written by 𝗆𝗂𝗄𝖺𝗌𝖺𝗆𝗎𝗇
♯🥊 ‧₊⋆ CAPÍTULO DIECISIETE ❜🗞️ೃ∗
today we present: ¿A qué no te lo esperabas?

Terminé en la zona donde la mayoría se encontraba festejando por el triunfo del boxeador Lee Know y yo aproveché la oportunidad para comenzar a beber como si no hubiera mañana, porque estaba en un dilema en estos momentos, obviamente que estaba tan enojada con mi mejor amigo pero no sabía si era capaz de traicionarlo de este modo, ya que le quería decir a nuestros padres que Jung Kook volvió a las andadas de siempre y que probablemente ya no podíamos hacer más nada con él, debido a que eran sus decisiones lo que lo pondrían en un ataúd y no sería nuestra culpa que él terminara de ese modo.

Sabía que sí les decía eso a nuestros padres podría ocasionarle una herida a nuestra madre, ella ya tenía muchos problemas para tener que lidiar con su hijo. Bebí un trago más de cerveza, sintiendo una presencia masculina a mi izquierda. Observé a mi jefe con una media sonrisa ladina en sus belfos, pidió algo de tomar y ahí es donde ambos hemos chocado miradas, levanté mi mano izquierda, tratando de que no me vea, empero, es algo inevitable que haya pasado. Él ríe sin ganas, al parecer, se me acercó porque sabía muy bien de quién se trataba, eso me ponía incómoda.

—¿Qué haces aquí?

—Me hago la misma pregunta, presidente.

Respondí abrumada, terminando mi vaso de cerveza. La chica que está atendiendo la barra le entrega las botellas de soju que él pidió, mientras que todavía seguía manteniendo su mirada en la mía. En verdad es que no tenía muchos ánimos de comportarme como una empleada más, o con miedo de que me quitara el único trabajo que tengo, en este tiempo únicamente me quiero desquitar con el imbécil de mi hermano adoptivo debido a que no me gustaba para nada las cosas que estaba haciendo de su vida.

—Deberías irte a casa, Sasaki.

—¿Cómo?—giré mi cabeza a verlo.

—No es un lugar para ti.

—¿Y cómo sería un lugar para mí?

El presidente Bang me queda viendo por un breve momento, tan pequeño que mi cabeza estuvo recordando todos esos momentos calientes que había pasado por mi mente en algún momento y que por culpa de mi hermano ni siquiera fui capaz de seguir recordándolo como se lo merecía. Agh, pensar en eso me recuerda a mi vida sexual, sabía que muy de vez en cuando tenía sexo con mi mejor amigo, sencillamente que necesitaba encontrar a alguien que tenga los mismos deseos que yo y no lo haga para obtener una maldita cogida de mi parte.

—Vete a casa, Sasaki. No querrás cometer algún error.—volvió a decir.

Entonces, puedo observar que se dio la media vuelta, marchándose con sus bebidas en manos, entre que yo me encontraba pidiendo un trago más de cerveza. Capaz me había dicho eso por la última situación que tuvimos con ese sujeto en la calle, sin embargo, no me interesaba para nada debido a que quería tener un trago más en mi cuerpo antes de tener que ir a la casa a dormir porque mañana iba a trabajar. Dirigí mi atención a una esquina del club en donde puedo ver al ganador de esta noche muy feliz, conversando con algunos hombres de su edad, también se encontraba el tal Seung Min con la chica que estuvo conmigo antes de saber de su victoria.

Miré al otro lado, viendo que se encontraba mi mejor amigo teniendo una conversación con sus amigos y es ahí en donde más dudas surgieron por mi cabeza. Ya que observé a un hombre bajando de las escaleras con dos personas tras él, se acercaba a Jung Kook con un semblante tenebroso, al menos para mí, me percato de que tenían una pequeña conversación hasta que mueve su cabeza, indicando que lo siguiera, ya que ellos han subido las escaleras. Cuando mi mejor amigo ingresa a ese cuarto, que parecía una oficina más, el mismo hombre cierra las persianas que tiene esa pieza de cuatro paredes, no obstante, aunque haya cerrado las persianas se pueden vislumbrar algunas sombras, pude notar el momento exacto en que un hombre le dio una golpiza a mi mejor amigo.

—Ya vete de aquí, Mimi.

Me quedé petrificada cuando escuché la voz de Ji Min. Él se encontraba somnoliento, su cabello rosa estaba de punta y por su vestuario me estoy dando cuenta de que apenas acaba de despertar. A unos cuantos pasos puedo divisar a Tae Hyung, el cual está subiendo las escaleras, suponía que muy dispuesto en entrar a esa habitación. Park Ji Min sujeta mi brazo, sacándome de mi inspección para volver a decirme que era mejor que me vaya a la casa y este no era un lugar para mí. ¡Mierda! Me estresaba muchísimo que me digan que este no es un lugar para mí, porque en realidad no es un lugar para nadie y era muy molesto.

