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ꗃ xv. alley.

written by 𝗆𝗂𝗄𝖺𝗌𝖺𝗆𝗎𝗇
♯🥊 ‧₊⋆ CAPÍTULO QUINCE ❜🗞️ೃ∗
today we present: Callejón.

Sentía mis labios temblar, mucho más cuando no podía quitar los ojos de los belfos de mi jefe, el cual aún me tenía agarrada del cabello, no podía animarme a elevar mis fanales para observar lo que él está viendo con tanta molestia en su ser. Lo único que puedo divisar es de su cintura hacia abajo, notando que hizo un jalón intenso, empujando mi cuerpo contra el escritorio que se encontraba en esta habitación de su hogar, el mayor ya no yacía sujetando de mi cabello, sino que se podía visualizarlo muy enojado, la diferencia está en que todavía no puedo mirarlo a la cara porque tenía un asunto privado debajo de mis bragas.

Lo miré cuando levantó mi mentón bruscamente, para que pueda mirarlo a los ojos oscuros que tenía ahora mismo. Pasé saliva con dificultad, a tal punto en que casi me atraganto con mi propia saliva. El señor Bang me observaba sin sacar su vista de mis labios, y eso es algo que me está poniendo en una posición demasiado difícil en estos momentos, hasta que me dirigió sus orificios oculares de repente a mí, tanto que me aterró por un breve instante, empero, traté de verme fuerte. Solamente que es un poco imposible cuando se acerca de una forma que me da escalofríos, posicionando las palmas de sus manos en los extremos de la mesa de madera donde estoy apoyada, teniéndolo a centímetros de distancia de mi rostro y mis labios.

—Qué sea la última vez que te atreves a echarle la culpa a Berry de tu inutilidad. ¿Te quedó claro, Sasaki?—advirtió, viéndome enfadado. Asentí.—Respóndeme.

—Sí, presidente Bang.

Contesté con los ojos puestos en el suelo, ya que no me animaba a decirle que todo lo que sucedió no fue por mi culpa en lo absoluto. No obstante, ni siquiera tenía que intentarlo debido a que no me escucharía, mucho menos creería en mis palabras, se alejó de mi cuerpo con la mirada en el área, hasta que buscó a su perro jugando con una pelota, muy relajado, se encaminó a él con determinación y observé algo que no todos los días alguien tiene la suerte de ver.

Al presidente de NG Jadongcha siendo cariñoso, dulce, empagaloso y amable con un ser vivo.

—Caliéntame el agua, Sasaki. Quiero bañarme.

—¿La du-ducha?—cuestioné confusa. Antes me tenía de empleada, pero jamás me hizo hacer estos tipos de cosas para él. En cambio, mi jefe me dedicó una vista que era preferible no seguir actuando como estúpida y, solamente, seguir sus órdenes.—Ya mismo, Bang Nim.

—En el jacuzzi.

—Sí, presidente.

—Ponle espuma. Me gusta la espuma.

—De acuerdo, presidente.

—También quiero champaña y algo de comer.

—¿Necesita algo más?—lo miré cabreada. Tal vez porque cada vez que me terminaba de pedir algo yo tenía que parar de caminar a escuchar sus peticiones.

—No. Al terminar vete.

Volví a mandar mi mirada al frente, saliendo por completo de su despacho y cerrando la puerta detrás de mí. Entre que estoy buscando su cuarto principal, por dentro estaba asesinando a mi compañera, capaz porque si yo no hubiese venido no tendría que estar en esta posición, o que cuando llegue a la empresa otra vez tenga que soportar la mala actitud que tenía mi jefe conmigo con normalidad, o sea, porqué tenga un muy claro fetiche sadomasoquista no significaba que me gustaba que me trataran mal todo el tiempo y a toda hora, muchísimo menos cuando tenía problemas internos o familiares.

Deslicé la puerta, encontrándome con una gigantesca área para dormir, era de un estilo moderno y a la vez no, me asombraba saber que no hay colores en tonos negros. Opté evitar mis pensamientos, yendo en la búsqueda del baño, sencillamente que el resto de las puertas eran armarios y parecía que el baño se está ocultando de mí, hasta que deslicé otra puerta llevándose mi sorpresa, ya que ahí se hallaba el cuarto que estoy buscando desde hace unos 6 minutos más o menos. Pasé por ese corto pasillo en un color grisáceo con algunos retratos colgados en esa pared, y por fin pude ingresar al baño, me anonaba la vida de los ricos debido a que todo era tan perfecto.

