Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18.

«Moy Ángel...»

Nuevamente en aquel lago congelado.

«Eres como un bello ángel...»

No sabía de quién se trataba aquella voz. Y por más que trataba de buscar su presencia, no lograba encontrarla.

—Moy Ángel...

Esa persona se encontraba a mis espaldas. Pero antes de voltear a ver en su dirección un fuerte dolor en mi cuello hace que cierre fuertemente mis ojos y tense mi mandíbula, al punto de que mis dientes empiezan a doler.

«Despierta.»

Todo a mi alrededor se iba derrumbando.

«Despierta.»

Y el dolor cada vez aumentaba.

«Despierta mi amada.»

«Despierta.»

No podía ver nada, ya que el lugar se encontraba completamente oscuro.

«Yo también te amo Cassandra.»

¿Liam?

«Despierta.

¡LIAM!

«Yo también te amo... Yo también te amo Cassandra...»

Unas manos frías se enrollan en mis tobillos jalándome abruptamente, haciendo que empiece a caer en un agujero sin fondo. Pero por más que trate -y trate- de gritar, mi voz no salía.

«Despierta, Cass.»

«¡DESPIERTA!»

Un poco sobresaltada abro mis ojos, pero al instante los vuelvo a cerrar.

—Mierda...—maldigo entre dientes cuando un agudo dolor de cabeza se apodera de mí. Un ligero movimiento a mi lado hace que abra nuevamente mis ojos. Alguien se encuentra recostado a mi lado. Cuando mi vista se logra enfocar, me percato que ése alguien es mi querido mate.

Mate.

Solo esa palabra basta para que mi corazón empiece a bombear como loco. Desde mi posición puedo observar el dormido rostro de Liam. Su piel como siempre se encuentra pálida, sus cejas oscuras—y espesas—las cuáles están en un pronunciado fruncido. Sus rojos y sabrosos labios se encuentran ligeramente abiertos, varios suspiros y gruñidos salen de ellos. Muerdo bastante fuerte mis labios para no reírme. Verlo tan indefenso me provoca unas terribles ganas de besarlo.

Quiero besarlo.

Y creo que no se vería bien que lo bese mientras esté dormido. ¡Tal vez, hasta me golpea de la impresión! Observo su rostro que está encima de sus antebrazos y puedo ver que se encuentran tapados por una camisa verde manga larga. Con lentitud alzo mi mano y entierro mis dedos en su sedoso cabello.

Está largo.

Muevo mis dedos y un gruñido de satisfacción sale de sus labios. Una sonrisa se forma en mis labios. Realmente quiero besarlo.

—Liam...—mi voz sale un poco ronca y me empieza a doler un poco la garganta. Hasta ahora me percato de lo seca que está mi boca y la sed que siento. Liam se remueve, pero no se despierta.

—Liam...—vuelvo a intentar. Y ésta vez sí logré mi cometido. Los extraños ojos de Liam lentamente se empiezan a abrir y se clavan en los míos, las motitas plateadas de sus ojos cada vez se van haciendo más visibles. Los hace más misteriosos y hermosos. Un escalofrío me recorre cuándo nuestros ojos conectan y una punzada en mi parte íntima me deja completamente estupefacta.

¿Acaso soy una pervertida?

El rostro de Liam se enciende.

—N-o lo eres.—me responde dejándome con cara de estúpida.

¡Mierda!

El rostro de Liam se pone más rojo, casi como un tomate y el mío debe de estar peor.

¿Es que acaso acaba de escuchar mis pensamientos?

—Lo siento...—su susurro apenado me lo confirma.

¡Doble mierda!

Creo que no seré capaz de volver a ver a Liam al rostro. ¡Genial! ¡Lo que me faltaba! Qué ahora sepa mis pensamientos. ¿Será que haya escuchado que quería besarlo? Clavo mi mirada rápidamente en sus hermosos ojos y los corre completamente avergonzado.

¡Triple mierda!

