31 de Octubre de 1981

James Potter

Ver a Harry feliz jugando con Adele, era la cosa más hermosa que podían presenciar mis ojos, ver como Harry soltaba una que otra carcajada gracias a ella, era algo inexplicable.

Estos meses habían sido demasiado duros para todos, pero me alegraba saber que Harry era feliz, solo era un niño. Era un niño que no se merecía todo esto y aun así debía cargar con demasiadas cosas bajos sus hombros.

Cuando Dumbledore nos dijo de la Profecía todo mi mundo se cayó encima, sentí que todo me estaba pasando factura. Me había roto, me había derrumbado y supongo que me di cuenta de lo mal que estaba en ese momento.

Ni habíamos salido bien de Hogwarts y ya nos estaba esperando una guerra y aunque hubo momentos bonitos, no todo era de color de rosa. Tal vez me había casado con Lily, ¿pero eso era lo que quería realmente? Desde que empezamos tuvimos discusiones que creí que eran normales en las parejas, no les preste atención. Nos casamos y esas discusiones que creía que no eran para tanto si lo eran, ¿por qué nos pasaba eso? ¿Es que no era lo suficiente para ella? ¿Es que había hecho algo mal? Siempre me preguntaba lo mismo antes de dormir, si es que podía hacerlo con suerte.

Adele fue la única mujer que pudo entender de verdad, la única que sabía como estaba realmente, ella siempre estuvo ahí para mí y yo le había roto el corazón, la había hecho llorar cuando me jure a mi mismo que nunca lo haría.

Aun recuerdo ese día, ese día no solo a ella le dolió, recuerdo haber vuelto a mi habitación y abrazar a Sirius fuerte. 

—¿Por qué lo hiciste? —susurro él.

—Porque ella merece algo mejor que yo Sirius, ella es demasiado buena para que esté con un imbécil como yo —susurre con lágrimas en los ojos.

—Tú la amas y ella te ama a ti James. ¿Por qué crees que no eres suficiente para ella? Eres buena persona James, además Addie te ama tal y como eres. Con tus defectos y tus virtudes, así que sigo sin entenderlo, pero si tú consideras que eso es lo correcto pues bien.

—Solo no me dejes Canuto —él me abrazo más fuerte.

—Jamás Cornamenta.

A veces me ponía a pensar en como hubiera sido la vida si hubiera elegido a Adele, tal vez hubiera sido mejor, aun cuando hubiera una guerra encima la habría tenido a ella. Tal vez una guerra no hubiera sido mala si la tenía a ella con esa sonrisa de la que me había enamorado hace tiempo.

Pero, ¿en serio habría sido capaz de darle esta horrible vida? Si la hubiera tenido a mi lado, Harry hubiera sido nuestro, ¿en serio le iba a dar ese disgusto de saber que su hijo era portador de una Profecía que lo ligaba a Voldemort? Bastante me sentía mal al saber que Lily debía vivir con eso. 

Yo solo quería que fuera feliz, siempre había querido eso, pero no podía sin ella y me di cuenta bastante tarde.

Seguí viendo a Harry y a ella con una sonrisa, era demasiado lindo verlos de esta manera. Si las cosas hubieran sido diferentes, ella y yo estaríamos juntos, junto a Harry y tal vez con una niña.

—Papá —miré a Harry con una sonrisa, él había sido lo mejor que me había pasado en la vida al igual que Adele.

—¿Quieres que juegue yo también? —le pregunte y él asintió con una gran sonrisa. Me levanté de sofá y me senté en el suelo al lado de ella y enfrente se encontraba Harry con esa hermosa sonrisa que tenía jugando con sus juguetes.

No sabía cuando tiempo había pasado, pero sabía que ya era un poco tarde. Sabía perfectamente que Sirius y ella debían irse ya, pero no quería, no quería que ella se fuera. No cuando me había hecho sentir por un momento una felicidad máxima. Además, sentía una extraña sensación, no era buena y sentía que está sería la última vez que la viera. Por eso mismo quería seguir con ella y con Harry, disfrutando del momento.

—Addie debemos irnos —los dos miramos a Sirius y la escuché suspirar mientras asentía.

—¿Addie? —ella miró a Harry con una pequeña sonrisa.

—Harry, ¿te parece bien que Addie venga mañana y seguimos jugando? —le pregunte con una pequeña sonrisa mientras lo tomaba en brazos colocándome al lado de ella. Harry asintió con una sonrisa abrazandome apoyando su cabeza en mi hombro y cerrando un poco los ojos. Verlo de esa forma hacía que mi corazón se derritiera, lo amaba demasiado, al igual que amaba a Addie.

—Nosotros nos vamos —Sirius me abrazo con cuidado—. Te quiero Cornamenta y a ti también pequeño Cornamenta.

—Nosotros también te queremos Canuto —Sirius sonrió y fue el turno de Addie, al verla pude ver lo estúpido que había sido el dejarla, por Merlín la amaba demasiado y haría cualquier cosa para verla feliz. Eso era algo que tenía bastante claro, siempre la recordaría como la primera chica que me había robado el corazón desde segundo año. Sus ojos siempre serían mi color favorito, sin duda alguna todo de ella era perfecto aunque ella dijera que no.

