15. La zapatilla de mi abuela y una cebolla rosa.
{Can I have your daughter for the rest of my life? Say yes, say yes 'cause I need to know.You say I'll never get your blessing till the day I die.Tough luck my friend but the answer is no!}
(Rude-MAGIC!)
—Abuela —sonreí algo incómoda al verla en la entrada.
Drake parecía igual de incómodo y confundido que yo. Al parecer a mi abuela le había dado por hacerme una visita sorpresa justo en el momento más inoportuno.
—Esto no es... —trató de explicarse Drake.
Pero apenas le dio tiempo a decir nada. La zapatilla de mi abuela impactó en su rostro, a lo que él sólo se quejó e hizo una mueca de dolor soltando mi cintura.
Miré a mi abuela con las cejas alzadas y los ojos muy abiertos y apreté mis labios para evitar soltar una carcajada.
—Apártate de mi nieta, muchacho —dijo de forma severa cruzándose de brazos.
Su mirada fue directamente paseándose por el cuerpo de Drake y terminando por alzar una ceja. Como si estuviera analizándolo detenidamente.
—Si tuviera cincuenta años menos —comentó en mi oído susurrando—. Igualmente, se le ve buen chico. No seas tan dura con él —admitió sin decirlo en voz alta, palmeando mi hombro.
Reí asintiendo levemente y cerré la puerta detrás de nosotras, ya que todavía continuaba abierta.
—En fin abuela, me alegra tenerte por aquí. Ponte cómoda, Drake llevará tu equipaje a la habitación —dije mirando disimuladamente a Drake para asentir.
Él se apresuró en agarrar la maleta de mi abuela y en subir las escaleras con rapidez.
—Bueno, no pasa nada si nos aprovechamos un poquito de él —me burlé riendo al ver la reacción de mi niñero ante la llegada de mi abuela.
—No, desde luego que no pasa nada —dijo con una suave risa de diversión, chocando su puño con el mío.
Mi abuela y yo siempre armábamos líos cuando yo era una niña pequeña. Ella, como madre, adoraba molestar a su hijo, y yo adoraba molestar a mi padre y a mi madre. Quizás mi abuela se daba cuenta de que estaba un poco escasa de atención parental. Así que ella venía siempre que podía, y se ocupaba de mí. Le conté el accidente de Jake, ya que mis padres ni siquiera se preocuparon en hacerlo. Ella me consoló, y me dijo que todo saldría bien. Mi abuela era la mejor, y ojalá fuera eterna, porque era la única persona que merecía serlo.
—No te creas, abuela, él no es tan bueno como tú crees —asentí encogiéndome de hombros.
—¿Ah no? ¿Y por qué no? —ella escuchaba atentamente lo que yo tenía que decirle.
—Es un playboy, ya sabes. Usa a las chicas cómo muñecas de trapo, las ilusiona, las usa y luego simplemente las manda a la mierda como si nada. No le importa romper los sentimientos de una persona si es por beneficio propio —aclaré asintiendo.
—Ah, tu abuelo solía ser de esos. Pero, te daré un consejo rápido. No lo juzgues por su apariencia, ni por lo que la gente dice sobre él. Intenta conocerlo, descubrir más sobre él. Quizás te lleves una sorpresa, quizás lo que hace lo hace por alguna razón. A mí me parece buen chico, y me da buena impresión. Igual si tú te esforzaras con él un poquito... Quién sabe —dijo acariciando mi cabello con una pequeña sonrisa.
Mi abuela adoraba mi pelo, no sabía exactamente la razón. Decía que le recordaba a algo, algo bueno y bonito. Y que yo era muy parecida, por eso le gustaba tanto. Aunque no sé qué era, porque nunca me lo había explicado bien del todo.
— ¿Tú crees? Yo creo que es un imbécil. Él intenta ser mi amigo, pero yo no quiero que se meta en mi vida, bastante tengo con lo que tengo cómo para que ahora aparezca él —comenté frunciendo el ceño y jugando con mis dedos.
