Desperté. Mis ojos se abrieron a una habitación que no conocía. No estaba en mi cama, ni en mi hogar. En lugar de eso, me encontraba en una habitación con paredes de piedra y techos altos abovedados. Las paredes estaban adornadas con tapices antiguos y estantes llenos de libros antiguos y pergaminos. Me levanté, confundida y asustada.

"¿Dónde estoy?" Susurré, frotándome los ojos. Estaba sola, completamente sola en esta habitación extraña. Antes de que pudiera explorar más, la puerta se abrió.

Una mujer entró. Su presencia era majestuosa y, aunque su sonrisa era amable, había algo en sus ojos que gritaba autoridad.
­-Bienvenida, Aurora. dijo su voz, suave pero firme.

Me quedé en silencio, sorprendida.

-¿Quién eres? ¿Dónde estoy? . Pregunté, intentando mantener la calma.

-Soy la directora de esta escuela. Respondió. -Y estás en un lugar muy especial, un lugar donde ángeles y demonios aprenden a convivir y a utilizar sus habilidades.

Parpadeé, sin creer lo que estaba escuchando. -¿Ángeles y demonios? ¿Estás diciendo que estoy muerta?. La directora asintió.

-Sí, pero has sido seleccionada para una oportunidad única. Aquí, aprenderás a navegar por tu nueva vida y, con suerte, a hacer algo bueno con ella.

Muerta, estaba muerta, pero por alguna razón eso no significaba nada para mí, recordaba haber tenido una vida en la tierra, pero no recordaba cuál, trate de hacerme recordar, pero no lo lograba.

-Tu mente a sido bloqueada, no recordaras nada de tu vida mas que o necesario para que sigas teniendo tu esencia.

Tal vez fue por la expresión de mi rostro porque añadió.

-La vida de todas las personas que al morir son seleccionadas para la inmortalidad celestial es borrada de sus mentes, así no tratan de interferir en la vida o personas que dejaron atrás, es para facilitar la transición.

No supe qué decir. Me quedé en silencio, intentando procesar todo.

-Y qué se supone que debo hacer ahora? Pregunté finalmente.

-Ahora, debes prepararte para tu primer día de clases. dijo la directora. Y prepárate para conocer a tus compañeros de clase, algunos de los cuales son bastante... únicos. Hoy puedes descansar conocer la escuela y mañana te presentaras en la oficina para la inducción.

Con eso, la directora se marchó, dejándome sola con mis pensamientos. Aunque estaba asustada, también sentía una extraña emoción. ¿Cuántas personas tienen la oportunidad de ir a una escuela para ángeles y demonios? Espera, ángeles y demonios ¿no se suponía que eran enemigos? ¿Bien y mal?

Pasé el resto del día explorando la escuela. Era un edificio antiguo, con torres altas y jardines llenos de flores que nunca había visto antes. Había aulas con maestros enseñando materias que nunca hubiera imaginado, desde control de poderes sobrenaturales hasta historia de los reinos celestiales e infernales.

Cuando llegó la hora de dormir, me encontré demasiado nerviosa para conciliar el sueño. Me quedé despierta, reflexionando sobre lo que me aguardaba al día siguiente.

Y así comenzó mi nueva vida en una escuela extraordinaria, poco convencional. No tenía idea de que pronto me vería inmersa en un capítulo completamente nuevo, uno que desafiaría todo lo que creía saber sobre el amor, la lealtad y la identidad. Pero eso es una historia que quedará para otro día.