—Cuídate mucho James —solté una pequeña risa, en mucho peligro no estaría si estaba metido todo el santo día en casa, no era justo que ellos se arriesgaran tanto y que yo estuviera escondido con los brazos cruzados rezando para que ninguno estuviera muerto.

—Mucho no puedo salir Addie —me abrazo muy fuerte, ella asintió. No sé por qué sentía que esto era más una despedida, pero si así era quería verla una vez más—, pero te prometo que lo haré, además mañana nos veremos —asintió.

—Te quiero mucho Jamie — susurro.

—Yo te amo demasiado Addie —le susurre yo, no estaba mintiendo, la amaba demasiado y siempre sería así, ella siempre por mucho que intente olvidarla con otras personas, ella siempre sería la dueña de mi corazón.

—Vamos Addie —Sirius hablo haciendo que los dos nos separamos con lágrimas en los ojos, la mire una última vez recordándola como la persona más hermosa del mundo. Ellos caminaron hacia la puerta conmigo detrás. Ella me miro una última vez y los dos salieron de casa. Sabía que Sirius ya había puesto el encantamiento, así que volví con un Harry dormido a la Sala para encontrarme a Lily recogiendo los juguetes.

—¿La amas? —miré confundido a Lily— Solo respóndeme.

—La amo —susurré, ella asintió y se acercó para tomar en brazos a Harry.

—Voy a llevar a Harry a su habitación —asentí.

—Yo recogeré todo de la Sala —le contesté mientras ella asentía y subía las escaleras.

Empece a recoger todo con tranquilidad hasta que de pronto se escuchó fuera una explosión, alarmado me acerque a la ventana y lo vi. Vi a Voldemort acercarse a nuestra casa, rápidamente empece a subir las escaleras para avisar a Lily, pero ella asustada ya se encontraba a mitad de ellas.

—James... —ella se encontraba con Harry en brazos.

—¡Lily, toma a Harry y vete! ¡Es él! —ella asustada con lágrimas en los ojos me miro.

—James ven con nosotros —susurro ella llorando, yo negué. No podíamos seguir de esta manera, así que si esta era la única forma de salvarlos, lo haría sin pensarlo.

—¡Vete! ¡Corre! Yo lo detendré —ella me miro una última vez mientras yo bajaba corriendo las escaleras, busque mi varita y no la tenía encima, sabía que moriría, pero estaba seguro de que Harry y Lily estarían a salvo.

Lo vi subiendo poco a poco las escaleras, él al verme inmediatamente me apunto con la varita.

—No dejaré que les hagas daño —le dije, pero él soltó una risa malvada.

—Igualmente os mataré a todos... —lo vi una última vez mientras él con la varita apuntándome— ¡AVADA KEDAVRA! 

No dolió, era una sensación rara porque creí que morir iba a doler, pero no fue así, solo esperaba que Lily ya se hubiera ido con Harry. Al menos pude decirle a la mujer más importante de mi vida que la amaba, eso siempre sería así.

No sé cuanto tiempo paso ni lo que había pasado, pero me desperté adolorido. Mire todo y estaba en casa justamente en las escaleras, solté un pequeño quejido.

—Joder Cornamenta, pensé que te había perdido —vi a Sirius y lo mire demasiado confundido, yo había muerto y ahora me encontraba delante de Sirius, ¿cómo podía ser eso posible?

—Un momento Sirius, ¿cómo es que estoy vivo? 

—No tengo ni la mayor idea del porqué, lo importante es que estáis bien —de pronto se vino Harry a la cabeza.

—¿Y Harry? 

—Dumbledore se lo llevo, Lily está abajo. Tenemos problemas James, bueno yo tengo problemas —no me gustaba para nada ese tono.

—¿Qué paso? —estaba demasiado confundido.

—Peter es el traidor, él os traiciono y digamos que estoy en demasiados líos en estos momentos y debo escapar.

—No voy a dejarte solo —Sirius me ayudo a levantarme.

—James...

—No —Lily apareció en nuestro campo de visión.

—Dumbledore dijo que debíamos escondernos James —susurro viendo el suelo.

—Iremos con Sirius y si hace falta los tres nos esconderemos pero, ¿y Harry? —ella me miro un momento.

—Dumbledore me dijo que se lo llevarían a mi hermana —le mire sorprendido.

—¿A tu hermana? ¿Te recuerdo que no le toleramos? ¿En serio crees que Harry sería feliz con ellos? 

—Ella lo cuidará —volteé los ojos.

—Si claro —mire a Sirius.

—Debemos irnos —asentí.

Desde hoy las cosas darían un giro enorme en mi vida, pero al menos estaba vivo, tal vez con el tiempo pudiera ver a Harry y a Adele. Solo esperaba que me perdonaran por mis decisiones, no era algo que yo quisiera hacer, pero era lo que había que hacer.

Los amaba demasiado y por ellos haría lo que fuera.

NOTA DE LA AUTORA

Aquí tenéis un nuevo capítulo, ¿os esperabais eso? ¿Tenéis alguna teoría?

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