Capítulo 14
Esa noche Abby no durmió demasiado ante la falta de costumbre de compartir cama y además con alguien que ocupaba todo el espacio; cada vez que trataba de darse la vuelta, se daba contra él. De madrugada volvieron hacer el amor y cuando Bruce quedó profundamente dormido, ella abandonó la cama y después de vestirse salió sigilosamente sin ser vista, llegó hasta su habitación y tirándose en la cama quedó dormida.
Hacia rato que ya había amanecido y cuando Bruce se levantó vio que Abby no estaba, recorrió la cabaña con la mirada y como no la encontró supuso que se había ido a su habitación. Eso lo molestó sobremanera pero llegaba tarde a su encuentro con Sloan en el campo de ejercicios. La sesión de entrenamiento fue bien a pesar de su pésimo humor; los mayores estragos corrieron por cuenta de Sloan que no tardó en impresionar a sus soldados. Al comenzar la sesión de entrenamiento, uno de los soldados llamado Proster, se negó a utilizar armas contra el laird; quería ser honorable pero era una tontería porque aunque era muy superior a los restantes soldados en habilidad y en técnica bajo ningún concepto podía equipararse a Sloan. Después de que el laird lo hizo caer de rodillas un par de veces, la arrogancia de Proster comenzó a desmoronarse. Todos los demás soldados tomaron sus espadas pensando que les otorgarían cierta ventaja; realmente no tenia importancia. Bruce y Sloan los desarmaron rápidamente y luego se lanzaron a la tarea de enseñarles como salir vivos del campo de batalla. Era una lección de humildad y cuando ambos lairds se alejaron del campo, el suelo que dejaban atrás estaba cubierto de cuerpos doloridos.
Los dos amigos se dirigieron al lago para lavarse las manos y al regresar se cruzaron con Alisa. La joven saludó a Sloan con un seco movimiento de cabeza, sonrió a Bruce y siguió camino con la cabeza alta.
- Que pasa aquí? - preguntó Bruce - parece irritada contigo!
Sloan rió.
- Es un malentendido. Está furiosa conmigo pero como soy laird, debe mostrar buenos modales. Supongo que la debe estar matando; viste el fuego que ardía en sus ojos? Esa mujer es diferente a la mayoría, verdad? Esa sonrisa suya puede hacer a un hombre...
- Qué? - lo urgió Bruce.
- No tiene importancia.
- La deseas, no es verdad?
Sloan no tenía necesidad de vigilar sus palabras frente a su amigo de modo que fue sincero.
- Claro que la deseo. Diablos, es una mujer muy hermosa y la mayoría de los hombres de aquí quiere acostarse con ella. Que dios ayude al hombre con el que termine casándose, ya que te aseguro que es todo un carácter.
- Vas a contarme lo que pasó?
Suspirando, Sloan le relató lo sucedido.
- La viuda Leire quería venir a calentar mi cama - explicó - Alisa debió haberla visto ir hacia mi alcoba y fue tras ella. Te juro Bruce que nunca e visto semejante carácter en ninguna mujer. La pobre Leire quería ser discreta y se había tomado mucho trabajo para asegurarse que nadie supiera que iba a compartir mi cama. Y entonces Alisa irrumpió en mi cuarto y armó un gran jaleo montando una gran bronca. Leire ya se había desvestido y estaba esperándome en la cama, lo que escandalizó a Alisa hasta lo indecible y la puso furiosa. Dijo que yo había sido... embaucado.
Puedes dejar de reírte para que pueda terminar de contarte esto?
- Lo siento - dijo Bruce dejando de reír - y después que pasó?
- Alisa arrastró a Leire fuera de la cama, eso es lo que pasó. Cuando yo llegué arriba, Leire bajaba corriendo la escalera prácticamente desnuda; por suerte, el salón estaba desierto y nadie se levantó por el alboroto.
- Y entonces?
- Dormí solo - respondió con una mueca.
Bruce volvió a reír.
- No me sorprende que hoy estés de mal humor!
- Desde luego - coincidió Sloan - Alisa parecía creer que yo debería haberle dado las gracias por haberme salvado de Leire.
- Pero no lo hiciste.
- No, no lo hice.
- Le explicaste que habías invitado a Leire a compartir tu cama?
- Sí pero fue un error. Jamás voy a entender a las mujeres - dijo en tono sombrío - te aseguro que Alisa pareció... herida. Como si yo le hubiera hecho daño y...
- Y...
Sloan sacudió la cabeza.
- Alisa es inocente e ingenua.
- Pero así y todo la quieres en tu cama, verdad?
- Yo no llevo vírgenes a mi cama. Jamás deshonraría de esa manera a Alisa; y tú donde estuviste?
- Estuve ocupado.
- Haciendo qué? - preguntó Sloan.
Bruce lo miró.
- Que diablos crees que hacía?
- Lo que no hacía yo - replicó Sloan cómicamente apesadumbrado.
Siguieron caminando en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos.
Kristine esa mañana había organizado juegos al aire libre para los más pequeños y era un éxito. Las madres dejaron todo para poder observar cómo sus hijos participaban; algunos hombres fueron por simple curiosidad y otros para ver competir a su prole.
Las madres estaban ansiosas de organizar la comida; las mesas se llevaron afuera y se cubrieron con bandejas de tartas de frutas, panes, salmón salado y cordero ahumado.
