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018

maratón 3/3♡
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Eran cerca de las 4 a.m. cuando Jimin escuchó la puerta de su departamento ser tocada con rudeza. Dejando a medio terminar su helado y la serie que estaba viendo sentado en su sofá, se levantó descalzo y se asomó por el agujero que le daba vista de quien era su visitante.

Jungkook estaba ahí afuera de pie…

¿Qué hacía ese alfa a estas horas de la mañana aquí?

Con leve suspiro, Jimin abrió la puerta lentamente hasta que sus ojos chocaron con los de Jungkook.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó sin ánimos.

—¿Por qué te fuiste? Estaba preocupado, y llevo rato marcándote, pero no me atendiste las llamadas.

—¿Por qué debería hacerlo? Tú estabas muy ocupado besándose con esa omega y tu público hormonal.

Jungkook frunció sus cejas.

A decir verdad, el celular de Jimin había quedado en su habitación, luego de haber estado llorando como Magdalena cuando regresó del bar.

—¿Estás enojado conmigo por hacer mi trabajo?

—Estúpido alfa… —susurró, para sí mismo— mejor olvida todo, ve a casa y déjame. —Intentó cerrar la puerta, pero Jungkook lo detuvo adentrándose al departamento.

—No puedes reclamarme por algo sin darme una explicación, ¿y qué crees? He venido para eso Jimin —bufó, parándose frente al omega.

—¿Ni siquiera te das una oportunidad de pensar del por qué me fui?

—Perdón, pero no.

Quizás sí sepa, pero Jungkook es un alfa orgulloso, que prefería cerciorarse en todo.

—Es que ni siquiera sé por qué sigo discutiendo contigo, si no tenemos ningún tipo de relación.

—¡Solo dime, por qué demonios estás enojado conmigo!

—¡Porque desde que nos besamos aquella vez en esta estúpida cocina, no he dejado de matarme la cabeza pensando que tú tengas algún tipo de sentimiento por mí! —gritó, señalando dicho lugar—. Pero solo ignoras lo que pasó y me dejas mal, Jungkook… —musitó, tomándose ambas manos—. Luego vas y te besas con otra persona frente a muchas personas y eso me hace sentir como si el nuestro hubiese sido insignificante, cuando significa tanto para mí. —Miró directamente los ojos del alfa—. Llámame loco, exagerado o estúpido, e incluso egocéntrico y egoísta, pero estoy harto de que todos quieran conmigo y el alfa que yo quiero ni siquiera me dice si le gusto un tanto —soltó por fin todo lo que se venía guardando estos días, y pese a sentirse mejor, fue consciente que ahora solo quedaba esperar una respuesta, y quizás, esta no sea de su agrado.

Jungkook quedó en silencio procesando cada palabra de Jimin, su voz tan dulce retumbando en su cabeza de un lado para el otro. Tragó en seco y restregó con sus manos su rostro algo ojeroso.

Jimin se dio vuelta, pues sentía que el solamente verle le lastimaba.

—Jimin —le llamó, Jungkook—. Seré completamente sincero contigo.

El omega no se inmutó, por lo que siguió de espaldas, esperando lo que tendría que decir.

—No estuve buscando a un omega con el cual pasar los días —confesó—. Desde hace mucho tiempo dejé de verme con uno, menos al lado de mi hijo.

Jimin tembló su labio y bajó su mirada decepcionado, su corazón se apretó aún más fuerte, con el pensamiento de qué quizás también no pueda después ver a Jungsoo. Aquello dolió más, por lo que llevando su mano derecha a la altura de su órgano vital en su pecho, se permitió seguir llorando en silencio.

—Bien, gracias por aclararlo, ahora vete, necesito estar solo —musitó, dolido.

Jungkook se acercó hasta el omega para darle la vuelta y mirar sus ojos azules brillando ante las lágrimas. Con sus dedos, el alfa fue apartándolas, hasta así limpiar su rostro. Jimin no hizo más que observarlo.

—¿Por qué no me dejaste terminar? —susurró—. No me veía con ningún omega, y ahora no me veo con otro que no seas tú, Park. Solo me gustas tú.

Jimin alzó sus cejas, sorprendido ante la repentina declaración.

—No veo a ninguna otra persona junto a mí porque ninguna eres tú, desde que entraste a fuerzas a mi vida, con esa o mucha más fuerza, te has quedado en mi corazón, como estoy seguro que en el de mi cachorro.

Jimin esbozó una pequeña sonrisa ante la mención del pequeño Soo. Jungkook acunó sus mejillas, y besó una de ellas.

—Ya deja de llorar, omega chismoso, tus ojitos se ven realmente lindos cuando dejas que brillen más que el mismo azul del cielo.

Ante ese cumplido, Jimin sintió como su cara se calentaba.

—¿Entonces si me ves diferente? —inquirió, puesto que todo parecía tan irreal.

