Capítulo 21
- Antes que nada - comenzó Abby - quiero darte las gracias!
Bruce la miró confuso.
- Gracias - repitió - por lo que hicistes; me salvaste de morir ahogada e hiciste que entrara en calor.
Bruce elevó una de las comisuras de los labios, una extraña expresión de niño que hizo que a Abby se le encogiera el corazón.
- Porqué no quieres casarte? - dijo Bruce - o es conmigo con quién no quieres casarte?
- A ver - comenzó - si no hubieran hecho la maldición, yo no estaría aquí y nunca nos hubiéramos conocido.
- Te arrepientes?
- A lo que me refiero - siguió Abby - es que tú seguirías con tu vida, encontrarías a una mujer y te casarías; al final formarías un familia, eso es lo que quieres, no?
- Sí pero contigo - dijo sin comprender.
- No puedo formar parte de tu vida.
- Sí que puedes.
- Sé razonable Bruce - dijo Abby - no puedo darte un futuro, ni siquiera sé si lo tengo!
- No te vas a morir - dijo Bruce entredientes.
- Bueno, digamos que tienes razón - dijo intentando calmarlo - pero hay otro inconveniente.
- Cuál?
- Cuando arreglemos la maldición, yo regresaré a mi tiempo y tú te quedarías aquí. Puede que esté enamorada pero no puedo ser egoísta interfiriendo en lo que sería tu destino!
- Estás enamorada de mí? - dijo Bruce sonriendo de oreja a oreja acercándose más a ella.
- No estás escuchando - comenzó Abby - no hay forma posible de que haya algo más entre tú y yo!
- Eso es lo que piensas?
- Bruce - dijo ella con todo el dolor de su corazón - búscate una mujer con la que ser feliz y pueda darte todo lo que te mereces!
- La única mujer con la que quiero y puedo ser feliz, es contigo porque te amo - dijo Bruce abrazándola - no permitiré que desaparezcas de mi vida; lo único que tengo claro es que te quiero aquí, junto a mí.
Escuchar aquello fue desconcertante para Abby; por un lado su corazón latía desbocado al saber que él la amaba pero por otro lado se torturaba por el daño que le iba a causar.
- Bruce, no puedes amarme, es una locura!
Con una turbadora sonrisa que le encogió el estómago, el highlander susurró:
- La locura sería conocerte y no amarte. Eres divertida, bella, alegre, ayudas a todos... me enfadas y me haces sonreír al mismo tiempo; tu familia te quiere, has hecho amigos aquí... que más se puede desear?
- Madre mía... la que e liado - susurró tapándose los ojos.
El desastre estaba servido; no solo le iba a partir el corazón a Bruce, sino a más gente; eso la entristeció.
- Lo siento Bruce pero no podemos continuar con esto - dijo Abby - no quiero hacerte daño; pronto nos separaremos y...
- No quiero que desaparezcas de mi vida - dijo Bruce - te quiero y si dices que pronto nos separaremos, disfruta conmigo el tiempo que podamos ser felices.
- Bruce...no me pidas eso porfavor - murmuró Abby desasiendose de sus brazos.
Incapaz de rendirse ante lo evidente, la miró y exigió con desesperación.
- Mirame, maldita sea mirame!
Como ella no le hizo caso, la tomó de la barbilla y la obligó a mirarlo.
- Llevaba tiempo sin ser tan feliz... llevaba tiempo sin ilusionarme al ver una sonrisa tan bonita; llevaba tiempo sin darme cuenta de lo vacío que estaba hasta verte a ti. Llevaba tiempo sin muchas cosas...Y si mi castigo es perderte, te perderé. Lo asumiré pero por favor, déjame disfrutarte mientras estés conmigo; no quiero verte y padecer por no tenerte. Si el destino nos a de separar, así será Abby. Pero mientras pueda besarte, mimarte y quererte; te besaré, te mimaré y te querré. Y cuando ya no estés quiero poder cerrar los ojos y sonreír pensando en ti.
- Bruce... por favor...
- Escúchame cariño. Permíteme gozar de tí el tiempo que nos quede y cuando arreglemos esa maldición que nos separará, quiero que recuerdes una cosa.
- El qué - susurró Abby al borde del llanto.