Ahora sí no me había escuchado, se acaba de enterar.

Genial.

◆◇◆◇

—¡¿Tres días?!—grito histérica mientras escupo la agua que estaba bebiendo. Y lo que es peor, en la camisa de Liam. ¡Excelente Cassandra! Si ya de por sí, debe de pensar que eres una pervertida, mójale la ropa. Tranquila.

*—Por lo menos ya no puede escuchar tus pensamientos.—la divertida voz de Metztli se escucha por nuestra conexión.

*—Eres de muchísima ayuda mi querida Metztli.—le respondo lo más sarcástica que puedo. La malvada risa de Metztli es lo último que escucho antes de cerrar el link.

Digamos que luego que se formara un  pequeño—gran—silencio incómodo entre Liam y yo, subí todas mis murallas mentales. En eso me ayudó Ishtar, pero no sin antes escuchar la burlona y malvada voz de Zurich en mi mente. Es increíble como ese lobo disfruta burlarse de mí.

—¿De verdad han pasado tres días?—pregunto todavía incrédula. Liam asiente ligeramente sin apartar sus ojos de los míos. Desde que desperté me he dado cuenta que Liam no ha dejado de verme y se ha mostrado muy amable conmigo. También me he dado cuenta que he estado más sensible a sus gestos. Pero hay algo que carcome mi mente y no me deja tranquila; ¿por qué Liam estaba dormido a mi lad? ¿Y por qué estuve inconsciente tres días?

Yo también te amo...

Aquella frase se viene a mi mente de un pronto a otro. Mi cara vuelve a enrojecer. No creo que haya sido Liam...o ¿sí?

Son inventos tuyos Cassandra, lo deseas tanto que ya te lo imaginas.

—¿Qu-ieres algo d-e comer?—me pregunta en un tímido tartamudeo.

¿Así o más lindo?

Me matas Liam McCartney. Aunque a veces me cueste entenderlo, hallo más encantador sus tartamudeos. Le sonrío con toda mi dentadura, haciendo que su rostro se ruborice un poco, pero no aparta sus ojos de los míos. Extraño...muy extraño.

—Sí, por favor.—respondo sin borrar mi sonrisa. Asiente mientras se levanta y sale de la habitación dejándome sola.

—Sigo queriendo besarlo...—digo en un muy bajo murmullo. Suspiro pesadamente. Solo imaginar esos deliciosos labios sobre los míos pone como loco mi corazón.

—Tal vez sí soy una pervertida...—murmuro con el ceño fruncido.

—Llevas tres días inconscientes.

Frunzo más mi ceño cuando las palabras de Liam se vienen a mi mente.

—Tres días sin bañarme.—es lo primero que digo que se viene a mi mente. Mi cara debe de ser todo un poema. —Que asco...

Rápidamente me levanto y me dirijo al baño. Una buena ducha no me vendría nada mal. Sin prestar mucha atención a mi aspecto, me quito la ropa y me meto a la ducha. La helada agua recorre mi cabello y mi cuerpo. Cierro mis ojos disfrutando la sensación, hasta que ciertas frases e imágenes se vienen a mi mente dejándome con una muy molesta migraña. No recuerdo mucho lo que sucedió antes de caer inconsciente. Solo sé que estaba muriendo porqué los tres días límite habían pasado.

«Tres días.»

«Límite.»

«Liam.»

«Marca.»

«Muerte.»

«Perdóname Liam.»

«Te amo.»

Abro los ojos sobresaltada y sin mucho cuidado salgo de la ducha buscando un espejo.

No puede ser.

—¡AAH!—grito sin poder evitarlo. Segundos después la puerta se abre abruptamente haciendo que me sobresalte y me de media vuelta.

—¿Qué sucede?—pregunta un Liam exaltado y bastante preocupado.

Diablos. Acabo de olvidar que estoy desnuda.
Sus ojos se clavan en mi cuerpo, repasándome de arriba hacia abajo mientras traga grueso. No puedo articular palabra alguna o tan siquiera moverme, solo puedo observarlo fijamente. Sus ojos empiezan a oscurecerse y lentamente a cambiar por sus ojos animales.

—Cassandra...—la ronca voz cambiada de Liam me provoca una oleada de...excitación. Mis ojos también empiezan a cambiar repentinamente, y la excitación crece a medida que la mirada de Liam recorre mi cuerpo.

—¿CASS? ¿Estás bien? ¿Qué es lo que...—interrumpe una exaltada Aileen. Y cuando se percata de la escena abre sus ojos como platos para luego taparlos con sus manos .—¡Ah! ¡Pervertidos! ¡Cierren aunque sea la puerta!

Y se va azotando fuertemente la puerta, haciendo que salgamos de nuestro ensueño.

Trágame tierra. Por favor Diosa Luna, haz que la tierra me trague en este instante.

◆◇◆◇

Aileen nos ve de reojo un poco incómoda luego de lo sucedido en el baño. El momento se vuelve a repetir en mi mente.

No te sonrojes Cassandra, no te atrevas a sonrojarte.

—Entonces...—la incomodidad de Aileen se refleja en su tono de voz. —¿Esa es la dichosa marca?

No ha apartado su mirada de mi cuello. Un enorme tatuaje parecido al de Liam rodea mi cuello y parte de mi clavícula. Si ya de por sí la marca no pasa desapercibida, andar una camisa de tirantes no esconde mucho.

Con orgullo muestro lo que tanto me costó conseguir.

—Sí.—digo como por quinta vez. —Ahora mi querida Aileen, ¿Me puedes informar qué es lo que ha sucedido con mi reino y las manadas en este tiempo?

Aileen pone su rostro serio y entra en modo beta.

—Los del consejo vampírico piden una reunión cuanto antes con su majestad.—dice en tono serio. Hago una mueca de desagrado. Liam nos observa expectante y curioso.

—Algunos Alfas con sus respectivas Lunas y Betas han llegado a Italia.—continúa mientras clava sus ojos violetas con seriedad en los míos. —Mi señora, espero haya resuelto el asunto que tenía pendiente.

Mierda.

—No.—respondo lentamente con mi rostro inexpresivo. Los ojos de Aileen destellan molestia.

Aquí vamos...

—¿Sí sabe que mañana tenemos que partir a Italia verdad?—el tono de reproche no se hizo esperar. —Sin contar que él tiene que ir con nosotras.

Muerdo el interior de mi mejilla. No he tenido tiempo. Han pasado innumerables situaciones que no me han dejado sacar el tema. Aunque pensándolo bien, se supone que lo que me estaba frenando era la marca, pero ya ambos la poseemos. Sin embargo no sé si Liam deseé acompañarnos.

Qué complicado.

—Los dejaré solos.—interrumpe Aileen mis pensamientos, mientras se levanta de la silla y sale del despacho. —Piense muy bien lo que va a decir mi señora.

Y ante eso se retira, dejándonos solos. Con lentitud alzo mi mirada encontrándome con la confundida y curiosa mirada de Liam. Aparto mi mirada y cierro por unos segundos mis ojos. Lleno de bastante oxígeno mis pulmones mientras me armo de valor y suelto lentamente el aire de mis pulmones.

Tú puedes Cass.

Así que sin perder más tiempo abro mis ojos y los clavo con determinación en los extraños ojos de Liam.

—Te necesito...

Liam frunce un poco su ceño y su rostro se torna serio. Solo espero diga que sí.

◆◇◆◇

—Sí.—responde tras un largo silencio luego de que con mucho esfuerzo expliqué nuestra situación. Mi corazón en ningún momento bajó su ritmo por la expectativa de su respuesta.

—¡¿De verdad?! ¿Estás seguro?—pregunto totalmente incrédula. El asiente sin cambiar su rostro serio.

—Muy seguro.—afirma con determinación. La incredulidad no sale de mi rostro. ¿Quién es esta persona? ¿Y qué hicieron con Liam? Pero todavía no he terminado de contarle.

