Los ojos grises seguían al pelirrojo que caminaba de un lado a otro con el ceño fruncido y una expresión de desasosiego en el rostro, mientras el peli azul y el hombre moreno estaban sentados en el sillón de dos plazas siguiendo con la mirada a su amigo.

—Charlie, te juro que estas provocando que me maree —comento la Black soltando un suspiro —, te digo que todo estará bien.

—Quedamos en que ella no estaría involucrada, Anirak, fue atacada por un mortifago.

Sus ojos reflejaban enojo, se detuvo frente a su cuñada que tenía una mueca de culpa.

—No quería que la muggle saliera involucrada, incluso trate de no hablar mucho con ella durante los ensayos y todo eso —explico mordiéndose el labio inferior—, no pensé que entraría cuando iba a arrestar a Corban Yaxley...

—Charlie, Anir no tiene la culpa —defendió Razvan poniendo los brazos tras la cabeza y recargándose en el sillón de forma relajada —, nadie tenía previsto que Airam entraría justo en ese momento, solo fue un error incluso pudo ocurrirte a ti.

Charle chasqueo la lengua.

—No quiero involucrarla en nuestro mundo...aun no.

—Eso debiste pensar antes de acercarte a ella —comento Valkan y el Weasley coloco los ojos en blanco con molestia—, tarde o temprano Airam tendrá que saber lo que somos, no es algo que se pueda ocultar de la mujer con la que sale.

—Si sirve de algo, altere sus recuerdos y Ferka le dirá a su amiga que Airam se desmayó mientras caminaba en el pasillo ya que no hubo ningún testigo y el único con acceso a las grabaciones de las cámaras es él...

—¿Cómo es que Ferka sabe tanto de nuestro mundo y conoce a tu padre?

Inquirió Moldovan viendo con curiosidad a la azabache.

—Ferka es un squib, perteneciente a la familia Selwyn; después de que Ferka fuera exiliado de su familia, él único que lo apoyo fue papá ya que se conocieron en una reunión de los veintiocho sagrados—relato con facilidad para volver la mirada al pelirrojo que se encontraba serio y recargado de la pared hecha de vieja madera —, Charlie, dudo que ella recuerde algo de lo que paso, me encargue de curar sus heridas sin dejar ni un rastro de que hubo magia de por medio y si te sirve de algo mi misión termina dentro de una semana, tratare de no volver a arrestar a ningún mortifago en el Luxury.

—Está bien, no te culpo...solo que...

Buscaba las palabras correctas, trato de evitar a la morena durante esos días para que no terminara relacionada o herida por la misión que tenía Anirak Black en el Luxury: hacerse pasar por bailarina exótica para detener a algunos magos oscuros que aún seguían siendo considerados Mortifagos.

—Charlie —llamo la azabache poniéndose de pie—, no quiero meterme en tu relación con la chica muggle o lo que sea que tengas con ella, pero...tarde o temprano le tienes que decir la verdad, y si realmente te interesa para algo serio tienes que hacerlo pronto o será peor que ella se entere por si sola —el Weasley se quedó completamente callado—, piensa en lo que te digo, si no estás dispuesto a eso es mejor que no la ilusiones más o las terminaras lastimado... iré a hacer mi reporte, que descansen.

Anirak se estaba quedando en el santuario compartiendo cabaña con Charlie ya que era un lugar seguro donde ningún ex seguidor de Voldemort sospecharía que se encontraría.

—Creo que ella tiene razón —Valkan dio un gran sorbo al vaso de agua que tenía en la mano derecha —, y creo que no solo por Charlie, sino también por ti, pitufo — le lanzo una mirada de soslayo al peli azul—, ambos están relacionándose mucho con esas muggles, y lo peor es que no lo hacen como amigos o como algo de una noche, dense cuenta lo que paso hoy, viviendo en el mundo en que vivimos solo es cuestión de tiempo para que ellas lo descubran y todo se ira a la mierda.

Razvan bufo encogiéndose de hombros.

—Tal vez algún día le diga a More...pero, creo que el que está peor es Charlie, su querida Airam ya fue atacada por magia, y saben muy bien que algunas veces la alteración de recuerdos falla cuando hay otro estimulo...

—Hablare con ella.

Fue lo único que digo Charlie para caminar a su habitación dejando a los otros dos en la sala, no dejaba de pensar en que Anirak y Valkan tenían razón, solo era cuestión de tiempo para que Airam se enterara y solo tenía dos opciones: decirle todo o alejarse.

Lo peor, es que no sabía que tan enserio iba todo con ella, él consideraba que ya estaban saliendo, sin embargo, no quería presionar las cosas ya que no conocía las costumbres muggle y él no era ningún experto en relaciones.

♤♤♤

La música inundaba el lugar mientras negaba una y otra vez viendo a los dos pelirrojos frente a él.

—¡Ya dejen de verla, les recuerdo que es mi novia!

Se quejó uno de los gemelos cruzando los brazos sobre su pecho y frunciendo el ceño.

Charle soltó un bufido.

—¿Qué? No lo podemos evitar —se defendió Simona—...tu novia está demasiado...

—...buena.

A completo Razvan para darle una calada al cigarrillo, Charlie desvió la mirada al escenario donde la azabache se movía al ritmo de una canción demasiado lenta y sensual, la piel blanca resaltaba demasiado debido a la pequeña lencería roja que, hacia juego con el antifaz del mismo color, el cabello largo y rebelde le daba un aspecto demasiado salvaje que parecía seducir a más de uno junto con el movimiento de una pequeña falda que apenas le cubría el trasero.

—Sí, y es mi novia... mi futura esposa, así que dejen de verla de esa manera —se quejó Fred para ver al escenario y unos segundos después una sonrisa coqueta adorno su rostro—...mierda, definitivamente se ve demasiado buena.

—Que rápido se le paso el enojo—menciono George para ver al mayor — ¿Qué tienes, Charlie? ¿A caso no estas feliz por qué estemos aquí contigo? Mira que vinimos a visitarte y ni siquiera sonríes, que grosero eres.

—Ambos sabemos que no vinieron por mí, George —el menor solo sonrió de manera inocente—, van a cagar el trabajo de Anirak y se va a molestar, no debieron de haber venido.

—Todo fue culpa de Fred, no pudo controlar sus celos cuando se enteró que estaba haciéndose pasar por una bailarina exótica —explico con rapidez—, nos enteramos ayer cuando Razvan nos mandó una carta burlándose de Fred diciendo que le bajaría a su novia... y bueno, henos aquí.

—¡Por Merlín! Saben que ella nunca le haría caso a alguien más... y ahí va ese imbécil.

Los ojos azules de Charlie distinguieron a su hermano menor que si tenía oreja poniéndose de pie para ir a buscar a la azabache que salió del escenario pues su espectáculo llego al final.

—Lo sabemos, pero Fred me arrastro.

Charles no lo negaría, estaba de malas y no por el hecho de que sus hermanos menores se encontrar ahí, los amaba, aunque a pesar de tener veintitrés años llegaban a ser demasiado desesperantes y varias veces se inmiscuían en cosas que no les interesaban, como en esos momentos.

Pero, ellos no eran el problema, si no el mensaje que le llego antes de partir al Luxury, saco el móvil para releerlo sin entender nada.

«Charle, necesitamos hablar, ya se tu secreto no es necesario que lo escondas más»

Charlie estaba algo asustado, al parecer Airam ya sabía que era un mago, estaba consiente que tarde o temprano tendría que decirle la verdad, pero no esperaba que fuera tan pronto, con rapidez y muchas faltas de ortografía por culpa de sus dedos que resultaban demasiado grandes logro teclear:

«V1 tu esp3ctácul0, est01 en 3l Luxury Qui3res k3 v4ya a tu c4merin0o o t3 veO afuer4X?»

La morena se mordió el labio leyendo el mensaje, dejo el celular a un lado para colocarse la blusa.

—¿Qué te dijo?

Pregunto la pelirroja que terminaba de desmaquillarse.

—Que vio mi espectáculo y que está aquí —los nervios la recorrieron—, que si quiero hablar en el camerino o afuera.

—¿Qué le vas a responder?

Airam había decidido enfrentar a Charlie, la última vez no lo pudo hacer ya que se desmayó y no lo logro ver, solo hablaron por teléfono y unos cuantos mensajes, pero ya no podía más, sabía que le estaba haciendo daño a la azabache al acostarse con Charlie, pues notaba lo emocionada y feliz que se ponía cada que alguien le preguntaba sobre el anillo de compromiso, con solo unas cuantas palabras se notaba lo mucho que lo amaba.

—La diré que venga aquí, será mejor —ser mordió el labio inferior —, iré a dejar esto —enseño unos antifaces—, y hablare con Charlie.

—Airam, recuerda que tú no eres la culpable de nada, él que tenía el compromiso es Charlie, no tú.

Airam asintió tomando una sudadera y poniéndosela.

—Lo sé, pero lo siento mucho por Anirak, porque a pesar de todo ella ha sido linda con nosotras, no se merece nada de eso...aparte que a lado es Charlie es una niña, no llega ni a los veinticinco...

—Lo sé, pero tú no pudiste evitarlo, si no era contigo seria con alguien más.

Castiello suspiro tomando el celular para teclear:

«Te veo en diez minutos en mi camerino»

—Iré a dejar esto, Charlie vendrá en diez minutos.

—Termino de cambiarme y me voy para dejarlos solos.

—Gracias —tomo los antifaces—, nos vemos en un rato.

Se despidió de More para salir del camerino y caminar al pequeño armario de utilería que estaba al final del pasillo, se tomó unos cuantos minutos acomodando las cosas y repitiendo una y otra vez todo lo que le diría a Charlie, se sentía demasiado decepcionada y usada por él, no esperaba que fuera esa clase de hombre.

Trataba de controlar las lágrimas y algo que le llamo la atención fue la puerta abierta de otro camerino, le extraño ya que era demasiado raro porque nadie lo hacía para que ningún cliente o algunos de los hombres que terminaban ebrios entraran y acosaran a las bailarinas.

Se acercó quedándose estática a presenciar la escena frente a ella.

La cabeza azabache se brincaba de arriba abajo, mientras unas masculinas manos la tomaban de la cintura moviéndola sobre el regazo del chico, el varón pelirrojo sonreía mientras gruñía entre dientes.

—Sigue moviéndote así, muñeca...

—Te extrañe tanto, Freddie.

Murmuró la Black entre gemidos aferrándose a los hombros del hombre bajo ella que tenía el torso desnudo y los pantalones hasta el tobillo, estaba sentado en un viejo sillón, ella solo tenía la falda del traje que uso para el espectáculo.

—¡Por Dios! ¡Anirak...le eres infiel a tu prometido!

Fue lo único que salió de sus labios, Anirak se detuvo para girar el rostro a la mujer en la puerta y Fred las miro con confusión.

—¿Desde cuándo me eres infiel, Blackie?

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