- Mamá, papá llegamos - Matt le gritaba a sus padres que aun no llegaban hasta donde estaban ellos.

El pueblo era todo lo contrario a un paisaje agradable, parecia todo dentro de una nube de tormenta, estaba lleno de niebla, no se veia nada metros adelante, las casas estaban aisladas unas de otras con fachadas desgastadas, escaleras rotas, jardines descuidados, incluso se veia un huerto seco con un espantapajaros roto cuidando, lo que se podria decir que era una casa abandonada.

- ¿ Entonces, aqui es ? - Preguntaba la madre de la familia contemplando una casa antigua descolorida con paredes de madera con visibles agujeros y pocas luces, el jardin esta, como el resto de los jardines del lugar, marchito sin ninguna flor o arbusto con vida, un portón de hierro oxidado impedia el paso a la familia.

- Deberiamos entrar, Matt se quedo dormido en la caminata hasta aqui. - Alison tenia las manos cansadas y llenas de tierra y pequeños trositos de roca más el peso de el pequeño en su hombro la cansaban el doble, sin mencionar sus rodillas y ropa manchadas de lodo y sangre seca.

- De eso nada jovencita - Una voz de señora mayor, que no provenia de su madre, hizo que la familia se diera la vuelta contemplando la niebla que segundos seguidos se disiparia parcialmente dejando ver el cuerpo encorbado de una mujer mayor de cabellos canosos.
- Soy Alesha, la protectora de el pueblo y su gente, no puedo permitir que pasen la noche en un lugar asi. - La familia queda perpleja hasta que el padre responde.
- Mucho gusto, Brown, Richard Brown - El hombre de pelo color plata estendia su mano firme hacia la señora en forma de saludo, el cual nunca fue correspondido por lo que de momento se sintio incomo y volvio su mano a su bolsillo disimuladamente. - como comprederá necesitamos un lugar donde dormir ya que se esta haciendo tarde y tenemos un niño pequeño.
- Lo se señor Brown, esta noche dormiran en mi cabaña hay suficiente espacio para todos y mi nieto les ayudara mañana con lo que haga falta - La señor miro a los hijos de la familia dandse cuenta de las leciones de la mayor - Niña vamos a curarte esas heridas no queremos muertos tan temprano, apestaria el pueblo por varias semanas - La anciana se da la vuelta dejando estupefacta a la joven y caminando por donde mismo habia venido señalando con un dedo huesudo y largo el camino hasta su casa - Siganme es tarde y seguro tienen hambre.

La familia siguio a la anciana en un silencio ensordecedor, miraban cada casa que pasaban, entre más se adentraban en el pueblo mas oscuro y retorcido se volvia el aire, se volvia pesado con mucha neblina que impedia a la familia ver mas alla de 3 o quizas 4 metros mas adelante de sus pies, minutos despues de estar caminando la familia se detiene a la voz de la señora.

- Esta es mi casa - Señalaba una vivienda de dos plantas decorada con unas pocas flores vivas y un pequeño huerto en el lateral de la misma, al igual que las demas casas esta era sombria con pocas luces y de maderas desgastadas.
- Ya podemos entrar? No me siento bien - Era lo primero que decia Alison desde hace buen rato ya que si se sentia mal, estaba exausta, adolorida y parece que con algo de fiebre.
- Claro, adelante - La vieja mientras hablaba habia abierto el porton que delimitaba la calle de el jardin y el porche de la casa, haciendo un ademan con la mano para que entraran.
- Cariño, estas bien? - La madre de la joven se habia acercado a ella inspeccionandola con la vista en busca de algun otro problema visible que no fuera su rodilla.
- Si ma, seguro no es nada. -Si seguro que no, pero escondia de todos que tambien tenia mareos, y estaba al punto del desmayo, respiraba profundo mientras caminaba de dentro de la casa junto al resto de la familia.

La casa era todo lo contrario de lo que aparentaba la fachada, un lugar acogedor y con luces tenues que adornaban cada portarretrato colgado en la pared, fotos en blanco y negro o en colores sepias se podian ver por todo el pasillo de entrada, los rostros de las personas en las fotos eran felices, pero a medida que avansaban las tiernas sonrisas iban desapareciendo junto con muchas de las personas plasmadas en cada una de las instantaneas llegando a quedar solo una mujer cargando a un bebé en la ultima foto del pasillo, ya que este se acababa y daba paso a la sala de estar.

- Adelante, no se queden ahi parados.- Alesha los invitaba a pasar dentro de la saleta indicandoles que pasaran con las manos señalando la habitacion.