Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ꗃ xix. an uncomfortable dinner.

written by 𝗆𝗂𝗄𝖺𝗌𝖺𝗆𝗎𝗇
♯🥊 ‧₊⋆ CAPÍTULO DIECINUEVE ❜🗞️ೃ∗
today we present: Una cena incómoda.

—¿Qué sucede, hija? ¿No te alegra verme?

Otra vez, la voz de mi mamá me saca de las millones de preguntas que pasan por mi cabeza, haciendo que vaya a ella para abrazarla, demostrándole que sí la extrañé todos estos últimos meses que no nos hemos podido ver. Simplemente que no entendía cómo es que Park Hekima está frente a mí ahora mismo, no hay otra respuesta más que la maldad de mi jefe y eso me estaba reventando la vena de la frente. Miraba a mi superior de reojo mientras encaminaba a mi madre a la salida de la empresa, deseando que no sea muy amable en estos momentos con el CEO Bang, ya que la conocía muy bien, únicamente, quería agarrar a mi madre y marcharnos a mi nuevo departamento, nada más que eso.

Ay, no.

¡Ella no sabe que no viv...!

—Por favor, dejen que las lleve.

—No, presidente Bang. Iremos en taxi.

Contesté rápidamente, sonriéndole descaradamente. Llevando cada vez más veloz a mi madre lejos de él, supongo que en el camino le podía explicar que decidí mudarme a una zona mucho mejor, darle una breve explicación de que es tiempo de que Jung Kook y yo vivamos separados, aunque iba a ser muy evidente de que nos encontrábamos peleados.

Pensar en él me recuerda todos los mensajes de texto y llamadas que me dejó para saber dónde demonios me metí por no haber dormido anoche en su penthouse. Obviamente que ni siquiera le respondí, hasta que me mandó mensaje Ji Min, solamente a él le dije que me mudé, no le di mi dirección, pero suponía que le iba a dar el recado a mi hermano adoptivo. Yo me prometí a no hablarle nunca más o, al menos, hasta que decida alejarse de esos tipos, de esos lugares que no eran buenos para absolutamente nadie.

—Vamos, Señorita Sasaki. No voy a dejar que unas damas se vayan a estas horas de la noche en un taxi. Además, estoy de paso.

—Es una buena idea, tal vez podemos pasar la cena para ahora mismo. ¿Qué dices, Chan?—propuso mi madre, regalándole una enorme sonrisa.

—¿Cena? ¿Qué cena?

—Dije que le cocinaría por el regalo que me dio.

—¿Cuál regalo?—fruncí mi entrecejo.

—Los boletos. Gracias a Chan estoy aquí contigo, hija.—informó sonriente.

Mi jefe me vio sonriente, colocó una de sus manos en la espalda de mi madre, sacándola de la empresa, entre que yo estoy analizando toda la situación que me encuentro viviendo. Eché un suspiro, acercándome a ellos para no perderme de ninguna conversación por las dudas, además de que no sé lo que el señor Bang está tramando para hacer una cosa como esta. Solo que a la vez estoy con precaución de lo que pueda suceder, porque hasta donde recuerdo Jung Kook todavía tiene la cara malherida y si mamá lo ve así...

Ni siquiera me quiero imaginar el desastre que eso va a ser.

En el viaje me mantuve al margen, notando que mi jefe se llevaba demasiado bien con mi madre, hablaban como si fuese amigo de mi amigo de toda su vida y eso me ponía de los pelos. Acabamos llegando a la casa de Jung Kook, obviamente que mamá creía que aún vivíamos juntos debido a que todavía no me dio el tiempo de tener una charla sobre mi nueva mudanza. Cuando la puerta negra y pesada se abrió puedo ver los fanales oscuros de mi mejor amigo con un brillo especial, quizá pensando que me arrepentí de haberme mudado y volvería a vivir con él, hasta que se dio cuenta de que no estoy sola, entonces, su cara cambio, se veía preocupado y a la vez confundido de la silueta de mi madre.

—¿Mamá?

—Pero qué pasa con ustedes hoy. ¿Por qué reaccionan así cuando me ve...? ¡¿Qué te pasó en la cara, Jeon?!—gritó de repente mamá.

Eché un bufido por lo que iba a suceder en segundos, entré al departamento luego de que ella se haya metido a lo bruto a la propiedad de su único hijo varón. Algo que el señor Bang también lo hizo para cerrar la puerta principal.

—¿Qué está haciendo?

—¿Mmh? ¿Yo?—señaló su rostro, fingiendo demencia de lo que está pasando. Aproveché que mamá se llevó a Jung Kook a un cuarto a regañarlo con más ganas y que nadie la escuchara para tener una conversación con mi superior.—Solamente, estoy aceptando una invitación a cenar con la mamá de mi amigo y de mi secretaria número 1. ¿Por qué? ¿Te incómoda?

