14. Una primera broma y... ¡Sorpresa!
{Good morning, you're leaving. I'll see you in the evening. My best friend till the end, my better half no pretend. Our language is sacred, no people try to solve it. New adventures on the way. You and me together. Take on the world forever. I know all your secrets and I promise you I'm gonna keep them.}
(Seamless-Sabrina Carpenter)
Alcé una ceja ante las palabras de Ela, pero asentí levemente a pesar de que no me podía ver. Me sumergí en la bañera y cuando volví a sacar la cabeza para coger aire, sentí como un par de notificaciones llegaban a mi móvil de parte del chat de Ela. Eran los vídeos.
Suspiré sonoramente antes de darle play al primero. No estaba muy segura de que era lo que me iba a encontrar en esas grabaciones.
El vídeo empezó y se podían ver a muchas personas bailando y pasándolo bien mientras el cámara gritaba eufórico y caminaba saludando a las personas a su paso. Todo parecía normal en el primer vídeo así que ignoré el segundo, estando segura de que saldría prácticamente lo mismo.
Me salí del chat de Ela y llamé de nuevo a su móvil. Al segundo tono me contestó.
—¿Los has visto? —cuestionó riendo.
—Sí, el primero sí, y la verdad es que no entiendo cuál es el motivo de tu risa —contesté alzando una ceja confusa.
—Me imaginaba que no te fijarías. Primer vídeo, minuto dos treinta, haz zoom al final. Y por favor, mira el segundo vídeo. Ahí ni zoom hace falta —comentó con diversión cortando la llamada.
¿Pero qué...?
Abrí mis ojos confundida al volver a reproducir el primer vídeo. Paré en el minuto que Ela me comentó y acerqué los dedos a la pantalla para hacer zoom. Alcé una ceja al no encontrar nada llamativo, así que me moví para hacer zoom más a la derecha. Entonces lo vi.
Era yo, sin camiseta, subida a una mesa y bailando completamente borracha. Abrí mi boca con sorpresa y reproduje el vídeo manteniendo el zoom. Estaba bailando, encima de una mesa, con muchos chicos de público.
¿Pero qué mierda?
Al recordar las palabras de Ela, rápidamente pasé al segundo video. Ahí prácticamente me estaba grabando a mí bailando sobre esa mesa. Y bailaba de una forma bastante... ¿Cómo decirlo? Bastante sensual.
Entonces el vídeo hizo un poco de zoom para grabarme a mí riendo sin control sobre la mesa. En ese momento llegó Drake, y pude ver cómo comenzaba a gritarles a los chicos que trataban de tocarme. Él me cogió en brazos y me bajó de la mesa dejándome a un lado para después girarse y darle un puñetazo a uno de ellos, que parecía no querer dejarme en paz.
Cubrí mi boca con la mano, y decidí quitar el vídeo. No me interesaba que más pasaba después de eso, aunque estaba claro. No nos dejaron irnos y acabamos durmiendo en su casa. Y yo sobre la misma mesa en la que había estado bailando como una stripper, una bastante borracha a la que le costaba mantener el equilibrio sobre la mesa.
Puse de nuevo la música volviendo a dejar el móvil sobre el lavabo del baño. Así que eso fue lo que hice anoche por lo visto.
Otra llamada entrante sonó en mi móvil. Ni siquiera tuve que mirar el nombre para saber que era de Ela.
—Sí, ya los he visto. Y no sé qué te hace tanta gracia. Si ese vídeo circula demasiado por las redes sociales, imagínate que llega a mis padres. Me matarían —me escandalicé cruzando mis brazos.
—Está bien, tranquila. Las probabilidades de que eso pase son muy muy bajas. Y tienes que admitir que sí que ha sido gracioso. En serio, te movías muy bien —dijo esto último con burla.
Rodé los ojos. Tener mejores amigas para esto.
—Cállate, apenas podía sostenerme de pie —dije riendo levemente.
—Lo sé. Por cierto, me ha llegado otro vídeo. Y este se nos fue de control demasiado, salimos las dos —comentó riendo segundos antes de que me llegara otra notificación.
—La verdad es que no sé si verlo. Me da miedo lo que pueda haber en ese vídeo —dije riendo con diversión.
—Vamos tonta, sólo es otra de las andadas de E & M —dijo con una risa.
E & M era lo que decíamos cada vez que yo y Ela hacíamos alguna locura o travesuras juntas. Ella para mí siempre ha sido como una hermana, una completamente loca.
Corté la llamada para poder poner play al vídeo. Salíamos Ela y yo en una mesa larguísima, y ésta estaba llena de shots. Cada una estaba enfrente de la otra, con una ronda de shots ocupando toda la mesa. Se escuchaba cómo la gente chillaba que bebiéramos. Y eso hicimos, las dos a la vez nos bebimos todos los shots de una y finalizamos dándonos un abrazo para después bailar juntas mientras la risa se apoderaba de nosotras. Luego, más adelante, me podía ver a mí vomitando con Ela sosteniendo mi cabello, y después al revés.
Una sonrisa apareció de entre mis labios y rodé mis ojos para volver a repetir el proceso de poner la música esperando que nadie volviera a interrumpirme. Lo que había empezado como algo para relajarme, ahora había terminado por ser algo realmente estresante, y gracioso a la vez.
Suspiré a darme cuenta de que el agua ya estaba algo fría. Salí de la bañera envolviendo una toalla en mi cabello y en mi cuerpo. Me puse algo de ropa limpia y cómoda ya que no tenía pensado salir a ningún lado, a no ser que Ela o alguno de mis amigos viniera a buscarme. Era jueves, y de nuevo me había saltado las clases. La semana que viene ya tendría que ir, para no perderme demasiadas cosas y para no llamar la atención de los profesores y que estos llamaran a mis padres para decirles que estaba faltando mucho a clases.
Una vez me puse unos shorts ligeros y una simple camiseta de color negro, bajé por las escaleras escuchando atentamente para asegurarme de que Drake estaba en el comedor.
Al afirmar esto, subí de nuevo a las habitaciones. Me metí en la suya y cogí su champú para vaciarlo en un recipiente aparte y rellenarlo de un tinte rosa chillón. Había decidido empezar por una broma básica, así que iba a tintarle el pelo, lo único no tan simple era que el tinte le duraría bastante tiempo y que sólo se le iría entre duchas. Había elegido el tinte basándome especialmente en su forma de ser, seguramente cuando se viera el cabello gritaría como una niña pequeña y vendría a matarme, pero para ese entonces yo ya no estaría en casa.
Una vez rellenado, llevé el recipiente a mi habitación para dejarlo a un lado y poder volvérselo a dar más tarde. Luego bajé al salón diciendo que ya podía ducharse, que yo ya había acabado de usar el agua caliente y que le había dejado suficiente para él. Él asintió ante mis palabras y se levantó del sofá dejando lo que estaba comiendo a un lado, caminó hacia las escaleras y subió estás metiéndose en su habitación.
Me senté dónde antes había estado y cogí su comida para terminar de comérmela entre risas, simplemente de pensar en la cara que iba a poner me entraba una risa incontrolable. Me puse las zapatillas y agarré el móvil y mi cartera. Después cerré mi habitación con llave y me la metí en el bolsillo, además de cerrar las ventanas también con seguro. No iba a ser tan estúpida de dejar alguna entrada a mi habitación abierta para que él entrara y revolviera mis cosas para devolverme la jugarreta.
Abrí la puerta principal, y cuando escuché su grito de niña pequeña decidí esperar unos segundos. Empecé a escuchar cómo me llamaba a gritos, y cuando oí como cerraba el grifo de la ducha, me escabullí cerrando la puerta detrás de mí de un portazo para que supiera que me había ido.
Comencé a correr calle abajo por si se le ocurría tratar de seguirme. Y una vez estuve completamente fuera de su alcance de visión, comencé a reír a carcajadas sin dejar de correr hacia casa de Ela. Una vez llegara allí, me llevaría a Ela corriendo también a alguna parte, estaba segura de que Drake estaba lo suficientemente espabilado como para suponer que iría a casa de Ela.