—Ji Min, ¿dónde está Tae Hyung? ¿Qué pasa?

—No es de mi incumbencia, Miharu. No me voy a meter en esto, si Jeon te quiere decir algo, que lo haga él, pero yo no te puedo decir algo que ya no sepas o lo que estás viendo ahora.—contestó en un tono de voz frío. Viró sus ojos brevemente al piso de arriba y me volvió a mirar.—Vete a descansar, mañana tienes trabajo. Te pediré un Uber.

—Pe...

—Te acompañaré hasta afuera.

Miércoles por la mañana.

No pude dormir en toda la noche, mi cabeza no paraba de hacerse muchas preguntas al respecto y no sabía muy bien lo que está sucediendo en la vida personal de mi hermano adoptivo. Es por eso que tomé la decisión de mudarme, mi compañera de trabajo se encontraba ayudándome en la búsqueda de algún departamento que sea cercano y rentable para el dinero que yo cobraba trabajando aquí, tanto que ni siquiera estaba dando mucha atención a que mi jefe no apareció en toda la mañana al trabajo, según Soo Byeol es porque se quedó hasta tarde en el club y está muy ebrio como para venir a trabajar.

Solamente que no creía eso.

Llegaron las 12:00 del mediodía cuando todos nos encontrábamos en el comedor almorzando, se podía escuchar a la mayoría teniendo conversaciones de siempre, yo estaba hundida en mis pensamientos, esos pensamientos que no me dejaban en paz. Me disculpé con ellos, volviendo al piso en la cual se encuentra la oficina del jefe, era mejor tomar estos pocos minutos para ir a ver algún lugar adonde me pueda quedar a vivir desde ahora en más, sencillamente que cuando me estoy poniendo el bolso observo a mi jefe ingresar por el pasillo con un rostro de pocos amigos, tenía un vestuario cómodo, al igual que todos los días, a veces me parecía muy extraño verlo con ropa formal y caminando por los pasillos así, debido a que lo conocí usando vestuarios universitarios y me era extraño mirarlo de esa forma.

—¿Te ibas, Sasaki?

Detuve mis movimientos cuando puede observar que se detuvo en la puerta de su oficina, bebió un poco de eso café y sin quitarme la mirada de encima. Hasta puedo decir que lucía mucho más amigable que todos los días desde que nos conocimos.

—Sí, presidente. Quise aprovechar los minutos del almuerzo para ir a ver algo de índole personal.

—Okey. No llegues tarde.

—Gracias, Señor Ban... Presidente Bang.

Él expulsa una risa sarcástica, entrando a su oficina muy dispuesto en cerrar la puerta.

—Casi te quedaba sin resolver ese asunto personal.

Me reí nerviosa, aproveché la chance de amabilidad que tenía él en mí, saliendo corriendo de la oficina. Abrí el chat en donde mi compañera me mandó la dirección del departamento que me quedaba más cerca de la empresa y se ajustaba al dinero que yo podría pagar cada mes, mientras que iba recorriendo cada parte de la zona vi a una mujer que se me hacía muy familiar, si no me equivocaba, era la misma chica que estuvo en la empresa hace unos meses, donde mi jefe la trató de un modo que no me gustó para nada, opté por ignorar ese vistazo y llegar al lugar indicado que indicaban en el mensaje de texto. Entré nerviosa de que no haya ninguna habitación rentable, hasta que veo a un muchacho muy bonito detrás de la mesa de recepción, yacía con una expresión de aburrimiento entre que tecleaba algo en su laptop de último modelo, según lo que mis ojos han visto.

—Buenos días.

—¡Hola! ¿En qué puedo ayudarla?

—Encontré en una página que tienen un cuarto disponible para rentar.—notifiqué, acercándome a la recepción. Apoyé mis manos, ya que era alto y necesitaba estar a la altura del chico.—¿Todavía sigue estando disponible?

—Déjeme ver, señorita.—dijo sonriente, moviendo sus dedos en la laptop.—Así es, ¿está interesada en verlo ahora mismo? Es una habitación con un cuarto, un baño, sala de estar y cocina pequeña, eso están en la misma área y también hay un balcón.

—Sí, me gustaría. ¿Cuánto sería?

—Cada mes se pagarían 103,852 wones.

—¡Oh!

—Lo sé. La mayoría siempre se sorprenden.

—¿No se paga algún anticipo o algo así?

—Solo cobramos la mudanza.

—No tengo nada, así que bueno.

Ambos reímos, aunque yo estaba riéndome de la vergüenza de no tener absolutamente ninguna pertenencia en la casa de mi mejor amigo que no sea solamente mi ropa. El recepcionista salió de su área de trabajo a mostrarme la habitación que está disponible, me enseñó las escaleras, a excepción de que no funcionara el ascensor, de igual modo me informó las reglas básicas que pide el dueño del edificio y me recordó que tengo vecinos que pueden llegar a ser muy molestos, por lo que está prohibido hacer mucho ruido, después de eso me entregó la tarjeta con la cual podría entrar al departamento que comenzaría a alquilar. Me fui antes de que mi jefe decida echarme y tenga que pedirle rogando al recepcionista que me devuelva el dinero que le acabo de entregar.

Empecé a correr más o menos para llegar a tiempo a la empresa automotriz en donde trabajaba. Después de pagarle al taxi salí del auto apresurada de que sea capaz de llegar unos pocos minutos tarde, además de que me hice la idea de subir el ascensor del mismo modo de rapidez, solamente que puedo mirar al jefe Bang salir del edificio con unos hombres detrás de él, además de la segunda asistente, antes de poder decir algo a mi defensa, mi superior me observa de reojo para ingresar a un auto negro.

—¿Estás esperando alguna invitación, Sasaki?

—N-no, yo sol...

—Toma, tienes que llevar esto.—Soo Byeol me entregó una carpeta tras otra carpeta marrón, observando varias hojas blancas, además de una tableta que contenía la información que necesitábamos.—Ve, ve.

—¿Adónde?

—Debería de suspenderte por no saber mi agenda.

—Señ...

—¿Puedes entrar al maldito auto de una vez? Por Dios.—demandó, mirándome con molestia en su faz.—No hagas que Lee Joo Hyuck te entre a la fuerza al jodido auto, Sasaki.

No le dije nada, simplemente rodeé el auto para entrar en él y no tener que oír a mi jefe gritándome otra vez. Entonces, empecé a abrir los archivos que me ha dejado mi compañera, mirando la tableta del mismo modo y también la mía para acordarme a dónde nos estábamos yendo, después de media hora llegamos a uno de los establecimientos que vendían los autos de mi jefe, antes de que él bajara del carro pude notar que tenía un semblante que únicamente demostraba mucho enojo en su ser e hizo unos gestos en su faceta que me colocó un poco nerviosa, bajamos del auto para ir caminando hasta la entrada.

Vi todos los tipos de autos que han desarrollado en la empresa NG Jadongcha. El presidente abre la puerta de vidrio, observando a unos que otros autos dentro del lugar y buscando a alguien con la mirada, noto a un sujeto saliendo de su oficina del piso de arriba, parecía que le está comentando algo a uno de sus empleados y bajó las escaleras apresurado. Mientras que el presidente se acercaba a ese empleado, yo me centraba en observar los tipos de autos para ir anotándolo en la tableta, me acerqué a uno de los tipos a pedirle la información necesaria que necesitaba para completar algunos datos, esto me acordaba porque no era la primera vez que tenía que hacer esto, solamente lo hacíamos con los lugares que mejor vendían los autos de la empresa en donde trabajaba.

Un sonido fuerte es lo que nos asusta.

—¿Estás bien, Woo? Ya te dije que era una mala idea encerar las escaleras, ya sabes, por los accidentes que pueden ocurrir.—habló el Señor Bang, entre que iba bajando las escaleras con las manos en las barandillas.—Por favor, la próxima has bien tu trabajo.

No tenía que ser toda una genio para darme cuenta de que se cayó de las escaleras por las propias manos de nuestro jefe y porque algo malo habrá pasado en el medio para que él lo haga. El CEO Bang levantó la cara, viéndome directamente a los fanales, movió su cabeza en forma de que nos vayamos de este sitio, estuvimos recorriendo tres lugares más hasta volver a la oficina otra vez, entre que seguíamos caminando hasta llegar a su oficina puedo escuchar su voz después de tanto tiempo sin decir una sola palabra.

—¿Tu madre lo sabe?

Fruncí mi rostro, demasiado confundida a lo que se estaba queriendo referir. Aun cuando, creía que se estaba refiriendo a lo que el imbécil de mi mejor amigo se encontraba haciendo sencillamente para obtener un poco de dinero lavado.

—Sí, pero no importa las cosas que le digan.—dije un poco desanimada por la idiotez de Jeon.—Jung Kook seguirá haciéndolo de todos modos.

—No me refiero a eso.

—¿Ah?—lo miré abrupta. Las puertas del ascensor se cerraron frente a nosotros. Empezando a moverse hasta el piso correcto.—No comprendo a qué se estaba refiriendo entonces...

—Lo que quería decir es que si su madre sabe que sus hijos se están acostando. No me estoy refiriendo a dormir juntos como hermanos, sino a tener relaciones sexuales. Entre hermanos.

Sentía que mi mundo se destrozaba.

Veía mi carrera irse al carajo.

Podía observar el rostro de maldad que tenía mi superior en estos instantes, también pude ver pasar mi vida por completo y que probablemente yo no tenga una familia que me pueda esperar en el futuro. Además de que si alguien más sabía sobre esto mi vida se podría ir al carajo.

—Veo que no lo sabe.

—Presi...

—¿A qué no te lo esperabas? ¿Uh?

Echó una risotada, agachando un poco su cabeza para estar a mi altura. Burlándose de mí, como un jodido lunático, demasiado dispuesto a destruir toda mi vida solamente para poder divertirse un poco en su vida aburrida de mierda.