24 de Noviembre de 1981

Adele Williams

Había pasado ya varios días desde la desgracia y Remus se había mudado con nosotras por petición mía, supongo que me hacía bien tenerlo a mi lado a él también y los niños lo adoraban.

Seguía asimilando todo, aún no me creía que ya no vería a James nunca más, aún no me hacía a la idea de que Harry ya no tendría a sus padres a su lado, pero intentaba de todas las maneras hacerlo sentir bien y que se sintiera como en casa. Aunque tenía que agradecer a Marie porque gracias a su ayuda eso estaba funcionando demasiado bien.

 Harry y Marie cada día que pasaba se volvían más inseparables, siempre estaban juntos, incluso Harry le pedía a ella que durmiera con él. Era algo lindo verlos dormir abrazados todas las noches.

Marie estaba encantada con Harry siempre lo andaba protegiendo de todo y siempre jugaba con él a cualquier cosa que se les ocurriera. Amaba verlos jugar o que hicieran cualquier otro tipo de cosa. Estos días habían pasado demasiado rápido y no quería que eso pasara. Quería que ellos siempre fueran unos bebés, pero sabía perfectamente que eso no iba a ocurrir, pero al menos tenía la certeza de que siempre serían muy unidos ellos dos.

Ahora mismo nos encontrábamos todos en casa, concretamente en la Sala viendo como los niños jugaban mientras Freya y yo hablábamos de cualquier cosa en lo que llegaba Remus.

—Amo demasiado a esos niños —dijo Freya con una sonrisa mientras los veíamos.

—Ya somos dos, es algo lindo verlos tan felices —hablé esta vez yo con una sonrisa, ellos dos siempre sabían como hacerme sonreír sin necesidad de palabras.

—¿Sabes una cosa? Nunca pensé que tendrías hijos mi querida Addie —la mire—. Es verdad, o sea no me malinterpretes, pero creí que no tendrías hijos y mira por donde tienes dos, aunque Harry no lo sea biológicamente, te estás haciendo cargo como si lo fuera. Eso es demasiado lindo de tu parte —me miro con una sonrisa mientras me abrazaba por los hombros—. Estoy muy orgullosa de ti Addie.

—Yo también estoy muy orgullosa de ti Freya, gracias por quedarte conmigo y no dejarme nunca.

—Eso siempre, aun cuando quieras hacer una gran estupidez yo estaré ahí para apoyarte. Pase lo que pase siempre estaré ahí para ti, en las buenas y en las malas.

—Parece que nos estemos casando —le dije divertida.

—Mala idea no es —me respondió de la misma manera y las dos soltamos una gran carcajada.

—¡Freya! —le solté riendo a lo que ella también comenzó a reírse de nuevo.

De repente la puerta se abrió dando paso a Remus que venía con unas bolsas de la compra. Los niños al verlo corrieron hacia él con una gran sonrisa.

—¡Moony! —gritaron los dos y Remus con una gran sonrisa dejo las bolsas con cuidado y tomo en brazos a los dos. Marie y Harry seguían con una sonrisa en su rostro mientras lo abrazaban.

—Remus, te ves bien con niños —Remus se sonrojó un poco por el comentario de Freya a lo que yo sonreí enternecida. Era lindo ver a Remus tan feliz con niños, se notaba que tanto Marie como Harry lo amaban demasiado.

—Creo que si —contesto él abrazándolos con la misma sonrisa que cuando los vio correr hacia él.

—Estoy segura de que serás un gran padre —dijo Freya, yo también estaba muy de acuerdo en eso. Estaba demasiado segura de que Remus sería un gran padre, aunque él dijera que no.

Remus era una maravillosa persona que se merecía lo mejor del mundo, siempre estuvo ahí animándonos o para darnos chocolate cada vez que nos sentíamos desilusionados. Era increíble y si condición no significaba nada porque él demostró que no todos los hombres lobos eran iguales. Él nos demostró lealtad a todos nosotros y estaba muy orgullosa de él por haber salido adelante aunque no tuviera fuerzas.

Sonreí mientras me levantaba y Freya me miro un poco confundida.

—¿A dónde vas? 

—Quiero ir a un sitio un momento, te prometo que volveré antes del anochecer —ella asintió con una pequeña sonrisa mientras yo me acercaba a Remus para darles a cada uno un beso en la mejilla—. Os amo.

—También te amamos mami —dijo Marie con una sonrisa y salí de casa con rumbo a un destino que haría que me rompiera aún más.

Me aparecí en Godric's Hollow y caminé un poco más hasta llegar a mi destino. La casa estaba destruida y la puerta estaba partida en dos, de pronto se me pusieron los pelos de punta, era horrible ver como el hogar que crearon James y Lily para Harry había sido destruido.

Me acerqué a la entrada y entre dentro viendo cosas tiradas por el suelo, me dolía ver este sitio. Subí las escaleras y fui a la habitación de Harry, estaba igual que abajo, todo estaba destrozado, pero estuve buscando algunas cosas de él que tal vez se podrían salvar. Agarre algunas cosas y las puse en mi bolso para ir a la habitación de James y Lily que estaba medianamente intacta.

