01
CARMEN. CARMEN ERA TODO LO QUE CHECO MIRABA CUANDO DEBÍA REGRESAR A LAS TEMPORADAS DE LA F1 DESDE HACE UN PAR DE AÑOS CON GRAN ILUSIÓN, aquella mujer que era tímida como un pequeño gatito asustado pero que era la mejor en su trabajo, el cual eran las Relaciones Públicas del equipo de pilotos, básicamente se dedicaba tanto en su agenda como en la de Max —lo cual no le desagradaba y bueno, a Red Bull le servía para recortar fondos y aprovecharlos en los autos—. Carola estaba en aquella llamada de Facetime, mirando cómo su ex-esposo y mejor amigo estaba ansioso, casi como un niño esperando a Santa Claus en la víspera de navidad.
—¿Entonces, ya vas a hablarle?–Carola alzó una ceja curiosa, hablándole en español— el año pasado fue lo mismo.
—Es que no lo entiendes, Caro... es que ella...—Checo movió sus manos para explicarse— Ella es bonita, perfecta, meticulosa... es simplemente perfecta en lo que hace, ella tiene como todos los años su agenda tan organizada, yo... no sé...—se quitó la gorra un segundo para desordenarse el pelo y ordenarlo, completamente avergonzado de su confesión— ¿cómo que no doy la talla, no?
—Tu eres guapo, talentoso y un gran hombre, Sergio—Carola sonrió— no deberías pensar así de ti.
—Pero no es suficiente... ¿qué tal si me dice que no?—comentó comenzando a hiperventilar un poco— ¿qué tal si me dice que prefiere a Max porque es mejor piloto o que mis habilidades de conducción son pésimas?
—¿Y por qué ella te diría que no?, Sergio...—se tomó unos segundos para hablar, envuelta en un aura maternal— comprendo que te de inseguridad porque ella trabaja contigo y que la veas inalcanzable... —se detuvo unos segundos pensativa mientras que miraba a sus hijos jugar en la salita— ¿por qué no vas con pasitos de bebé?, no sé, quizás podrías llevarle un café o ayudarla con el trabajo o darle algún detallito como post it bonitos que no sean feos y básicos como los de Red-Bull, ella maneja tu agenda y la de Max, ¿no?
—Eres una genia, Carola, ¡por eso me casé contigo!—su mirada se iluminó como si fuera el plan perfecto.
—No seas ridículo—ella soltó una carcajada al teléfono— solo no te apresures, tómate el tiempo que necesites para poder irla conociendo.
—Lo haré, pero ella aún no ha llegado...—se colocó su gorra y miró su reloj de muñeca con confusión— ella no es de llegar tarde.
—¿Qué horas son allá?
—Las siete cuarenta.
—¿y a qué hora debería llegar?
—A las ocho, aunque siempre está veinte minutos antes de esa hora—habló otra vez confundido— por eso decidí llegar más temprano temprano.
—Quizás se le hizo tarde, Sergio...—la mujer tras la pantalla quiso darle palabras de aliento a su ex y mejor amigo— quién sabe si hay tráfico o si su alarma no sonó.
—¿Y si algo malo le pasó?, Ay Carola...—suspiró.
—Relájate, ¿por qué no buscas el podcast de la novia de tu amigo ese tuyo de Mercedes?
—¿Quieres que escuche a Celine?—soltó una risa— ¿en serio?
—Sus artículos de las revistas son los mejores, deberías leerlos—ella se encogió de hombros— no dudo que el podcast también sea bueno.
Sin embargo Checo dejo de oír a su ex esposa porque Carmen había entrado a la oficina, vistiendo aquella falda larga de tonalidad gris oscura y un cardigan del mismo tono y bajo este, una camiseta blanca con cuello de tortuga y zapatillas de plataforma blancas como usualmente sucedía, se veía tan tímida y sencillamente bonita como siempre, su rostro se veía tan angelical adornado con aquellos mechones a ambos lados de su rostro cubriendo sus mejillas y el resto de su cabello lacio como si fuera una cascada, con su bolso al hombro y el termo negro de Red Bull que siempre usaba –el cual, se notaba un poco aboyado y desgastado en diseño–.
—Carola, debo dejarte, ella ya llegó—Checo cortó sin mas cuando su amiga se despidió con la mano.
Se dedicó a verla y analizarla, observó sus interacciones con el personal o como simplemente caminaba a su oficina sin antes sacar aquella libreta que este año había sido nuevamente de Red Bull, pero al menos, se habían encargado de hacerla más bonita con algunos stickers.
—Horner quiere verte en su oficina, Carmen—escuchó una voz femenina que lo hizo salir de su burbuja, era Sandy, una de las chicas de limpieza—dice que es urgente.
—¿A mí?—Carmen se apuntó y miró a todos lados como si no supiera que le estaban hablando— ¿por qué?
—Bueno, algo sucedió con Horner y Jos, ese hombre esta hecho un león—comentó con una mueca— creo que quiere que Max se vaya del equipo...
—¿Qué?—Bustamante rascó su nuca con nerviosismo— ¿c-cómo que Max fuera de Red Bull?—abrió la libreta y comenzó a hojearla ansiosa— no puede irse, Max es quién básicamente lleva liderando tres temporadas las carreras.
—Bueno lo que pasa es que...— se acercó a ella para darle unas palmaditas en el brazo y susurrar— escuché que su secretaria lo denunció por acoso sexual o algo así y creo que quieren testigos, creo que ella se metió con Horner y luego con Verstappen.
—¿Y qué tengo que ver yo en esto?—ella preguntó con confusión— yo no hice nada.
—No lo sé, pero deberías ir, te estaban buscando—se encogió de hombros— y suerte, seria una pena que te sacaran a ti también.
—Esta bien... gracias Sandy—hizo una reverencia con una mueca.
Sergio simplemente se dedicó a oír —no es que fuera chismoso pero si se trataba de Carmen estaba más que dispuesto a ser "visagra", vale decir que si no está en la puerta está en la ventana—, se sabía que ambos hombres eran complicados, tanto Christian Horner en la cabeza del equipo como Jos Verstappen —quién se creía con demasiados derechos en el equipo solo porque su hijo era tri-campeón—, pero Carmen... dios, ella era un ángel que no tenía nada que ver en eso y esa al parecer era su señal para actuar y si le era posible, defenderla de las sucias garras de ambos hombres que podían poner la carrera de relacionadora pública de la mujer que a él gustaba en juego y alejarla de su mundo, además Checo estaba demasiado ensimismado con querer hacer avances este año como para dejar que esos dos arruinaran sus futuros intentos por una pelea de faldas.
—Hola Carmen, ¿cómo estás?—Sergio decidió acercarse y sonrió, pareciendo casual mientras metía las manos en sus bolsillos pero honestamente la admiraba, le parecía tan linda— ¿cómo estuvieron tus vacaciones?
—Oh am... Sergio, buenos días—ella sonrió y le asintió— oh bueno, no tuve vacaciones...
—¿Qué?, ¿no tuviste?—parpadeó confundido— ¿y eso por qué?
—Tuve que trabajar en otros asuntos—ella comentó y carraspeó mirando el suelo— cosas... personales.
—Oh, comprendo, ¿ya tienes el intinerario de este año?—preguntó interesado en su libreta que estaba decorada y llena de post-its que sobresalían— solo espero que con Max podamos bajarte un poco la carga y que descanses entre los GP.
Checo siempre le había fascinado la manera en que ella lograba llevar una agenda tan ordenada y planificada –aún habiendo otros sucesos entremedio de las carreras en la temporada y no lograba mostrarse estresada—, era como si ella estuviera programada para eso y lo admiraba demasiado y a decir verdad, era una mujer fascinante de admirar para el mexicano y no era de extrañar que sus pensamientos siempre terminaban siendo sobre ella.
—¿Y cómo va la agenda de este año?—decidió buscar un tema de conversación.
—Oh bueno, ya tengo las fechas de los circuitos y algunos apuntes sobre los cascos y las gorras que deberían ir sacando este año—decidió comentarle un poco mientras abría la libreta— también algunas actividades, las ideas para la creación de los tiktoks y las grabaciones de Netflix.
—Cierto... Drive to Survive, juré que este año nos salvaríamos de Netflix.
— Si, yo también lo pensé.
El silencio entre ambos duró dos segundos porque ambos empezaron a reírse a carcajadas ante la estupidez de la situación luego de conectar miradas, no era secreto que a algunos pilotos les desagradaba que en torno al deporte automovilístico se hiciera una especie de "reality" donde hay mucho más drama que de lo que verdad sucedía y llegaba al público erróneo, aunque habían algunos favoritos que se robaban más la pantalla y ayudaba a que otros zafaran, seguía siendo algo tedioso, sobre todo para ambos pilotos de Red Bull, que siempre querían evitar la exposición en aquel circo.
—¿Y sabes qué paso con Max?—preguntó curiosa.
—No, no he hablado con él...—pasó una mano por su barbilla completamente pensativo— estoy igual que tú con esto.
—Solo espero que esto no llegue a la prensa—Carmen hizo una mueca— un rumor así de grande puede costarle no solo la carrera a Horner o a Max, también a la imagen de Red Bull...—gimió bajó como si eso significara un montón de trabajo al empezar la temporada.
—¿Cómo en qué aspecto podría afectar?—decidió indagar— honestamente nunca me he puesto a indagar completamente en eso, solo me preocupo por competir.
Checo sabía que con ese tipo de preguntas haría que Carmen pudiera hablarle con términos técnicos sobre las crisis y la manera en que podría solucionar el problema, no porque le interesara —bueno, en cierto aspecto si porque Max era su compañero y no le gustaría que esto afectara en su carrera—, pero era una excusa para escucharla hablar y pasar tiempo con ella y al parecer, luego de tanto pedirle a la Virgencita y a Dios, se le estaba concediendo y no iba a desperdiciar la oportunidad que ambos hombres con su pelea de egos le estaban regalando.
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