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ꗃ xx. loan.

written by 𝗆𝗂𝗄𝖺𝗌𝖺𝗆𝗎𝗇
♯🥊 ‧₊⋆ CAPÍTULO VEINTE ❜🗞️ೃ∗
today we present: Préstamo.

No quería estar en una misma habitación que él, menos cuando me encontraba enojada, lo único que me dijo fue que puedo ponerme su ropa para dormir cómoda, ya que tampoco tenía mi ropa acá, siquiera me tomé el tiempo de dejar algo para tener que volver a venir aquí. Después de haberme dicho eso se fue a dormir en el sillón, únicamente, abrí su armario con las peores de las ganas a sacar una remera negra y unos shorts del mismo tono, por lo que me acerqué a su enorme cama a dormirme, sencillamente que a los minutos la puerta es abierta lentamente, logrando que mi cuello de vuelta, observando a un Jung Kook con una almohada en sus brazos.

Se veía tambaleante.

—Es que mamá me mandó aquí de nuevo...

—Solo acuéstate.

Ordené volviendo a mi postura de hace un momento. Cerré los ojos, dispuesta en irme a dormir, sentí que el cuerpo de Jeon Jung Kook se metió entre las frazadas de su cama de dos plazas y media. Aun cuando lo único que quiero hacer ahora era dormirme, es lo menos que puedo hacer, tal vez porque soy consciente de que mi hermano ni siquiera apoyó la cabeza en la almohada que traía entre sus brazos, sino que está pegada en el respaldo de la cama, seguramente que en cualquier minuto va a querer hablarme.

Y es lo menos que quiero.

—¿Por qué te mudaste?

Sabía que me tenía que dedicar a la brujería, capaz me iría muchísimo mejor. Eché un suspiro que le dio a entender que no quería entablar una conversación con su persona actualmente, solamente, dormir. Pero él no se iba a rendir tan fácilmente, volvió a hacer que me termine sentando en la cama, observándolo con la peor de mis expresiones.

—Déjame dormir.

—Eres mi mejor amiga, tienes que estar de mi lado.

—¿Quién impuso esa regla? Porque tengo derecho de elegir, Jeon. Y tú no estás haciendo las cosas como se deben de hacer, además, si tanto soy tu mejor amiga al menos me hubieses dicho la verdad.

—¿Qué verdad? Sabes todo de mí.

—No, no sé todo. Ni siquiera Ji Min me quiso decir algo esa noche, ¿qué demonios me estás ocultando?—me giré. Apoyando la cabeza en la almohada nuevamente.—No me importa, así que hazme el favor de dejarme dormir en paz.

Un silencio inundó el cuarto, hasta que Jung Kook decide hacer otra vez algo que le pido casi rogando a que no haga. Era una persona completamente mimada y a veces pensaba que eso es culpable nuestra madre, su padre, sus tontos amigos y hasta diría que yo misma por darle siempre el jodido gusto.

—También me gustaría salirme de eso.

—¡¿Y por qué sigue ahí entonces?!—me levanté de golpe, viéndolo más que enojada con sus respuestas. También noté que se asustó de aquello.

—No es fácil.

—¿Es por el dinero? Tienes amigos, familia y a mí. Ademas, te recuerdo que te puedes dedicar a otra cosa más normal qué a ser un boxeador que termina matando gente.

—No es por eso, hay un contrato, Miharu.

—¿De qué hablas?

—Si perdía esa pelea... Se suponía que ya me retiraba, Mimi, pero perdí.

—¿Y qué sucede si te vas?

Fruncí mi rostro, confundida por la expresión en su faceta cuando mencionó aquello.

—Tengo que pelear para ellos hasta poder pagarles todo el dinero que les hice perder en la última pelea, Miharu. Si no hago eso mi familia está en peligro, Ji Min, Tae Hyung, mamá, papá,... tú. No voy a permitir que ustedes estén en peligro por mi culpa, es por eso que no puedo dejarlo.—explicó.

Me quedé callada por un momento debido a que no sabía qué demonios debería de decirle ahora mismo. Hasta que cerré los párpados, apoyándome en la almohada de nuevo, simplemente que visualizando al techo lujoso, observando cada detalle, pensando en otras cosas qué en el imbécil de mi hermano adoptivo, eché un suspiro frustrada, moviendo algunos de mis pelos al hacer eso.

Giré mi cuello, viéndolo.

—¿Cuánto?

Jung Kook miró a un costado.

Lo conocía a la perfección, así que sabía que lo menos que quiere hacer es verme a la cara cuando me responda a la pregunta. Eso lo hacía, simplemente, cuando algo lo avergonzaba muchísimo, además de que sus manos yacen sobre sus muslos, moviéndolos con nerviosismo. De tan solo verlo de esa forma me daba a entender que era demasiado dinero, tanto que ni siquiera él mismo podría pagarlo jamás en su vida, eso me preocupaba muchísimo.

—Muchos dólares.

—¿Dó-lares?

—2 millones de dólares.

Me quedé estática, sin poder creer en la cantidad de dólares que acabo de escuchar salir de su boca con esos esos ojos bambis brillosos.

—¿2.598.100.000 de wones?

—Emh. Diría que sí. Pero tranquila, tengo un cuarto.

—Jung Kook, mierda... —farfullé. Él respondió con un simple movimiento de cabeza, por demás de sus típicas expresiones de brazos. Dándolo todo por perdido, pero no iba a dejar que eso sucediera. Iba a juntarle lo que reste del dinero.—Yo te ayudaré.

—¿Cómo?

Inflé mis pulmones, expulsando todo el aire y llorando por dentro. Porque sabía perfectamente de lo que iba a suceder dentro de unas 5 horas sería lo más penoso que haría en mi vida, sencillamente que eso sería por mi familia y no me interesaría tener que ser una maldita perra obediente con tal de conseguir lo que necesitaba, por lo que le informé que no se preocupe, ya que haría cualquier cosa para que Jeon salga de ese ambiente que no es nada bueno, sin mencionar que me dijo que no haga nada, qué es su problema y él solo lo tiene que solucionar.

Es que no podría solo.

¡Son 2 millones de dólares! Al menos la mitad tenía que encontrarle, porque no iba a dejar que el próximo cajón que vea sea el de mi mejor amigo, así que me fui a dormir debido a que mañana iba a tener que hacer lo imposible para que el señor Bang me pueda dar un adelanto de mis últimos sueldos, es ahora en que me arrepentía de haberle dicho esas palabras hace unas pocas horas.

Viernes por la mañana.

Tú puedes.

¿Qué tan mal puede salir eso? ¡Muy mal! Pero eso no es lo más importante en este momento, apenas eran las 10 de la mañana y sabía que no le gustaba que lo estén molestando tan temprano, únicamente que si no me ayudaba debía de buscar de otro lado la forma en ayudar al imbécil de mi mejor amigo a salir de ese lugar horrible que algunos le dicen trabajo honesto. ¿Honesto? ¡Mis ovarios! Golpeé la puerta, esperando una respuesta de su parte.

Cuando fue así, ingresé cabizbaja, muy avergonzada y aterrada de recibir una respuesta negativa de su persona—qué es muy probable.—, pero intentarlo no costaba nada. Cerré la puerta y encaminándome al frente de mi superior, él tenía la mirada puesta en un periódico el cual no pensé que seguían vendiendo, se hallaba sentado con una pierna encima de la otra, en una esquina de su despacho, diría que es una pequeña sala de estar con dos sillones grises y una mesa ratona de vidrio.

—¿Qué sucede, Sasaki? ¿Tienes algún comentario sobre lo mal que hago mi trabajo o que tengo fetiches sadomasoquistas?—cerró el periódico, dejándolo en la mesita de vidrio, sin despejarme la vista de los ojos y bebiendo de su taza de café.—¿O tienes algo nuevo?

Bajé la cabeza, nuevamente.

Me encontraba muy apenada de tener que pedirle un favor casi rogando. No lo pensé por mucho tiempo por lo que me puse de rodillas, inclinando mi cuerpo por completo, apoyando mi cabeza sobre mis manos y a punto de ponerme a llorar. Puedo sentir que mi jefe dejó su taza en la mesa, observándome con confusión, probablemente.

—Quiero disculparme por eso, presidente.

—¿Había necesidad de hacer eso...?

—Sí, lo siento muchísimo.

—Mírame.—ordenó. Hice caso omiso, viéndolo con un rostro evidente de que algo más me está pasando para hacer este show. Ladeó su cabeza de costado.—¿Qué es lo que querías, Sasaki?

—Necesitaba saber si usted... Podría adelantarme mi sue...

—Se te depositó hace una semana.

—Me refería a que si usted me podría adelantar los 5 años de sueldos que me pertenecen. Bueno, casi los 5, presidente Bang.—informé sin poder verlo.

—¿Estás loca?—río, apoyándose en sus piernas.

—Por favor, presidente. Lo necesito.

—Discúlpame si me niego, Sasaki Miharu—pasó su brazo sobre el respaldo del sillón donde está sentado. De nuevo cruzando la pierna sobre la otra, reluciendo su traje elegante con esa camisa transparente.—. Pero aunque acepte, primero necesito saber las razones del por qué necesitas ese pago. Tengo que dar una explicación a los de contabilidad. Cómo verás.

—Yo... Necesito ayudar a mi hermano.

Puedo notar que expulsa un largo suspiro, frunciendo sus ojos, examinándome con lentitud. Todavía en esa misma posición que reflejaba serenidad, tranquilidad y al parecer no tiene ningún drama de que uno de sus amigos se encuentre pasando, probablemente, un mal momento con su vida privada.

