Cap. 53
-¿Cómo es eso que escaparás? -me pregunto Jeff continuando con la conversación.
-Shh... baja la voz. -susurro esperando que ninguno de los guardias lo hayan oído -Sí, debo escapar en 6 meses.
-Si te largas de aquí yo también quiero ir. -me asegura dándome un golpe en el hombro.
-¿Por qué quieres escapar? -pregunto curioso.
-¿Estás loco? Estoy es una mierda. -habla haciendo una mueca.
-Yo voy a escapar por una razón muy importe, no puedo quedarme aquí. -golpeo mi frente por los barrotes -Ella me necesita. -murmuro agachando la mirada.
-Ya entiendo, ella puede venir a visitarte y los dejarán estar solos por un momento. -habla Jeff moviendo sua cejas de arriba a bajo.
-No. -niego riendo -Debo estar con ella cuando nuestra hija nazca ¿Entiendes? -le explico cruzándome de brazos.
-Que noble. -comenta serio.
-¡Escuchen todos, es hora de salir! -anuncia los guardias y abren las rejas.
En la multitud pierdo de vista a Jeff, eso me preocupa porque es nuevo de aquí, unos minutos después lo encuentro peleando en el patio con unos de los presos más agresivos.
-¡No lo toquen! -interfiero al ver a mi compañero sangrando.
-Leo, el marica nuevo no quiso chuparmela. -dice el sujeto que lo golpeó.
-Ya sé que el encierro los tiene en aftinencia a todos, pero hay presos que les gusta hacerlo, por eso no hay necesidad de golpear a nadie. -les aclaro.
-Mmm... tienes razón Leo. -dice y se alejan dejando en paz a Jeff.
-Imprecionante ¿Cómo haces eso? -me pregunta mi compañero. Yo extiendo mi mano hacia él y lo ayudo a levantarse.
-¿Hacer qué?
-Razonar con ellos. -él limpia la sangre que sale de su boca.
-Solo hay que entenderlos. -contesto tranquilamente.
-¿Por qué es que te respetan tanto? -pregunta arqueando una ceja.
-Es de familia. -comento sentándome en unas tribunas que están a un lado de la cancha de basquet -Mi padre estuvo encerrado en esta misma cárcel y ayudó a muchos presos a huír haciendo un gran revuelo. Él escapó para estar con mi madre cuando iba a nacer. Soy famoso por así decirlo. -le cuento.
-Que gran historia, gracias amigo. -habla dándome palmadas en la espalda.
-Voy a hacer lo mismo que él. -agrego pensativo.
-¿Cómo se llama tu chica? -me pregunta.
-Megan. -respondo sonriendo -Espero que venga a visitarme pronto.
-Tal vez, mi chica me dejó cuando me arrestaron, dijo que era una basura y que no quería volver a verme. -me cuenta agachando la mirada.
-Lo siento.
-No importa, las chicas van y vienen. -mueve su mano para restarle importancia.
-Yo pienso que la sigues amando y si es así, debes pelear por ella. -le aconsejo haciendo que se ponga pensativo.
Así como yo estoy luchado por Megan.
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