—Sí, lo hago. Todo este tiempo junto a ti han sido reconfortantes para mí, eres esa persona que no estaba buscando y aun así llegó a mi vida. No tengo claro que busco, pero de algo estoy seguro, te quiero a ti a mi lado. A nuestro lado.

El omega no pudo evitar sonreír de oreja a oreja y rodear el cuello del mayor, quien cerró la puerta tras de sí, con una de sus piernas.

—Pensé todo este tiempo que todo era unilateral, pese a sentir como nuestros lobos conectaban —murmuró, adsorbiendo ese olor a canela que tanto había empezado a amar.

—No lo es. Mi lobo no puede ser indiferente a ti, y yo mucho menos. —Besó la cabellera rubia sobre él.

—Eso significa que… ¿Estamos en algo ahora? ¿Una relación? —preguntó, tímido.

Jungkook quedó pensativo unos momentos, tenía mucho tiempo que no estaba con alguien después de la madre de Jungsoo. El alfa había decidido hace bastante no meterse en relaciones, pero Jimin ese algo que en poco tiempo le hizo cuestionarse su corazón.

—Una relación —repitió—. Podemos intentarlo, no tengo nada que perder. —Entonces recordó algo, por lo que se separó un poco del cuerpo del omega. —Pero si vamos a empezar una, quiero que sea a base de la confianza, y sé que me estoy arriesgando a perderte, pero quiero ser sincero contigo desde un inicio.

—¿Qué sucede? —El omega le miró con ojos suplicantes animándolo a que continuase con lo que quería decir.

—Hace unas horas me he acostado con una omega.

Lo dijo. Ya no había vuelta atrás. Era todo o nada.

—¿Qué? ¿Por qué? —dijo, separando sus manos de las contrarias que le sostenían.

—Debía aceptar si no quería perder el trabajo, además con el dinero podré pagar la operación de Soo.

—Te dije que bien yo podría pagar esa cuenta, alfa tonto —murmuró, dándole la espalda con los brazos cruzados.

—Vamos omega, ¿este será nuestro primer pleito como pareja? De ser así, creo que hemos roto un récord. —Se acercó, abrazándole desde atrás.

Con un puchero en los labios, Jimin se dio vuelta entre sus brazos, para volver a verle.

—Tienes puntos por ser sincero.

—Yo tengo todas las de ganar si se trata de ti —musitó, dejando sus manos en la pequeña cintura del omega, mientras dejaba un casto beso en su nariz, provocando una sonrisa instantánea en este.

—No importa lo que hayas hecho antes, lo que importa es lo que hagas a partir de ahora. Así que dime; ¿volverás a aceptar algo como eso?

—No podría, estoy seguro que mi omega se encargaría de cortarme las bolas —dijo, por medio de una sonrisa.

—¿Tomaste un buen baño siquiera?

—Doble, para borrar cada rastro de su feo aroma.

El omega se enganchó de su nuca y saltó sobre su cuerpo para rodear su cintura con ambas piernas. Jungkook sostuvo sus muslos para no hacerlo caer.

—Bien, creo que puedo dejar todo de lado, por ti —susurró, mientras rozaba con sus labios los del alfa—. Eres mío ahora, mi alfa.

Jungkook sintió extraña aquella palabra, ya que siendo sincero, ya no recordaba como era dirigida hacia él, pero esta venía ahora de Jimin, y todo en él era nuevo y diferente, era único, era simplemente lindo, y eso le encantaba.

Jimin bajó la mirada a sus labios cuando la necesidad de unirlos se hizo presente. Jungkook pareció sentir exactamente lo mismo, dado que enseguida, y sin previo aviso, juntó sus bocas otra vez. El omega esta vez lo estaba disfrutando como había querido desde que le había probado. Mezclando su lengua junto a la del alfa, saboreó la menta de su aliento con un toque amargo de nicotina y café. Jungkook se sentó como pudo en el sofá con Jimin sobre sus piernas siendo ambos protagonistas de su propio momento, de su propia historia, de su propio destino…

Se miraron por unos cortos segundos antes de sonreír y volver a besarse. Un poco más cálido, algo más apresurado y un tanto más apasionado. Las manos del alfa viajaron por toda la espalda de Jimin y se detuvieron en sus caderas para dejarlas descansar ahí. Y Jimin se sostuvo de sus fuertes hombros, mordiendo los belfos de su ahora novio, hasta sonreír nuevamente chocando sus dientes.

Ellos no lo sabían, pero pese a Jimin quizás nunca haber sido un “omega chismoso”, estaban designados a estar y formar parte de la vida del otro, porque la madre Luna hace ya bastante tiempo, había decidido que todo debía ser así.





🎀

mentiras, la Luna no hizo nada, esa fui yo, Zull, quien se trasnochó escribiéndoles esto hdjdjd ♡

en fin, espero que hayan disfrutado de este mini-maratón, y perdón por tardar en subir el cap, pero wattpad no me dejaba :(


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