🎤Capítulo 1: Interés

"Siento que podríamos estar juntos para siempre"

CAPÍTULO I: Interés
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A Yoongi no le gusta mucho el ruido de la guitarra principal.
Un gemido ronco le rasguño la garganta intentando salir. Unos dedos finos agarraron su cabello con más fuerza, dejándose llevar sin inhibiciones.
-¡Dios! ¡Maldita sea! mierda, no te detengas-, las palabras salían sin ningún orden con cada embestida. Sentía como su cabeza volaba cada vez que empujaba más profundo, y con cada gemido silencioso, casi quejumbroso, sus propios dedos apretaban cada vez más las caderas del otro, intentando dejar marcas. Manteniéndolo firme con dedos como garras que se clavaban en el hueso de la cadera del chico.
Sus propias caderas se movían cada vez con más ímpetu, golpeando más y más profundo dentro de esa cavidad apretada. Con cada embestida llevaba al cuerpo del chico en sus brazos a rebotar y golpear contra la pared de azulejos.
-Si... tu.. te sientes tan bien, Tan bien, tan ... carajo ... Bien, mierda-, un gruñido se le escapó de la garganta, sus dientes húmedos y babeantes se clavaron a lo largo de su cuello, que olía tan agradablemente dulce. Tan delicioso. -Joder, te sientes...
-¡Hazlo más fuerte! Sí así...así - Las largas piernas que hasta ese momento sostenía con sus antebrazos, para mantenerlo lo más abierto posible, se cerraron detrás de su espalda baja, unos talones se clavaron en sus omóplato lo que lo obligó a profundizar aún más sus embestidas, llegando cada vez más profundo. Hasta que sintió el apretón estrangulante y volvió a maldecir. -Carajo.. mierda... yo voy a...
El sudor corría por su espalda, su corazón latía como un tambor enloquecido, su mente parecía haberse apagado, no quedaba ni un solo pensamiento coherente en su cabeza, todo el espacio estaba lleno del alucinante olor a cuerpos sudando, ruido de choque húmedo y chasquidos... y gemidos (¡Dios uno deliciosos y suaves gemidos!) Y ese dulce gemido en específico que no ayudó en absoluto a estabilizar de alguna manera su compostura.
Pero si le aseguro una cosa. Lo que estaba pasando ahora era repugnante.
Desagradable.
Asombroso.
Apenas y se habían visto por primera vez ese mismo día. Se conocían desde hacía cuarenta minutos como máximo.
Y ya estaban follando desesperada, frenética y alucinantemente... en el baño de un club nocturno.
Ni siquiera sabía su nombre...
Qué bajo había caído.
Tan desagradable.
Tan delicioso.
Yoongi movía sus caderas frenéticamente, su pene palpitaba casi dolorosamente, estallando en las tiernas entrañas del extraño con cada exhalación, y le gustaría odiarse a sí mismo por esta absurda, casi vergonzosa caída en desgracia, pero cuando este chico echó hacia atrás su bonita cabeza, sin ni siquiera notar cómo se golpeó la parte posterior contra la pared y se apretó alrededor de él con tanta dulzura, ahogándose con un suave gemido, pareciendo totalmente perdido en éxtasis, Yoongi solo pudo correrse detrás de él.
La autoflagelación que vendría a su cabeza después podía esperar un poco más.
Yoongi no sabía que cuando liberas meses de semen acumulado, se sentía casi doloroso. Como una descarga eléctrica que parecía perforar hasta las puntas del cabello.
Pero también era muy bueno.
Escuchó su propio gemido como si viniera de algún otro lado, sin darse cuenta de que este sonido se había escapado desde el interior de su pecho. No pudo detener los temblores que le siguieron a su cuerpo durante varios segundos más. Siguió follando al extraño contra las baldosas a través de las réplicas, con frenesí, hasta que, finalmente, sus rodillas cedieron, sus dedos se aflojaron y casi se le cae el frágil y delgado cuerpo de las manos.
El tipo lo agarró por los hombros y resopló silenciosamente, descruzando las piernas de detrás de su espalda y cayendo torpemente de costado.
Yoongi casi lo sigue de rodillas, sintiéndose completamente deshuesado. - Yo... mierda, lo siento, lo siento... -Se le escapa una carcajada.
-Está bien, mis piernas tampoco pueden sostenerme-, el extraño bajó la tapa del inodoro, casi goteando, se sentó en él, acostándose en el respaldo y respirando con dificultad.
Agarró unas cuantas hojas de papel del soporte y comenzó a limpiarse las secuelas pegajosas de su repentino encuentro de su estómago. Cuando, un minuto después, miró a Yoongi con sus ojos rasgados que no parecían tener fondo y a la vez contener todo el universo, de ese tono gris acero, tan radiante, Yoongi sintió que su corazón se detenía por un momento.
¿Es este el sentimiento que describe la gente cuando habla de un amor efímero a primera vista? Si es así, entonces Yoongi retira todo su escepticismo. Todo está claro y explica muchas cosas. Diablos hasta entiende ese dicho de cuando la gente dice que parece que su mundo acaba de desmoronarse.
¿O se derrumbó desde antes, hace cuarenta minutos, en el bar, cuando se miraron a los ojos por primera vez?
Un acto ilógico tras otro. Demasiada irracionalidad en la última media hora. Demasiados sentimientos para su mente afiebrada.
Mientras Yoongi intentaba lidiar con sus pensamientos febriles y de alguna manera recuperar el aliento, el extraño ya se había puesto sus jeans desechados, abotonado su colorida camisa de seda, enderezado su flequillo suelto y el hecho de que apenas hace unos minutos había gemido deliciosamente mientras se empalaba en su pene, y se perdía en sensaciones, sólo se revelaba por lo dilatado de sus pupilas y el brillante rubor que se acumulaba en sus blancas mejillas.
-Bueno, está bien... eso estuvo bien. Gracias-, sonrió sutilmente y comenzó a lavarse las manos. -Por cierto, es una gran polla la que tienes ahí.
Yoongi sintió que se sonrojaba aun más por encima de el rojo que habia dejado el sexo.