Y eso hice. Cuando llegué a su puerta llamé frenéticamente al timbre. Fue su madre la que me abrió la puerta con una sonrisa genuina. La verdad que los padres de Ela me caían muy bien, eran muy cariñosos conmigo y me tenían bastante aprecio. Eran muchísimo mejor de lo que mis padres llegarían a ser algún día, y a veces le echaba la bronca a Ela cuando se quejaba de ellos. Porque me parecía que ella realmente no sabía la suerte que tenía de tener unos padres como los suyos.
Sus padres se preocupaban mucho por ella y por todo lo que se relacionaba con ella. En cambio, los míos sólo miraban para meterme en una Universidad cara y conocida para no manchar su reputación. Porque claro, la prensa siempre estaba llamando a mi puerta para preguntarme cosas sobre la vida de mis padres y sobre la mía, sobre todo cuando alguna de las empresas en las que trabajaba mi madre se llevaba algún asunto nuevo o importante entre manos. Mi madre siempre era la primera en enterarse de ese tipo de cosas debido a su posición profesional en las empresas. Así que las cosas que ella sabía siempre eran de interés hacia el público.
—Vamos, Ela. Ve pensando en algún lugar al que ir, uno que esté lejos. Uno en el que Drake no pueda encontrarme —dije entre risas echando a correr por la calle.
Ella me miró confusa, pero me siguió corriendo calle abajo.
—Espero que la razón por la estemos corriendo como dos locas poseídas sea realmente interesante —exclamó mientras me seguía el paso—, y ese lugar, será la feria.
La feria era simplemente perfecta. No es que fuera un lugar remoto y escondido, pero a Drake le llevaría un largo tiempo encontrarnos en ese sitio. Primero porque él ni siquiera pensaría en ese sitio, y segundo porque si lo hiciera, ahí siempre había muchísima gente y podríamos huir de él y pasar desapercibidas con rapidez y facilidad.
Corrimos hasta que llegamos finalmente a la feria. Miré a mí alrededor con una pequeña sonrisa, hasta que el recuerdo de mi hermano prometiéndome venir aquí ese día apareció en mis pensamientos. Agaché la cabeza con tristeza y me quedé unos segundos mirando al suelo mientras trataba de normalizar mi respiración.
No llores, no aquí, no delante de Ela.
Me sentí de acuerdo ante mis pensamientos. Así que fingí una sonrisa para aparentar que todo estaba bien, y me levanté una vez mi respiración ya empezaba a ser normal y mi corazón ya no martilleaba en mi pecho a una velocidad pasmosa.
—¿Me puedes explicar que se supone que hacíamos corriendo? Yo odio correr, y, de hecho, tú también —se quejó Ela respirando ruidosamente.
—Le he tintado el pelo a Drake de color rosa chillón y no quería que me pillara. Por eso iba corriendo —expliqué mirando las diferentes atracciones y puestos que había.
Únicamente había ido un par de veces a la feria. Una con Ela y sus padres, y otra con mi hermano cuando yo era mucho más pequeña. Mis padres nunca habían tenido tiempo suficiente para traerme ahí por su propia cuenta. Y así con muchas otras cosas que la gente si hacía con normalidad. Yo tampoco sabía montar en bicicleta, ni había jugado con mis padres cuando era niña, tampoco me llevaron nunca a comer helado; ellos nunca hacían nada conmigo porque no tenían tiempo, nunca lo tenían. Sólo me habían enseñado a huir de los periodistas, claro, eso nunca podía faltar.
—No sé qué es lo que te tiene tan pensativa. Pero deja de comerte la cabeza y vayamos a subirnos a alguna atracción —dijo Ela sonriendo, apoyando su mano sobre mi hombro para llamar mi atención.
—Está bien —asentí con una pequeña sonrisa.
Caminamos a través de la feria y lo primero que hicimos fue comprar algo de algodón de azúcar ya que, según Ela, teníamos que reponer fuerzas después de correr tanto, pero yo sabía que realmente sólo quería comer algo dulce. La conocía como si yo la hubiera parido.
—¡Mira! Vamos ahí, quiero ver si gano algún peluche —rio Ela señalando un puesto que consistía en pescar tres patitos para poder llevarte un peluche.
Solté una carcajada antes de asentir y dirigirme al puesto con Ela enganchada en mi brazo. Pagué su partida y observé como lograba pescar los tres patitos mientras reía. El señor le entregó un oso marrón de peluche y ella, después de agradecérselo, se giró hacia mí para entregarme el peluche.
—Te lo regalo, sólo he jugado para poder regalarte un peluche —confesó sonriente—, así te acordarás de mí siempre. Para que sepas que incluso cuando no me ves, yo estoy contigo salvándote el culo de todos tus líos.
Sonreí con diversión ante sus palabras y le di un fuerte abrazo. Después estuvimos el resto de la tarde subiendo en muchas atracciones y jugando en otros puestos para ganar más peluches y dárnoslos entre nosotras. Salimos de la feria con varios peluches entre nuestros brazos, y ya caía la noche cuando estábamos caminando a una pizzería para cenar juntas.
Ela avisó a sus padres de que cenaría conmigo y sus padres le dieron permiso después de decirme que la vigilara. Les aseguré que así sería y colgaron para irse a hacer su propia cena. Mientras, nosotras nos metimos a la pizzería y pedimos una familiar para cada una. Y sí, si éramos capaces de comernos una pizza tan grande.
Una vez acabamos fui a dejar a Ela a su casa, esperando poder repetir lo que habíamos hecho hoy otro día. Ella me prometió que así sería.
Caminé hacia mi casa, imaginando la reacción de Drake al verme llegar. Lo que me esperaba no iba a ser nada bonito, no después de haber salido huyendo.
Abrí con sigilo la puerta de mi casa y entré dentro viendo que todo estaba a oscuras, así que me imaginé que Drake tal vez se había ido a dormir y que dejaría la bronca para mañana. Pero me equivocaba.
La luz se encendió de repente, dejando ver a un Drake con el pelo rosa fosforito que sujetaba mi cintura con sus dos brazos, apresándome y acercando su boca a mi oído.
—Te pillé —murmuró provocándome escalofríos.
Entonces escuchamos cómo la puerta principal se abrió, y entró mi abuela de repente con una amplia sonrisa y sujetando una pequeña maleta en la que supuse que no tendría muchas cosas.
—¡Sorpresa! —exclamó cerrando la puerta detrás de ella y girándose para encontrar a un Drake sin camiseta con sus labios en mi oído, y a mí completamente nerviosa con mis hormonas alborotadas.
Oh-oh.
¡Heeey! Aquí traigo el nuevo capítulo cómo había prometido. Parece que la abuela de Melody piensa quedarse unos días para mantener a raya a Drake. JAJAJAJA.
En realidad, su abuela es bastante graciosa, cómo comprobaréis en los próximos capítulos. Además, ella quiere muchísimo a Melody y Melody a ella. Lo que no os voy a decir es lo que pasará con ella y con Drake porque ah, no sé sabe si tendrá buena opinión sobre él o no.
La canción que he puesto, sería la que probablemente Melody le dedicaría a Ela, por ser una de las pocas personas que aparecen en sus recuerdos más felices. Porque es de las únicas personas que trata de que se divierta y de que se olvide del mundo por unas horas. Y porque se quieren mucho, ajá.
Y, ¿qué os ha parecido este capítulo? Espero que os haya gustado y que no os olvidéis de darle a la estrellita y comentar cosas. Me gusta mucho leer vuestros comentarios, y responderlos para hablar con todos vosotros. Y el simple hecho de ver que han votado por mis capítulos entre mis notificaciones ya me alegra el día. Así que os lo agradezco mucho, desde el fondo de mi pequeño cocora.
¿Creéis que Drake matará a Melody? ¿Creéis que se vengará? ¿Y que pensáis de lo que dirá la abuela de Melody al verles en esa escena tan comprometedora? Me hace gracia leer vuestras teorías, pero no sabréis nada seguro hasta el próximo capítulo, ah. JAJAJAJA. No os olvidéis de lavaros bien las manos y de tener precaución con todo el tema del coronavirus.
Nos vemos pronto. ¡Kisses of chocolate!🥰
—needwoolf.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro