Resumen: Una sola mirada hace más que cualquier cosa que puedan decirse.

Advertencias: Dolor Emocional/Confort.

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—Te odio, Auron.

Luzu escupe esas palabras, están a solas, nadie los mira así que es inútil reafirmar algo que ha dicho frente a los héroes incontables veces.

Auron le mira, parpadea, incrédulo y aún así, no dice nada.

Sólo debe mirar a sus ojos. Donde se fijan, como aquellas pupilas viajan de los ojos de Auron a sus labios, luego a su cuello y vuelven a subir, tratando de quedarse fijos en sus ojos y sostener su mentira.

—¿No vas a decir nada? —Pregunta molesto, da un paso hacia adelante. Y vuelve a hablar —¿Tan poco te importa que te odie?

Auron sigue mirándolo, cada pequeña expresión la capta, y es que tuvo que aprender a leerlo así. Su niño aprendió a mentir para protegerse y él está orgulloso de eso.

—Me importa, y mucho —responde después de unos segundos.

No levanta la voz, no es necesario, sólo le mira, neutral, calmado, sereno, confiando en que los ojos de Luzu no pueden mentirle.

—¿Y siquiera escuchaste lo que te dije?

—Siempre lo hago.

Y Luzu sabe que es verdad, sabe leer las miradas de Auron aprendió a hacerlo. No miente.

Auron siempre le escucha, incluso si todos están gritando.

—¿Y no te importa? —Luzu vuelve a gritar.

—Me importas.

Auron responde calmado y eso irrita a Luzu. No consigue una reacción. No entiende como sabe que miente.

—Te odio.

—Ya dijiste eso.

—Realmente te odio.

—Lo sé.

Auron se ríe, no es la reacción que Luzu espera, y sin embargo, escuchar de nuevo su risa hace que baje la guardia.

—No hagas eso...

—¿Hacer qué?

—Ignorarme...

—No lo hago, Luzu. Te escucho y también te veo.

Luzu no entiende y menos cuando Auron se acerca lo suficiente para tocarle el rostro.

—Solo debo ver tus ojos para saber la verdad.

Y Auron vuelve a reír, aunque extraña esos ojos marrones que conoció al inicio el par de ojos rojos que ahora le miran incrédulo son tan hermosos como siempre, e igual de sinceros.

—¿Realmente me odias?

—Sí...

—Esta bien.

—Auron le da un par de palmadas en los hombros y le deja su espacio.

—Yo esperare a que me quieras decir la verdad...

Luzu quiere gritarle, pero guarda silencio, ve como Auron se da la vuelta y pretende alejarse, pero lo detiene atrapando su mano con fuerza. No esta listo para terminar la conversación.

—¿Tu me odias? —Su tono baja, es suave, hay duda y miedo. La respuesta podría romperlo.

Auron se gira, busca su rostro pero no encuentra su mirada y solo decide responder.

—Sí, te odio.

Y aquella simple afirmación logra que Luzu levante la mirada y esté a punto de gritarle. Sin embargo los ojos que le están mirando ahora mismo deben ser una mentira.

Auron no puede decirle que le odia y mirarle con aquellos ojos tan llenos de amor u devoción. De ternura y esperanza. Es imposible que pueda verle así de dulce y asegurar que le odia.

O tal vez. Le odia de la misma forma en que Luzu le odia a él.

—¿Quieres que lo repita?

—No.

No importa que diga, sabe que mentira, que los dos van a decir mentiras por qué a estas alturas, ellos solo deben mirarse a los ojos y ver como no pueden mentirse.

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Drabble que saqué en twitter y edite pa acá~