Porque tenía razón, fue realmente genial.
Y este tipo... parecía brillar desde dentro. Tan hermoso, casi efímero, de esa forma que atrapa tanto la vista como la mente. Yoongi se sentía como si no hubiera conocido nunca a una persona así de etérea.
Yoongi también sentía como si nunca hubiera tenido una conversación así antes, como si deambulaba sobre la punta de un cuchillo.
Y también descubrió que nunca antes había querido conocer a alguien tanto. Quería estudiarlo de cerca y minuciosamente... su alma y su cuerpo, quería estudiar mucho el segundo, de muchas formas.
Había algo... algo... sobre este tipo.
Una marca de dientes apareció en el cuello que cubrió después su camisa, en la base de su delgado y largo cuello, y al notar eso, aunque solo de pasada, algo posesivo en el pecho de Yoongi zumbó agradablemente.
Yoongi dejó salir respiraciones entrecortadas, atando el condón con los dedos sueltos. Apoyó su espalda contra la puerta del cubículo, todavía tratando de recuperar la compostura. Quería desesperadamente darse una ducha, pero la fiesta aún no había comenzado. Para ser honesto, inicialmente él no había querido ninguna fiesta, pero esta... incidente... claramente le había añadido puntos.
Yoongi diría "este chico es un conocido", pero sabía que ellos no entenderían a que se refiere.
Se abrochó los pantalones y volvió a mirar al chico. Todavía se lavaba las manos metódicamente y Yoongi miró sus palmas delgadas y delicadas y sus dedos algo cortos. Y, ¡Diablos!, qué lindo era el rubor que se extendió por sus mejillas. Y cómo la punta de una lengua ágil se deslizó por esos labios resecos.
Y entonces cayó en cuenta "ni siquiera se habían besado". Bueno, quiero decir, le besó el cuello, los dedos y los pómulos, pero no los labios. En ese punto él sólo podía adivinar el sabor de esos regordetes labios rosados. Quizás sabían a perdición y perder la cabeza, ¡Dios sabía que su cuerpo ya se sentía así!...
-Escucha, ¿y si mandamos al diablo con este club y su apertura? - Soltó Yoongi sin analizar mucho sus palabras, con temor a cambiar de opinión. -Me gustaría... yo... pasaría la noche contigo, y...
El extraño se rió entre dientes y sonrió con picardía. -¡Ay guapo! Por muy atractiva que suene esa idea me temo que no funcionará. Todavía tengo cosas que hacer aquí-, se acercó a Yoongi, mirándolo con una mirada húmeda y ardiente que hizo que su pecho se apretara.
El chico quitó suavemente un mechón suelto de la frente de Yoongi, acarició su pómulo con dedos fríos ( maldita sea, se siente tan bien) y luego se alejó.
-Bueno... Soy Yoongi, ya sabes, por si alguna vez quiere...
-Yoongi umm-, casi ronroneó , -Hablo en serio, todavía tengo trabajo que hacer. Y aunque, de nuevo, eres tentador, la verdad es que no me acuesto con nadie dos veces.
-Ah vale... Espera, a que te refieres con...
-Eso fue todo-, le guiñó un ojo y puso su mano en la manija de la puerta, alcanzando el pestillo. - ¡Adiós Yoongi-ha realmente eres muy bueno con ese gran pene!- el ruido afuera inundó todo el lugar cuando el chico sin nombre miró hacia afuera de la cabina.
Yoongi sintió muy adentro de él, más que vio, el frenesí de sus movimientos cuando extendió su mano en un intento de tomar su hombro. -¡Espera un minuto! No... ¡Mierda!¿Al menos dime cómo te llamas?
-¿Es eso algo que importe realmente?-, se deslizó con gracia fuera del alcance de Yoongi. - Llámame como quieras, pero sólo en tus pensamientos-. Soltó una risita melosa antes de volver a ese timbre monótono y sensual. -Gracias y adiós, guapo.
Varias personas entraron al baño de hombres a la vez, y el extraño, con otro guiño astuto, aprovechó el gentío para perderse casi instantáneamente, desapareciendo entre la multitud.
Yoongi maldijo con la garganta seca y el estómago pesado.

-¡Yoongi oppa, necesitas esto!
-No, tú necesitas esto, Seokjin, no yo, y no me digas oppa idiota-, suspiró Yoongi con cansancio. -Además solo llevo un par de días caminando sin sentir la necesidad de dejarme flotar, ¿qué te hace creer que necesito algo que me haga sentir sin gravedad de nuevo?
-¡Yoongi-ah, no has estado en este maldito planeta desde hace seis meses! ¡Y si, si, fueron unas semanas para que aprendieras de nuevo a tropezar con tus propios pies! Pero justo por eso ¿como carajo crees que te dejaremos seguir de ermitaño en casa? Hay muchas cosas de las que ponerte al día sobre la tierra amigo- Seokjin juntó dramáticamente sus manos. -Estabas por allí, en esa órbita terrestre tuya, o cueva, la misma cosa... y has estado relajándose lo suficiente como para volver a caer en una ansiedad social jugando con todo ese polvo o musgo...
-Oye, en realidad estaba tratando de salvar al planeta de una crisis energética-, refunfuñó Yoongi.
-Excusas.
Y bueno, Yoongi no tenía nada con qué justificar este argumento.
Las disputas con Seokjin rara vez terminaban con la victoria de Yoongi. En general, era difícil discutir con idiotas; para ello es necesario rebajarse a su nivel, y Yoongi aún no estaba preparado para tales hazañas en nombre de la humanidad.
Ya dedicaba su vida a flotar por el espacio, demasiado hacía...
Bien, ¿a quién engaña? Los vuelos espaciales tampoco se realizaron exactamente en nombre de la humanidad. Esto era algo puramente personal, un deseo de realización egoísta que se originó como un sueño de la infancia, y la humanidad simplemente tuvo suerte de que Yoongi estuviera listo para salvarla.
Permaneció en la EEI durante seis meses y tres días y, hay que admitirlo, logró saltarse su rutina "terrenal" que se resumía en: dar conferencias en vivo, mirar a los ojos a estudiantes descuidados, pasar el rato por la noche con análisis espectrales, armado con bebidas energéticas, jugando DND con amigos los fines de semana... Y aun así, parecía que esos idiotas nunca terminaron el último juego sin él.
Y, ahora, uno de estos mismos amigos suyos decide abrir su propio club.
Yoongi a veces se preguntaba dónde no invirtió Kim Seokjin su dinero. Pensar en eso debia ser mas facil que en donde si. Barcos. Casino. Investigación del espacio.
Bueno, ahora también en una discoteca.
Por alguna razón, Seokjin estaba especialmente entusiasmado con este último. Yoongi no entendía todo el encanto de tales establecimientos (generalmente no era fanático de las multitudes, las fiestas y la música a todo volumen), pero ¿quién diablos era él para no apoyar a su amigo?
Así es como terminó aquí.
Algunos artistas fueron invitados a la inauguración del club, cuyos nombres no significaban absolutamente nada para Yoongi, También había, al parecer, un número completamente inadecuado de personas, y Seokjin, obviamente, había desaparecido rápidamente del radar, dejando a Yoongi solo en el Palco VIP del balcón.
Sin embargo, Seokjin había aparecido igual de rápido en el escenario anunciando que hoy todas las bebidas en el bar corrían a cargo del establecimiento.
Yoongi se había reído entre dientes y fue detrás de la barra para pedir una cerveza, ya que estaban.
La cerveza más cara, aprovechando que Seokjin lo trajo aquí (a la fuerza) y está dispuesto a pagarla, lo aprovecharía.
Yoongi se distrajo mirando los espejos, las luces de neón y la multitud de personas completamente diferentes, pero tan idénticas en su descuido hacia las personas. Bebió un trago de esta cerveza rara, que resultó tener un sabor mucho más repugnante de lo que parecía, y por el rabillo del ojo observó cómo una joven con pantalones cortos y falda calentaba al público antes de la actuación de artistas desconocidos para él.
Por supuesto, era interesante mirar a la gente, considerando que durante los últimos seis meses había estado en un espacio extremadamente reducido con cinco hombres, dos de los cuales eran nerds incluso incluso peores que el propio Yoongi.
Sin embargo, si pudieras simplemente mirarlos, sin ruido de fondo, luces estroboscópicas y una atmósfera de estupor de borrachera, sería más cómodo.
Volvió a mirar a la chica en el escenario. Claramente tenía toda la pinta puesta en parecer un idol, pero, en su opinión subjetiva y no exactamente experta, no estaba a la altura.
Sin embargo, aunque Yoongi entendía las estrellas, no entendía del todo el funcionamiento, en el gran esquema, de lo que era ser idol. Y bueno, ¿cómo pretende saber algo sobre música si apenas sabe sobre cerveza? ¿Y no debería estar Hoseok por aqui en algun lado? Pero era probable que no viniera aquí solo, o, muy probablemente, como siempre, intentó sacar a su "amiga de la infancia" Jisoo, quien siempre estaba encerrada en casa, por cualquier cosa que se le ocurriera...
Jackson y Dahyun acababan de tener un hijo, un niño, así que, claramente, ahora no eran gente de fiesta. Solo quedó Lisa, pero... ¿Cómo pudo Seokjin arrastrar a Yoongi hasta aquí, pero no pudo arrastrar a Lisa?
Tener que mantener un horario estable de sueño debido a todo eso de ser una atleta no le parecía una excusa suficiente, ¿verdad?
¿Por qué diablos deberían cargar con la responsabilidad debido a la ausencia de todos los demás?
Suspiró y se quejó mentalmente de que la excusa "lo siento, hoy no puedo hacerlo, estoy fuera de este planeta" ya no estuviera en las opciones.
Sin embargo, Lisa tampoco había trabajado con Seokjin en la ISS. Lo sabía porque los incesante: "Tienes Wi-Fi allí, Yoongi, ¡así que respóndeme!" De Seokjin lo siguieron hasta el gran negro. Ninguno de sus doctorados ayudó a Yoongi a comprender por qué Seokjin necesitaba que Yoongi respondiera a los mensajes que eran simplemente memes, que luego serán respondidos inmediatamente por mensajes de voz del mismo Seokjin riéndose de los chistes que él mismo se enviaba.
Saliendo de su enfurruñamiento, Yoongi notó una pareja besándose en una mesa. Quería hacer una mueca de dolor. Hacía apenas cinco minutos los había visto presentándose, y ahora parecía que este chico estaba listo para devorarla ahí mismo.
¿Cómo podía la gente ser... tan rápido?
Yoongi tomó un sorbo de cerveza. Su última relación había terminado hacía casi un año: cuando su novia se enteró de que Yoongi estaba largando, literalmente, al espacio, dijo que esto no era adecuado para ella y que no se había inscrito para ser el trofeo de un héroe, y se fue. No es que Yoongi estuviera muy molesto, pero Nayeon era divertida, útil en la vida cotidiana, no le molestaba demasiado y sin ella Yoongi empezó a olvidar sus comidas de nuevo.
Bueno, y, obviamente, el concepto de "ser sexualmente activo" se había vuelto uno más del tipo: autosuficiente.
Y durante los últimos tres meses, aunque parecía mucho más, Yoongi ni siquiera se había masturbado; lo intentó una vez, pero no fue algo muy lindo, especialmente con todo el concepto de atrapar una bola voladora de su propio esperma en gravedad cero, liberada por una torpe estupidez.
Yoongi tomó otro sorbo de su cerveza. Pelotas azules, esa era una definición acertada para su situación, ahora que lo pensaba.
Volvió a mirar de reojo a la pareja que se besaba.
¿Quizás podría intentarlo con alguien? Hacer todo eso de solo pasar la noche.
¿Cómo hacen esto las personas?
¿Cómo lo hicieron para solo pedir casualidad?
¿Podría usar toda la cosa de él siendo, ya sabes, un astronauta? ¿O esa era una cosa sexy que se quedó en los 80 's?
Yoongi no era bueno coqueteando. Era demasiado directo para eso, como afirmaba Seokjin, a veces incluso hasta el punto del absurdo. Su opción era acercarse a alguien con la pregunta "¿qué tal una conexión casual sin expectativas ni obligaciones y luego cada quien por sunlado, porque no necesito una relación en este momento?", pero en esta situación había una alta probabilidad de recibir un golpe en la cara o una bebida encontrando su nuevo hogar en su camiseta.
Yoongi tomó otro sorbo de cerveza. Debería haberme quedado en casa y masturbarme tristemente. Aunque en general, nadie le impedía terminar su cerveza y marcharse...
De repente, Yoongi sintió un sutil aroma dulzón en forma de perfume o de algo más, e inconscientemente lo olisqueo. Delicioso pensó. Como si un trago de miel se dejará caer en gotas sobre su lengua y le hiciera mellas a todo el amargor de la cerveza. Volviéndose hacia la fuente del olor, Yoongi notó que a un par de sillas de él, un chico se había sentado en la barra del bar. No era muy alto. Aunque su estatura parecía pasar el metro 70. Delgado. Su cabello se pasaba sobre sus pomos y de ondeaba en una melena negra espesa con flequillo lateral, traía una camisa colorida con un escote que caí profundamente, casi hasta la mitad del estómago, dejando al descubierto unas frágiles clavículas y una inmensidad aperlada de piel pálida por pecho.
El chico le dijo algo en voz baja al camarero, quien le entregó un vaso alto con algo que parecía cola, y Yoongi se quedó prendado por la forma en cómo sus pequeños y delicados dedos agarraban la pajita, removiendo la bebida con ella.
El chico cruzó las piernas y se quitó el flequillo de los ojos con una sacudida, y Yoongi siguió su movimiento con la mirada. Apestaba a melancólica descarada, una especie de teatralidad misteriosa; en cada uno de sus gestos aparentemente fáciles había algo que hizo que Yoongi fijara sus ojos y dirigiera toda su atención dispersa hacia él.
Como si estuviera hipnotizado por el mover de una cobra. Esperando un mordisco.
-¿Se te perdió algo?
Yoongi levantó levantó la vista y encontró su mirada penetrante de ojos de acero delineados de negro y emarcados por unas pestañas inmesas. Su boca se secó.
Bueno, no todos los días te encuentras a gente con ese aspecto.
¿Verse así era siquiera legal?
Esos pómulos afilados. Maldito sea ese cuello. El escote profundo, que mostraba la extensión de unas clavículas afiladas, ¡Mierda! ¡Mierda! Yoongi sentía como si estuviera en un bucle vergonzoso sin poder alejar la mirada.
Los ojos almendrados, absolutamente felinos, se entrecerrando ligeramente. -O me dices cual es tu asunto o solo deja de mirar. -Una voz con un toque divertido volvió a sonar. Era como si hablara con veneno en la saliva, y aun así Yoongi quisiera ser quemado.
Y luego cayo en cuenta con un parpadeó tonto.
Maldita sea, parece que en realidad, si estaba mirando, demasiado fijamente ¿no?.
-Mmm, lo siento. Yo... - hizo un gesto vago con la mano. -Miraba tus dedos... sí...
El chico bonito (porque era eso, no, un chico muy bonito) inclinó la cabeza hacia un lado y arqueó una elegante ceja. - Dedos.
Dedos, ¿Qué diablos Yoongi?
Yoongi torpemente se tocó la oreja. Intentando salvar la situación, pero por primera vez en su vida su lengua tomó vida propia. -¿Sí? Bueno... pensé que estos dedos serían muy convenientes para lavar matraces.
-¿Qué?
-Lavar los matraces-,pero su lengua siguió adelante. Yoongi Señaló con la mirada hacia el vaso que estaba frente al bonito. - Estos son del tipo, estrechos y altos. Mi mano no cabe en ellos, pero la tuya sí lo haría.
El chico batió sus largas pestañas y después de un par de segundos se echó a reír. -Normalmente me dicen tengo dedos de músico, dedos de pianistas y cosas así, pero... Matraces...
-Nunca toqué el piano, no tengo idea de qué características estructurales del esqueleto serían útiles para tal tarea-, dijo Yoongi con total seriedad, pero por alguna razón el extraño volvió a reír. Por su risa, iridiscente, aterciopelada, de alguna manera imperceptiblemente sexy, ¿cómo puede la risa ser siquiera sexy, eso es ridículo? y aun así, sintió como un estremecimiento placentero atravesó su columna desde su oído hasta otras partes.
El chico se reclinó en el taburete de la barra y lo miró de arriba abajo. -Eres gracioso. Pero se que no era por eso que estabas mirando.
-No estaba mirando-, dijo Yoongi, y los regordetes labios rosa pálidos del extraño se curvaron en una sonrisa de desaprobación, leyendo claramente el pobre intento de mentir. -Solo estaba observando con atención.
Yoongi intentó decir esto en broma, casi con descaro, y el chico resopló condescendientemente en respuesta. -Estás intentando coquetear conmigo, puedo notar eso, pero también puedo notar que eres nuevo en esto...
-¿Qué...?
-... Es un hecho... -, el chico inclinó su linda cabeza azabache en una contemplación silenciosa y luego tomó un sorbo de su vaso, haciendo girar nuevamente la pajita entre sus dedos. -No me conoces, ¿verdad?
Yoongi parpadeó confundido. -Obviamente, no te conozco, creo que, no literalmente te veo por primera vez en mi vida
El chico asintió con satisfacción. -Eso es justo lo que pensé-, y se alejó de Yoongi, volviendo su atención al camarero que se divertía en el fondo.
Yoongi sintió una extraña sensación de pérdida.
Quería volver a llamar su atención. Mantener el diálogo. Y tal vez sí, ¿coquetear?
¿Por qué no coquetear?
- Um... ¿estás... relajándote aquí solo?- Soltó Yoongi, con cada sonido exhalado de esta frase humillantemente ridícula, sintiendo casi físicamente cómo sus células nerviosas silban y se derriten bajo el rayo láser de la vergüenza. El extraño se volvió hacia él nuevamente y arqueó una ceja, como si no creyera que Yoongi realmente hubiera dicho eso. en realidad, Yoongi tampoco podía creerlo. Su cerebro se había rendido. -Quiero decir-, Yoongi se lamió los labios, -¿puedo invitarte a una bebida?
-¿Si sabes que hoy todo lo que hay en el bar corre por cuenta del establecimiento?
Maldición. Estupido Seokjin...
En la tumba de Yoongi estará escrito "ahogado por la vergüenza, muerto en un ataque de incomodidad social".
-Maldición. Está bien-, se rascó torpemente la nuca. -Lo siento, yo... ni siquiera lo intentaré-, resopló Yoongi y tomó un largo sorbo de su cerveza, como si tratara de apagar el fuego que ardía dentro de él por una sensación de su propio absurdo.
El chico sin nombre entrecerró los ojos y lo miró fijamente. Su mirada acerada y tenaz estudió a Yoongi con tal concentración que su mente automáticamente trazó paralelos con los escáneres holográficos de Star Trek. - Hace poco regresaste de un largo viaje de negocios, ¿verdad? Supongo que de algún lugar donde no había mucha gente. ¿Quizás el Polo Norte?-Se golpeó la barbilla con el dedo, como si aclarara datos analíticos. -Eres un científico, probablemente un profesor en Seúl. ¿Has aceptado recientemente tu bisexualidad, o tal vez pan...? Todavía te sientes bastante incómodo en este campo. Eres sencillo hasta el punto de la flojera y esto crea algunas dificultades a la hora de explorar tu sexualidad.
Yoongi parpadeó.
Yoongi lo miró fijamente, tratando de comprender lo que acababa de contar con asombrosa precisión.
Luego se sonrojó furiosamente. -Um... ¿Nos... conocemos?- El extraño arqueó la ceja con escepticismo una vez más esa noche. -Quiero decir, ¿cómo diablos hiciste eso a menos que me vieras en algún lugar? Quizá... ¿el campus?
El tipo tamborileó con los dedos sobre la mesa. -Miras a la gente. No solo conmigo. Todos los que te rodean: esa pareja de allí, los que pasan en la pista de baile, pero no hay sensación de que estés particularmente interesado en las manifestaciones humanas externas, sino que tu mirada se aferra a lo que ya te has perdido; El Polo Norte es sólo una suposición; después de todo, muchas expediciones son allí y el círculo de personas tiende a ser limitado. ¿Adivine?
- Con la distancia no, pero con un viaje de negocios sí.
-Sí-, asintió profundamente, como si estuviera anotando mentalmente los datos actualizados.
-¿Qué pasa con el resto?
-Bueno, lo primero que me hablaste fue de matraces. No puedo imaginar que alguien que no esté relacionado con la ciencia tenga un conocimiento tan específico como para usarlo en una oración-, el tipo inclinó la cabeza hacia un lado otra vez como un gatito. -Eres lindo. Pareces bastante seguro de ti mismo, sabes ser arrogante, incluso insolente, y estoy seguro de que no tienes problemas con las mujeres. Sin embargo, la entrada a mí fue obviamente difícil para ti, lo que significa que no tienes esa experiencia o fue muy poca para alimentar la confianza en tus acciones. Pero como estabas interesado en mí, obviamente también hay hombres en tu espectro.
-¿Cómo supiste que soy profesor? - Yoongi escuchó, apenas reprimiendo el deseo de registrar su línea de pensamiento. Todo de lo que hablaba el chico era esencialmente la habitual atención, lógica y observación, pero parecía impresionante. Casi mágico.
Tal Vez no era el único genio.
El extraño sonrió y señaló la insignia con el logo de la Universidad de Seúl que sobresalía del bolsillo del pantalón de Yoongi. Allí no se veían el nombre ni el apellido, pero la palabra "profesor" se leía perfectamente.
Yoongi exhaló. Se sorprendió. Sintiendo que durante todo el tiempo que su interlocutor estuvo hablando, no podía dejar de mirar fijamente . Su ojos, su voz, el aura sutil y misteriosa que lo envolvía, todo esto creó una especie de magnetismo insoportable con el que Yoongi luchaba y del que no podía salir.
-Guau. Fue increíble. Estoy impresionado.
-¿Te entretuviste?- El extraño le guiñó un ojo. -La gente suele asustarse.
-¿Querías que tuviera miedo?- Yoongi entrecerró los ojos y tomó un sorbo de cerveza. El caos reinaba en su cabeza: hablar con este tipo era fácil y difícil al mismo tiempo, quería continuar y realmente no quería equivocarse. Pero Yoongi no era fuerte en las complejidades de la diplomacia, por lo que hizo todo lo posible. Se inclinó hacia adelante, miró fijamente a los ojos acerados y, bajando la voz, sonrió. -Deberías haberte esforzado más, porque hasta ahora solo me he interesado ...más.
El chico apoyó los codos en la barra del bar, apoyó la barbilla en los dedos cruzados y entrecerró los ojos suavemente con una leve sonrisa en los labios. -Digamos que estás interesado. Supongamos que yo también. ¿Qué sigue?
-Bueno-, Yoongi agitó la mano. -Podemos tomar algo aquí y charlar, o te puedo invitar a un café un día de estos, en cualquier rato libre...
El extraño puso los ojos en blanco. -Aburrido.
-... bueno, también estaba la opción de invitarte a tener sexo en el baño, pero no me dejaste terminar-, resopló Yoongi, sin entender del todo si estaba bromeando o diciendo la desesperada verdad. Era un hecho, su lengua tenía autonomía.
-¡Oh!... ¿en serio? - El chico arqueó una ceja sorprendido, pero luego sonrió con picardía. -No pensé que pedirías eso. No pareces de ese tipo.
Bueno, piérdete por meses en el espacio sin poder toquetearte, y verás como no das por sentado muchas cosas.
-¿Por qué?-Yoongi, de hecho, realmente no era una de esas personas, pero en este momento la idea de tener sexo casual con un extraño parecía lógica y natural. ¿Por qué debía ser él encontra si nadie estaba en contra? -Estoy bastante preparado para explorar mi ... sexualidad, como usted dijo.
Los ojos del gato se iluminaron con un fuego feroz, y el tipo de enfrente una vez más examinó cuidadosamente a Yoongi de pies a cabeza. -Esto podría ser interesante. Pero no estoy seguro de que valga la pena-, se rió entre dientes. - El sexo en el baño puede resultar agotador. ¿realmente crees poder con eso?
-Bueno, parezco ser un gran cabrón-, espetó Yoongi. De hecho, le dijeron eso una vez, así que técnicamente ni siquiera estaba mintiendo...
-Todo el mundo piensa que sí-, los finos labios se abrieron en una sonrisa astuta y ligeramente burlona.
-¿Todo el mundo? - Yoongi arqueó una ceja. -No pensé que fuera tan famoso-, sonrió Yoongi con descaro, pero su cerebro literalmente gritaba ¡ ¿de qué carajo estás hablando?!
Sin embargo, este descaro claramente causó diversión en su interlocutor, pues resopló con fervor, su mirada se oscureció levemente, se volvió astuta y húmeda. Bien, parece haberle gustado. -Bueno, estoy listo para probar estos rumores en la realidad, pero debo advertirte que no me acuesto con nadie dos veces. Si acepta nos separaremos inmediatamente después sin expectativas ni obligaciones, ¿de acuerdo?
Yoongi lo pensó. Si pensamos con lógica, hace media hora estaba dispuesto a dirigirse seriamente a alguien con exactamente las mismas palabras.
Sin expectativas y sin obligaciones.
Y, al parecer, qué suerte, ¿no?
¿Bien?...
Por alguna razón, ahora la idea de irse y no volver a ver al hombre, cuyos acerados ojos de gato seguían cuidadosamente cada una de sus reacciones, provocó una resistencia cáustica.
Sin embargo, Yoongi atribuyó esto a la incomodidad y al hecho de que aún no había desarrollado un modelo de comportamiento en una situación tan inusual para él, y no al hecho de que no quería huir de este extraño en particular, y por lo tanto asintió. -Estás de suerte, porque quería ofrecer lo mismo.
Los ojos del gato brillaron con satisfacción y diversión. -Entonces tienes suerte de que tenga lubricante conmigo.
Santa mierda.
El corazón de Yoongi se hundió, sus oídos se llenaron de fuego y sus palmas comenzaron a sudar.
¿Espera, si habla en serio?...
El extraño se deslizó del taburete de la barra con un movimiento elegante, tomó a Yoongi de la mano y lo arrastró. -¿nos vamos?
Yoongi parpadeó. -¿Qué, ahora mismo?
-No, por supuesto que no, programemos una reunión en un mes-, el chico puso los ojos en blanco con irritación. -No me hagas cambiar de opinión profesor.
Yoongi dejó su cerveza.
Parece que no lo necesitaría pronto.

No estaba en el bar.
No estaba en ninguna de las mesas de la zona VIP.
Su colorida camiseta no brilló en la pista de baile.
¿Adónde pudo haber ido tan rápido?
Yoongi logró salir del baño, abriéndose paso entre la cola, literalmente un minuto después de su misterioso extraño, pero pareció desaparecer entre la multitud.
Maldición.
La parte racional de Yoongi hizo sonar la alarma y gritó obscenidades. ¿Por qué diablos está tratando de encontrarlo? De hecho, acordaron separarse sin expectativas ni obligaciones. Entonces, ¿por qué carajo está tan molesto? Incluso si volviera a encontrarse con él ahora, ¿qué le diría? ¿Qué espera escuchar como respuesta?...
La parte emocional exigía que todo se arreglara urgentemente, una parte más cercana al sur estuvo de acuerdo...
Por alguna razón, no se especificó qué era exactamente lo que debía corregir.
Yoongi odiaba su parte emocional y luchó con ella durante casi toda su vida adulta. En ese momento quería desesperadamente patearla, sólo para que en algún lugar debajo de su esternón la dolorosa picazón desapareciera.
La conciencia de este deseo parecía doler aún más.
Yoongi suspiró y volvió a sentarse en la barra. Al infierno. Los restos de la alegría embriagadora y desatada de la primera cerveza parecieron salir de su cuerpo junto con su orgasmo. Ahogar la sensación de vacío con alcohol nunca fue una buena idea, pero ahora mismo parecía lo más lógico.
Yoongi pidió whisky.
Todo lo que había sucedido durante la última hora se había sentido... extraño, a falta de una palabra mejor. ¿Se arrepintió del sexo casual y espontáneo?
No, no se arrepentía.
¿Fue esta decisión inesperada incluso para él?
Creo que sí . Si alguien le hubiera dicho hace un año que estaría en este punto de la línea de tiempo, que tal desarrollo de eventos habría tenido lugar, se habría sorprendido, pero no impactado . En ocasiones, con un gran deseo de lograr un objetivo, Yoongi cometía acciones más atípicas para él.
Sin embargo, ¿cuál era el objetivo ?
Si fuera sólo sexo, ¿sentiría una frustración tan abrumadora en este momento? Obviamente no.
Recordó cómo, tan pronto como la puerta del baño se cerró de golpe, levantó el cuerpo frágil, casi ingrávido (al menos así lo parecía en un ataque de euforia lujuriosa) tomando sus muslos muy cerca del comienzo de las nalgas, presionando contra la pared y besando un camino hacía abajo desde el cuello, mordiéndole ese malditamente tentadoras clavículas, y lo dulce qué se había retorcido en sus manos con sus dedos por todas partes. Nunca antes Yoongi había estado tan agradecido consigo mismo por decidir entrenarse tanto para las pruebas físicas como para astronautas.
Fue genial. A partir de un solo recuerdo superficial de finos gemidos, apenas ocultos por sus palmas, su miembro volvió a temblar con interés.
No, el hecho de que Yoongi se decidiera por esta aventura no le causó arrepentimiento. Y esto no podía causar insatisfacción interna, porque... ejem. ¿Estaba satisfecho?. Si bastante.
¿Entonces qué carajo le pasaba?
El tipo era... interesante. Un eufemismo. Bromeaba, era observador. Su cerebro vivo lo excitaba, quería estudiarlo.
¿Se debía la insatisfacción al hecho de que habían hablado tan desesperadamente poco?
¿Está relacionado el deseo casi maníaco de encontrarlo con urgencia con la típica emoción exploratoria de Yoongi cuando se encuentra con algo desconocido: descomponerlo urgentemente en átomos y escanear algo extraño e incomprensible?
Podría ser lo último en verdad.
¿Será...?
-¡Así que aquí estás, maldita sea! - Yoongi se estremeció, arrancado de sus pensamientos por la voz de Seokjin cortando el espacio. -¡Te he estado buscando por todas partes durante una hora!
-Fui al bar tan pronto como dijiste que las bebidas eran gratis-, Yoongi lo despidió.
El rostro de Seokjin expresa un escepticismo extremo. -Pero vine aquí en primer lugar y tú no estabas aquí.
-Luego me puse a explorar el área.
Seokjin instantáneamente se animó. -¿Ah, de verdad? ¿Y qué te parece aquí? ¿Miraste las cascadas de espejos? Encargué el proyecto a un arquitecto francés...- Comenzó a hablar sobre las complejidades del diseño interior de tales establecimientos de bebidas y entretenimiento, y Yoongi escuchó, tratando de ahogar el flujo de pensamientos febriles con conocimientos innecesarios. Que fácil era distraer la atención de Seokjin, Yoongi siempre aprovechaba esto.
-Damas y caballeros -, de repente una voz salió del escenario tan fuerte y repentinamente que Yoongi hizo una mueca. - ¡Solo hoy y especialmente para ustedes, invitados al escenario de nuestro club, el grupo "Like Crazy"! ¡Arriba!
-Pff es verdad-, se rió Seokjin. -Finalmente. Escuché que habían perdido a su cantante principal en alguna parte, ¿adivina? -Otra risa - Durante casi una hora no lo encontraron por ningún lado y por eso no habían empezado. Arruinaron todo mi cronograma. Sabes como odio eso. Namjoonen realidad quería cancelar la actuación, y tuve que negociar con él, pero parece que se enojó con mi mera existencia, y...
Yoongi frunció el ceño. -¿De qué estás hablando?
-¡Bueno, sobre el "Like Crazy"! - Yoongi continuó mirando desconcertado. -¿No has oído hablar de ellos? Han estado rompiendo todos los gráficos durante los últimos seis meses... oh-, Seokjin cerró la boca cómicamente. -Ah sí, es cierto, no sabes nada de lo que ha estado sucediendo aquí, entre nosotros los humanos en tierra, durante los últimos seis meses.
-Buenas noches, amigos-, dijo nuevamente una voz tan increíblemente familiar desde el escenario. Yoongi se sintió tensarse.- ¿Estás listo para el espectáculo?
La multitud estalló en aplausos y Yoongi miró estupefacto al dueño de la voz, envuelto en el resplandor de los focos.
Allí, en el escenario, en el centro de atención, agarrando el soporte del micrófono con ambas manos, estaba un tipo alto y delgado con una camisa colorida y escote bajo. La silueta era la de un bailarín elegante y delgada, tal que parecía sonar con los rayos reflejados por el humo, y esa voz tan aterciopelada, iridiscente, tal que Yoongi sintió un dulce tirón en su pecho.
-¿Quién es?-, se volvió hacia Seokjin, -¿cómo se llama?
Seokjin se encogió de hombros. - Le llaman mentalista. Aunque es su seudónimo.
-¡Tch!- Yoongi se sintió extrañamente irritado - Te pregunté cómo se llamaba-, Yoongi tomó un sorbo de su whisky para intentar aplacar el grosor que se estaba formando en su cuello. - Nombre, Seokjin.
-¡Sí! Entendí eso, pero no lo sé Hyung, si lo supiera te lo habría dicho, ni siquiera Wikipedia lo sabe, dicen que es muy reservado.
-Sí bueno necesito una fuente autorizada de todas formas. Eso no me habría servido... -Yoongi siguió mirando al escenario, donde la persona que había tocado hace apenas unos minutos se comunicaba con la audiencia rebosante de alegría. Su risa volvió a provocar escalofríos en su espalda. -Necesito su nombre.
-¿Por qué tanta insistencia?
Yoongi suspiró. -Porque parece que me acosté con él hace quince minutos... Ya sabes, en el baño del extremo izquierdo.
Seokjin se atragantó con su champán. -¡¿Qué carajo, hermano?!
-Bueno mierda...
-¡USTEDES DOS...! ¡Así que ahí es donde desapareció! ¡Mierda! ¡Te juro!... ¡Todos realmente lo estuvieron buscando y todo este tiempo solo tú...! -Seokjin parpadeó aturdido, como si no comprendiera completamente lo que había oído. -¡Estabas jodiendo a mi artista principal, Yoongi! ¡Tú literalmente lo estabas jodiendo!¿Qué carajo?
-¿Lo lamento?
-Cogiendolo de verdad.
-Sí.
Seokjin permaneció en silencio durante medio minuto, sirviéndose el resto del vino espumoso. -¿Los baños son al menos convenientes para estas cosas?
Yoongi resopló. -Me aseguraré de dejarle una jodida reseña a tu arquitecto.
-Por supuesto que lo harás-, se rió Seokjin y sacudió la cabeza. -Eso no es lo que quise decir cuando dije que necesitabas relajarte y adaptarte socialmente después de tus aburridas aventuras espaciales...
-Joder, Seokjin...
- ...pero elegiste un buen camino. Bastante inesperado, pero no está mal. Es una lástima, por supuesto, que sea con el cantante principal de un grupo cuyo líder, al parecer, no me soporta, pero no te puedo culpar.
Se quedaron en silencio. Sonó la melodía de apertura y...
"... Este es mi terrible genio.
Soledad.
Más allá del espacio y del tiempo,
como una profecía ..."
Maldición.
Esta voz.
El riff de guitarra captó una ligera ronquera vibrante, de la cual apareció una dulzura fantasma en la boca de Yoongi: a eso sabía ahora la piel de ese cuello delgado y casi brillante.
"... Este es mi aliento agrio,
Delirios y pasiones,
En cada palabra mía hay una captura
del traje Negro ..."
En los finos dedos ( que se entrelazaron tan deliciosamente en el cabello de Yoongi y se retiraron tan placenteramente cuando Yoongi se permitió morder su frágil hombro un poco más fuerte ), las cartas aparecieron como de la nada, y la baraja fluyó suavemente de palma a palma, creando un efecto visual sorprendente. El extraño balanceaba sus caderas en un extraño y lento baile al ritmo de los tambores, y Yoongi se quedó sin aliento en su garganta.
Estupido.
Este tipo era tan orgánico en el escenario, tan envolvente, que llenaba todo el espacio con él mismo, con su voz, con su imponente presencia, como una luz de gas. Apenas se movía por el escenario, a veces abrazado al soporte del micrófono, a veces lanzando cartas en grandes copos de nieve, pero de alguna manera logró eclipsar a todos los demás miembros de la banda, excepto, quizás, al baterista, que era demasiado grande para pasar desapercibido.
"... Sólo nos veremos una vez
Esta noche,
Orden de doble filo
Juego en solitario..."
Estas líneas resonaron con algo agudo debajo del diafragma y provocaron una ola de dolorosa indignación.
El público gritó y cantó, casi volviéndose loco. Aparentemente, Seokjin no estaba embelleciendo cuando dijo que estos tipos estaban rompiendo las listas.
Yoongi no entendía poesía, música o cultura popular, pero...
Pero escuchó las palabras.
Observaba cada movimiento viscoso y felino, la forma en que cerraba los ojos al inhalar y cuando toco una nota, la forma en que sus frágiles dedos abrazan el micrófono, la forma en que se desliza hacia abajo el cuello de su colorida camisa, revelando la delgada extensión de sus clavículas...
Le dijo a Yoongi que no se acuesta con nadie dos veces. Y ahora canta sobre la soledad.
Es simplemente un leitmotiv favorito de la cultura popular, o...
Por alguna razón, Yoongi quería desesperadamente resolver esto. Algo en su pecho se resistía desesperadamente a ese "te veré sólo una vez", quería darle argumentos y convencerlo de que valía al menos un segundo, quería pisotear y salirse con la mía, quería...
La canción terminó y el público estalló en aplausos. Flores y aviones de papel volaron hacia el escenario, y el cantante sonrió ampliamente al atrapar uno. Besó el avión, guiñandole un ojo a la multitud y lo devolvió a la furiosa masa humana.
La masa humana literalmente gritó.
La siguiente composición ya no era melancólica y melódica como la de la soledad. Las luces brillaron, la bajista se estiró en los splits, deslizándose entre las piernas del vocalista, y comenzó una especie de bacanal.
Su voz seguía siendo fascinante, pero completamente diferente. Yoongi no era un fanático del rock y el sonido áspero de la guitarra principal lo hizo hacer una mueca involuntariamente. Cantó algo sobre cómo " si tú y yo fuéramos mariposas de un día, estaríamos juntos toda nuestra vida, pero, ay, no, somos polillas ", y Yoongi resopló mentalmente. Este tipo parece estar en problemas.
Maldita sea, ¿este tipo parece estar en problemas?
-¿Cómo dices qué lo llaman? ¿Metalero? - Yoongi inclinó levemente la cabeza hacia Taehyung, quien tamborileaba fervientemente con sus dedos sobre la copa de vino al ritmo del tambor, claramente cautivado por el espectáculo.
Seokjin se rió entre dientes. - Mentalista. Periódicamente organiza interacciones con el público en conciertos, le lee a una persona un par de frases, algo así, yo mismo no lo he visto. Pero, dicen que casi nunca se equivoca en sus descripciones. Chico interesante-, miró a Yoongi, estirándose con una sonrisa completamente idiota. -Bueno, supongo que tú mismo te diste cuenta -, y se rió como el último idiota.
Bueno, aunque, no se equivocaba.
Aun así, Yoongi puso los ojos en blanco. -Eres un idiota
-Bueno, bueno-, Seokjin continuó marcando el ritmo con sus dedos. -Aunque también está su baterista... joder, no sé, ¿míralo? Impresionante.
Yoongi miró.
Un chico enorme y peludo con una montaña de músculos pronunciados. No era su tipo.
Pero a Seokjin, en general, nunca le importó cómo lo veían realmente a los tipos; esta criatura eternamente codiciosa y coqueta estaba interesada literalmente en todos.
-Bien quizás. ¿Con quién fue que te peleaste con ellos?
Seokjin suspiró profundamente. -Bueno, sólo con él.
Yoongi se rió y Seokjin se rió después de él. Este tipo nunca se preocupaba por sus propios fracasos y, en lugar de sufrir, simplemente hacía planes sobre cómo corregir la situación y conseguir lo que quería.
Por eso, Yoongi lo respetaba especialmente.
Si tal... vergüenza le sucediera a Taehyung, definitivamente descubriría cómo cambiar todo de manera diferente .
Yoongi se congeló.
¿Qué carajo?
¿Cómo es que en realidad esto es peor que lo que le pasa a Taehyung?
Volvió a mirar fijamente la frágil silueta con un micrófono en la mano.
Yoongi sabía cómo era. Yoongi conocía su apodo. Yoongi podría conseguir fácilmente los contactos de su grupo, y...
Y podría descubrir cómo cambiar las cosas. Cómo conseguir otra reunión.
Y no se trata de sexo en absoluto.
No se trata solo de la luz acerada de los enormes ojos del felino.
Ni en las finas clavículas ni en esa voz tan cautivadora.
Se trata del propio Mentalista. Yoongi lo quería para él.
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