1 de septiembre de 1991

Hoy era el gran día tanto Harry como Neville y Ron irían a Hogwarts para cursar su primer año, estaban demasiado ansiosos porque llegará el día y por fin había llegado.

Llevaba varias semanas negando el hecho de que deberían irse, para crear nuevos momentos juntos y disfrutar al igual que yo lo hice con mis amigos y con su padre. Por un lado, estaba demasiado feliz por ellos y sabía que vendrían para Navidad y para verano. Así que con eso estaba todo bien, estaba ansiosa por saber que les deparaba sus futuros años en Hogwarts. 

¿Los echaría a todos de menos? Obviamente, pero al igual que el año pasado fue Marie, este año les tocaba a mis pequeños, así que digamos que había madrugado para preparar y verificar que no les faltara nada, ya que no quería que les faltara algo porque no sabía cuando podría traérselos.

Estaba muy orgullosa de todos ellos, y esperaba que al menos Harry, Neville y Ron no se metieran en tantos problemas como solía meterse Marie con los gemelos, aunque pensándolo bien, Harry era un Potter y era raro que un Potter no se metiera en algún problema. Pero no podía hacer nada, ya que era algo de su niñez y era normal en ellos. Esperaba que no le causaran muchos problemas a Minnie, pobre mujer que debía convivir de nuevo con los Merodeadores, pero esta vez con los hijos de los Merodeadores, y si James, Sirius, Remus y Peter fueron unos torbellinos y unos bromistas, los niños eran el doble. Presentía que la pobre pronto se jubilaría, aunque era lo mas normal, ya que no sé si yo hubiera podido con ellos, pero también estaba convencida de que amaba eso de ellos.

Las cosas iban bastante bien a decir verdad, Lily seguía en Azkaban, Freya y Sirius estaban planeando su boda, Ivy y Remus lo estaban intentando aunque iban poco a poco sin presiones y bueno James y yo, supongo que era algo raro.

James y yo éramos algo raro sin nombre, solía robarme algún que otro beso y bueno siempre que podía me besaba y me dejaba notas con una rosa. Era algo demasiado lindo viniendo de él, siempre me ayudaba en todo y era un increíble padre para los niños, por fin podía admitir que se veía feliz. Solía sonreír a menudo, incluso la doctora había dicho que James había cambiado de una manera positiva, aunque es obvio que debía seguir James con las pastillas y yendo a terapia. 

—Hola amor de mi vida —seguí preparando el desayuno mientras le daba la espalda y volteaba los ojos divertida. James solía decírmelo siempre que podía y bueno al menos no ahora, no admitiría que me gustaba que me dijera eso.

—Hola idiota de mi vida —él soltó una pequeña risa mientras me abrazaba por detrás.

—Amas a este idiota —solté una pequeña sonrisa—, me dueles Addie.

—A mí me duelen muchas cosas —le dije divertida.

—¿A si? —asentí dejando lo que estaba haciendo para verlo. Tenía una gran sonrisa al igual que yo y no llevaba sus gafas— Pues este idiota te hará cosquillas —James comenzó a hacerme cosquillas.

—¡James basta! —le dije riendo mientras intentaba soltarme de su agarre.

—¿Me amas? —iba a responder cuando Harry apareció corriendo sin las gafas, ¿qué tenían ellos con las gafas? 

—¡Mamá! ¡Yo te salvaré! —Harry se acerco riendo y abrazo a James intentando quitarlo de mi lado.

—Pero si Harry también quiere cosquillas —James se acerco a él y le empezó a hacer cosquillas.

—¡Marie ayuda! —grito Harry riendo mientras intentaba escapar sin resultado. 

—¡Voy Harry! —Marie bajo corriendo riendo acercándose a nosotros y haciéndole cosquillas a James logrando que él soltara a Harry entre risas. Harry me abrazo riendo al igual que Marie que había corrido hacia mí.

—Habéis conspirado contra mí —hablo James divertido a lo que los niños negaron rápidamente sonriendo.

—Tiempo —todos me miraron— ¿Por qué Harry y tú no lleváis gafas? —Harry corrió al lado de James y los dos me miraron con una sonrisa inocente.

—Amor, ninguno de los dos lo sabemos. Tenemos la sospecha de que nos las han robado —Harry asintió y yo los mire enarcando una ceja divertida—. Es en serio.

—Ya claro —solté una pequeña risa y me acerqué a un pequeño mueble donde tenía guardadas un par para cada uno. Las agarre y sé las mostré logrando que ellos soltaran un suspiro—. Los tres sabemos que eso es mentira... Ahora, u os ponéis estas o vais a buscar las vuestras —los dos se acercaron a mí y agarraron sus gafas y se las pusieron.

—¿Feliz? —asentí con una sonrisa mientras le daba un beso a cada uno.

Poco después bajaron los demás y todos nos sentamos a desayunar, ya que más tarde deberíamos irnos ya hacia la Estación. Todo el desayuno estuvimos riendo por las ocurrencias de Sirius, yo estaba callada viéndolos con una sonrisa. No podía creer que ellos fueran mi familia, era algo tan hermoso que tenía miedo de que en cualquier momento desaparecieran.

Ya hace un año desde que James y Sirius volvieron a nuestras vidas y siendo sincera era algo demasiado bueno que estuvieran con nosotros ahora. Estaba segura de que sin ellos esto no sería lo mismo y no era la única que pensaba de esta manera. 

Después de desayunar empezamos a meter con cuidado todas las cosas de los niños en los coches, tanto Remus como yo estuvimos asegurándonos de que no les faltara nada a los niños. Así que después de ver que todo estaba bien, James, Harry, Marie y yo subimos a un coche, mientras Sirius, Freya, Remus y Neville subían a otro, obviamente fue Sirius quien quiso llevarse a Neville con ellos.

En todo el camino estuvimos escuchando la radio, mientras cantábamos todos al igual que nos reíamos porque éramos unos pésimos cantantes. Al llegar James bajo todo al igual que lo hizo Sirius y caminamos todos juntos hasta el andén 9¾. Cuando llegamos ya estaban los Weasley, Ivy y Claire esperándonos, así que poco a poco todos fueron cruzando la pared. Marie ya había cruzado con los gemelos, así que solo quedábamos James, Harry y yo.

Harry miro preocupado la pared y James lo miro con una sonrisa.

—¿Listo Campeón? —Harry lo miro.

—¿Estaréis conmigo? —sonreí viéndolos.

—Siempre — hablé yo y Harry me miro asintiendo con una pequeña sonrisa. Así que James y yo nos pusimos a cada lado de Harry y juntos corrimos para atravesar la pared.

Fuimos con los demás y James fue con Harry a dejar sus cosas en el tren en lo que los demás nos despedíamos, ya que se nos había hecho un poco tarde.

Minutos después aparecieron y James empezó a despedirse de todos en los que yo me despedía de Harry.

—No te metas en muchos líos y disfruta, ¿vale? —él asintió— Cualquier cosa escríbeme cielo y mamá irá —lo abracé fuerte—. Mamá te ama muchísimo y estoy muy orgullosa de ti.

—Yo también te amo mamá —nos separamos y James se acerco para abrazarlo.

—Recuerda que si necesitas la capa o el Mapa solo pídeselo a Marie y ella te lo dará, cuídate mucho y haz locuras que papá te defiende por si a tu madre le da algo —Harry asintió con una pequeña sonrisa mientras yo volteaba los ojos divertida.

Los se separaron y Harry, Ron y Neville corrieron para entrar al tren. Minutos después los vimos en un compartimiento sonriendo, mire a James que estaba viendo a Sirius y a Remus al igual que ellos a él.

—Fueron a nuestro compartimento —dijo Sirius y James asintió.

—¿Cómo podéis saber eso? —les pregunte confundida.

—Solía confía en nosotros —hablo esta vez Remus y yo simplemente asentí despidiéndome con una gran sonrisa de los niños, ya que también había visto en un compartimento a Marie y a los gemelos.

El tren se puso en marcha y poco a poco empezó a alejarse, llevándose a mis niños para que crearan todas las aventuras posibles, ojalá fuera un año normal sin ninguna preocupación.

—Volverán Addie —James me abrazo por los hombros y yo asentí.

Que raro sería sin los niños en casa.

NOTA DE LA AUTORA

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