39 | Falso reporte
『—♠︎—』
Saliendo de la oficina colocó su mano en la frente, se sentía algo mareada desde la mañana, los tragos de la noche anterior le cayeron pesados y en la mañana olvidó tomar un ibuprofeno para el dolor de cabeza —la consecuencia es que ya le estaba dando puntadas en la misma.
La reunión fue un éxito y luego de ella fue junto a MinHo y Taehyung hasta el lugar donde se llevaba a cabo la remodelación del antiguo hotel situado en la misma zona. Luego de ello volvió a la oficina por unos papeles que debía llevarle a su abuelo.
Aún con la cabeza produciendo zumbidos, siguió su camino al hotel de en frente, donde se estaba hospedando. Con paso apresurado llegó hasta su habitación y se quitó los tacones de inmediato, tiró el bolso a la cama y fue hasta el baño quitándose las prendas en el camino.
Se metió a la ducha con lentitud cuando ya se había tomado el ibuprofeno y decidió cerrar sus ojos mientras el agua hacía un recorrido por su cuerpo.
—Tranquilízate, EunJi. Ya pasó lo que te tenía nerviosa. —susurró para sí misma cuando soltó un suspiro.
Pero no solo fue eso, recordó a JungKook y luego las fotos de él con esa chica y las lágrimas se hicieron presentes. No quería dudar de él, pero si habían más fotos así la iba a obligar hacerlo.
Antes de que se hiciera un mar de lágrimas, salió con una toalla rodeando su torso. Caminó hasta la cama y se sentó en ella mientras revisaba su bolso, sacó su teléfono y lo revisó, viendo allí las llamadas perdidas de JungKook hechas la noche anterior.
—¿Lo llamo? —se preguntó a sí misma siendo inútil esperar una respuesta. Es por eso que presionó el botón y decidió llamarlo.
Unos pitidos resonaron hasta que él contestó. Ella no pudo hablar así que esperó a que él lo hiciera.
—EunJi...
—JungKook...
Hubo un silencio tortuoso para ambos en donde el pensamiento de aquellas fotos los torturaron aún más.
JungKook sólo podía pensar en MinHo y EunJi juntos. EunJi en JungKook y esa chica. Pero esta última tenía en duda algo: ¿Quién es Jennie? ¿Si fue Lalisa quien le envió la foto, por qué le envío la foto de otra chica? ¿Alguien más podría estar implicado?
Eran tantas preguntas y ninguna tenía una respuesta.
—¿Cómo estás? —esta vez parecía susurrarle. Parecía tener miedo de decir algo incorrecto.
—Tengo un poco de dolor de cabeza, pero nada grave ¿Tú cómo estás? —preguntó intentando limpiar las lágrimas que humedecían su rostro. ¿Por qué nunca podía ser feliz?
—Estamos igual... Ayer hablé con papá y estuve todo el día fuera de casa —contó intentando liberar la tensión en sus voces y cuerpos.
—Me alegro mucho de que hayas podido hablar con él... ¿Cómo te sientes con ello? —preguntó sintiéndose más tranquila de los sentimientos encontrados.
—Me contó muchas cosas que... Te contaré cuando vuelvas —murmuró en respuesta y de nuevo un silencio abrumador.
Quería saber de una maldita vez quién era Jennie y porqué tanto interés en ese anónimo de que ella conociera quién era. Soltó unas pequeñas lágrimas mientras imaginaba lo peor, pero pudo responder.
—De acuerdo —dijo en un hilo de voz e hizo que JungKook se quedara mudo de pronto. Sorbiendo de su nariz intentó disimular su sollozo, pero JungKook la conocía demasiado.
—EunJi ¿Qué tienes? —y a través del teléfono se oyó preocupado— ¿Estás llorando?
—Estoy bien... —disimuló sonando más tranquila— es que el dolor de cabeza me hace quejarme. — Intentó mentir pero el chico conocía a su novia.
—EunJi, ambos sabemos que no es eso... En verdad necesito saber qué tienes. —la preocupación abordaba su voz y EunJi se propuso a seguir mintiendo sobre el motivo.
—Anoche salí a tomar un poco con los chicos y... hoy desperté mal, eso es todo. —contestó sin medir las palabras.
—Saliste a un bar anoche... —EunJi cubrió su rostro con su mano. No quería discutir, pero JungKook lo dijo como si ya lo supiera— ¿Con los chicos? ¿Con Choi?
Ya no podía más, necesitaba respirar. Escuchaba a JungKook hablar pero no le prestaba atención a lo que decía, simplemente siguió llorando silenciosamente.
¿Qué le pasaba a JungKook? Él no era así ¿Por qué tanta inseguridad en él?
Ya. Simplemente ya no más.
