27. El juicio
20 de enero de 1991
Habían pasado ya varios días desde que nos había llegado la carta para asistir al juicio por la custodia de Harry. James estaba demasiado molesto con Lily por haber hecho lo que hizo, yo supe que demasiada felicidad en mi vida me traería una desgracia pronto.
No le dijimos nada a Harry para no asustarlo o ponerlo mal, pero supongo que James y yo deberíamos hablar con él, porque si mal no recuerdo Claire vendría a buscarlo para entretenerlo en lo que Remus, Sirius, Freya, James y yo íbamos al juzgado.
Estaba demasiado aterrada y aunque intentara estar lo más tranquila posible, era demasiado imposible, porque hoy podrían quitarme a Harry y era algo que no quería.
Bueno James acepto ir a terapia y aunque le estaba costando, también cabía destacar que lo estaba intentando y no lo hacía nada mal. Los primeros días para él fueron difíciles, pero no le deje solo en ningún momento. Iba con él a sus terapias y me quedaba esperándolo en lo que estaba en su sesión, como le prometí. Según su psicóloga, los primeros días fueron difíciles porque no solía decirle mucho tal como me había dicho James. Pero con el paso de los días, él empezó poco a poco a abrirse y le contaba lo mismo que me contaba a mí.
La psicóloga le había diagnosticado con depresión tal y como él había dicho, era bastante serio el asunto. A James le recetaron unas pastillas, así que yo se las daba a James, porque según nos había contado Sirius, James se había intentado quitar la vida y por eso Sirius no lo dejaba ni un momento solo, Canuto no quiso decirnos como fue porque solo recordarlo se le formaba un nudo en la garganta. Por eso mismo se lo había dicho solo a la psicóloga y fue difícil hacerlo sin llorar. Las pastillas que le había recetado a James tenían como objetivo aliviar los síntomas que podría tener.
La doctora Stewart nos había dicho que sería un camino largo, pero podíamos conseguir que James tuviera una vida medianamente normal. Lisa, que así se llamaba la doctora nos había dicho que sería duro, pero con tiempo y dedicación de James, podría lograr recuperarse. Pero era evidente que tendría recaídas por eso ella nos dijo que no lo presionemos, simplemente debemos mostrarle a James que no estaba solo y no presionarlo porque según dijo ella eso era peor. Cuando él nos quisiera decir, lo haría, ahora simplemente había que apoyarlo pasara lo que pasara. Estoy segura de que lo de la carta sobre la custodia también le había afectado demasiado, aunque también se culpo por no haber estado pendiente de los movimientos de Lily. A él también le extraño que en todos estos meses ella no apareciera y justo lo hiciera ahora lo dejo mal.
James estaba avanzando, pero aún tenía un camino largo por recorrer. Era obvio que ninguno lo dejaría solo en esto y tanto los chicos como yo lo estuvimos apoyando.
Cuando lo vi de esa manera mi corazón se rompió en mil pedazos porque en ese momento no pude imaginarme por el dolor que estaba pasando. James era una persona demasiado fuerte, algo que todos admirábamos de él.
No estaba muy segura de que fuera bueno llevar a James, sabía que en parte también tenía algo que ver, pero no sabía si sería buena idea llevarlo en toda esa presión.
James desde esa vez solía dormir conmigo porque tenía miedo a estar solo y aunque pudo ir a dormir con Harry prefirió no despertarlo cada vez que él lo hacía.
Hoy era el día del juicio y sinceramente estaba demasiado asustada, lo que logro que durmiera poco. Me giré un poco con cuidado de no despertar a James y vi el reloj que marcaba las seis de la mañana, demasiado pronto.
James logro encontrar un buen abogado y esperaba que así lo fuera porque como era Lily sabía que tenía un plan demasiado desarrollado en marcha.
Me levante con cuidado, agarre mi ropa que iba a usar y fui al baño, obviamente lo silencie para que el ruido no despertara a James. Me duche con calma y al acabar me seque y con magia me seque el pelo. No tenía ganas de secármelo manualmente, no ahora cuando mi cabeza no dejaba de pensar en lo que pasaría una vez ahí.
Al salir James se encontraba sentado en la cama, levanto su mirada para verme.
—Buenos días —se levanto para darme un beso en la mejilla.
—Buenos días —susurré con una pequeña sonrisa.
—Addie relájate, te prometo que todo irá bien —asentí.
—Iré a prepararme y vuelvo contigo —volví a asentir y James salió de mi habitación para ir a la suya.
Un rato después decidí bajar a prepararme un café en lo que los demás se despertaban. Estaba demasiado nerviosa, no sabía que pasaría ni lo que tendría preparado Lily y me aterraba creer que ella pudiera quedárselo.
Veinte minutos después bajaron todos listos, menos Harry que estaba segura de que seguía dormido.