—Lo que yo creo es que tienes miedo. De dejarlo entrar y que al final termine por hacerte daño. Necesitas deshacerte de la coraza que te has creado, necesitas confiar más en él —afirmó cruzándose de brazos, mirándome fijamente—, yo conozco a la persona que hay detrás de esa coraza. Y te puedo asegurar que es increíble, así que no tengas miedo por mostrarte tal y como eres, y por dejarle entrar.
¿En qué momento habíamos comenzado a hablar así del tema? La conversación sobre Drake había tomado un rumbo amoroso que no me quería ni imaginar. Ni en mis peores pesadillas apareceríamos juntos. Ya me costaba tolerarlo como amigo y niñero, ni siquiera podía pensar en algo más allá. Y aunque quisiera abrirme más emocionalmente o confiar más en él... simplemente no podía hacerlo.
—Abuela, ¿estás hablando sobre tema amoroso? —cuestioné confusa.
—Puede ser. Pero deberías hacértelo mirar si tú has pensado de la conversación cómo tema amoroso —dijo alzando sus cejas repetidamente.
Típico de mi abuela. Juegos mentales que terminaban por hacerme perder la cabeza cada minuto del día.
—Ya sabes mi opinión sobre el amor, y toda esa mierda. No existe, es una tontería —le recordé negando.
—¿Sí? Pues creo que una parte de ti, en el fondo, desearía que si fuera real. Piénsalo —añadió levantándose finalmente del sofá para ir a su habitación.
Creía que mi abuela se estaba volviendo loca, en serio. Ni siquiera se me ocurría pensar en eso así. Daba igual cuantos libros y películas de amor hubiera leído o visto, sabía que eso en la realidad no pasaba. Y ya me lo repetía a mí misma desde que era una niña, para no crearme ilusiones. Siempre había entendido que eso era una tontería, y que debería tener mi cabeza en otras cosas, así que así fue realmente.
—Niña mimada, tu abuela es genial. Aunque no me ha gustado nada el zapatillazo de antes, pero es realmente sabia —añadió Drake bajando las escaleras.
—Yo también lo creo. Y perdónala, sólo me protegía, ella es así. Y deja de llamarme así, playboy —añadí alzando una ceja.
—Cuando tu dejes de llamarme playboy, entonces quizás me lo pienso —recalcó alzando sus cejas.
—Pues te vas a tener que aguantar, porque no me sale llamarte de otra forma. Se me hace raro —me encogí de hombros.
—Entonces lo mismo digo —dijo con una sonrisa inocente.
—Oye, y... ¿qué te ha dicho mi abuela? —cuestioné con una mueca de curiosidad.
—Nada importante —se encogió de hombros restándole importancia al asunto.
Por qué será que no me fío ni un pelo de lo que me está diciendo. Sé que miente.
—Ya. Iré a ver si le apetece hacer algo juntas, hacía tiempo que no me visitaba —dije subiendo las escaleras para buscarla.
Drake grito un ''vale'' desde la cocina, y yo abrí la puerta de su habitación. Mi abuela estaba mirando la ventana y sujetaba algo que no podía ver bien, ya que me estaba dando la espalda.
—¿Abuela? —pregunté acercándome para ver que hacía.
Estaba tirándoles huevos en la cabeza a las personas que pasaban por la calle. Después se agachaba para esconderse y se reía muy a gusto de las caras que ponían. Solté una carcajada al verla y paró de lanzar los huevos para girarse a mirarme.
—¿Querías algo, Mel? —me preguntó alegre.
Esta mujer tiene más vida en el cuerpo que yo en una sola pierna.
—Hmmmm, sí. Quería saber si te gustaría que hiciéramos algo juntas. Había pensado en llevarte al hospital para que vieras a Jake, supuse que te gustaría saber cómo está —comenté en un pequeño murmuro.
Ella sabía cómo me afectaba el tema, así que se imaginaría porque hablaba así. Fue hace varios meses, y en mi memoria estaba tan reciente como si hubiera sido ayer. Las palabras, las lágrimas, las sonrisas, los sentimientos, todo... Me acordaba de todo a la perfección y eso me dolía como el infierno.
—Claro, tesoro. Me parece una buena idea —asintió con una pequeña sonrisa de labios cerrados mientras apretaba mi mano con suavidad en una muestra de apoyo.
—¿Puedo ir yo también? —cuestionó una voz detrás de mí.