—JungKook, ya basta... —pidió con voz entrecortada— ¿Qué es lo que te sucede? ¿Por qué has estado tan alterado por lo mismo?
—EunJi...
—No. Escúchame —volvió a decir con voz quebrada— yo no sé si pueda soportar más tiempo así JungKook. Soy yo quien ocupa ahora el puesto de mi abuelo, soy yo quien tiene que viajar constantemente. Estoy cansada de demostrarte muchas veces que sólo estoy contigo, que te amo sólo a tí. Y aunque también soy celosa, últimamente eres tú quien crea los problemas. —aspiró con dificultad y soltó el aire— Te lo he dicho muchas veces. No tengo nada con MinHo. Anoche estuve en el bar, y sí, sí estuve con MinHo... Pero también estaba Taehyung. —recalcó volviendo a sentirse débil y algo mareada— Y ya, no quiero discutir más. Estoy cansada de esto, JungKook... No quiero tener que estar discutiendo contigo cada vez que esté cerca de MinHo, porque por si no lo sabes trabajamos juntos y...
Tomó un poco de aire mientras cerraba los ojos, se había alterado y creyó que se había pasado esta vez. Con una mano en su frente volvió a suspirar.
—EunJi, no te escuchas bien... ¿Qué tienes? —preguntó tartamudeando un poco preocupado.
—Sólo... Ya no puedo más con las discusiones JungKook. —habló de nuevo.
—¿Te encuentras bien? —preguntó ignorando su respuesta.
—Sólo fue un mareo, siempre me pasa cuando me altero. —quiso quitarle importancia pero JungKook la conocía tan bien que no se molestó en creerle.
—Tómate algo. Intenta descansar un poco, no te esfuerces demasiado. —al decir eso se formó un silencio nuevamente— EunJi... ¿A qué te refieres con que estás cansada?
Su voz se oía algo temblorosa en un susurro que parecía estarse ahogando en su propia tristeza y preocupación. Y lo entendía, pero él también debía entenderla a ella. Sólo ha estado trabajando.
—Creo que... Esto así como va, no va a funcionar JungKook. —y lo que no quería decir salió de su boca como si fuera veneno, un veneno que le hacía daño a ella misma.
De nuevo un silencio los abordó, uno aún más tortuoso para ambos. Pero ella no sabía que al otro lado de la línea, un chico pelinegro masajeaba su rostro intentando apaciguar las espesas lágrimas que lo mojaban. De alguna forma el chico esperaba eso, él sabía que estaba molesta y que estaba soportando mucho. Alejó el teléfono y sorbió su nariz antes de volver a hablar.
—¿Me estás terminando? —preguntó de más. Él sabía que sí era así, pero quería tener una esperanza de que no era eso.
—Preferiría hablarlo personalmente cuando llegue...
—No, dímelo ahora. No creo poder soportarlo viéndote a los ojos. —EunJi apretó los párpados. Cómo le dolía decirlo— dímelo... Sé que tú no quieres eso, por eso te lo pido una vez más y te juro que no te molesto. Dímelo...
Allí se dió cuenta de que... No podía, simplemente no podía dejarlo así.
Cuando JungKook no escuchó su respuesta, sintió su pecho cálido, aún tenía esa esperanza de que todo fuera irreal. Con un temblor en su voz decidió preguntar:
—¿Cuándo regresas? —EunJi mordió su labio inferior al escucharlo hablar entrecortado.
—En unas horas abordaré el avión...
—Hablamos cuando estés aquí... —susurró para luego colgar con algo de esperanza en su pecho.
EunJi sonrió triste mientras recordaba ese último susurro.
¿Qué haría ahora?
『—♠︎—』
Sus pasos constantes se escuchaban en el piso brilloso de la cerámica azulada del aeropuerto. Sus ojos cubiertos por unas gafas negras divagaban por el lugar, no sabía si había dejado a MinHo atrás, pero ambos se irían por separado así que no había porque esperar. Acomodó sus gafas sobre su tabique sin querer quitarlas —aunque el sol parecía inexistente a las afueras del lugar— por las ojeras que éstas ocultaban. No había podido dormir bien después de las discusiones, y dice discusiones porque no solo fue JungKook el que discutió con ella sino también el pelinegro que había dejado atrás.
MinHo decidió aparecerse en plena madrugada en su habitación, no literalmente, pero tocó su puerta con insistencia hasta que ella le abrió y él pasó antes de que ella se lo prohibiera, citando sus palabras, diciendo todo "Lo que se tenía guardado" y que no había podido decir. Nada más ni nada menos que le atraía como mujer, y que sólo se lo decía para que lo supiera, porque para él era claro que ella estaba enamorada de alguien más. Luego de eso sólo se fue con la cabeza gacha.