Estaba más qué claro que necesitaba saber lo que se encontraba tramando al hacerme todo esto, ¿tantas ganas de verme podrida tenía? ¡Eso me pone de un mal humor impresionante! Por lo tanto, recordé que él era mi jefe e intenté hablarle lo más calmada posible, si es que no me quería quedar sin empleo y en la calle, porque no pensaba volver a vivir con el idiota de Jeon Jung Kook.

—Señor, no es divertido.

¡Ya estoy!

Desde el corredor se escucha la voz de mi mama, el sonido de sus tacones logran que el señor Bang Chan vaya con mi madre, manteniendo una conversación agradable, mientras que en mi rostro se nota que me encuentro de un mal humor que no podía tener una explicación ahora mismo, Jung Kook sale del pasillo con una cara similar, sencillamente que me dedica un par de miradas que me pedían una explicación de lo que estaba sucediendo, pero no pensaba dirigirle la palabra debido a que aún estoy muy enojada con sus decisiones de mierda.

Por lo que en toda la preparación de la cena fingí que estaba contenta de tener una cena con mi superior, oyendo la charla que ellos han tenido con mi hermano adoptivo a la par, al parecer, se le fue el enojo rápido. En el momento de estar cenando pasó casi lo mismo, escuchando y prestando atención a sus insinuaciones extrañas con respecto a las cosas que él ha averiguado de mí, ¿cómo? Anda a saber. Todo estaba yendo bien hasta el tiempo en que nos encontrábamos tomando unas copitas de soju y las preguntas empiezan a ser un poco extrañas a mi parecer.

—¿Mi hija se comporta en tu empresa, Chan? Quiero saber si hice un buen trabajo criándola.—mi madre me echó una sonrisa de costado, volteando a ver a mi superior nuevamente.

—Sí, señora Park. Se comporta tan bien que se toma un descanso para hacer sus quev...

—Para hacer los informes, mamá. Muchos informes.—reí nerviosa, parándome del taburete.—¿No quiere más soju, presidente? No importa, yo le sirvo más. No sé preocupe, no es nada.

La última palabra ya sonó un poco más agresiva que la anterior, otra vez sentándome y observando cada leve momento del sujeto que yace frente a mí, hablando con mi madre adoptiva como si no tuviese pensado hacer otra cosa maléfica.

En el resto de la cena solo tuve que salvar mi culo por las indirectas que el señor Bang Chan lanzaba de mí, o de lo perversa que era, en la empresa, obviamente, no diciéndole de una que me acostaba con su hijo, pero sabíamos perfectamente lo que él quería insinuar. Cambiamos de lugar y nos fuimos a la sala de estar en donde Jung Kook trajo unos postres, mientras que esta vez estábamos escuchando anécdotas que mi madre le contaba al señor Chan sobre nuestra amistad desde que éramos pequeños. Brevemente, mis padres fueron tema de conversación y ya me sentía incómoda con eso, algo que mi jefe se dio cuenta, ocasionando que el tema de cambie de inmediato.

Eso me asombró, solo que no pasó mucho tiempo en que volvió con sus malas indirectas hacía mi persona, llegó un punto en que lo estaba echando con la mirada, lo peor es que ni siquiera se lo podía decir a Jeon porque estaba muy concentrado en la charla que están teniendo. El mayor se disculpó para ir al baño siendo guiado por mi mejor amigo, o lo que fue de él en algún tiempo, Hekima aprovechó para preguntarme sobre mi vida privada, queriendo saber si ya hay alguien en mi vida, si me enamoré o si me casaré muy pronto, cosa que no sucedería si mi jefe me retiene en su vida por mucho tiempo, ya que no tenía tiempo ni para respirar. Cuando Jung Kook volvió los volví a dejar a solas, verificando que mi jefe no se haya caído en el inodoro, o, probablemente, yo lo haría en cuanto lo vea ahora mismo. Justo, la puerta del baño se abrió, dejándome ver a mi superior sorprendido de mi silueta, solamente que le di un minúsculo empujón para que estemos a solas en el baño del departamento.

—¿Cuál es su idea? ¿Ah?

—No sé de qué me hablas, Sasaki.

—¿Por qué está aquí para empezar? ¿Por qué con mi madre? ¿Por qué la invitó? ¡¿Por qué me hace esto...?!—clamé lo último, casi desesperada.

—Primero: ¿Por qué nos encierras en el baño? Está tu madre afuera, Miharu, sé más respetuosa te lo pido. Ya sé que te caliento, pero disimula un poco más, ¿si?

Bufé, sin poder soportar el sarcasmo del mayor y eso me está convirtiendo en la enemiga número uno del estúpido de mi jefe.

—Respóndame. Al menos merezco eso.

—No veías a tu madre por mucho tiempo, ¿está mal ser un buen samaritano con dos personas que forman parte de mi vida cotidiana?—elevó una ceja, viéndome con una sonrisa falsa.—Oh, Sasaki, no te pongas así. No estoy haciendo nada malo. En cambio, tú sí.

—¿Yo...? ¡¿Yo?!

Él dio un paso, quedando cada vez más cerca de mí y eso sí que me ponía demasiado nerviosa. Además de que luego de todas las palabras que utilizó ya no quería sentir más calentura por el sujeto que me está matando con la mirada ahora mismo.

—Pensar en mí con morbosidad es una.

—Usted es el único que está haciendo todo mal, señor.—recordé todas las cosas que me hizo pasar, no solo a mí, sino también a mis compañeros del trabajo. Por demás de que recordé el contenido de esas fotografías que vi hace unas horas.—Déjeme decirle que no es el único que ya sabe mis secretos, también sé uno de los suyos, y si vamos a jugar a este juego lo podemos hacer los dos tranquilamente. ¿O negará que usted tiene cierto fetiche por la sumisión? ¿Uh?—es ahí en que la voz de Jung Kook suena.—Lo salvó la campana.

Abrí la puerta, yéndome.

Viernes por la madrugada.

Luego de que se fuera mi superior y haya tenido que ver la extraña forma en que se comportó conmigo después de eso, que por cierto, me arrepentí mucho de haberle dicho esas palabras porque sentía que me iba a hacer la vida más miserable, pero retomando lo más importante es que ya me quería ir a mi nuevo hogar a poder descansar. Sin mencionar que me iban a llegar los nuevos muebles que me he comprado y pedí que me lo traigan por la mañana, antes de irme a trabajar como todos los días debido a que el sábado solamente quería tener un día para mí misma.

Pero mi mamá aún no sabía la información.

—Creo que ya me tengo que ir.

—¿A dónde?

—Sí, Miharu. ¿A dónde?—inquirió Jung Kook, era una de esas miradas que odiaba.

—¿Qué está pasando aquí?

—Me mudé, mamá.

—¿Qué? ¿Por qué?

Lo peor de todo es que parecía estar demasiado preocupada al saber aquello. Mi madre nos conocía muy bien y el poner cualquier excusa no nos ayudaría en lo absoluto, sin embargo, es la única salida que tenía ahora mismo.

—Era momento de que cada uno tenga su espacio, y sabes que no me gustaría molestar a nadie.

—No me molestas.

—Por eso me mudé, mamá.

Informe, evitando la voz de Jung Kook.

Empero, supongo que mi mamá me hubiese creído si no hubiera presenciado el momento en que ignore a su hijo mayor. Porque se dio cuenta de que me fui de su casa porque nos habíamos peleado, ahora estaba en debate dónde carajos me iba a quedar este día cuando yo lo único que quería hacer es irme a dormir porque mañana tenía trabajo.

—Quédate por hoy, Miharu.

—Mam...

—Hazlo por mamá. Dormiré en el sillón.

—No es necesario.

—Es cierto, no es necesario. Dormiré en el cuarto libre y ustedes dos dormirán en la habitación de Jung Kook.—ordenó de inmediato, caminando por el corredor.

—¡Mamá!

—¿Por qué siempre haces lo mismo?

—Ya no tenemos 10 años.

—Siguen siendo mis bebés aun así—se volteó a vernos después de que nos hayamos quejado de su castigo.—y solucionarán sus problemas en este mismo momento. A dormir ahora.

✂️¡! WRITER'S SPACE

Vengo a tirar datos innecesarios o que se necesitaban saber sí o sí porque sí.

Realmente, tenía pensado que Miharu no haya amenazado a Chan, sino que se comportara como toda sumisa y tierna, cosa que terminó siendo lo contrario v': También que el capítulo sea más largo, la cual sería gran parte del capítulo 20, pero después me dije: Si lo hago así nunca va a tener inicio del sexo frenético.

Así que ya se sabe las razones y también porque tenía pensado cómo sería todo el capítulo el mismo día en que me tenía que ir, por lo que se me olvidó toda la idea después de haber llegado del hospital. Entonces, se me cagó toda la historia nuevamente y como no los quise dejar sin capítulo nuevo, simplemente subí lo poco que recordé de esa idea. Ahora sí me despido.

¡Gracias por leer!
🤍🌙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro