En el ambiente no había más que tensión.

Luego de lo sucedido el día anterior, Jungkook no se había querido separar en toda la noche de su cachorro. Porque si algo tenía presente el alfa, es que independiente de que si Jungsoo tuviese o no su sangre, él sería siempre su hijo.

Jimin estuvo al lado de ambos en todo minuto, dándole sobre todo apoyo a su novio, quien pese a no querer decir ni una palabra, agradecía tenerlo con él en esa situación.

—¿Señorita, cuánto tardan los exámenes? —preguntó Jungkook, una vez vio a una de las enfermeras que le había atendido hace algunos minutos. En eso se escuchan algunos pasos aproximarse, pero el alfa estaba tan ocupado, que no le dio importancia a la llegada de sus padres.

—Hmm... —musitó la omega, ojeando el reloj que se encontraba en el pasillo—. En unos treinta minutos.

Jungkook sentía que el tiempo era una eternidad, y echando una mirada hacia atrás, se percató de sus progenitores. Su madre, quien apenas recibiría el alta en la tarde, estaba con una bata, asiendo acompañada de su papá. Ambos habían tomando lado a su novio, quien lucia cansado con un Jungsoo dormido entre brazos.

Decidiendo despejar un poco su cabeza de todos los acontecimientos, recuerdos y posibles escenarios que podrían desencadenar los resultados de la prueba de ADN, se vio tomando rumbo a la cafetería del hospital por algo de comida para su omega, puesto que, si se había percatado que, desde ayer, al igual que él, no había probado bocado.

—Jimin, cariño, ¿Jungkook cómo está?

Ante la pregunta de su suegra, Jimin suspiró algo cansado.

—Ha permanecido en silencio... No ha comido y en toda la noche no se separó de Soo-ya —murmuró, acariciando al cachorro que había dicho somnoliento algo poco entendible—. Lo único que le oí, fue la promesa a su hijo de hacer incluso lo imposible por no separarlos.

—No esperaba menos de Jungkook. —Joohyuk sonrió—. Sea su hijo o su sobrino, el lugar de Jungsoo es estar al lado de él, su padre. —En eso el pequeño mencionado se despierta y mira en dirección a su abuelo para extenderle sus brazos.

En tan poco tiempo, Jungsoo había aceptado a los señores Jeon como parte de su familia.

—Si Jungsoo resulta ser mi hijo, creeme, padre, que aquí no se va a quedar —dijo Jongsuk, quien llegando escuchó la conversación.

La señora Jeon se paró de su lugar y le dio una fuerte bofetada.

—Sigo sin comprender en qué me equivoqué contigo...

Joohyuk se apresuró en darle el cachorro a Jimin para ir a tomar a su esposa.

—Debes aun guardar reposo, Somi. Los doctores aun no te dan el alta y no quiero que la herida se te abra. —Ignorando la presencia de su hijo, el alfa intentó volver a su sito a su omega.

—¿En serio aun lo preguntas? Toda esta maldita situación es culpa nada más de ustedes -ladró con notable récord en sus palabras—. Sabía que si les decía que estaba enamorado de una omega huérfana y sin en qué caerse muerta, habían hecho lo imposible por apartarme de su lado. Todo es culpa nada más de ustedes y de su hijo perfecto, a quien le estaban dando todo lo que por ser el mayor me corresponde. Todo me lo quitaba...

«Pero ahora, soy solo yo quien le robará lo que más quiere...», pensó Jongsuk.

—Jungkook nunca te quitó nada. Todo lo que se ha ganado, lo ha hecho por mérito propio.

—¿Incluso un poco del cariño, respeto y halagos a mi persona? ¿Todo eso me lo tenía que ganar a pulso?

—Jongsuk, eso siempre lo has tenido. —Acercándosele, Somi alzó sus manos para sostener su rostro—. Incluso ahora, con tus vicios y pésimas acciones, tienes mi amor, por el simple hecho de ser mi hijo. Mi primer hijo. —Y sus propias palabras fueron suficientes para que la misma omega rompiese en llanto y abrazase a un Jongsuk aparentemente inmutable—. Aún estás a tiempo de hacer las cosas bien...

—Mi decisión ya está tomada —dijo, alejando el tacto de su progenitora—. Si Jungsoo es mío, me lo llevaré conmigo fuera de este país.

