ꗃ iii. number one assistant.
written by 𝗆𝗂𝗄𝖺𝗌𝖺𝗆𝗎𝗇
♯🥊 ‧₊⋆ CAPÍTULO TRES ❜🗞️ೃ∗
today we present: Asistente número 1.
Posiblemente, me sorprendí porque el fin de semana no me di cuenta de que poseía un piercing en el labio izquierdo y que en ningún momento dejó ver su piel en la fiesta, por lo que recién me encontraba observando sus tatuajes, en el brazo izquierdo en la parte arriba del codo pude ver un par de dominó, a un costado hay algo escrito que no puedo vislumbrar bien y en el otro brazo puedo observar un dragón en todo su brazo, casi acercándose al codo, arriba hay impregnado unas letras y números: CB97. Eso me dio curiosidad si soy sincera y también hay un nombre que no reconozco con unas especies de tiaras, o una demostración casi parecida sobre esa palabra y era mejor dejar de inspeccionarlo así.
Mis ojos se concentraron en su cara, dos aros en sus orejas, una cadena que parecía sacada de la bicicleta de mi madre y su cabello castaño con su flequillo casi ingresando a sus luceros es lo que me llama más la atención, porque se veía jodidamente guapote. Directamente, traté de que los nervios salgan de mi cuerpo antes de que el hombre se dé cuenta de que era una desastrosa a la hora de hacer entrevistas para quedar en algún trabajo.
—Eres puntual, eso me gusta.
—Suponía que era lo esencial...—musité tímida. Él me señala la silla que está frente a su larga mesa de mármol, lo extraño, ya que aquí es todo de vidrio.
—¿Qué tienes allí?
—Oh. Es el currículum.
—Muéstrame.—alargó su mano izquierda sobre la mesa, hice caso omiso, entre que veía que iba leyendo y caminaba lentamente a pasos cortos, sin irse por completo de enfrente.
Digamos que con la luz que entraba por los ventanales que yacen detrás de su escritorio lo dejaban más bello de lo normal.
Hay largas cortinas bordos por todos lados. Algunos instrumentos cómo una guitarra eléctrica, bajo, una batería por lo muy fondo del sitio, algunas plantas escondidas en la oscuridad.
—¿Biología marina? ¿Eres bióloga marina?
—B-bueno. ¿Hay algún problema con eso, señor?
Expulsa una leve risa, volviendo sus luceros al currículum que le había dado, leyendo cada parte de lo que he puesto la última vez. Negó con su cabeza, murmurando algunas cosas con lo que iba leyendo hasta que sus ojos van a los míos otra vez.
—¿Me puedes decir por qué quieres trabajar conmigo? No puedo aceptarte al saber que te has capacitado para una carrera absolutamente distinta a lo que nosotros hacemos aquí. Ya sé que no has conseguido trabajo por ningún lado, Miharu, pero tampoco puedo retenerte aquí cuando tienes una gran habilidad que darle al mundo marino y no con nosotros.—preguntó asombrado.
No sabía cómo decirle que podría hacer cualquier cosa con tan solo tener un poco de dinero y dejar de estar viviendo con Jung Kook, aunque sea alguien cercano a mí y que ambos nos queramos, no puedo permitirme invadir su privacidad y muchísimo menos tener que escucharlo gemir cada vez que trae a alguien a la casa.
—Ocurre que... no puedo ejercer esa carrera, es por eso que prefiero trabajar en lo que usted quiera darme. Solo quiero...—bajé la mirada, jugando con mis dedos.—tener mi propio dinero, Señor Bang, además de que aprendo rápido.
Elevé la mirada cuando estuve completamente segura de mis palabras y que no me iba a poner a llorar en cualquier momento frente a él. El CEO Bang se encontraba sentado en su elegante silla negra, daba unos movimientos en su silla, por su mirada parecía que estaba pensando en lo que haría conmigo. Hasta que me ve directamente.
Eso me dio estremecimientos, lo admito.
—¿Al menos sabe de qué es mi empresa, señorita Sasaki?
—Automotriz.
—¿Cree qué porque tengo un auto de expolio significa que mi organización es automotriz?—indagó seriamente, apoyando sus brazos cruzados en la mesa de mármol. Admito que eso me puso más nerviosa de lo normal. Entonces, suelta una risa, relajándose en su silla, girando, pero no por completo.—Solo bromeo.
—Ah...—reí inquieta.
—Bien, está bien. Te daré un puesto, importante.
—¿Ah sí...?
Cuestioné confusa, mirándolo de reojo y demostrando que de verdad ni siquiera yo misma me imaginaba estando en un puesto fundamental y mucho menos en sus propias palabras. El CEO Bang mueve su cabeza en ratificación, presionó un botón de un aparto que se veía muy caro y que yo no conocía para nada, escucho que llamó a la mujer que está esperando fuera de aquí. Supongo que su asistente.
—Como tu hermano dijo, me falta una asistente, aunque supongo que has conocido a la señorita Choi, pero necesito a una persona que cumpla con los patrones correctos que pueda suplantar a mi anterior secretaria.—notificó. La puerta suena y él le da el permiso de que entre.—Así que serás la secretaria número 1, la más esencial e importante.
—Qué bueno, sabía que le iba a ir bien, señorita Sasaki.
Hice una leve reverencia, agradecida por sus ánimos.
—Soo Byeol, quiero que le expliques a la señorita Sasaki todo lo que tiene que saber sobre su puesto, también ayúdala a organizar su escritorio. Comienzas desde mañana, Sasaki Mirahu, así que nos vemos mañana.
—¡Oh! ¡Muchas gracias!—me levanté emocionada por tener la chance de levantar el culo del sillón de mi hermano.—Haré mi mayor esfuerzo, Señor Bang.
Él sonrió, tomando su chaqueta y marchándose de su propia oficina, es en ese instante en que la mujer me comentó todo lo que debía de saber sobre mi puesto de trabajo y las cosas que dejó la antigua asistente. Gracias a Choi Soo Byeol supe que al ser la número 1 tenía que encargarme de los asuntos privados del Presidente Bang, por lo tanto, me dieron las copias de las tarjetas y llaves del sujeto, de igual modo, cajas con mucha información, las comidas que odia, que le gustan y las que era alérgico, de verdad era muchísimo que debo de asimilar.
Me despedí de Soo Byeol cuando recibió una llamada del jefe, quien se fue hace media hora más o menos, entonces, me dijo que vaya a hablar con la chica de recepción, que ella me podría dar una mano con el recorrido de la empresa, ya que para el día de mañana debería de saberme guiarme sola, debido a que no siempre me podrían ayudar. Por lo tanto, salí del área llegando al mismo pasillo en donde dejé a mi amiga, solamente que no la encontré.
—Su amiga se fue, señorita. Dijo que era sobre su padre y que lo lamenta.
—Oh... —musité preocupada, saqué mi celular a enviarle un mensaje para saber cómo estaba todo.—Por cierto, la señorita Choi Soo Byeol me dijo que usted me podría ayudar con el recorrido de la empresa.
Noto que ella deja de sonreírme como lo ha hecho desde el momento en que ingresamos al noveno piso de esta enorme empresa.
—Entonces, te dieron el trabajo.
—Umh... ¿Por qué suena enojada, agassi?—cuestioné confusa, acercándome aún más a la mesa de recepción.
—Porque lo estoy, niña.
—No entiendo por qué lo estaría. ¿Usted quería el puesto?
—¡Jamás! Es el peor puesto, créeme, mujer. —desinfló sus mejillas, viéndome con desgana. Rodeó la mesa, moviendo su cabeza.—Mejor hagamos esto rápido.
—¿Por qué lo es?
—El Presidente es el ser humano más inhumano que existe, por eso.
—¿Cómo? Pero si es muy agradable, sugestivo y... se ve como una buena persona.
Ella me ve apenas, presionando el botón, echó una leve risa.
Sin embargo, la forma en que se estaba comportando conmigo me llegó a intimidar por un breve instante debido a que tenía la esperanza de que me llevaría bien con estas mujeres que serían a quienes vería por más tiempo que mi propio jefe, según las palabras de la segunda asistente del Presidente Bang.
—Mañana averiguarás eso, novata. Por cierto, me llamo Shin Ga Hye, la recepcionista.
Después de unos minutos la mayor me cayó mucho mejor de lo que pensé que me caería, me informó que cuando el jefe se va la mayoría muestra su verdadera cara, por lo que me mencionó que aunque tenga un rostro de culo no significa que le cayera mal o que no le agrade, es más, también le caí bien. Me presentó a algunos compañeros que veré seguido, me enseñó donde están los baños de mujeres, hay un baño que es unisex, también la cafetería, la parte de marketing, el área de tecnología, la de ingeniería y demás secciones.