No diría que le molestó, porque en realidad MinHo era una persona en la que podías confiar, y con la que contarían para todo, una persona muy servicial. Pero si le entristeció que se fijara en ella en estos momentos; quizás le hubiese dado una oportunidad en otro caso donde ella estuviera soltera y dispuesta a todo. Pero no. Aunque tuviera problemas con JungKook, es él a quien ama, es él por quién llora cuando tienen problemas como los que tienen ahora, y no podría aprovecharse de eso para hacer de las suyas. No, porque no sería capaz de traicionarlo.
Caminando un poco más hacia la entrada, sintió su corazón agitarse con emoción. Allí frente a ella se encontraba una figura masculina con un globo cubriendo su rostro, pero que sin duda reconocería por esas piernas trabajadas.
"Perdóname" Leyó las palabras en el globo y se emocionó aún más.
Se quitó las gafas suavemente y lo miró con una gran sonrisa cuando se descubrió el rostro, uno con una sonrisa corta y un carmesí en sus mejillas. JungKook no era de hacer detalles y demostraciones como esas y quizás estaba avergonzado.
Negando con el rostro ante esas disculpas con un puchero se acercó rápidamente y lo abrazó del cuello cuando dió un salto a su cuerpo, le dejó muchos besos cortos en la mejilla mientras escuchaba su risa suave. Se separó de él y acarició su mejilla con el pulgar, se acercó a su rostro y le besó tiernamente.
—Estás loco... —susurró en sus labios con una sonrisa mientras abrazaba más su cuello.
—Te amo —susurró también pero en su oído.
Se estrecharon aún más en el abrazo y luego volvieron a unir sus labios.
—Yo también te amo, y claro que te perdono, tonto. —contestó su mensaje entre risas cortas.
Sintió los delgados labios en su mejilla dejando besos cortos, lo cual la hizo reír un poco más.
—Me dejaste atrás, cariño. —dijo una voz ajena que los hizo salir de esa burbuja en la que estaban.
Ambos llevaron su mirada hacia atrás y vieron al chico con un porte serio mientras sostenía su maleta. EunJi lo miró extrañada por el repentino apodo cariñoso, mientras JungKook sólo podía mirarlo de la manera más fría que podía.
—MinHo, vamos a lugares distintos, no era necesario irnos juntos —con su voz seria le alzo una ceja inconforme con el reciente comentario.
¿Y ahora a él qué le pasaba?
—Cierto, pero pensé en invitarte a almorzar antes. —dijo cambiando su rostro y mostrando una sonrisa amable. JungKook, quien estaba de su lado se tensó mientras apretaba su mano en la cintura de EunJi.
Ella lo sintió y vario la mirada un poco antes de volver la mirada a los ojos del más alto para proseguir a darle una respuesta.
—MinHo... Iré con JungKook. —le recalcó la presencia del nombrado mientras alzaba las cejas con incomodidad.
—Oh —pareció sorprendido, aunque EunJi no entendía porqué— claro, nos vemos luego entonces —y sonrió haciendo una reverencia con la cabeza.
Pasó por su lado y llegó a un auto negro que lo esperaba con dos guardaespaldas. JungKook bufó con una sonrisa sarcástica.
—Nenita. —susurró recibiendo una mirada de reproche de EunJi—¿Cómo es eso de 'cariño'? —imitó la voz del chico.
EunJi se encogió de hombros mientras fruncía el ceño.
—También me extrañó... —comentó con la mirada fija en el auto que emprendía su camino a su nuevo destino— Pero ya no le des tanta vuelta a eso, es más hay mucho por contarte y quizás eso explique su actitud de ahora. —acarició sus brazos musculosos y cubiertos por esa camisa manga larga a cuadros.
—Sí, explícame. Porque te juro que me estaba conteniendo demasiado para no romperle la cara de bebé que tiene. —siseó mientras negaba.
—Sí... —alargó— pero tú y yo también tenemos una conversación pendiente —su dedo jugó en el pecho de él mientras lo apuntaba con reproche.
JungKook se tensó nuevamente, haciéndole sentir el pecho rígido a la peliplateada. Asintió con su mirada algo decaída.
•••
JungKook asentía a cada palabra dicha por su chica, ambos estaban en la mansión Go, ya que luego de saludar a JungHyuk —Quien apapachó a JungKook como si fuera su hijo— caminaron a una mesa ubicada en los alrededores de la piscina. Sentados bajo la sombrilla se sumergieron en una conversación que ya estaba planificada.
—...Una relación se basa en confianza, JungKook. Yo estoy aprendiendo a controlar mis impulsos de celos, y tu sabes que soy así por lo que pasé años atrás... Pero para aprender necesito que tú me ayudes. Y con esos arranques tuyos me haces desconfiar también. —dijo con suavidad mientras con su mano apretaba la de él.
—Lo sé, amor... