"Tengo miedo de salir de esta habitación y no volver a sentir en mi vida lo que siento estando contigo"
-Dirty Dancing

💌🍿🧃

—¡No! -La niña exclama triste, sujetando el teléfono con su mano.- Pero yo quería verte hoy, Nini.

Harry sonríe levemente mientras escucha a su hija, continuando con su trabajo de hacer la cena. Aunque al parecer, iba a sobrar ahora que Niall no iba a venir.

—Lo sé pequeña Bee, lo siento mucho, ha sido improvisado.

—¿No hay ninguna manera posible de que puedas venir? Te había hecho un dibujo. -Niall suspira en la otra línea, y aunque no puede verla, sabe que la pequeña castaña se encuentra haciendo un puchero.-

—Pásame a tu padre, por favor.

La cara de la niña se ilumina.

—¡Yay! -Bee exclama felizmente, estirando el teléfono móvil por encima de la encimera para entregárselo a su padre.-

Harry sonríe, tomando el teléfono.

—¿Si? -El rizado pregunta, poniendo el teléfono entre su oreja y su hombro, continuando con la cena.-

—Voy a ir a tu casa.

Harry suelta una pequeña risa.

—Como la mayoría de sábados, Niall

—Pero Louis vendrá conmigo.

Harry escucha las palabras, pero no las siente real. Como si fuera imposible lo que acababa de oír, como si hubiera escuchado mal. Hay un silencio en la línea, que le hace saber que ha escuchado bien, cada letra. Y de repente, todo su cuerpo se detiene, como si de un segundo a otro se hubiera olvidado de cómo funcionar.

Su corazón se acelera, y a pesar de encontrarse en noviembre, una ola de calor invade su cuerpo.

—¿Louis? -Pronunciar su nombre después de tanto tiempo es extraño. Como recordar las palabras de tu canción favorita cuando eras más pequeño, sabiendo la letras porque están grabadas en tu memoria incluso años después.- ¿Nuestro Louis?

—Sí.

Y a pesar de que Harry no pueda verlo, sabe que su mejor amigo se encuentra sonriendo. Y todavía no entiende como han llegado a esto.

¿Louis iba a volver a Londres?

—Niall... -Suspira.-

—Mira es tu casa y no soy nadie para llevar a alguien sin tu consentimiento pero... Han pasado nueve años, Harry. Puede ser una buena oportunidad para arreglar las cosas.

El rizado quiere decir que no hay nada que arreglar, que realmente no pasó nada entre ambos para alejarse de la manera en la que lo hicieron. Pero mentiría, porque pasaron tantas cosas. Tantas cosas que nunca tuvo el valor de admitir. Fue cobarde y fue su culpa, y durante todos estos años había intentado decirse que aquello había sido lo mejor para ambos.

¿Pero ahora como iba a mirar a Louis a la cara después de todo?

De repente, miles de preguntas inundan su mente. Se pregunta cómo se vería ahora, si quizás se había hecho todos aquellos tatuajes que decía que quería hacerse, si tal vez había perdido su bonito acento al marcharse de Londres o si tal vez tenía una familia.

Lo último le hace fruncir el ceño levemente. Haciéndole sentir un tanto inseguro.

Solo había una manera de descubrirlo, a pesar de que se sentía aterrado.

—Esta bien. -Sentencia, bajo la curiosa mirada de su hija.-

—¿Estas seguro? Prometo que será rápido, solo...Es por Bee, realmente quiere verme esta noche.

Harry asiente a pesar de que Niall no podía verlo.

—Lo sé, no puede ser tan horrible.

Miente, porque realmente no sabe que tan complicado puede ser volver a ver a Louis después de tanto tiempo.

—Genial. -Niall dice alegremente.- Estaré allí en una hora, llámame si cambias de opinión ¿Si?

—Está bien. -Harry murmura.-

La llamada termina, y los grandes ojos verdes de la pequeña lo miran expectantes.

—¿Va a venir Nini?

Harry la mira, fingiendo una sonrisa.

—Si amor, Nini vendrá.

—¡Yay! -La pequeña da un pequeño salto para bajarse de la silla en la que se encontraba para seguidamente correr hasta su padre, abrazándolo.- ¡Gracias, papi!

Y Harry no puede hacer más que sonreír, reteniendo todos los sentimientos que de repente se encontraban en él.

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Tiempo después, la cena se encontraba en el horno, y un nervioso Harry se movía de un lado a otro mientras Bee lo miraba desde la encimera, entre varias hojas de papel y lápices de colores.

Había recibido un mensaje de Niall segundos atrás "ya he recogido a Louis del aeropuerto, vamos para allá<3"

Y aquello solo había disparado sus nervios por completo.

—¿Papi, estas bien? -Pregunta, mirándolo confundida.-

Harry se detiene.

—Sí, estoy bien. -Miente, porque no podría explicarle lo realmente nervioso que se encontraba.-

La niña lo mira, no muy convencida. Y entonces el rizado suspira.

—Bueno, quizás debo decirte algo

—¿Nini no va a venir? -Bee pregunta preocupada.-

Harry sonríe con dulzura, acercándose hasta su hija.

—No, no es eso.

—¿Entonces?

El rizado aprieta los labios, poniendo un mechón del cabello de su hija detrás de su oreja.

—Nini va a venir con un amigo, un viejo amigo.

Los ojos de la castaña se iluminan.

—¿Voy a conocer a un viejo amigo de Nini y tuyo?

Harry sonríe levemente, asistiendo.

—Sí.

—¡Tengo que hacerle un dibujo papá! -La niña exclama, tomando una hoja en blanco.- No puedo darle un dibujo a Nini y no darle ninguno a su amigo, eso es de mala educación ¿Verdad, papá?

Bee empieza a tomar colores, preguntando cuáles eran los colores favoritos del amigo de su padre.
Y es así de simple, Harry suelta una pequeña risa y se siente más seguro. Como si todos sus nervios se calmaran.

—Date prisa BeeBee, están a punto de llagar.

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El timbre suena, y el corazón de Harry se acelera. Intenta calmarse, respirar profundo antes de hacer su camino hasta la puerta para afrontar aquello de lo que había huido por tanto tiempo.

Sin embargo, su hija parece adelantarse. Corriendo hasta la puerta principal para abrirla.

—¡Nini!

Harry no puede evitar sonreír al ver a su hija saltar en los brazos de su mejor amigo.

—Hola pequeña.

Bee se encuentra en los brazos de Niall, con su barbilla apoyada en el hombro del mayor, con una inmensa sonrisa en sus labios. Y entonces, su mirada se dirige al castaño de ojos azules quien se encuentra parado a un lado de la entrada. Este casi parece tímido, como si no supiera que hacer consigo mismo.

Hasta que ella le sonríe.

—Hola -Bee dice, sonriendo amablemente.-

El ojiazul casi parece sorprendido, pero sonríe levemente, todavía pareciendo nervioso.

—Hola.

—Soy Bee ¿Y tu?

Y entonces, una inmensa sonrisa se dibuja en el rostro del castaño.

—Encantado de conocerte Bee, soy Louis.

Y el corazón de Harry parece detenerse por lo que se siente como una eternidad. Y cuando sus ojos se encuentran, el resto del mundo parece detenerse.