Luego de haber capturado a sus dos primeros pokemon, Lincoln salió de la Ruta 1 para posteriormente llegar a su primer destino el cual era Ciudad Verde. A través de varios rumores se sabía que esa era la ciudad más interesante de todas debido a que en su Gimnasio se encontraba el entrenador más fuerte de todos; incluso hubo muchos que afirmaban que era incluso mucho más fuerte que los miembros del Alto Mando.

Sin embargo Lincoln solo estaba interesado en llegar al Centro Pokemon para curar a su equipo, a los cuales comenzaría a entrenar apenas salieran del edificio. Al llegar al Centro Pokemon se acercó al mostrador donde ahí mismo estaba una hermosa mujer de cabello rosado con atuendo de enfermera; había una en cada Centro Pokemon y todas eran conocidas por el nombre de Enfermera Joy.

- bienvenido al Centro Pokemon, ¿deseas que nos encarguemos de tu equipo pokemon?.- dijo la enfermera con una voz cálida y amable.

- si, por favor señorita.- respondió Lincoln que se notaba estaba sonrojado al ver a la hermosa enfermera.

- je je, está bien, solo espera unos segundos.-

- como usted diga.-

Lincoln le entregó a sus pokemon para que la buena mujer hiciera su trabajo, mientras que el solo se sentaba a esperar y también para revisar su Pokedex. Tenía poco tiempo de haber salido en su viaje y ya tenía apenas tres pokemon, pero aunque el comienzo parecía ser algo sencillo también tenía que tomar en cuenta que poco a poco su camino se llenaría de dificultades.

Y su primer reto sería enfrentarse al Líder de Gimnasio de Ciudad Verde, el cual ha sido material de diversas historias y rumores en toda la región. Muchos han dicho que es el entrenador más fuerte de todos; tanto así que otros decían que el era incluso tan fuerte como uno de los miembros del Alto Mando, los cuatro entrenadores pokemon más fuertes de todo Kanto.

- un reto muy grande, que por ahora es mejor no afrontar.-

...

Unos minutos después Lincoln salió del Centro Pokemon con todo su equipo ya recuperado del todo, lo que era buena señal para continuar con el entrenamiento. Pero antes de siquiera dar un paso más su teléfono empezó a sonar; no pensó que alguien lo llamaría tan pronto pero de todas maneras decidió contestar, solo para llevarse la sorpresa de que se trataba de una llamada de su amiga Tabby.

- ¿hola?.-

- ¡Hola Lincoln! Solo llamo para saber como te va.-

- ¿que hay Tabby? Apenas llegué a Ciudad Verde y ya tengo a dos nuevos compañeros.-

- eso me da gusto, por cierto ¿no te has encontrado con Michelle?.-

- no ¿por qué?.-

- bueno, ella me dijo que había ido a Ciudad Verde para recoger un encargo que le hicieron.-

- no la he visto pero estoy seguro que no tardará mucho en regresar a casa.-

- lo se, bueno pues si la ves dile que tenga cuidado; y que bueno que ya has avanzado mucho en tu viaje.-

- gracias Tabby, ojalá me alcances cuando tengas a tu primer pokemon.-

- yo también Lincoln, yo también... bueno pues entonces me voy y buena suerte.-

La llamada se acabó y Lincoln estaba contento por Tabby quien pronto iba a recibir a su primer pokemon para ir de aventura, pero no se esperaba que Michelle también estaba en la ciudad. Para la suerte que tiene lo más probable era que se topara con ella en las puertas del Centro Pokemon pero eso no ocurrió, posiblemente porque la chica no terminaba ese encargo de que Tabby hablaba.

Pero el ya no tuvo más tiempo para pensar cuando de repente se escuchó el grito de una chica encapuchada a quien le habían arrebatado un paquete, y el culpable del robo no era más que un pokemon. Lincoln vio que se trataba de un pokemon de pelaje blanco, una larga cola y brazos y piernas muy largas ideales para dar fuertes golpes; era un pokemon de tipo lucha muy típico de la Ruta 22 cerca de Ciudad Verde: el ladrón era un Mankey.

- ¡quien sea por favor detenga a ese Mankey!.-

- descuide señorita, ¡yo me encargo!.-

Por el drama del momento Lincoln había detenido al Mankey lanzando una Pokebola para poder combatirlo, pero no se dio cuenta de que esa era la Pokebola de su Rattata. Tomando en cuenta la desventaja de tipo y el notorio nivel de experiencia se podía decir que la batalla no iba a acabar muy bien, pero como Lincoln es demasiado listo lo más probable es que se le ocurra una buena estrategia para ganar.

El Mankey salvaje empezó a atacar con su Patada Baja que logró dar directamente al costado de Rattata, haciéndolo retroceder por la fuerza del ataque. Sin embargo el pokemon roedor no se iba a dar por vencido en su primera batalla, ya que no estaba dispuesto a perder en su primera batalla contra un pokemon salvaje por no querer decepcionar a su entrenador.

