XVIII: Molly.
(Mini maratón, 4/4)
Se sentía sumamente feliz ese día, su relación con Charlie iba demasiado bien, aun no definían que eran, pero se veían casi del diario incluso aunque no bailara en el Luxury él iba a buscarla al trabajo o al edificio departamental donde habitada, algunas veces iban a cenar, caminar o solo se quedaban afuera del edificio platicando, varias veces quiso hacerlo pasar, pero no quería ir muy pronto presentándoselo a su madre y hermanos.
Tomo las vendas llenas de sangre tirándolas en el bote de residuos peligrosos biológico-infecciosos, se quitó los guantes y se dirigió al lavamanos para limpiar cualquier cosa que pudiera causarle alguna infección o algo parecido.
Una vez que termino con eso, se dirigió al baño no sin antes detenerse en los casilleros donde tomo su mochila que tenía una muda de ropa e ir al baño donde se cambiaría.
Se quitó el uniforme remplazándolo por unos jeans de mezclilla, una camisa azul y encima una sudadera negra con capucha, no opto por algo más ya que tenía trabajo en el Luxury, allí tomaría un baño para colocarse el vestuario.
Observo el reflejo en el espejo y se retoco el maquillaje deshaciéndose el chongo con el que sostenía su largo cabello y peinarlo con los dedos marcando las pequeñas ondas, se lavó los dientes para finalmente acomodar sus cosas y salir de ahí.
—¿Ya te vas?
Inquirió Jenica, la jefa de enfermeros, una mujer rubia con finas canas que se encontraba recargada del mostrador de recepción.
—Ya he terminado mi turno —le sonrió firmando la hoja de asistencia—, y hoy no me toca doblar turno...
—Nicoletta y yo iremos a cenar con los demás miembros del equipo ¿no quieres venir?
Airam iba a responder cuando el sonido del celular la distrajo, de inmediato lo saco de su bolsillo para leer el mensaje.
"Bomberito_18:03
Y4 3ztoy 4fu3rra"
Sonrió como una adolescente enamorada gesto que no paso desapercibido por su jefa que negó con una pequeña sonrisa burlona.
—Pareces muy enamorada.
Las mejillas de Airam se volvieron rojas mientras negaba rápidamente.
—A...apenas estamos saliendo, no hay nada más —se excusó con rapidez moviendo las manos de forma nerviosa—, yo...bueno, ya llegaron por mí, será en otra ocasión que vaya a cenar con ustedes, gracias por la invitación.
Rechazo de manera educada despidiéndose para salir del hospital civil, algunos pacientes que ya la conocían la saludaron durante el trayecto.
Al pasar por la puerta de salida distinguió a un pelirrojo recargado de un poste que quedaba enfrente, llevaba una de sus clásicas camisas de cuadros y unos desgastados jeans oscuros, parecía demasiado concentrado en el celular que ni siquiera noto la presencia de la mujer que tan loco lo volvía.
Airam se acercó de manera silenciosa hasta detenerse a unos centímetros de él.
—¿Con quién hablas tanto?
Charlie alzo la mirada con sorpresa y se suavizo de inmediato al darse cuenta de quien se trataba.
—Estaba...tratando de jugar esa cosa rara—trato de recordar el nombre guardando el teléfono en el bolsillo del pantalón—... ¿la viborita?
—Es demasiado divertido —se acercó más en el momento que él la tomó de la cintura atrayéndola hacia su cuerpo—, a Estela le encanta jugarlo...
—Me da curiosidad conocer a Estela, recuerdo a tu hermano Daniel —hizo una mueca recordando el mal trato del moreno hacia Airam—, digamos que no me agrado mucho.
Las manos de la Castiello serpenteaban desde sus hombros hasta la nuca para jugar con el corto cabello que tenía ahí.
—Antes era un niño adorable—soltó un suspiro viendo los profundos ojos azules del Weasley—, pero desde que nos mudamos cambio demasiado, no sé si por las amistades que tiene aquí o si es algo normal en la pubertad masculina.
—En mi familia; la mayoría somos varones, y nunca fuimos de esa manera...bueno, solo Percy se comportó un poco mal durante un tiempo, pero—hizo una pausa recordando todas las veces que su madre le escribía quejándose de Percy —, tal vez tenia algunas razones —se encogió de hombros—, solo espero que sea lo que le pase a tu hermano, se dé cuenta que no está bien comportarse y tratarte de esa manera cuando tú eres la que lleva toda la casa.
Charlie sabia un poco de la situación de la morena, como que su madre estaba enferma y ella era el sostén de la casa, la loca idea de buscar un remedio mágico paso por su cabeza, pero no estaba aún seguro de arriesgarse de esa manera, primero tendría que ver como se lo tomaba Airam cuando se enterara.
—Eso espero —se perdió durante varios segundos en su mirada que parecía ocultar miles de cosas, incluso notaba un poco de nostalgia reflejada en esos ojos.
—Te extrañe.
Murmuro Charlie inclinándose para romper la distancia entre ambos, el sabes a licor inundo las papilas gustativas de Airam, era extraño porque ninguna bebida alcohólica que hubiera probado sabia de esa forma, decidió no tomarle mucha atención para continuar besándolo, disfrutando de los movimientos tranquilos y acompasados, la forma de besar de Charlie era algo brusca, pero extremadamente buena, tan buena que sus piernas siempre terminaban temblando cuando se besaban.
[...]
La gran mano de Charlie descansaba sobre el muslo de Airam mientras terminaban de cenar, la morena le contaba de su día en el hospital y él la veía fijamente sin perder detalle de cada movimiento y poniendo toda la atención en sus palabras.
—Y al final, tiré las vendas, con eso concluí mi turno —le sonrió dejando los cubiertos sobre el plato frente a ella —¿A ti como te fue en el trabajo?
Charlie lo pensó durante algunos segundos, había hecho muchas cosas, curar a algunos dragones que tenían varias heridas e incluso vio como un huevo eclosionaba dando inicio a una nueva vida, también alimento con algunas cabras y vacas —de las cuales él encargado de criarlas y cuidarlas era Razvan—, de ahí estuvo platicando con su cuñada y hermanos, que aún seguían en Budapest, aunque solo era cuestión de unos días para que volvieran a Londres, y rogaba que fuera pronto.
No tenía ningún problema con George ya que él era una persona tranquila incluso compartían habitación, pero era todo el caso contrario con la Black y Fred, la pareja era demasiado pasional, más de una vez los encontró en situaciones demasiado intimas e incomodas en la pequeña sala e incluso en la cocina, si eso no fuera poco, los menores se olvidaron la noche pasada de colocar un hechizo insonoro, y escucho como cogían como conejos durante toda la noche, algo que aun quería olvidar.
—Bien, no hice mucho —respondió con simpleza dibujando círculos invisibles en el muslo que era cubierto por la tela de jean—, estuve en la oficina de la estación llenando algunos documentos— últimamente estaba cansado de mentir, quería contarle toda la verdad a la Castiello, pero temía demasiado —, estuve medio día ahí, después fui a comer con mis hermanos y Anir, estuve un rato con ellos hasta que fui al hospital para buscarte.
—Un día te iré a buscar a la estación de bomberos.
El nerviosismo en Charlie se hizo presente, sentía como las palmas de sus manos se llenaban de sudor, no había pensado que ella quisiera un día irlo a ver a ese lugar, y si eso pasaba no tenía ni idea de cómo haría para que no se diera cuenta de sus mentiras.
—¿Y eso? —enarco la ceja tratando de comportarse como si nada pasara—...No crei que consideraras algo interesante el ir a un lugar como ese.
—¿Tan aburrido es? —lo vio con curiosidad—, un día que no trabaje temprano podría llevarte algo de desayunar o incluso la cena cuando te toque el turno de noche.
