O2. Etapa dos

Palabras:

836

Temática:

Azar

Género:

Fantasía, Drama

Números:

07 (moneda) 11 (manjar)

Etiqueta:

TheFanficSAwards

Otro día, otra decisión tomada por alguien que no era ella.

Caminó con tranquilidad por los caminos inundados de frondosos árboles mientras tarareaba una suave melodía. Sin apuro se sentó a orillas del riachuelo disfrutando de como se visualizaban los peces debido a lo cristalina que se encontraba el agua, se asomó y analizó su reflejo, sin duda no era la misma de hace años, no era ni la sombra de su antiguo yo... Sería mejor si no hubiera tenido que suceder todos esos acontecimientos.

Entró a la templada agua jugueteando con las rocas, respiró lentamente y percibió todos los sonidos que caracterizaban a aquel mágico bosque, de repente todo se volvió negro.

Se vio envuelta en una oscuridad abrumadora, escuchaba gritos, llantos desgarradores e insultos, todos tomando un poco de su ser en dolorosos recuerdos que la atormentaban. Abruptamente todo se detuvo.

Se escuchaba el incesante sonido metálico que la acompañó en su infancia.

Plim... Sonó una vez

Plim... Dos veces

Plim... Se desmayó

Una niña yacía sentada sola en el porche de la descuidada casa, sus cabellos estaban enmarañados, su ropaje roto y no se había bañado en unas cuantas semanas.

Se escuchaba a lo lejos los gritos de su padre mientras pateaba a alguno de sus hermanos que corrían con la misma suerte que ella. Miró al cielo esperando algo... No sabía que esperaba pero se sentaba y pacientemente esperaba que ocurriera algo.

《Un día todo dejó de doler.

Ese día en el que me vendieron no lloré, no me alegré... No sentí nada》.

Un hombre caminaba con la niña encadenada por el cuello como si de un perro sarnoso se tratase, jalaba la cadena si consideraba que su caminar era muy lento, otras veces la agarraba por el brazo y la arrastraba.

La encadenó a una ventana mientras él compraba lo necesario para subsistir y vivir de manera cómoda, la niña de 8 años miraba sus alrededores con cautela deseando que nadie quisiera hacerle daño. Vio a unos niños jugando con distintas cosas, chapas, botones, canicas... Lo que le llamó la atención fue la forma en la que lanzaban esos objetos.

Escuchó el metal romperse y de inmediato se alarmó, unas mujeres cortaron la cadena con un cuchillo y la arrastraban a donde sea que fuesen. Pero el agarre en su muñeca le hacía sentir bien, como si todo su sufrimiento se esfumase.

Sin embargo cayó al suelo, una dorada ruedita de oro brillando frente a sus ojos de manera cegadora.

No sabía que sería la última imagen que vería.

Despertó siendo más consiente que nunca de los demonios que la perseguían, recordando con exactitud como nació del rocío y se convirtió en el ser que era ahora.

Vivía en las nubes, controlaba la naturaleza, comer estrellas era su manjar, sabían a sueños y esperanzas. Las que desgraciadamente nunca le dejaron sembrar.

De pronto se sentía dolida, engañada, ultrajada.

Movió su vista hacia el estrellado firmamento esperando como cuando era humana y no una ninfa de las nubes. Tuvo una visión.

Un joven chico rodeado de brillantes cometas jugueteaba con algo en sus manos mientras lo miraba con temor.

—¿Estás seguro de esto?

—Por supuesto. No todos los seres vivos cuentan con la suerte de nacer en familias privilegiadas, así que por eso es mejor darles una segunda oportunidad para que sean felices.

—Bueno... Si tú lo dices...

Lanzó el objeto fulgurante hacia arriba y en la caída fue atajada por las manos del chico. Repitió ese proceso dos veces más. Al dejar de destellar observó una moneda en el dorso de su mano. Tenía dibujada una espada, el otro lado una flor.

Dos veces flor, una espada.

Plim... Vida.

Plim... Vida.

Plim... Muerte.

Levantó la vista y el chico miraba a su dirección con lágrimas en los ojos.

—Lo siento Tourin era por tu bien. Espero logres perdonarme si te enteras—. Susurró con pesar para dar comienzo a la lenta caída de la escarcha por sus mejillas.

La visión terminó y con ella su sufrimiento, ahora entendía su muerte, su reencarnación. Inhaló profundamente y un halo de paz se instaló en ella, abrió los ojos encontrándose con la tierra llena de nieve; de escarcha.

Estaba nevando, las nubes soltaban suaves, frágiles y delicados copos de nieve que caían con lentitud, se recostó en la acolchada nube con gracia acompañada de una sonrisa en su cara, un olor dulce llamó su atención.

Era el chico cometa con dos tazas de chocolate caliente y una de ellas se encontraba extendida en su dirección.

—¿Quieres chocolate? Es invierno en la tierra y hace frío... Pensé que te gustaría tomar algo caliente y charlar.

Sonrió por lo adorable que se veía el chico sonrojado y cubierto hasta la médula de abrigos con su cabello de tonos pasteles desordenado.

—Me encantaría.

Ahora podía sonreír sabiendo que no estaba sola, que toda su existencia tenía sentido, aunque el oro la mató, el destino la ayudó y en ese instante... Su vida era plenamente feliz.

Aclaraciones

1. Ella siempre fue despreciada hasta el punto en que no hablaba, según su padre "A nadie le interesa tu mísera opinión o existencia así que cierra la boca". Esto imposibilitaba que tomara decisiones por ella misma por lo que en el One Shot no se ve ningún diálogo de ella hasta el final.

2. El orden de como ocurre lo narrado es así:

Presente. Ella fue enviada al riachuelo que era mágico por el chico cometa (que por cierto se llama Galaco) en donde se desmaya.

Pasado. Cuando se desmaya ve su vida como si fuera una grabación. Vio su sufrimiento y muerte como si la vida no fuera de ella, notando los detalles que no vio siendo humana.

Presente. Despierta y ya era de noche, mira al cielo y tiene una visión otorgada por Galaco.

Pasado. Tiene la visión y entiende la causa y el por qué de su muerte.

Presente. La visión termina y Tourin en una nube ve como la tierra está cubierta de nieve, Galaco llega y le ofrece un chocolate caliente con la intención de disipar todas las dudas que Tourin pueda tener.

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