- Que yo, Bruce Sinclair, te amaré toda mi vida.
Emocionada, ante aquella preciosa declaración de amor, Abby perdió todas sus fuerzas y sin importarle el sufrimiento de no saber ni siquiera tener un futuro, se tiró a sus brazos y lo besó.
~~
En la habitación de Bruce, la luz matutina comenzó a inundar la estancia. Bruce apoyado en un codo sobre la almohada, se había pasado la noche observando a la mujer que dormía plácidamente en sus brazos; en poco tiempo había caído rendido a sus pies como un joven enamoradizo.
Con deleite observó la curva de su mejilla; la expresión de su dulce rostro...
La noche había sido larga y entendía que ella estuviera agotada; con ternura rozó su mejilla y finalmente sucumbió a la tentación e inclinándose, la besó en la frente.
- Hum... buenos días cariño - se desperezó Abby con una despreocupada sonrisa que sin necesitar nada más le inundó el corazón de felicidad.
- Buenos días prometida!
- Prometida? - dijo Abby mirándole directamente a los ojos.
- Sí.
- Te has vuelto loco?
- No - dijo riendo.
Alucinada al verle reír, salió de la cama, no sin antes taparse con la sábana ante la atenta mirada de él.
- Pero vamos a ver, Bruce - dijo Abby seria - ya lo habíamos hablado!
Levantándose con tranquilidad, el highlander se sentó en la cama y susurró:
- Sabes? Me gusta más cuando me llamas cariño.
- No desvíes el tema, Bruce Sinclair - bufó ella - creo que anoche quedó claro que lo nuestro no tiene futuro. Pero por dios! - gesticuló haciéndole sonreír - como puedes tener la cabeza tan dura? Bruce recapacita; lo nuestro durará mientras yo esté aquí. Anoche me dijiste que lo asumias; anoche me convenciste para creer que lo entendías...
- Lo asumo, lo entiendo y por ello, el tiempo que estemos juntos no quiero perderte de vista. Y la mejor manera de hacerlo es siendo mi prometida e inminente mujer; y si para ello me tengo que casar mañana mismo para que todos sepan que eres la señora Sinclair...pues lo haré!
- Eh! Cuidado a quién llamas señora - dijo frunciendo el ceño.
- Pero llevarías mi apellido.
Soltando una risotada de incredulidad, Abby comenzó a andar de aquí para allá y cuchicheó.
- Yo estoy flipando...pero flipando en colores.
- Qué? - rió él al escucharla.
Abby, al pensar en cómo explicar aquello, le miró.
- Nada, cosas mías - dijo ella - olvídalo y no se te ocurra repetirlo!
Hambriento de ella, sentado aún en la cama, fue a levantarse cuando ella se tiró encima de él y comenzaron a jugar.
~~
Al llegar la hora de la comida bajaron al gran salón y ahí los estaban esperando.
- Vaya - dijo sorprendida - por qué estáis vestidos tan guapos?
- Porque vamos a celebrar una boda - dijo Duncan.
- La boda de quién? No me digas que Sloan y Alisa han decidido casarse! - dijo ella emocionada.
- Sí, ellos también se van a casar pero primero se va a celebrar otra - siguió Duncan.
Alice de repente entró al salón.
- Abby felicidades - dijo abrazándola - que calladito te lo tenías; te vas a casar y no me dices nada?
- De que estás hablando?
- Eh... - dijo Alice viendo como la miraban todos - me parece que me e ido de boca.
- No soporto que los demás tomen decisiones por mí - refunfuñó Abby.
- Jovencita, está vez no hay discusión - dijo Duncan firme.
- Claro que no hay discusión - dijo Abby cruzándose de brazos - ya lo había decidido con Bruce pero eso no significa que me guste esta encerrona que habéis preparado!
Bruce sonrió al ver la cara de confusión de su amigo.
- Entonces te vas a casar? - dijo Alice emocionada.
- Pues no perdamos más tiempo - dijo Duncan sonriendo - este hombre es el padre Laggan y os casará ahora.
- Ahora? - dijo Abby sorprendida.
Giró la cabeza viendo a mujeres del clan Macgregor como a LaChicaAnonima18, MaryEstuardo2112, NatashaCo y Clarymorgen2 asintiendo emocionadas.
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