—Pero hay un pequeño problemita.—digo en tono inocente, mientras dramatizo con mis dedos. Liam frunce ligeramente ceño.

—Debo de hacerte un pequeño cambio le look...—digo en un tono muy bajo temiendo su reacción. Una chispa de arrepentimiento pasa por sus ojos. Y el temor que sentía se intensifica.

—No te preocupes, no será para nada radical, solo cortaremos un poco tu cabello y vestirás elegantemente.—digo rápidamente. Lo que menos necesito es que se eche para atrás en este momento. Se queda pensativo durante bastante tiempo.

—Está bien...—murmura no muy convencido.

—Confía en mí.—digo bastante sincera. El rostro de Liam se sonroja ligeramente. —Si las cosas no salen como esperamos que vayan a suceder, no te preocupes. No dejaré que nadie te lastime.

*—Una frase que debería de decir el hombre, no una mujer.—dice Ishtar burlona por la conexión. Las carcajadas de Metztli se escuchan al fondo.

*—Como sea...—respondo un poco molesta mientras cierro la conexión y pongo una muralla que me separa de ellas.

El rostro de Liam se pone serio de repente. Y se levanta de su asiento, por auto reflejo me levanto yo también, quedando muy cerca de él.

—El que debería de decir eso soy yo.—dice seriamente, mi corazón empieza a acelerarse. —Haré lo que sea necesario con tal que pueda ayudarte y a la misma vez poder protegerte...

Creo que ahora la sonrojada soy yo. Liam suspira ligeramente haciendo que mis ojos vuelvan a caer en ese punto. Sus labios.

Quiero besarte...—susurro muy bajito sin apartar mi mirada de sus labios, los cuáles se abren ligeramente.

—Ha-azlo.

Sin saber muy bien lo que estoy haciendo me acerco más, hasta donde está él. Cuando estoy a solo un pequeño espacio para que nuestros pechos se rocen, alzo mi mirada encontrándome con sus hermosos y brillantes ojos. Coloco mis manos en su pecho y siento el latir de su corazón, el cuál va al mismo ritmo que el mío.

Desenfrenado.

Liam baja su cabeza y yo me coloco de puntillas, haciendo que nuestras narices se rocen.

Kiwi y menta.

Liam cierra sus ojos y yo no tardo en hacerlo también. Su cálido y mentolado aliento, le hace cosquillas a mis labios. Lentamente me acerco y cuando nuestros labios al fin iban a poder conectar, la puerta se abre abruptamente rompiendo la atmósfera y haciendo que nos separemos.

—¡Perdón!—exclama Aileen avergonzada y azota fuertemente la puerta al irse.

Oh mi querida Beta, siempre tan inoportuna.

Pero antes de que algún silencio incómodo se forme entre nosotros o tan siquiera poder decir algo. Un brazo se apodera de mi cintura y otro atrás de mi cuello, mientras unos fríos y suaves labios se apoderan de los míos.

Delicioso.

Todo mi cuerpo se estremece y una sensación cálida se expande en mi cuerpo. Liam me acerca más a su cuerpo y sus labios se mueven lentamente sobre los míos. De todos los besos que he tenido con él, éste está en primera posición como mejor beso. No sé cuánto dura el beso pero sí lo bastante como para dejarnos sin oxígeno y con la respiración entre cortada. Una enorme sonrisa se forma en mis labios. Liam cuando cae en cuenta lo que ha hecho, su rostro se sonroja completamente avergonzado y esconde su rostro en la vuelta de mi cuello.

Punto débil.

Liam empieza a soplar por encima de la marca ocasionando que todo el vello de mi cuerpo se erice. Al final da un húmedo y largo beso por encima de la marca.

Mía...—su ronca y excitante voz, vuelve a mandar una descarga a mi cuerpo.

Oh sí mi querido Liam, yo soy tuya. Así como tú... eres mío.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro