Capitulo 1
Narrador omnisciente
La habitación blanca no era más que eso, el vidrio que parecía un espejo pero que si te concentrabas bien podrías notar a las personas del otro lado, la mesa en el medio de la sala, dos sillas y una cámara de seguridad.
Miraba un punto fijo, ya no sabía que pensar, todo había sucedido de forma rápida y se le había ido de las manos.
No había notado en que momento había comenzado a cambiar. No es que no me hubiera dado cuenta, mejor dicho no deseaba creerlo.
No era una excusa o eso supongo, pero era completamente cierto.
Deseaba volver, ir a la escuela, despertarme por la alarma, cambiarme y salir hacia los pasillos. Caminar al sitio justo donde la sala se amplía y encontrarla, alli mirando el cuadro que se alzaba en la pared.
Que se girará al sentir mi precensia y que sonriera como todos los días. No resultó de aquella manera.
Al principio, tal vez no se notaba mucho pero con el tiempo uno se daba cuenta de las cosas. Pero tenía que morir.
El fin justifica los medios.
Sólo puedo decir que el cielo había caído sobre la tierra y el sonido era algo increíble. Era como si los dioses disfrutarán lo que había pasado.
El adolescente miraba al detective delante suyoo, no le diría nada más, revelar las cosas podrían llevarlo a su contra, aún sabiendo que ellos lo querían encontrar culpable por su muerte.
Al cabo de unos minutos se fue. Miro sus manos arriba de la mesa. No le interesaba que llegará a pasarle, contaría la verdad si era necesario o mentiría.
Lo importante ahora, necesitaba saber que ella estaba bien, Tn, a eso había ido aquella noche.
¿La estarían buscando? Seguramente su padre ya había hecho la declaración y buscaban cualquier indicio, por lo menos encotrar su cuerpo.
Al cabo de varios minutos de silencio, la puerta de la sala de interrogatorios fue abierta, el sonido de los tacones golpeando el suelo mientras se acercaba se hizo presente.
Pasó con una carpeta por un lado de la mesa.
- Hola Alex- saludo, el chico la miró sin decir nada- Soy Sally Mowe y soy psicóloga forense- explicó, se sentó en la silla frente suyo- me pidieron que hablara contigo para averiguar lo que pasó.
La sala quedó en un leve silencio, ambos se mirában como analizando al otro. Era alta y rubia, tal vez unos treinta años.
- ¿Te gustaría que alguien más este presente mientras hablamos?- pregunto.
- ¿Usted lo prefiere?- le pregunto ladeando la cabeza a un costado. Lo miró por unos segundos y mostró un pequeño aparato.
- ¿Te importa si grabo?- no respondio y ella sólo colocó el objeto en la mesa- háblame de tu amigo Nigel.
- No era mi amigo- dijo de forma cortante.
- ¿A qué te referías que "El fin justifica los medios"?- pregunto.
- ¿También cree que fui yo?- no me resultaba raro. Era el principal sospechoso en todo esto, si estuviera en su lugar también se hubiera investigado.
- Quiero escuchar tu versión Alex.
- En el siglo XIII había unos hombres conocidos como cátaros, insistían en que Dios sólo se podía experimentar en primera persona y desterraron a los curas y a los obispos, eso bajo el poder del Vaticano y dio lugar a que el Papa perdiera los preciados ingresos de la zona- comenzo explicando.
- ¿Te gusta la historia?- pregunto cuando habían quedado un momento en silencio.
- En 1209 un ejército del Vaticano atacó a los pueblos cátaros y asesinaron a todos los hombres, mujeres y niños del lugar- siguió contando- cuando el oficial le pregunto al Papa el como distinguir entre los herejes y creyentes, ¿sabes que le dijo?- pasuso un poco y al no escuchar respuesta siguió- matalos a todos, Dios sabrá distinguir entre los suyos.
-¿Por qué me cuentas esto?- pregunto ahora la mujer mirando al adolescente más concentrada.
- ¿Es usted creyente señora Mowe?
- ¿Es eso importante para ti?- pregunto.
- ¿Quiere saber en lo que creo yo?- pregunto Alex.
- Sería un buen comienzo- entrelazo las manos arriba de la pequeña mesita sin apartar sus ojos.
- Gestalt
- ¿Gestalt?- pregunto algo impresionada.
- Se trata de un todo organizado en el que las partes individuales afectan a las demás, pero el todo es más importante que la suma de sus partes.
- Conozco la psicología de primero de carrera- dijo la mujer- ¿planeado impresionarme?
- No me refiero a que es- miró a la mujer haciendo una pausa- sino como se use.
- ¿Que quieres decir?- pregunto.
- Usted es la psicóloga- contesto algo de burla, se lamio los labios un poco por la sequedad y apartó la mirada viendo un costado- Nigel ha muerto y me acusan del asesinato, ya no importa lo que crea, ¿verdad?
El silencio se hizo presente, ninguno de los dos hablaba, sólo podían observarse el uno al otro tratando de entrar en sus mentes y encontrar lo que querían.
- No eres bueno en las primeras conversaciones, ¿verdad Alex?- pregunto anotando unas cosas en la planilla.
El contrario miró un punto fijo de la pared. Luego volvió la vista a la mujer.
- Ella decía lo mismo- respondió. La mujer lo miro unos segundos, sabía a que se refería.
- La estamos buscando, si eso te tranquiliza más- respondió.
- Lo se...
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