¿O qué clase de amigos eran estos?

—Ni siquiera en 5 años de contrato vas a poder juntar los 2 millones de dólares, Sasaki.

—Ya lo sabe...—murmuré.

—Claro que lo sé, es mi amigo.

—Y usted...—detuve mis palabras, no quería comerte ninguna falta.—Si usted lo desea, puedo aceptar firmar otros 5 años más.

—Es que tampoco llegarás. ¿Estás demente, Sasaki? ¿Con qué te piensas alimentar en estos meses? ¿Uh? ¿Y las cosas básicas que necesita un ser humano para sobrevivir? ¿El alquiler? ¿Lo has pensado al menos?

Admito que todas sus preguntas me están haciendo pensar sobre hacer esto, sin embargo, Jeon Jung Kook sigue siendo mi familia y haría cualquier cosa por que salga de ese lugar. Tenemos que agradecer que todavía nuestros padres están vivos, al menos, los suyo, y no quiero perder lo único cercano a padres que tengo por la culpa de mi mejor amigo, el cual no escogió tan bien que digamos antes de meterse en ese mundo.

El señor Bang inclina su rostro.

—Por favor...

—Confirmadísimo, estás loca. ¿Por qué siempre me tocan las más locas...?—oí que murmuró algo en lo bajo. Digamos que eso me generó muchísimo miedo. Asintió, mirándome con esa misma sonrisa de cínico que tuvo ayer a la noche.—Hagamos un acuerdo.

—¿Otro acuerdo...? Bien.

—Pero no será lo mismo.

—¿De qué habla, presidente?

—Ayer tenías razón,—se levantó del sillón, yendo al bar diminuto que se encontraba sobre la pared. Veo que saca una botella de allí.—tal vez tenga el mismo problema mental que tú, claro—observándome con esa mueca sonriente.—, sacando de lado la parte en que tú te masturbas en la empresa, ¿no? Soy más sano, eso quedó clarísimo.

Viré los ojos, aguantando las ganas de matarlo.

—Por favor, vaya al punto.

—¿Estás segura de aceptar? Porque una vez que me des el «sí» no habrá vuelta atrás, Sasaki.—informó con la mirada en su taza de café, donde puso esa bebida en la cafeína.—Tienes la oportunidad de ser mi asistente número 1 sin la necesidad de tener que deberme dinero. Créeme, es lo mejor.

—Por ahora es al único que le puedo pedir ese dinero, presidente Bang.

—¿Tus amigos? Escuché que Han y Jun tienen mucho dinero que te puedan prestar.

—Están trabajando aquí.

—¿Eso me debería de ofender?

—No, me refiero a que...

—Aun así, no me importa. Simplemente, quiero saber con sinceridad si estás a punto de tomar una buena decisión con respecto a esto, nada más, Sasaki Miharu.—volvió a su asiento, tomando de su taza blanca con cafeína y alcohol a las 10:10 de la mañana.—Te oigo.

Obviamente que no podría pensarlo por mucho debido a que él ha nacido para joderme la existencia, pero no tenía a nadie más, ¿amigos? Ni siquiera podía darme la cara a pedirles un préstamo, lo único que me queda es pedirle a mi jefe que me dé una mano con esto, sin importarme la cantidad que deba de deberle para que la deuda quede saldada de una vez.

Por lo que asentí, todavía arrodillada en el piso de su despacho con los nervios por doquier y por dónde se me mire ahorita mismo.

—Dígame el nuevo acuerdo, presidente Bang.

—Está bien, ya rugiste...—susurró, depositando el café en la mesita de vidrio. Unió sus manos en una, dejando que pueda vislumbrar su rostro de seriedad mezclada con la de sonriente.—Serás mi nueva perrita.

Pase saliva.

—¿Su qué?

—Serás mi perrita, Sasaki. Te voy a dar una última oportunidad de tomar una decisión favorable para tu futuro, no es que sea una persona completamente despiadada. ¿Aceptas o lo rechazas? Tienes 3 segundos para responder. 1... 2... y 3...

—Acepto.

Podría jurar que me arrepentía.

Pero tampoco podía negar que un éxtasis llegó a mi anatomía de inmediato y muchísimo más en el tiempo en que él me regaló una sonrisa de costado.

✂️¡! WRITER'S SPACE

leí por ahí que les gustaría que haga un maratón, por lo que me quedé pensando en eso, ¿quieren qué haga un maratón de like an animal? pero si eligen eso hay una posibilidad de que me tarde un poco, ya que tengo que activar la neuronas, pero tampoco me crean porque a veces termino escribiendo re rápido v:

espero una respuesta.

¡Gracias por leer!
❤️🌙

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