Unico
YOONGI.
No me di cuenta, al menos no ha tiempo...
Los días de preparatoria siempre habían sido pesados, principalmente por mi madre me había dicho que no podía pagar mas mi escuela, que debía de buscar un trabajo de medio tiempo y ayudar a la casa, porque ya no podía mantenerme.
El madurar fue algo duro, algo que no podía evitar que pasara tan rápido, el peso que sentía en mis hombros esos días, era demasiado, me sentía cansado, estresado y el dormir era complicado.
Por eso agradezco conocerte, te habías mudado al edificio donde vivía y me encontraste en la azotea.
—¿No eres muy joven para fumar?
—Ya no —di otra calada al cigarrillo y me extendiste la mano —ni lo pienses, tu si tienes cara de ser un crio.
—¿Crio? Acabo de cumplir quince años, ¿a quien le dices crio?
Te observe por un momento, tenias el labio roto y un golpe en el ojo, pero aun asi me sonreíste de manera gentil, te di el cigarrillo y con habilidad diste una calada.
—Bueno, aun asi te gano por dos años, mi nombre es Min Yoongi.
—Park Jimin.
Nos volvimos amigos de inmediato, pues el ir a la azotea a fumar nos liberaba de la realidad que teníamos en ese lugar, mientras mi madre no dejaba de exigirme mas dinero, tu madre no dejaba de golpearte por creer que seducías a su esposo, aun siendo tu la victima de ese animal. Cantabas lindas canciones para aliviar esos días difíciles y me ayudabas a aliviar mi propio dolor sin saberlo.
Tu eras quien mas necesitaba ayuda, pero siempre fui quien recibió más.
Me volví dj de un bar muy popular de la zona, iba todo tipo de personas y la paga era mucho mejor de lo que esperaba, asi que me daba el lujo de guardar dinero para mí.
—Deberíamos irnos de aquí —limpiaba tu labio el corte en tu brazo tratando de que no notaras la ira que tenía, odiaba verte llorar —por favor Yoon, vámonos.
—Vámonos.
Recién cumpliste dieciocho años aun eras menor pero no dejaría que estuvieras en manos de esa familia un día más. El irme de mi casa fue mucho mas sencillo que el tú de la tuya.
—¡CLARO ERES UNA PUTA BARATA! ESE CULO AFEMINADO NO TE SERVIRA DE NADA FUERA DE AQUÍ.
El primer golpe que le di fue el mas satisfactorio, tu madre intento quitarme de encima de él, pero yo deseaba matarlo, deseaba hacerle el daño que te había hecho todo este tiempo.
—¡Yoon! ¡Déjalo! ¡Vámonos!
Salimos corriendo de ir sin mirar atrás. Los primeros meses fue complicado, pues no podías encontrar trabajo, y con mi sueldo y ahorros no podíamos rentar un lugar decente. Aun asi nos sentíamos mil veces mejor que cuando vivíamos con esas familias.
—¡Jimin! —saltaste por el susto —mi jefe dijo que metería algún tipo de música en vivo en el lugar, le dije que conocía a alguien que cantaba hermoso.
—Estas loco, no puedo cantar enfrente de nadie, solo tú me has escuchado.
—Vamos, ahí pagan muy bien, podremos irnos de este cuarto horrendo y tener un poco mas de espacio, anda yo estaré ahí para apoyarte.
—Esta bien.
Un éxito, eso fue lo que dijo mi jefe esa noche, cantaste una canción vieja, que me hizo notar lo enamorado que estaba de ti, y yo esperaba que te dieras cuenta de ello rápido.
Pero eso no paso, Jeon Jungkook apareció para joderlo todo.
Desde que te vio cantar la primera vez, busco la manera de llegar a ti, yo lo conocía, le gustaba ir al bar con diferentes mujeres y chicos, nunca tenia a los mismos, se drogaba con ellos, los usaba y desechaba. Tu resistencia lo hizo volverse mas dulce hacia ti, a tratarte con delicadeza y flores, a hacerte sentir todo lo que te merecías, un mundo de caricias, detalles y cariño.
El prometió darte el mundo, que yo estaba construyendo de a poco para ti.
Asi que caíste, te enamoraste de él y yo quede aun lado.
—¿Qué haces aquí afuera?
Nos mudamos a un departamento mas grande, con una pequeña terraza, que nos recordaba un poco el como nos conocimos y nos hicimos amigos, yo me sentaba en el barandal y sacaba las piernas mientras fumaba, tu llegabas y de colocabas a mi lado recargando tu cabeza en mi hombro.
—Pensé que te quedarías con Jungkook.
—Tenía trabajo —temblaste —hace mucho frio, entremos a comer algo, compre pollo frito.
Entramos a comer, te quitaste el abrigo y unas marcas de mordidas en tus hombros llamaron primero mi atención, después lo fue tus pupilas dilatadas y ese tono pálido en tu piel, siempre fuiste muy blanco, pero parecías enfermo.
—¿Te drogaste? —tu vista estuvo siempre para abajo —¿Jimin?
—No es para tanto —se te veía ansioso —estoy bien, no es un habito, solo lo hice esta vez.
—¿Y las marcas en tus hombros?
—Jungkook es un poco salvaje, no tengo que darte detalles, ¿O sí?
Ojalá te los hubiera pedido, hubiera dejado que me mostraras el resto de tu cuerpo, donde los moretones se escondían, donde las marcas de golpes enrojecían tu piel. Pero en lugar de eso los problemas empezaron entre nosotros.
—¡No eres mi padre Yoon!
—¡Mírate como estas! ¡Ese sujeto te esta dañando! Te la vives drogado, llegas a solo dormir, te golpea Jimin, ¿Qué no lo ves?
—¡El me ama Yoon! ¡Me ama! ¡Me ama tan roto como estaba! Trata de cuidarme siempre, yo también lo amo Yoongi, lo necesito.
—Haz lo que quieras, pero deja de pedirme que te cubra en tus turnos, no puedo ayudar a que te destruyas más.
Cada vez ibas menos al bar a cantar, y las veces que ibas no te reconocía. No eras mas mi amigo, eras una especie de alma tratando de luchar contra la oscuridad.
No desperdicies tus lágrimas
En alguien a quien ni siquiera puedes salvar
Tírame a los lobos
Es donde pertenezco
Nos vemos en el otro lado
Donde nuestros mundos chocarán
Toma lo que es tuyo
Solo déjame en dos pedazos
—Él no ira contigo.
Tenía a Jungkook contra la pared del bar, el solo sonreía de lado mientras te miraba.
—El quiere ir conmigo, ¿no es asi Jimin?
—Yo... —Jimin temblaba por la necesidad de drogarse —no, no quiero ir contigo, me, me quedare con Yoon.
—Jimin —la mandíbula de Yoon se desencajo— no quieres hacerme enojar, ¿verdad cariño?
No me contuve mas y lo golpee, cayo directo al suelo, pero el muy cobarde saco un arma y me apunto, no me importo pues daría mi vida por Jimin.
—¡Jungkook no! —Jimin se puso en medio de los dos —¡Yoon vete!
—¡No!
Me empujo con todas sus fuerzas.
—¡Lárgate! ¡solo lo empeoras todo! ¡No te necesito! ¡Vete!
Dejé mi corazón en el sótano
Donde todos los Cuervos toman su turno
Picando lo que queda de mí
La letra de ese canción esa noche me daba vueltas en la cabeza, estaba tan dañado que cantaba si ánimos, que su vista se perdía entre la multitud, no era aquel chico que canto las primeras veces, todos notaban que el brillo se había perdido.
Te saqué de mi existencia
Sólo para arrastrarme de nuevo a tus brazos
Sabiendo cuánto sería para llevar.
Me sentí derrumbado, me sentí morir, me alejaste de ti, no me diste opción, vendiste tu alma al diablo y yo estuve presente sin hacer nada. Me fui a sentar a la terraza, con algunas botellas de soju, miraba el cielo que estaba totalmente despejado, el alcohol hacia su trabajo, ayudándome a no pensar en lo mucho que me dolió escucharlo decir que no me necesitaba.
Eso era correcto, pues siempre lo necesite aun mas a él, yo era dependiente de Jimin, yo era el que no podía vivir sin tenerlo cerca, sin importarme que nunca me amo.
—¿Yoon? —no conteste, solo escuche los pasos de Jimin acercarse —¿puedo sentarme? —seguí sin hablar, solo le di un trago a la botella —Yoon no me ignores.
—Supongo que vienes por tus cosas.
Se sentó a mi lado y se abrazo de mí, su cabeza reposo en mi hombro.
—No, vine a decirte que todo acabo, ya termine, termine con Jungkook —me quede helado, notando por un segundo el olor a pólvora —soy libre al fin —no pude articular palabra —el cielo es tan hermoso, es perfecto, me hubiera gustado amarte tanto como tu lo hiciste conmigo, gracias Yoon.
El peso de Jimin cayo totalmente en mi costado.
—¿Jimin?
Me levante viendo como se desvaneció en mis brazos, lo saque de entre las rejas del barandal para moverlo.
—¡Jimin! ¡No, no me hagas esto! —sus labios eran azules, no respiraba más —¡Jimin no!
El dolor que atravesó mi pecho fue lo peor que había sentido en mi vida, no había nada que se pudiera hacer, los médicos dijeron que fue una sobredosis, que la droga estaba adulterada tanto que lo termino por envenenar.
Jungkook fue encontrado sin vida al día siguiente, Jimin le había disparado para defenderse, por que lo drogo a la fuerza, y regreso a casa con las pocas fuerzas que tenía...
No desperdicies tus lágrimas
En alguien a quien ni siquiera puedes salvar
Tírame a los lobos
Es donde pertenezco
Nos vemos en el otro lado
Donde nuestros mundos chocarán
Toma lo que es tuyo
Solo déjame en dos pedazos
No es mi culpa!!!!! !Ando en dias rojos y me siento triste! TwT
*Les da una caja de pañuelos a todos* Hoy no hay besos en la cola...
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