Andrews Wells se encontraba inmerso en la sofisticada recepción, rodeado de senadores, ministros, representantes y embajadores, todos reunidos en un elegante salón. Con discreción y sigilo, se movía entre los invitados, tratando de encontrar alguna pista que pudiera llevarlo al asesino del senador Browell y a los motivos detrás de su asesinato.

Sin embargo, a medida que hablaba con los presentes, se daba cuenta de que todos parecían tener una sólida coartada para la noche del asesinato. La velada continuaba de manera entretenida y distendida, pero las respuestas esquivas y la falta de información significativa mantuvieron a Andrew sin avances concretos.

De repente, se escuchó un grito desgarrador que llenó el aire y capturó la atención de todos los presentes. Conversaciones se detuvieron y miradas se dirigieron hacia una mujer desesperada que se asomaba desde la barandilla de la gran escalera del salón.

Andrews se apresuró hacia ella, impulsado por un instinto protector y su deber de investigar cualquier pista relacionada con el asesinato. La mujer imploró ayuda, revelando la triste noticia de que alguien había sido asesinado. La tensión se apoderó de la atmósfera, y todas las miradas se dirigieron hacia los hechos que se estaban desarrollando.

"No se preocupe, estoy aquí para ayudar", respondió Andrews con voz calmada y decidida. "Soy el detective Andrews Wells. Cuénteme qué ha sucedido y quién es usted".

La mujer, entre sollozos y temblores, se presentó como Emma James, la esposa del senador asesinado. Apenada y confundida, explicó cómo había encontrado el cuerpo sin vida de su esposo en el baño.

El corazón de Andrew Wells comienza a latir más rápido mientras escucha el relato angustiado de la mujer. Sin perder un segundo, se dirige rápidamente hacia el baño, donde encuentra el cuerpo del esposo en un charco de sangre. La evidencia sugiere que el asesinato acaba de ocurrir, ya que el cuerpo aún estaba caliente y la ventana del baño se encontraba abierta, indicando una posible ruta de escape para el asesino.

Con agilidad y determinación, Wells examina la escena del crimen en busca de rastros y pistas que puedan ayudarlo a resolver este nuevo misterio. Se concentra en cada detalle: las marcas en el suelo, las huellas dactilares, cualquier indicio que pueda llevarlo al asesino.