Llegué a la casa de Jung Kook emocionada, él se alegró por mí y festejamos comiendo algo entre que veíamos películas. Entonces, la escena siguiente que pasó me hizo quedarme más que congelada debido a que cada vez que recordaba esa parte mía que no me agradaba me hacía sentirme una enferma mental, es por eso que me disculpé con mi amigo, yendo al baño a pensar un momento, no debería de bajonearme por algo que estereotipadamente está bien, entre todo, empero, lo tomaría mejor si solamente lo admitiría.
Los golpes en la puerta me sacan de mi trance, Jung Kook preguntándome si me encontraba bien, así que salí de ahí para volver a la sala de estar a terminar de ver la película que puso él.
Martes por la mañana.
A las 06:45 de la mañana tenía que estar despierta, porque a las 07:00 pasaba un auto a buscarme, el cual me llevaría a NG Jadongcha, según la señorita Choi eso es parte de la empresa, así que me despedí de mi hermano adoptivo, abandonando el departamento más dormida que cualquier koala, tanto que me iba vistiendo en el camino al elevador, en pocos minutos me encontraba en el lobby de la construcción, entre que veía la hora de mi celular con los ojos amestizados.
Justamente, puedo ver el número de matrícula que me mandó la señorita Soo Byeol, ya que no me iba a subir a cualquier carro que se me cruzara por el frente. Era un bellísimo auto negro y deportivo, traté de no examinarlo y simplemente subirme, en el camino estaba intentando recrear en mi cabeza todas las cosas que estuve aprendiendo del Presidente Bang, por ejemplo: No le gustan las comidas picantes, o mejor dicho, su anatomía no lo tolera, a la mañana se pone de muy mal humor y no le gusta que nadie le hable, le gusta comer a horario, aunque rara vez sigue esa regla y odia que lo tuteen.
—¿Tienes su desayuno?
—Sí, aquí está.—respondí al mismo tiempo en que ella ordenaba mi propio escritorio.
—Bien, ahora so... Espera. ¿Y sus palillos?
—¿Qué?
—Sus palillos, Miharu-ah, ¿dónde están?—abrió sus párpados, asustada.
—¿Tiene sus propios palillos...? Eso no estaba en el informe.
—Todos tenemos propios palillos.
—Claro que no, eso viene con la comida, señorita Choi.
Respondí muy segura de mi opinión personal, solo que no es el tiempo de conversar sobre nuestras opiniones personales, así que fui corriendo hasta la cafetería en donde la asistente con más experiencia me comentó que siempre tenían un repuesto. Llegué lo más rapido que pude hasta que puedo notar que el ascensor se queda trabado y mi miedo se hizo presente, le envié un mensaje a mi colega, pero su respuesta me asustó aún más. Terminé llegando 5 minutos tarde, y eso que corrí, el sonido de mis zapatos se hizo presente llamando la atención de las dos únicas personas que se hallaban en el área de jefe — asistente. Obviamente que bajé la mirada apenada, es mi primer día y ya estoy haciendo las cosas de mala manera, comencé a acercarme a pasos lentos.
—¿Has llegado tarde en tu primer día de trabajo, Sasaki?
—No, Presidente Bang.
—¿Y por qué no estabas en tu lugar de trabajo?
Indagó tranquilamente, elevé la cara a responderle de la misma forma hasta que la señorita Choi Soo Byeol con disimulo me notifica que no diga nada. Suponía que él no tenía la menor idea de que hay un reemplazo de sus palillos.
—P-porque tuve un asunto femenino, Presidente. Lo siento.
—Bien...—tardó unos segundos, larguísimos, en responder. Asintió, abriendo sus ojos y elevando sus cejas.—Qué no vuelva a pasar, ¿si? Eres mi mano derecha en estos instantes, Miharu, debes estar cuando te necesite.
—Sí, Presidente Bang. No volverá a pasar.
Volví a responder con mis manos atrás de mi espalda, sacando pecho y mirándolo con una sonrisa apretada. Luego de ese momento, únicamente, nos dedicamos a pasar la mañana, ya que el señor se encerró en su oficina.
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