En la oscuridad silenciosa de un sombrío parqueo en alguna parte de la ciudad de Chicago, los pasos apresurados de alguien rompen el silencio de la noche. Delicados labios rojos brillan bajo una capucha negra mientras encienden un cigarrillo que apenas consume en un sorbo antes de dejarlo caer al suelo. Una figura esbelta, envuelta en medias negras y tacones aguja, apaga el cigarrillo con elegancia, revelando una silueta sensual que se desvanece entre las sombras de la noche.

Ella espera pacientemente, exhalando el humo de sus encendidos labios rojos mientras se escucha el taconeo apresurado de un hombre que se acerca con ansiedad. Al llegar, se detiene bruscamente, su rostro una mezcla de asombro y terror al encontrarse con la enigmática figura que lo intercepta sin mostrar su rostro.

- ¿Quién eres? - pregunta el hombre, intrigado pero temeroso.

Con suavidad, ella retira la capucha, revelando su rostro aterradora y hermoso al mismo tiempo. El hombre cae de rodillas, sin pronunciar ni una palabra, solo rezando en señal de rendición total. Una sonrisa inquieta y siniestra se dibuja en los labios carmesí de la mujer, mientras se refleja la satisfacción en sus ojos al verlo arrodillado y lleno de remordimiento. Sin un suspiro, el silencio es desgarrado por el sonido amortiguado de un disparo, el cañón con silenciador corta el aire y una bala certera impacta exactamente entre los ojos del hombre, llevándolo a la muerte sin piedad ni remordimientos.

Sin perder el tiempo, ella guarda el arma en el maletero de su Aston Martin DB4 GT negro, que se encontraba a solo unos pasos. Cierra elegantemente la cajuela, apoyándose en la fina carrocería mientras acaricia la superficie como si acariciara a un purasangre en calma antes de continuar su viaje. Camina hacia la parte delantera del auto, abre la puerta del conductor y se dispone a encender el motor de su caballo de batalla, escapando con la velocidad y la audacia que solo un Aston Martin puede brindar. Deja una estela de humo y goma quemada detrás de ella, desapareciendo en la oscuridad de la noche.

El guardia de seguridad, alertado por el ruido llamativo del deportivo, se acerca en busca de respuestas. Conforme el humo se disipa lentamente, descubre el cuerpo inerte de la víctima, yace en el suelo en un charco de sangre. Inmediatamente, hace sonar la alarma y llama a la policía, desencadenando un frenesí de actividad en el lugar.

Un rato más tarde, el área se encuentra en caos. Cintas amarillas rodean la escena del crimen mientras profesionales del crimen recopilan huellas y toman fotografías en cada rincón, marcando la presencia de las fuerzas del orden. En medio de todo esto, el detective veterano Colins, a punto de retirarse de la policía, se encuentra temporalmente a cargo del caso. Un oficial recién salido de la academia policial informa los detalles macabros:

- Tenemos aquí a una víctima de piel blanca, pelo negro, de aproximadamente 52 años, con un disparo en la cabeza.

La expresión de Colins se frunce con preocupación y desconcierto:

- No puedo creerlo.

El oficial más joven muestra su ignorancia ante la sorpresa de Colins:

- ¿Conocías a la víctima, señor?

Colins, molesto, responde con frustración mientras saca un cigarrillo irregular de una vieja cigarrera:

- ¿Bromeas? Este hombre, el senador Mike Browell, es conocido por toda Chicago. Lárgate de aquí - le ordena al joven, quien rápidamente se levanta para realizar otras tareas.

El detective murmura para sí mismo con incredulidad:

- Increíble.

En ese momento, alguien a sus espaldas menciona en voz alta el nombre del modelo del auto vinculado al caso:

- Aston Martin DB4 GT.

Colins se da vuelta rápidamente, señalando a la persona que pronunció el nombre:

- ¡Andrews Well! ¿Se puede saber qué haces aquí?

El misterioso personaje, con una actitud altiva, le corrige el nombre retadoramente:

- Detective Andrews Well Colin's.

Colins, sorprendido, cuestiona su presencia en el caso:

- Así que ahora eres detective, ¿eh? Pero no explicas por qué estás aquí.

Well, con su voz altanera, responde burlonamente:

-De hecho, estoy a cargo del caso, Colin's. Me puso al tanto Milena, me llamó y me dijo que era importante.

Mientras intenta hacer sentido de este escalofriante asesinato, Colins se ve desafiado por la presencia altiva de alguien familiar. "Andrews Well", se retira las finas gafas de ver de cerca, para enfrentar al hombre que lo ha sorprendido con su aparición. El detective Andrews corrige con arrogancia su nombre y justifica su presencia en el caso, revelando que ha sido asignado por Milena, una figura misteriosa y poderosa en las sombras del departamento de policía.

La intriga se despliega ante los ojos de los detectives, mientras el destino conspira para unir a estos dos personajes en un juego mortal de pistas y secretos. ¿Qué revelaciones ocultas traerá esta investigación? ¿Qué oscuros secretos acompañaban al senador Mike Browell en su trágico final? El camino se vuelve cada vez más peligroso y solo el ingenio de estos detectives podrá desentrañar la verdad.