En el segundo que entré al baño sentía que me llevaba la chingada, porque siquiera el penthouse de Jung Kook era de este modo. Capaz porque su baño privado era la sala de estar del departamento, intenté sacar esos pensamientos envidiosos de mi cabeza para hacer lo que me han ordenado hace unos largos minutos. Giré mi cabeza hasta encontrar el jacuzzi que dijo mi jefe, hay un gran letrero con unas indicaciones sobre cómo utilizar el objeto, por lo que me agaché con miedo de caerme de geta al jacuzzi, recordando que hay dos escalones. Presioné el botón para que se vaya cargando el agua fría y caliente, pero más que nada que sea caliente, ya que es lo que él señor Bang quería. En ese proceso, únicamente me dedico en bajar esos escalones con precaución, yendo al lavamanos donde se encontraba una bandeja de plata con algunas cosas en ella. Mientras que iba leyendo pude encontrar lo que formaría la espuma, así que me acerqué para poder colocar todo allí.

El cierre de una puerta me sobresalta.

Viré mi cabeza sobre mis hombros, entre que pasaba mi saliva lentamente. Me fui acercando a la puerta del baño para verificar que era mi superior, entonces, ahí es donde mis ojos se abren a más no poder cuando mis fanales ven a mi jefe sacarse la camisa blanca que tenía puesta este día, de igual modo el cinturón y no pude más que tape mis párpados con mis manos. No podía hacer esto, es inadecuado, pervertido, hasta diría que es una falta de respeto. Así que dirigí mis pies al jacuzzi, no quería que se derramara y luego tener que chuparle el culo para que no me deje hasta tan tarde en la empresa al finalizar el día semanal de trabajo. Únicamente que el mundo me odiaba.

—Carajos, carajos, carajos...—murmuré aterrorizada.—Acá es donde confirmo mi mala suerte.

Mencioné en voz alta, presionando el botón para que el agua deje de seguir corriendo, metí un poco mi mano, sintiendo la temperatura del agua, y demonios. Esto estaba más que hirviendo, la mierda es que debía de meter la mano y sacar la tapa que tenía el agua dentro del jacuzzi. Exhale e inhale, todo al revés por los nervios, además de que debía de juntar los ánimos para poder hacer eso, sin embargo, oír los pasos del presidente Bang Chan acercándose al baño es lo que me da el empujón, introduje el brazo y buscar la tapa, no tendria tantos problemas si no le hubiera echado el líquido para que se formarán las espumas.

Los pasos se hacían más audibles.

También podía escuchar los gritos que me iba a dar en cualquier momento por haber hecho el único trabajo que me ordenó de una buena manera. Entonces, ese sonido de los pies parando de caminar, acompañado de un chirrido es lo que me alarma, nuevamente, estoy con el culo inclinado y mostrándoselo a mi superior. Escuchar el suspiro de cansancio que lanzó es lo que me hace sacar el brazo, observando a un Bang Chan con una bata blanca, mostrando algo de la piel de su pecho y piernas, además de que su mano yace en su frente, rascándose con nerviosismo.

—¿Por qué aún sigues aquí?

—Usted me dijo que quería que le calentara el agua...—recordé, saliendo de la zona del jacuzzi.

—Sí, ¿y por qué sigues aquí? ¿Es algo difícil de hacer?—bufó, pasando por mi lado. Me giré, notando que se encontraba a punto de sacar la bata, solamente que yo quería decirle que no es una buena idea que se meta directamente.—Sé que soy guapo, pero no me verás desnudo gratis, Sasaki. Así que vete.

—B-bueno, es qu-que.

—No me hagas repetirlo.

Simplemente, decidí seguir sus órdenes. Es ahí cuando abandoné el baño de inmediato, pero en el minuto en que estoy saliendo de su habitación es cuando escucho al señor Bang gritando mi nombre de un modo que es mejor salir corriendo.

—¡Sasaki, te voy a matar!

Martes por la madrugada.

No podía conciliar el sueño del miedo que me daba ir al trabajo mañana, tanto que me levanté dispuesta en ir a la cocina por algo de beber. No obstante, antes de cruzar el pasillo puedo escuchar dos voces hablando con muchísima seriedad, tanto que decido ser un poco curiosa a escondidas, oyendo su charla, sin pensar que eso me podría poner de mal humor en cuestiones de segundos y de oír su afirmación.

—Pero no vuelvas aquí de nuevo, Kim.