Me giré confusa para encontrarme a Drake apoyado en el marco de la puerta, había estado ahí todo el tiempo escuchando nuestra conversación y ni me había dado cuenta. ¿Habría escuchado también la conversación que había tenido abajo con mi abuela sobre él?
Negué con mi cabeza eliminando esos pensamientos de mi mente con rapidez. Nos habríamos dado cuenta alguna de las dos si él hubiera estado ahí.
—No —contesté con frialdad.
Mi abuela golpeó mi costado con suavidad con su mano y me miró directamente a los ojos de forma severa. Era como si pudiéramos comunicarnos mentalmente, ella quería que le dejara venirse y que no fuera tan dura con él. No hacía falta ni que lo dijera, yo ya sabía lo que estaba pensando. Suspiré antes de girarme de nuevo hacía Drake.
—Está bien, puedes venir. Agradéceselo a mi abuela, porque de lo contario no vendrías —aclaré saliendo algo molesta de la habitación.
—Eso sí, como hagas alguna tontería con mi nieta la que te eche seré yo —llegué a escuchar de parte de mi abuela.
Sonreí levemente antes de ir a la habitación para ponerme mi cazadora de cuero favorita. Era la que mi hermano me había regalado por mi último cumpleaños, y la verdad era que me encantaba a pesar de los recuerdos que me traía a la memoria.
Bajé de nuevo al salón al poco tiempo, encontrándome a Drake y a mi abuela conversando animadamente, ya listos para salir. Cogí las llaves, mi móvil y la cartera por si acaso.
—Vamos —dije saliendo de casa, siendo seguida por ellos.
Comenzamos a caminar en silencio hacia el hospital. Aunque de vez en cuando podía escuchar como mi abuela y Drake intercambiaban algunos susurros sin llegar a poder distinguir cuál era su tema de conversación y que era tan interesante.
—Bueno, ¿me explicas por qué Drake parece una jodida cebolla rosa con ese pelo de fregona que lleva? —cuestionó mi abuela, dirigiéndose a mí esta vez.
—Porque me apetecía molestarle un poco —admití sonriendo levemente con diversión.
—Tan tú —admitió riendo mi abuela, asintiendo.
No tardamos en llegar a la entrada del hospital. Pasé por delante de la mesa principal y saludé a las que siempre trabajaban ahí, que al ver pasar a Drake sonrieron con coquetería, a lo que yo rodé los ojos. En ese instante vi a Finn y a mi psicólogo pasando por uno de los pasillos, charlando animadamente. Así que me apresuré en llegar al ascensor con Drake y mi abuela para subir con rapidez al piso de mi hermano.
No me importaba que vieran a mi abuela, ya que ellos ya la conocían de antes. Pero no quería que se toparan con Drake y alguno se fuera demasiado de la lengua, revelando cosas que no quiero que se revelen.
—Es esta habitación —murmuré mirando a ambos, a lo que asintieron.
Abrí la puerta y me senté en una de las sillas situadas a su lado. Entrelacé la mano de mi hermano con la mía y me quedé mirando al suelo con la mirada completamente triste y perdida. Me sentía tan tristemente vacía sin él. Era como si no estuviera entera, me faltaba una parte. Y esa parte estaba tumbada en una camilla, completamente inconsciente, en coma.
—Hola, querido nieto. Por aquí te echamos mucho de menos. Sobretodo Mel, está demasiado apenada. No puede esperar más al momento en el que te despiertes y que ella pueda abrazarte con fuerza. Yo también te echo de menos realmente. Siempre alegrabas todo y a todos ahí por donde pasabas. Eres increíble, nunca lo olvides o lo niegues. Y no dejes que nadie tampoco te lo niegue. Eres parecido a Melody, te encargaste de cuidarla bien, Jake. Estoy muy orgullosa de ti, y de ella —escuché hablar a mi abuela, cogiendo la otra mano de Jake—. Ella es, sin duda, la que más te echa de menos por aquí. Hazme el favor de despertarte pronto, porque ni siquiera yo soy capaz de ayudarla en momentos como este —murmuró esto último, dejando un beso en su mejilla.