—Bueno, es a las nueve y son las siete y media... Considero que lo mejor es que Claire venga aquí y dejemos a Harry dormir —hablo Sirius a lo que asentí tomando un sorbo de mi café.
Estuvimos desayunando todos en silencio, la verdad es que lo preferí así porque no tenía ganas de hablar. No cuando en hora y pico podrían quitarme a mi hijo.
Al terminar se nos hizo casi las ocho así que decidimos prepararnos para irnos, Claire había llegado poco después así que nos deseo suerte mientras subíamos al coche. James empezó a conducir mientras me agarraba de la mano. En los asientos de atrás se encontraban Remus, Freya y Sirius. Todo el camino fue silencioso aunque bueno James tuvo que poner la radio porque Sirius estaba demasiado nervioso con tanto silencio.
Al llegar nuestro abogado nos estaba esperando en la puerta.
—Buenos días, la señorita Evans ya está con su abogado dentro, creo que lo mejor sería entrar ya —James me agarro de la mano y todos entramos en el lugar. Sirius, Remus y Freya se sentaron al final mientras que James y yo nos sentamos con nuestro abogado al principio y al otro lado se encontraba la abogada de Lily y ella. Lily tenía una gran sonrisa como si supiera que iba a ganar.
El juicio dio comienzo, la abogada de Lily empezó a hablar sobre que Lily era la madre biológica de Harry y que lo mejor es que, ya que estaba presente pues el niño estuviera con ella.
No podía creer lo mentirosa que podía llegar a ser la gente y como estábamos en el Mundo Muggle la cosa era diferente.
—Mi clienta pide la custodia definitiva del niño. Está muy agradecida porque la señorita Williams haya cuidado de su hijo, pero ya es momento que vuelva con su verdadera madre. Mi clienta tuvo unos problemas muy difíciles y no pudo ocuparse de su hijo, así que le pidió por favor a la señorita Williams que lo cuidara —eso era mentira. No podía decir la verdad porque en el Mundo Muggle no sabían sobre la Magia y si lo sabían eran muy pocas personas.
—Me gustaría que la señorita Evans hablara —Lily asintió.
—Señoría, como le comento mi abogada, tuve unos problemas personales y no pude llevarme a mi hijo porque estaría en peligro. Así que le pedí a la señorita Williams que lo cuidara por mí, hasta que supiera que todo estaba bien, ella accedió. Pero volví hace meses y ella no me lo quiere devolver, incluso es responsable de mi divorcio con el padre de mi hijo —tanto James como yo la miramos sorprendidos.
—¡Maldita mentirosa! —miré a Freya que intentaba levantarse mientras Remus y Sirius que estaban enfadados por lo que había dicho Lily al mismo tiempo que tiraban de Freya para que estuviera quieta.
—¡Silencio! —dijo la jueza.
Nuestro abogado hablo después y en todo momento expuso muchos argumentos sólidos. James tenía razón al decir que era un buen abogado, en ningún momento dudo de lo que iba a decir y tenía esperanzas de que ganaríamos el juicio.
—Bien me gustaría que la señorita Williams hablara también —la jueza me miro y yo me limite a asentir— ¿Es verdad todo lo que argumento la señorita Evans?
No podía decir la verdad porque era un juicio Muggle así que estaba segura de que estaba perdida, todas mis esperanzas se esfumaron.
—Señoría, lamento si digo algo de vuestro desagrado, pero es una mentira todo lo que ella dijo. Si Harry quedo a mi cuidado, pero ella en ningún momento me lo dejo a mí, ella se fue varios años y vino como si nada a arrebatarme a mi hijo. Porque yo soy la madre de Harry, yo lo cuide. En todos estos meses la señorita Evans estuvo desaparecida, lo siento, pero Harry es mi hijo y yo lo estuve cuidando todos estos años. Lily tuvo muchas oportunidades para venir a por él, pero no lo hizo.
—Suficiente —se levanto—, debo tomar una decisión, nos vemos en media hora —agarro todos los papeles y salió de ahí.
Nosotros también salimos a que nos diera el aire y Freya se acerco peligrosamente a Lily y le dio un buen puñetazo logrando que Evans cayera al suelo.
—¡Freya! —Sirius la sujeto alejándola de ahí.
—¡Maldita perra! —la abogada de Lily la ayudo a levantarse y entro dentro. Mierda seguro que iba a decir lo que había pasado. Sirius y Remus se habían llevado a Freya mientras yo me quedaba con James.
Al pasar la media hora volvimos a entrar y nos sentamos.
—Dado lo ocurrido, he decidido que el niño se quedara con su madre biológica. La señorita no levantará cargos contra su amiga, así que les ruego que acepten mi decisión. El niño merece tener a su madre biológica — miré a James sorprendida, esto no podía cierto.
Lily había ganado.
NOTA DE LA AUTORA
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