Fui al lado de James y encontré la primera Snitch que atrapo en su primer partido, sonreí con lágrimas en los ojos viéndola. Aun recuerdo perfectamente el día, él estaba tan emocionado por haberla atrapado, mientras que Remus, Peter y yo vitoreábamos y aplaudíamos felices porque el equipo había ganado.

Lo extrañaba demasiado y cada día que pasaba notaba aún más su ausencia, seguía asimilando todo poco a poco, pero tenía mucho miedo de que con el tiempo olvidara como había sido estar a su lado. Encontré su jersey de Quidditch y seguía oliendo a él, ese olor que me había salido en la poción en sexto año, sabiendo que él siempre sería el primero y el único que tendría mi corazón.

Mire entre las cosas y encontré en su armario una caja medianamente grande, sabía que lo estaba haciendo estaba mal, pero tuve demasiado interés en saber lo que contenía la caja.

Al abrirla numerosos recuerdos invadieron mi mente, había notas, fotos nuestras, algunas cosas que él había guardado de alguna de nuestras citas y también se encontraba una rosa que él me había obsequiado. La había olvidado por completo, lo bonito es que seguía teniendo vida, seguía teniendo ese rojo hermoso sin ninguna imperfección.

Cuando la última rosa se marchite, es entonces cuando dejaré de amarte Adele Marie Williams.

Aun recuerdo ese día, él había venido a mi clase, ya que era una que no compartía con él y se quedó esperándome con doce rosas rojas hermosas. En ese momento había muerto de ternura al verlo con su uniforme, con su pelo desordenado y con una sonrisa logrando que se marcara sus hoyuelos. Me espero con ellas y cuando ya estuvimos fuera de mi clase él me lo dijo para después besarme delante de todo el mundo. Ahí es donde recordé que una de las rosas era esta, él la había conservado como si fuera un tesoro demasiado valioso haciendo que empezara a llorar. Mire las notas, las cartas y las fotos mientras lloraba recordándolo, agarre una foto que él me había hecho en el lago mientras leía y mire detrás de ella para ver algo escrito.

"Quiero que vivas el mundo como si se fuera acabar mañana, vive la vida que siempre has querido vivir y no te arrepientas de nada. Ama como si nunca los corazones se rompieran Adele, un tonto miope enamorado te ama con todo su corazón".

Sonreí inconscientemente, lo amaba demasiado, a pesar de todo lo amaba aunque me hubiera roto el corazón en mil pedazos. Agarre otra foto, en ella se nos veía a los dos abrazados en la Sala Común, James abrazándome mientras yo estaba leyendo con una sonrisa. Recuerdo que ese día los dos nos encontrábamos ahí y yo le estaba leyendo porque me lo había pedido él, también recuerdo que la foto nos la había hecho Sirius, mire detrás de ella y también tenía algo escrito.

"Amo verte tan feliz cuando hablas de lo que te gusta, es un sentimiento inexplicable, como se te iluminan tus hermosos ojos, como se te marcan tus hermosos hoyuelos cuando sonríes. Haría lo que fuera parta verte sonreí siempre mi dulce Addie".

Deje la foto y agarre una nota.

"Te vi con alguien y juro que desee ser yo, pero te veía feliz. ¿De verdad lo estabas? Siendo sinceros me lo merezco, digo yo fui el que nos rompió. Mereces algo mejor que yo Addie, lo siento por ser una horrible persona, te prometí que nunca te haría daño y fue lo que hice".

"Tal vez Lily pueda ayudarme a olvidarte, pero amarla tanto como te ame a ti será imposible. Tú siempre serás lo más importante que tengo, siempre te amaré más a ti, no importa lo que nos depare el destino, yo siempre te amaré Adele Marie Williams".

"Me arrepiento de tanto Adele, tuve que haberte dicho que te quedaras, debí haberte dicho cuanto te amaba y ahora no hay vuelta atrás porque sé perfectamente que nunca me perdonaras".

"Lo siento Addie por lo que hice, no debí irme de esa forma ni haberte dejado la nota. Debí haberme quedado y hablarlo contigo. Lo siento muchísimo".

Deje la cuarta nota que había agarrado y la deje en la caja, no podía seguir leyendo al menos no por ahora cuando las lágrimas me nublaban la vista y el pecho me dolía.

Guarde bien la caja y la metí en mi bolso gracias a Merlín que se me había ocurrido colocar un encantamiento de extensión indetectable. Seguí buscando cosas de Harry y había agarrado algunas cosas de James. Cuando ya lo tuve todo salí de ahí rápidamente, odiaba demasiado estar en el sitio donde James había muerto, no quería ni imaginármelo.

Entrar en esa casa y recordar todo me había hecho demasiado mal, sabía que James siempre estaría en mi corazón al igual que todos nuestros recuerdos.

Sería muy difícil dejar ir a James Potter.

NOTA DE LA AUTORA

Aquí tenéis un nuevo capítulo, ¿os esperabais eso? ¿Tenéis alguna teoría?

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