Jungkook, quien apenas venia con un café y un par de buñuelos, dejó sus cosas velozmente en las manos del primer enfermero para ir a tomar del cuello de la camisa a su hermano, el cual estampó contra la pared y soltó un quejido por la repentina "sorpresa".

—Me importa una mierda la sangre que tenga Jungsoo. Si es tuya o mía o del mismísimo diablo. Jungsoo es mío, y conmigo se queda. —Enseñándole sus colmillos en señal de advertencia, el alfa se alejó de él para tomar lugar junto a Jimin, quien intentaba calmar al cachorro que lloraba.

◆◇◆◇◆

—¿Y cómo te fue en la audiencia? —inquirió Yugyeom a Namjoon, una vez había tomado asiento en el auto y saludado al alfa, quien no pudo evitar soltar un suspiro.

—No muy bien que digamos. —En lugar de poner a andar el auto, Namjoon buscó en la cajuela un cigarro con intenciones de encenderlo, pero las cueles se vio deteniendo—. ¿Te incomoda si me fumo uno?

—Para nada.

—Bien. —Con la respuesta positiva del contrarío, Nam buscó su encendedor, para luego calarlo y soltar el humo por la ventana que había abierto recién—. Casi con la falta de dos de tres de la parte demanda, hubo un instante en el que pensé que la jueza absolviera todo.

—¿Dos? —Yugyeom no pudo evitar fruncir su ceño—. Pensé que solo sería el joven Park quien no se presentaría.

—Yo también. Fui bastante preparado para llevar a cabo bien mi papel de representante, pero no contábamos con los abogados que la chica, la que se podría decir que es la parte más importante, haya dudado en asistir. —Dándole una nueva calada al cigarrillo y expulsando la nicotina, decidió proseguir—: Menos mal a último minuto apareció.

Y es que pese a Ninguém tener a su madre en su contra y saber que sería señalada y juzgada, había decidido que si para evitar que Lee Taemin quedase impune e hiciese con más omegas lo que le hizo a ella, hablaría.

—Ya veo. Debió ser duro para ella tomar esa decisión, teniendo en cuenta que su madre no quería que manchase su apellido. —Yugyeom con total confianza agarró la mitad del cigarro para calarlo ahora él—. Pobre chica. ¿Primero ser víctima de ese volador y sentir que es la culpable y que no tiene derecho a presentar represalias?

—¿Qué te puedo decir? Es la mierda de mundo que como sociedad hemos creado. —Mirando en dirección a la autopista, decidió volver a hablar—. ¿Y qué hay de ti? ¿Cómo te fue con ese asunto?

—Como habíamos imaginado, el dinero se ha distribuido por distintas partes. Con lo que esa mujer estuvo enviando de las cuentas de la empresa, Jongsuk tendrá para vivir por lo menos mucho tiempo —dijo, inhalando una última vez y apagándolo, lo dejó en el cenicero—. Pero por los datos de la última transferencia y distintas compras que ha hecho, se puede decir casi con seguridad de que ya tenemos la próxima ubicación de Jongsuk. —Dejándose caer en el respaldo, estiró sus brazos—. Ya toca solo esperar qué quieren hacer los señores Jeon con esta información.

Namjoon asintió, mirando la hora.

—En este momento deben de estar esperando los resultados de la prueba de su nieto. —Ante esto, Yugyeom soltó una carcajada pesada y sin mucha gracia.

—Esperando a saber de cuál de sus hijos es; vaya mierda.

◆◇◆◇◆

Jungkook permanecía sentado en la sala de espera, su rostro tenso mientras intentaba mantener la calma. Jimin, a su lado, sostenía a Jungsoo, quien dormitaba en sus brazos. El ambiente era sofocante, cargado de incertidumbre, mientras los minutos pasaban lentamente, y el peso de los próximos resultados los aplastaba con su gravedad.

De repente, el sonido de pasos apresurados rompió el silencio. Ji-eun apareció, su rostro pálido y desencajado, sus ojos enrojecidos por el llanto. Se acercó rápidamente a Jungkook, quien apenas levantó la cabeza, pero no dijo nada. Solo la observaba, tenso, con la mandíbula apretada, dado que en estos momentos estaba lejos de ser ella y su presencia su prioridad.

—Jungkook... necesito hablar contigo, por favor —comenzó ella, con la voz entrecortada, sus manos temblorosas mientras se acercaba más a él, como si estuviera a punto de derrumbarse.
Jimin, con una mirada de advertencia, estrechó más a Jungsoo en su pecho, manteniéndose alerta ante la inesperada llegada de Ji-eun.

—Jungkook, por favor... Tienes que escucharme. Yo nunca quise hacerle daño a Jungsoo. Todo fue culpa de Jongsuk, ¡él me obligó! —dijo con un sollozo. Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas, añadiendo dramatismo a su voz—. Me amenazó, dijo que acabaría con mi vida y con la de Jungsoo si no hacía lo que él pedía. ¡Tenía tanto miedo!

Jungkook no dijo nada, pero miró a Jimin, como buscando una señal, una respuesta sobre qué debía hacer. Jimin, aunque también sorprendido por las palabras de la omega, frunció el ceño. No confiaba en Ji-eun, y esa súplica repentina solo parecía un intento desesperado por ganarse la compasión de su alfa.

La tensión se apoderaba del lugar, y justo cuando Ji-eun creyó que estaba logrando algo, puesto que no había sido echada como mínimamente se lo había imaginado.

—No le creas, Jungkook -dijo la madre con un tono sereno pero cargado de desconfianza, desde su asiento—. Esa mujer no es de fiar. Lo he sabido desde el primer momento. No confíes en ella, hijo.

Ji-eun, al escuchar eso, cayó de rodillas frente a Jungkook, su desesperación aumentando.

—¡No! ¡Por favor! No sé cómo más explicarlo, pero estoy diciendo la verdad, ¡Jongsuk es el culpable! ¡No sé qué hacer! —Lloraba abiertamente, intentando captar la atención de Jungkook y ganarse su simpatía.

Justo cuando la tensión parecía alcanzar su punto máximo, el sonido de unos pasos firmes resonó en el pasillo. Nadie se dio cuenta de la breve ausencia de Jongsuk ni de su regreso hasta que estuvo lo suficientemente cerca para que todos sintieran su imponente presencia.

Sin decir una sola palabra, Jongsuk avanzó hacia Ji-eun con una mirada imperturbable y, con un movimiento rápido, la levanto del rostro para que se pusiera de pie y le propinó una bofetada tan fuerte que el sonido resonó en toda la sala, dejándola tirada una vez más en el suelo. El golpe fue tan inesperado que todos en el pasillo se quedaron paralizados. Ji-eun, quien aún aturdida, retrocedió con sus manos temblorosas mientras miraba a Jongsuk con miedo. No solo por el golpe, sino por la calma escalofriante en su rostro.

Un par de enfermeros, que habían presenciado la escena, rápidamente llamaron a seguridad y trataron de que las personas que había mantuviesen la calma. Jongsuk, sin levantar la voz ni perder su compostura, simplemente la miró con una mezcla de desprecio y aburrimiento.

—Deja de mentir —dijo con frialdad, cada palabra cayendo como un cuchillo—. No vas a conseguir nada con esto. Sabes que nunca fuiste una víctima en esta historia.

La omega, todavía en el suelo, comenzó a retroceder lentamente, sin poder apartar los ojos de Jongsuk, el terror apoderándose de su cuerpo. Aunque él permanecía tranquilo, la intensidad de su mirada y la autoridad en su tono eran suficientes para hacerla temblar. Los guardias de seguridad llegaron al lugar, pero antes de que pudieran intervenir, una enfermera llego con una hoja en mano, mirando a Jungkook

—Señor Jeon, el doctor está listo para verlos. Tenemos los resultados de la prueba que solicitó.

Jungkook miró a Jongsuk por un breve segundo... Sin decir una palabra, se levantó, tomando a Jungsoo de los brazos de Jimin y siendo acompaño por su pareja, tomó rumbo hacia la oficina del doctor, dejando atrás la escena caótica que se había desatado.

𐙚: buenooo, estoy corta de tiempo porque voy de salida para una cita. espero que les guste el cap que después de mucho tiempo por fin traigo esta segunda parte de esto, ya el próximo es el epilogo hgirfgjkf.