Una niña de once años llamada Judith ganó en la competencia con el arco y la flecha superando a todos, incluso a varios niños de trece años. Duncan recién había llegado cuando terminó la competencia; Kristine se dirigió a él, le entregó unos de los bonitos estandartes que había confeccionado para los niños y le pidió que se lo entregara al vencedor. Su esposo elogió a Judith por su habilidad mientras le prendía el trozo de seda en el tartán.
Los padres de la niña se apresuraron a adelantarse; el padre le dijo a todos los que estaban suficientemente cerca como para oír sus gritos que él le había enseñado a la niña a usar el arco y la flecha.
Alice, Abby y Alisa se sentaron en una manta cerca de la colina para observar los juegos y con la comida del mediodía.
- Que hiciste qué?? - dijo Abby alzando la voz.
Alisa la tapó la boca y Alice se partió de risa.
- Schh, no hables tan alto!
- Pero de verdad la echaste de la cama?? - susurró.
- Tuve que hacerlo - dijo Alisa con el ceño fruncido - esa desvergonzada lo había embaucado.
- Tranquila, estabas defendiendo tu territorio - dijo Abby.
- No entiendo - dijo Alisa confusa.
- Es tu hombre y nunca permitirías que otra ocupara tu lugar en su cama - dijo Alice.
- Alice! - gritó Alisa abanicándose sus mejillas.
- Que bestia hija - dijo Abby riéndose.
- Porqué? Es normal; estaba celosa y no quería que ninguna se acostara con él - dijo Alice encogiéndose de hombros - yo pillo a mi hombre a punto de irse a la cama con otra y le cortó...
En ese momento Abigail le tapó la boca.
- No acabes esa frase o le dará un ataque a nuestra amiga! - dijo sonriendo en español.
Las dos la miraron y la vieron tan colorada que volvieron a reírse como locas. Ninguna de las tres se dieron cuenta de que estaban siendo observadas por Bruce y Sloan.
- Haber Alisa - dijo Abby - tu quieres casarte con Sloan?
Alisa asintió vergonzosa.
- Pues sé directa porque ese hombre no se entera de nada - dijo Alice con una mueca.
- Dile lo que sientes - dijo Abby - porque si esperas que se dé cuenta de que el hombre al que amas es él; morirás soltera.
- Tu crees? - dijo Alisa.
- Si lo tienes claro, hazlo - dijo Abby - lucha por tu hombre!
- Muy bien - dijo Alisa - os haré caso.
Alice y Abby la vieron levantarse y alejarse.
- Pero a donde va?
- A luchar por su hombre - dijo Alice con un gesto de la cabeza.
- Crees que somos una mala influencia? Después de todo, una mujer de este siglo no le pide matrimonio al hombre.
Vieron que Alisa al principio tímida pero luego haciendo acopio de valor se acercó donde estaban Bruce y Sloan; la observaron como hablaba con Sloan, este asentía y se alejaban de la multitud.
- Ay dios mio - dijo Abby sorprendida - que se lo va a decir!
- Crees que nos dará tiempo de ir de boda? - dijo Alice.
- Le has dicho a tu amiga que nos vamos a casar?
Abby se tensó y Bruce se sentó a su lado con la mayor tranquilidad.
- Por favor Bruce, sientate con nosotros - dijo Abigail irónicamente porque él ya se había sentado sin esperar a que lo invitaran.
- Te vas a casar? - dijo Alice sorprendida.
- No! - miró a Bruce - y tú no insistas!
Él sonrió plácidamente.
- Hermosa tarde para juegos, aunque se ponen más interesantes cuando llega la noche - dijo Bruce sin poder apartar la mirada de ella - no crees Abby?
- No me gustan los juegos - dijo ella mirando hacia otro lado captando la indirecta.
- Eso no es lo que me demostraste anoche - susurró él.
Abby le dio un codazo en el estómago oyendo después su quejido y sonrió a su amiga que tenía una ceja alzada.
- Vaya - dijo Alice - e visto a alguien que quiero saludar.
<< traidora >> pensó viendo levantarse a su amiga e irse.
- Podrías dar menos el cante? - dijo Abby.
- Que significa eso?
- Que no llames la atención - dijo ella - porque no te vas con Duncan y le ayudas con los juegos?
- Prefiero jugar contigo - susurró Bruce - disfruté mucho anoche!
- Eso no volverá a pasar!
- Es un reto?
- No - dijo ella.
- Tú me deseas y ya te demostré que no puedes resistirte a mí como yo no puedo resistirme a ti!
- Tu alucinas!
- Yo no alucino...sea lo que sea eso - dijo Bruce confuso.
- Mira, te llama Duncan -dijo Abby y mentalmente le dio las gracias a su antepasado por interrumpir esa situación.
- Esto no a terminado, cariño - susurró Bruce - todavía tenemos una conversación pendiente.
Abigail lo vio irse; se estremeció al haberlo tenido tan cerca. Sobre todo recordando todas las sensaciones que Bruce despertó en ella la noche anterior. Sus besos, sus caricias... se le ponía la piel de gallina y agitaba su corazón hasta límites insospechados.
Decidió dar un paseo y sumida en sus pensamientos no se dio cuenta de todo lo que se había alejado.
Tan distraída estaba que no notó que alguien se puso detrás suya y la golpearon en la cabeza dejándola sin sentido.
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Dedicado a LaChicaAnonima18,MaryEstuardo2112,NatashaCo
😘😘😘😘 a todas!!!!
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