Una calidez recorrió el pecho de Charlie ante esas palabras, definitivamente le encantaría que llegara de visita a su trabajo, claro si no hubiera la probabilidad que un dragón la atacar o que a ella le diera un paro cardiaco al ver semejantes criaturas.
El Weasley decidió desviar el tema para tomarle la mano y besarle los nudillos cariñosamente.
—Eres un cielo, Airam —murmuro con voz ronca lanzándole un guiño—, pediré la cuenta —comento viendo el reloj en su muñeca—, a pesar de que me encaste estar así contigo, no quiero que llegues tarde al trabajo.
Ella asintió y también vio la hora, faltaba menos de media hora para las ocho, a pesar de sus insistencias el pelirrojo no le hizo caso y no la dejo poner la mitad de la cuenta, tras quedar derrotado paso al sanitario antes de salir de ahí.
La pareja caminaba tomada de la mano, Airam le contaba de su infancia en México, el trataba de evitar responder a las preguntas que le hacía o desviarlas a otros puntos, pues no quería mentirle más, porque todo parecía hacerse cada vez más grande y estar tejiendo una red que parecía más y más enredada.
Varias veces trato de sacar el tema de la magia, pero no encontraba la forma sin quedar como un loco.
—Bueno...entrare primero.
Informo Airam deteniéndose en el estacionamiento del Luxury frente a un viejo auto, Charlie sonrió acercándose a ella encerrándola entre su gran cuerpo y el vehículo.
—Te verás tan hermosa como siempre.
—Espero que seas el primer espectador —murmuro para confesar—: últimamente cada que bailo trato de concentrarme creyendo que solo eres tú el que me ve.
Las mejillas del más alto se volvieron rojas y rozo sus labios de forma cariñosa.
—Créeme, que soy tu mayor espectador, me encanta ver cómo te mueves —agrego con voz baja acariciándole la cintura—: y saber que soy el único que sabe cómo te ves moviéndote completamente desnuda.
Airam sonrió para esta vez ser la que iniciara el beso de manera hambrienta y demandante, sus anatomías encajaban a la perfección, Charlie guio las manos hasta el tonificado trasero para amasarlo con fuerza robándole varios jadeos que aprovecho para introducir la lengua volviéndolo más húmedo y pasional, no les interesaba quien los viera solo querían seguir de esa manera.
Charlie estaba tan concentrado en besarla como si no hubiera mañana que no escucho las voces de las personas que se acercaban, en esos momentos solo le importaba Airam y lo bien que besaba.
—¡¿Charles?!
Un grito femenino que él conocía muy bien lo hizo maldecir para alejarse y girar el rostro hacia un lado, Airam lo imito topándose con una mujer pelirroja que la veía de manera desaprobatoria acompañada de un hombre calvo con ojos tan azules como los de Charlie, a lado de ellos estaban dos varones idénticos y Anirak que sostenía la mano de uno.
Noto el gran parecido entre todos los pelirrojos, atando cabos se dio cuenta de que eran familia de Charles.
Él de inmediato alejo las manos del trasero de Airam, sentía los labios hinchados y cosquilleantes al igual que una incipiente erección que comenzó a bajar al notar la molestia de la mujer frente a él.
Soltó un suspiro para hablar
—: Hola, mamá.
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(N/T: ¡Hola! ¿Cómo están?
Espero hayan disfrutado de este mini maratón.
Con este capítulo concluyo el primer acto.
¿Cómo creen que sea la relación de Molly y Airam?
Me imagino que las que han leído las demás historias de esta saga sabrán como es su personalidad, así que para las que no conocen, yo me baso más en la personalidad que he percibido de Molly respecto a los libros (El mal trato a Fleur y algunas actitudes machistas/misóginas de Molly), así que pues no tendrá nada que ver con la Molly de las películas.
Bueno, nos leemos, ya saben, mientras más comenten actualizo más rápido, Lovu♥)
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