...
Sasha se acercó de nuevo, tomando suavemente una de las manos de Volt entre las suyas.
Sasha (con voz más suave):
—No podemos ocultarlo para siempre. Algún día tendremos que enfrentarlo, así que… por ahora, prometamos que cuando llegue el momento, lo haremos juntos.
Volt, mirándola a los ojos, sintió cómo su nerviosismo se desvanecía un poco. Asintió con una sonrisa cálida y confiada, apretando ligeramente su mano.
Volt:
—Tienes razón. Lo enfrentaremos juntos, cuando sea el momento correcto. Hasta entonces… ¡seguiremos siendo un equipo invencible!
Sasha sonrió ante la energía positiva de Volt, y ambos continuaron caminando por el jardín, disfrutando de aquel momento de calma, conscientes de que su relación era algo especial y que, tarde o temprano, el mundo lo sabría. Pero por ahora, ese pequeño secreto era solo suyo.
Mientras Volt y Sasha seguían caminando por el jardín, disfrutando del momento juntos, una voz familiar llamó su atención desde un lado. Volt se giró rápidamente, sorprendido al escuchar el tono de la voz, y vio a Rantaro, su buen amigo y compañero de equipo, acercándose con una gran sonrisa en el rostro.
Rantaro (sonriendo de oreja a oreja):
—¡Mira lo que tenemos aquí! ¡Volt tiene novia! ¿Y ahora qué, amigo? ¿Ya no me vas a invitar a tus entrenamientos secretos o qué?
Volt, todavía un poco sonrojado por la situación, miró a Sasha, quien le devolvió una mirada tranquila y cómplice. Ambos sabían que no podían ocultarlo por mucho tiempo, y parecía que la llegada de Rantaro era el primer paso hacia la revelación.
Volt (con una sonrisa nerviosa):
—¡Rantaro! No es lo que parece, ya sabes cómo son las cosas...
Rantaro, con su típica actitud juguetona, se acercó y puso una mano en el hombro de Volt.
Rantaro (en tono burlón):
—Claro, claro, lo que sea. Pero, vamos, amigo, no me hagas el favor de mentirme. Si las miradas y la sonrisa en tu cara no lo dicen todo, ¡es obvio que hay algo entre ustedes! Y no voy a mentir, ¡es bastante obvio!
Sasha, viendo que Rantaro no iba a dejarlo pasar, soltó una pequeña risa y habló con calma.
Sasha:
—Tienes razón, no hay mucho que ocultar. Pero, por respeto, queríamos mantenerlo en privado por ahora.
Rantaro levantó las manos en señal de rendición, con una gran sonrisa.
Rantaro:
—¡No hay problema! Si ustedes dos son felices, entonces eso es todo lo que importa. Pero en serio, ¡el equipo está por enterarse en cualquier momento! No sé si Volt lo sabe, pero este chico tiene un don para ponerle atención a todo, ¡y todo el mundo lo sabe!
Volt suspiró con alivio, aunque algo avergonzado por la situación. Por otro lado, Sasha solo sonrió con una mirada segura. Ambos sabían que ahora no podían evitar que su relación fuera descubierta por los demás, pero al menos tenían a Rantaro a su lado, quien siempre los había apoyado.
Volt (sonriendo tímidamente):
—Supongo que ya no podemos ocultarlo, ¿eh? ¡Gracias por no hacer un escándalo, Rantaro!
Rantaro (riendo):
—¡No soy tan malo! Pero si alguna vez necesitan un buen consejo sobre cómo hacerle frente a las miradas curiosas... ¡ya saben a quién preguntar!
Con esa última broma, los tres continuaron caminando juntos, mientras la relación entre Volt y Sasha comenzaba a ser algo más claro para todos los que los rodeaban. Aunque al principio intentaron mantenerlo en secreto, ahora parecían listos para enfrentar lo que viniera, sabiendo que la honestidad siempre era el mejor camino.
Peor tenía algo que contarles ...
Volt (con una sonrisa de emoción, mostrando su teléfono):
—¡Chicos, acabo de recibir una noticia increíble de Wakiya! Hace unos días, me dijo que habrá una batalla no oficial entre dos equipos de cuatro miembros... ¡y son equipos de novatos! ¡Pueden imaginarse lo emocionado que estoy!
Sasha (mirando curiosa, levantando una ceja):
—¿Batalla de novatos? Eso suena interesante, pero, ¿qué tiene de tan especial? Los novatos suelen ser impredecibles, ¿verdad?
Volt (asintiendo con entusiasmo mientras pasa una foto de los equipos):
—¡Sí, pero lo mejor de todo es que los equipos que se van a enfrentar no son como los que solemos ver! Este es el perfil de uno de los equipos que participará. Miren esto...
Volt deslizó la pantalla de su teléfono, mostrando una foto que contenía información sobre los bleyder de un equipo llamado "Royal Woods". A medida que la foto se cargaba, Rantaro y Sasha se inclinaron hacia la pantalla, sorprendidos de ver los rostros de los jugadores.
Volt (señalando la foto):
—Este es el equipo de Royal Woods... Pero hay algo raro. Este equipo está formado por tres miembros, ¡no cuatro! Y, según lo que dice la información, todavía hay espacio para un cuarto jugador, como si estuvieran buscando a alguien para completar la alineación.
Sasha (confusa, señalando la foto):
—¿Tres miembros? Pero, ¿por qué solo tres? Si hay una batalla oficial, ¿cómo van a competir si les falta uno? Deberían tener un equipo completo. ¿Sabemos quiénes son?
Volt (deslizando la pantalla para mostrar más detalles):
—Sí, claro. Aquí están los tres miembros que conocemos hasta ahora. El primero es Pri, conocido como "Cuadra", es el capitán del equipo. Según lo que leo, tiene bastante experiencia, pero no se habla mucho de su pasado. Luego está Lincoln Loud, el chico de Royal Woods del que escuché tanto. Y por último, Ryota Kurogani, el hermano menor de Daigo. ¡Sí, el hermano menor de Daigo Kurogani! Esto me sorprendió muchísimo.
En ese momento, Rantaro se quedó en shock. Recordaba perfectamente a Ryota, quien había sido solo un niño cuando lo conoció en el pasado, y nunca imaginó que acabaría en un equipo de bleyder de novatos.
Rantaro (con los ojos muy abiertos, claramente sorprendido):
—¿Ryota Kurogani? ¿El hermano de Daigo? ¡No puede ser! ¡Yo lo conocí cuando era un niño! ¿Cómo es posible que esté en un equipo así? No puede ser, no lo puedo creer.
Volt (también sorprendido, con una expresión de incredulidad):
—¡Lo sé, eso es lo que más me sorprende! Ryota no solo está en un equipo novato, ¡sino que además está en Royal Woods! Yo pensaba que él seguiría el mismo camino que Daigo, pero parece que tomó una dirección completamente diferente.
Sasha (pensando en voz alta, mientras asimila la información):
—Eso es raro... Siendo el hermano menor de Daigo, pensaba que Ryota estaría entrenando para competir a un nivel mucho más alto, no en un equipo de novatos. ¿Qué está pasando con él? ¿Por qué se unió a un equipo como ese?
Rantaro (aún en shock, pero pensativo):
—Lo recuerdo tan bien, era solo un niño cuando lo conocí, siempre seguía a su hermano Daigo y lo admiraba muchísimo. Nunca hubiera imaginado que acabaría en Royal Woods, y mucho menos en un equipo de novatos. Algo no cuadra aquí.
Volt (mientras sigue mirando la información en su teléfono):
—Es un misterio, pero lo cierto es que está ahí. Y lo más extraño es que, con la falta de un cuarto miembro en su equipo, parece que algo grande está por suceder. Si Ryota está en este equipo, tal vez haya más en su historia de lo que parece.
Sasha (con una ligera sonrisa intrigada):
—¡Vaya, esto sí que se pone interesante! Si Ryota está involucrado, este equipo podría ser más fuerte de lo que parece a simple vista. Quizás estén guardando un as bajo la manga, o tal vez Ryota tiene un objetivo personal al unirse a un equipo como ese. Tendremos que estar atentos.
Volt (asintiendo con determinación):
—¡Exacto! Y si ese cuarto miembro se une, no podemos subestimarlos. Estoy realmente ansioso por ver cómo se desarrolla esta competencia, especialmente ahora que sabemos quiénes están involucrados.
Rantaro (con un tono más serio, pero aún sorprendido):
—Sí, esto es definitivamente algo para seguir de cerca. No sé qué está pasando con Ryota, pero estoy seguro de que no es una coincidencia que él esté en ese equipo. Será interesante ver cómo se desarrollan las cosas.
Volt (con una sonrisa confiada):
—¡Eso es lo que más me gusta! ¡Nunca se sabe qué esperar, y eso es lo que hace todo esto tan emocionante!
El grupo se quedó mirando la foto en la pantalla del teléfono de Volt, pensativos, pero también emocionados por lo que se avecinaba. Nadie sabía mucho sobre estos nuevos bleyder de Royal Woods, pero el hecho de que Ryota Kurogani, el hermano de Daigo, estuviera en ese equipo solo añadía misterio y emoción a la historia. Sin duda, la batalla de novatos estaba tomando un giro inesperado, y todos estaban deseando ver cómo se desarrollaría.
Fin del capítulo
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