IV
🍃Primera cita🍃
《♡》
Mark sonreía alegremente a Yuta, quien se encontraba frente a él y lo miraba desinteresadamente.
¿Es que acaso Mark nunca dejaba de sonreír como un tonto?
El japonés tenía inmensas ganas de levantarse de allí e irse a cualquier otro lugar menos apestoso y colorido que aquel en el que se encontraba en esos instantes.
— ¿Qué te gustaría hacer luego, hyung?
"Irme a dormir y desear que las horas pacen lentamente para no verte tan rápido."
—No lo sé, dulzura. Creo que te acompañaré a casa, estoy algo cansado para hacer algo más. —el nipón notó como los ojos del menor iban perdiendo su brillo y eso le pareció realmente patético. Quería decir algo, pero fue interrumpido.
—Buenas tardes, lindo leopardo bebé, su admirador le envía este jugo de sandía. —dijo la camarera con una dulce sonrisa mientras observaba como los ojos del menor volvían a brillar tan hermosamente.
— ¡Oh! ¡Muchas gracias Yuqi! —agradeció el rubio mientras recibía entusiasmado su jugo, la chica le guiño para darse media vuelta y retirarse, no sin antes dedicarle una mirada fría y calculadora al japonés, quien bufó al percatarse del detalle.
— ¿Tienes un admirador? ¿Quién es? ¿Y por qué te envía cosas ahora? ¿Acaso no nota que estás conmigo?
—Una pregunta a la vez. —dijo el menor para luego tomar de su jugo— Según Yuqi, si tengo un admirador y no sé quién es... Aún. —sus labios se fruncieron en un pequeño y lindo puchero— No sé por qué me envía cosas si está viendo que estoy contigo. —alzó los hombros— Supongo que piensa que somos sólo amigos. —habló con desinterés fingido— Digo, casi siempre vengo solo o con mi hermano, el que estés conmigo lo hará pensar que somos amigos, porque no le mencioné que tengo pareja.
— ¿No sabes quién es, pero se hablan? ¿Y por qué le tienes que dar explicaciones?
—Simplemente me gusta hablar con él y si le quiero dar explicaciones, lo hago, eso es conmigo. —expresó con voz neutral, no había nada de malo en hablar con alguien ¿No? Tampoco es como si el rubio le dijera cosas demasiado personales a aquel chico, sólo eran cosas "superficiales" por así decirlo. Además, le gustaba sentirse importante, es decir, el chico le preguntaba como estaba, que tal le fue en clases, lo aconsejaba y lo hacía sentirse bien, cosas que hacían que el corazón de Mark este contento.
Yuta alzó ambas cejas, mientras Mark volteaba a mirar a otro lado, tratando de calmar las emociones que llenaban su pecho al recordar cómo empezó eso de las notitas y el cómo se sentía con aquella aventura. Era muy bonita, casi pareciera como si estuviese en un drama de amor juvenil.
— Supongo que eso deberá cambiar. —el rubio volvió a hablar luego de dos minutos. Miró al mayor quien parecía verlo con interés— Ya que ahora estoy contigo. —volvió a sonreír inmensamente, demostrando su alegría de estar junto al japonés. Debería ser así ¿No? Dejar de hablar con aquel desconocido para no incomodar a Yuta, aunque eso significara sentirse triste.
—Como sea. —fue la última respuesta larga del nipón, para luego sacar su celular de sus pantalones y ponerse a jugar en él, mientras fingía escuchar al menor y le respondía con monosílabos.
Media hora después, Mark dejó de hablar al percatarse que Yuta no le estaba prestando atención, por lo que se dedicó a mirar a su alrededor, notando casi al instante que, en el fondo del local, se encontraba aquel chico misterioso que le enviaba sus jugos de sandía. Sonrió por lo bajo y agarrando una servilleta y sacando un lapicero de su mochila, escribió.
"Hola hyung. ^^
¿Cómo está? Espero que bien. Quería decirle que quizás ya no me podrá enviar jugos de sandía, ni otro tipo de regalos, pues ahora tengo pareja y se enojará mucho si lo sigue haciendo. >︿<
Espero comprenda la situación hyung, y deseo muchísimo que nuestra amistad no se pierda. 〒▽〒
Pd: ¿Cuándo nos conoceremos en persona?
Atte: Makku♡"
El menor llamó a Yuqi y le entregó la tarjeta, mirando que Yuta no lo notara, aunque no había caso de que lo hiciera, pues el japonés parecía estar más concentrado en su celular que lo de que ocurría a su alrededor. Minutos después, Yuqi llegó y disimuladamente le entregó una servilleta doblada, le guiño y se fue a atender a otro cliente.
"Hola pequeño leopardo bebé.
Estoy bien, gracias por preguntar. Por lo que veo, tú también te encuentras bien y me alegra mucho eso.
Comprendo que tengas pareja, pero, no dejaré de enviarte regalos. Al menos no cuando estés solo o con tu hermano menor, lo siento, me es imposible dejarte de dar esos detalles, porque en serio me fascina verte sonreír y apreciar tus ojitos brillantes cada vez que recibes un jugo de sandía.
Y no te preocupes, nuestra relación no cambiará por nada del mundo, seguiremos siendo amigos.
Pd: Falta poco, pequeño, falta poco.
Atte: X.X."
Mark miró en dirección al misterioso chico, quien se puso de pie y caminó hacia la entrada, en donde giró a verlo y se despidió con la mano. El rubio le dedicó una sonrisa mientras sentía la emoción instalarse en su pecho, pronto conocería a su admirador secreto y podrían hablar cara a cara, sin misterio alguno de por medio.
Miró su celular y ya eran casi las cinco de la tarde, le escribió un mensaje a su hermano para que pasará por él, ya que estaba con la moto de su primo, debía de aprovechar para no caminar.
Yo.
Nono~
¿Podrías venir a recogerme? ^-^
04:55 p.m.
Nono😝
¿Tu novio te dejó solo?
04:55 p.m.
Yo.
Claro que no, sólo no
quiero caminar.
04:55 p.m.
Nono😝
Estaré ahí en cinco.
¿Estás en Treasure?
04:55 p.m.
Yo.
Así es >.<
04:56 p.m.
visto.
Mark guardó su celular en su bolsillo y esperó pacientemente a su hermano mientras observaba por la ventana. Cuando lo notó a la distancia, carraspeó falsamente para llamar la atención de su novio.
—Mi hermano vino por mí, así que estaré regresando con él a casa.
—Pero dije que te llevaría, dulzura.
—No se moleste, hyung. —Mark se puso de pie tomando sus cosas— Igual tenía algo importante que hacer en casa ¿No? —el nipón frunció el ceño mientras sonreía confundido— Lo supuse porque estaba muy atento al celular, su madre debe estar muy preocupada, así que es mejor que vaya cuanto antes. —sonrió, para luego despedirse con la mano y salir del local, dejando al nipón con la palabra en la boca.
Ciertamente las palabras del canadiense habían sonado sarcásticas y esas eran las intenciones del menor, sin embargo, Mark no lo había dicho con intenciones de dejar al japonés pensado, sólo lo había dicho porque si y porque quizás estaba algo enojado con la poca atención que Yuta le había prestado en aquella cita... Si es que se la podía llamar así.
¿Quién creen que es el admirador? 👀👀
Gracias por leer, les amo manguitos 💚
Naranjita 🐧🌱
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