Una lágrima se deslizó por mi mejilla, y me apresuré a apartarla cuando recordé la presencia del playboy. Sin embargo, su reacción fue distinta.
Sentí como unos brazos se envolvían alrededor de mi cuerpo y me abrazaban con fuerza. Era Drake, tratando de calmarme. Acarició con suavidad mi cabello, y yo me permití derramar otra lágrima sin ni siquiera molestarme en apartarla. Para que mentir, me sentía segura con Drake abrazándome, no sabía por qué exactamente, pero así era.
Y mi abuela pareció notarlo, ya que sonrió y salió de la habitación tras despedirse de mi hermano. Me aferré con más fuerza a Drake al quedarme varios segundos mirando la cara de mi hermano, las heridas ya habían cicatrizado desde el accidente, pero todavía se le veía muy débil y pálido. Me dolía verle así. Y probablemente mañana me arrepentiría de haberme dejado ver tan débil delante de Drake, me lo estaría restregando durante mucho tiempo. Y probablemente se reiría de mí, o lo usaría para manipularme amenazando con contarlo.
—¿Puedo decir algunas palabras? —cuestionó Drake con una pequeña sonrisa.
Asentí levemente. No podía prohibirle que hablara, a pesar de que no quería que lo hiciera.
—Por lo poco que me han contado, eres un gran tío. Y no te preocupes por tu hermana, mientras tú no estás seré yo quien le cuide. Y, parece que no, pero está en buenas manos. Te prometo que no dejaré que le pase nada malo, o por lo menos, que le pasé algo malo pero yo se lo devuelva a quien se lo haga. Sé que me explico fatal, pero la verdad es que es complicado mantenerla alejada de los problemas, siempre acude a ellos como si fuera un imán —comentó Drake con una pequeña sonrisa.
Sonreí levemente ante sus palabras. Pero me mostré un poco confundida al principio. Él había dicho que ''por lo poco que le han contado'', pero en realidad yo nunca le había hablado de mi hermano. Así que sólo tengo una teoría. Ese era el tema tan interesante que mi abuela había estado hablando con Drake.
Le estaba hablando sobre mi hermano.
¡Heeey! Aquí dejo otro capítulo de esta novela ya editado y corregido juju. Espero que os guste el personaje invitado sorpresa, a mi me encanta porque es muy divertida y a la vez muy sabia y sentimental, ajá. Ella sabe perfectamente que cosas hay o podrían haber entre Drake y Melody, but quién sabe realmente.
Si os voy a dar una pequeña pista. Cómo un adelante, pero lo más probable es que esto no lo descubra nuestra protagonista hasta varios capítulos más tarde. Pero bueno. Ahí va: en realidad Drake y la abuela no hablaban sobre su hermano exactamente. Ahí lo voy a dejar y ya cada uno con sus teorías.
Lo más probable es que en el próximo capítulo podamos conocer un poco mejor a la abuela de Melody, y podamos ver cual es su verdadera opinión sobre Drake y el porque de esa opinión, claro está. Mientras sigamos metiéndonos a fondo en la cabeza de Melody y en todos sus pensamientos.
¿Algún día pensará en cambiar su relación con Drake y en dejarle ser su amigo? ¿Qué pensáis sobre las palabras de su abuela en cuanto al tema? ¿Creéis que tiene razón, que Mel en realidad es un coraza? Pero, en el caso de que sí, ¿quién no sería como ella y tendría una coraza también? Sería lo más normal, so. ¿Qué pensáis?
Ya veremos que pasa en el próximo capítulo. ¿Os está gustando como avanzan las cosas? Sé que lamayoría querréis que acaben juntos ya y que se coman la boca JAJAJA. Pero las cosas no funcionan así, no no no. Tiempo al tiempo, y todo a su debido tiempo. Aún así, no se sabe si realmente acabarán juntos o qué. Ja.
Actualizo ahora porque la semana que viene ya me van a matar a deberes y recuperaciones así que no sé cuando volveré a tener tiempo para actualizar. Y fin del comunicado. ¡A leer! Y no os olvidéis de comentar y votar, que me encanta leer y responder comentarios vuestros.
Nos vemos pronto. ¡Kisses of chocolate! 🥰
—needwoolf.
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