—Comprendo tu enojo, hyung. Pero es tu deber.

—Mi deber es ganar y el tuyo es mantenerte bien alejado de mi casa. No quiero que mi hermana sepa sobre esto.—sonaba nervioso. Desde aquí podía ver que se pasaba una mano por su cabello, eso era una clara señal de irritación.—Tú no tienes la culpa de nada, Minnie, perdóname. Pero no necesito más problemas de los que ya tengo, menos que Miharu descubra... en el lío en el que me he metido.

Empero, escuchar esa conversación fue una muy buena idea, ya que me dieron ganas de irme a dormir antes de que mis gritos y mi enojo se enfoquen en quebrarle el bellísimo rostro a mi hermano adoptivo. Pero lo peor de todo es que entendía porque no quería que me entere, la mierda es que tampoco le podía pedir confianza debido a que no se la estaba dando por mi forma de actuar, sencillamente que él tampoco se ponía en mis zapatos, o en los de su padre, ¿cómo piensa qué van a estar nuestros padres cuando sepan que sigue haciendo esta mierda? Eché un suspiro de molestia, tirándome en la cama bruscamente, queriendo seguir durmiendo para olvidarme de haber oído esa charla para mada bonita.

Martes por el mediodia.

No sabía si Dios estaba de mi lado este día o si solo era pura suerte, porque me dijeron que hoy tenía día libre, ya que el jefe se tuvo que ir a un viaje de negocios en el exterior, la señorita Choi Soo Byeol se fue con él. En parte eso me daba miedo, porque no quería me echen, sin embargo, de igual modo tenía un poco de fe en que el jefe solamente estaba molesto por haberlo quemado, pero nada más que eso.

Me encontraba haciendo las compras en el mercado más cercano de la casa qué compartía con Jung Kook cuando iba llegando pude verlo cambiando de rumbo. No sabía si era buena o mala idea, pero ahí estaba yo, pidiéndole al seguridad del edificio que me cuide por un momento mis compras que yo ya volvía, mientras que yacía siguiendo a mi mejor amigo, estuve así por unos 10 minutos hasta que puedo observar que sus ojos están detrás de su espalda, notando que nadie lo esté viendo directamente. Es ahí entonces en que su mano abre una puerta, entrando por un callejón que se veía de miedo, ¿debería de entrar también? ¿Es que habrá alguien cuidando de la entrada? No lo creo, así que directamente fui hasta ese callejón.

Pero el sonido de que se volvió a abrir hace que me esconda detrás de unos tachos enormes de basura, intentando de que nadie me vea.

—¿Hoy es esa pelea?

—Sí, han esperado competir desde hace 4 años.

—¿No eran amigos?

—No, bueno. Al principio sí, pero no recuerdo que fue lo que sucedió que ahora estarán compartiendo el ring. ¿Vendrás, no? Porque ya reservé los asientos.

Saqué mi cabeza del todo cuando esos dos sujetos se fueron del callejón, no sabía si estaba hablando del idiota de mi mejor amigo o de quién. Sin embargo, antes de poder irme de ahí la puerta se vuelve a abrir, esta vez logrando que la persona que salió me vea a los ojos, la cosa es que no me importaba qué excusa me dé en estos momentos, ya que nada de lo que me diga me lo iba a creer. Es más, vendría con él.

—¿Qué haces aquí, Miharu?

—No me toques.

Ordené, saliéndome del agarre que me dio cuando pudo abandonar su ensoñación. No le dije nada más, únicamente me dediqué en salir del callejón feo en donde me encontraba, sentía sus pasos detrás de mí, llamándome entre que caminaba con más fuerza por las calles, hasta que me jaló fuerte, metiéndome en el callejón nuevamente y estampando mi espalda por la pared con moho de este lugar, sus fanales veían solo a mis ojos, solo que también veían mis labios, mientras que yo no podía entender qué demonios pensaba que se encontraba haciendo.

✂️¡! WRITER'S SPACE

¡Hola! ¿Cómo están? Siento que pasó años desde la última vez que actualicé LAA, solamente espero que me puedan entender :'( estuve ocupada en estos días, además de haber estudiado para un examen que me lo pospusieron más de 2 veces y sin mencionar que me dio tremendo bloqueo, por lo que no pude escribir nada. Espero que este capítulo les guste! ❤️😭

Gracias por el apoyo que le están dando
mis obras, muchísimo más a LAA.

¡Gracias por estar acá! 💙🌙

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