- ¡Rattata, usa Ataque Rápido!.-

En un breve momento de ventaja Lincoln ordenó a Rattata usar Ataque Rápido que logró dar un golpe directo al Mankey salvaje, haciendo que este caiga hacia atrás pero con pocas fuerzas. Y como todo entrenador Lincoln aprovechó la oportunidad y lanzó una Pokebola para capturar al Mankey y agregarlo a su equipo, debido a la gran utilidad que le sería para enfrentar el siguiente gimnasio.

La Pokebola atrapó al Mankey al mismo tiempo que la caja que el llevaba cayó justo al lado de la esfera que seguía moviéndose, hasta que finalmente dejó de moverse. Lincoln y la chica misteriosa fueron a recoger su Pokebola y su caja respectivamente después de esa batalla, mientras que Rattata subía al hombro de su entrenador triunfante tras haber ganado en su primera batalla pokemon.

- bien hecho Rattata, hiciste un trabajo estupendo, ahora descansa amigo.- dijo Lincoln regresando a Rattata a su Pokebola.

- se ve que entrenar pokemon es muy fácil para ti Lincoln, por cierto gracias por recuperar mi caja.- respondió la chica misteriosa cuya sonrisa podía verse a través de su capucha.

- un momento, conozco esa voz... ¿Michelle?.-

- ¡shhh!! Si, soy yo Linky pero nadie debe saberlo.-

- ¿pero por que...-

Ni siquiera tuvo tiempo para preguntarle a su amiga debido a que de un momento a otro lo tomó y se lo llevó a la entrada al Bosque Verde, en un lugar donde nadie los pudiera ver. Al llegar ahí Michelle se quitó la capucha revelando su bello rostro que como era de esperarse era capaz de cautivar a cualquier hombre, siendo en este caso Lincoln que sólo con ver el rostro de la chica no pudo evitar sonrojarse.

- perdona que haya tenido que hacer esto pero no podía dejar que nadie por aquí me vea, de lo contrario me metería en problemas.- dijo Michelle vigilando por si alguien se acercaba.

- ya veo, se ve que ser la campeona de Hoenn es más complicado de lo que parece.- respondió Lincoln.

- si, solo vine al Bosque Verde para capturar un pokemon y dárselo a Tabby, pero con mi rango de campeona corro el riesgo de que me reten a una batalla.- contestó la chica mostrando la pequeña caja donde estaba una Pokebola.

- hmmm... ese pokemon que atrapaste debe ser el encargo que ella mencionó.-

- lo es, tuve que inventar lo del encargo para que no sospeche nada; así esta será una gran sorpresa.-

- y así ella podrá comenzar con su viaje pokemon como yo.-

Al menos una buena noticia era que Tabby no tendría que esperar mucho para ser entrenadora pokemon y todo gracias a Michelle, quien había ido personalmente al Bosque Verde para capturar a su primer pokemon. Lo único que no sabía Lincoln era ¿que pokemon había atrapado para que sea el compañero de Tabby? Si hasta donde el sabía los únicos pokemon que habitan el Bosque Verde eran Caterpie y Weedle, así como sus etapas intermedias.

Por supuesto que no tuvo tiempo de preguntarle cuando la bella Michelle tuvo que irse del lugar, no sin antes despedirse de Lincoln y agradecerle una vez más por ayudarla. Como Ciudad Verde no estaba muy lejos de casa ella se fue caminando y como ella llevaba a su equipo pokemon no correría ningún riesgo, a diferencia de Lincoln que apenas Michelle se fue el había sido emboscado por la odiosa de Jordan.

- vaya vaya, si es el perdedor más grande de Royal Woods ¿tan pronto llegaste a Ciudad Verde?.- dijo Jordan apareciendo justo en frente de Lincoln.

- ah, Jordan, veo que también llegaste hasta aquí; pero para tu mala suerte el gimnasio está cerrado.- respondió Lincoln señalando la puerta que estaba cerrada.

- bah! Quien quiera que sea el líder de ese gimnasio sabe que soy muy fuerte y por eso me tiene miedo.- dijo la niña con toda su arrogancia.

- como si los líderes le tuvieran miedo a una novata.- contestó el albino.

- tu también eres un novato así que te callas.-

- pero al menos no ando por todas partes afirmando ser algo que no soy todavía.-

- ¿con que muy rudo eh? Pues entonces ¡te reto a una batalla aquí y ahora!... a menos que el bebito tenga miedo de perder.-

Las provocaciones de Jordan lograron que Lincoln se moleste y más porque eso atrajo a muchos curiosos de la ciudad, los cuales deseaban ver una batalla entre dos emtrenadores novatos. El hambre de Jordan por ser considerada como la entrenadora pokemon más fuerte de Kanto la hacía cometer locuras como esa, sin darle importancia a que Lincoln ni siquiera tenía al menos una medalla de gimnasio.

Sin embargo el peliblanco sabía que la única forma de parar a Jordan era aceptando el desafío, uno donde el tenía que luchar contra ella en una batalla pokemon. Una vez aceptado el reto ambos se prepararon para comenzar con su segunda batalla; ahora que ambos habían avanzado un poco más que la última vez no se sabía con exactitud quién de los dos ganaría está batalla en Ciudad Verde.

- la última vez tuviste suerte, pero esta vez ¡yo me llevaré la victoria!.-

Continuará...