"Estoy demente". Eso fue lo que pasó por su cabeza antes de lanzarse al vacío. El aire golpeaba su cara con violencia, sus nervios se alteraron y su cabeza iba a explotar.

—¡Jarvis!

Su reloj parpadeo. Todo paso en un instante.

Mientras su cuerpo caía, una armadura plateada iba directamente hacia él, ignorando los cuerpos de Barnes y Rogers. En un abrir y cerrar de ojos, su cuerpo fue envuelto por todo ese metal.

—"Bienvenido señor". —La voz de Jarvis lo hizo sonreír. Le costó estabilizar la armadura, pero después de algunos movimientos torpes, logró controlar la caída.

—Jarvis, aumenta la potencia de los rayos repulsores.

—"Aumentando potencia". —Comenzó a tomar mayor velocidad, cada vez se sentía más cerca del soldado—" Aumentando 10%... 20%... 30%..."

Conforme el porcentaje ascendía, más cerca estaba del cuerpo de Steve.

Rogers, por su parte, trataba de mantenerse consciente. La caída lo estaba mareando, el aire estaba siendo escaso, no podía pensar con claridad. No debía morir aun.

Vio la figura borrosa de Barnes... Esperaba que el suero ayudará en la caída.

De pronto, en medio de toda esa turbulencia, sintió un agarre tosco y duro en su muñeca. No era una mano suave, ni mucho menos masculina, era...

—Sujetate bien Cap. —Aun con la voz distorsionada, pudo notar el tono de Anthony.

El genio estaba dentro de la armadura.

Instintivamente, sujeto a Bucky. Tony paro la caído de ambos.

Stark lo sujetaba a él y él a James.

Siseo ante el jalón en su brazo. Alzó la vista y encontró esa armadura plateada... Sonrió orgulloso, ¿Había algo que Tony no hiciera bien?

Sintió como su cuerpo era elevado, para después ser dejado en el tejado, donde todo había comenzado.

Aspiro con libertad, sin sentir como el aire pasaba por todos lados menos por su nariz.

—Steve... —Vio como Anthony salió de todo ese metal. Era algo como místico— ¿Estás bien?

Rogers no lo pensó, sólo se aferró al cuerpo del castaño.

—¿Estabas preocupado? —Susurró el rubio en su oído. Al instante, sintió las manos de Tony separarlo bruscamente.

-—Idiota.

Molesto, Anthony dirigió su mirada al cuerpo de James. Estaba inconciente.

—¿Qué es lo que...? —El genio no pudo terminar la pregunta. Varios soldados entraron por las escaleras de emergencia. Armados, en orden, con la guardia en alta.

—¡Tony! —De entre ellos, salió James Rhodes.

El castaño sonrió al verlo— ¡Rhodey! —Al dar el primer paso, la mano de Steve tomó su muñeca. El soldado lo miraba con enojo.

Su mejor amigo se puso en posición, con el arma enfrente, listo para disparar.

El cuerpo de Steve se puso enfrente de él, haciéndole frente a Rhodes.

—¡A un lado! —James estaba preparado para pelear.

—¡Rhodey, basta! —Tony jalo a su espalda al rubio y alzo las manos— ¡Él no es el enemigo!

Anthony miró el cuerpo de Barnes. Esa fue la señal de Rupert.

Siguiendo la orden del moreno, varios soldados se dirigieron al castaño en el suelo. Steve sólo los miraba hacer su trabajo.

Tony suspiró cansado. Una vez más, en el frente del espectáculo.

Rhodey miraba de mala manera al rubio. Había en él algo que no le agradaba del todo.

—¿Te duele? —Steve puso algo de alcohol en su herida, cerca del ojo derecho.

El genio sólo tenso la mandíbula.

—Veré la posibilidad de prohibir la entrada a los reporteros. —Virginia lo miraba con culpabilidad—. Se hará la rueda de prensa cuando estés mejor.

Anthony asintió. Ahora no tenía cabeza para tratar con todos los periodistas.

—Pepper, Rhodey, podrían... —Potts asintió, pero el moreno se quedó estático.

—¿Estás seguro? —Su amigo miró al Capitán—. Tony, no creo...

—Por favor. —Stark lo miro fijamente—. Necesito hablar con él.

Receloso, Rhodes salió de la habitación.

—Ese hombre parece ser muy cercano a ti. —Steve lo miro por primera vez desde que entró a la torre.

—Ni se te ocurra hacerle algo. —Advirtió.

—Eso depende de que tanto lo veas. —Devolvio la amenaza el rubio.

Anthony rodó los ojos—. Eres un maldito psicópata.

Rogers no dijo nada, simplemente siguió curando sus heridas.

Tony observó el rostro de Steve... Tenía una que otra cortada, nada grave en realidad.

Si hubiera caído... ¿Él hubiera sobrevivido?

—Esa armadura se ve interesante. —Comentó el soldado.

—No te diré nada. —Tony se cruzo de brazos—. Yo no tengo tratos con Hydra.

Steve sonrió con sarna. Irónicamente, un trato con Hydra los había metido en todo esto.

—Jamás te obligaría a nada. —El más alto tomó la barbilla del millonario—. Antes de Hydra, estás tú.

Stark desvío la mirada, fingiendo que eso no le afecto.

Terminada su tarea, Steve se levantó y beso su frente, para después dirigirse al elevador.

—¿A dónde vas? —El castaño arrugó el entrecejo—. Tenemos que hablar.

—Tengo trabajo que hacer. —Los azules ojos del Capitán lo observaron—. Cuando termine, claro que hablaremos, amor.

Tony sintió las mejillas y orejas calientes.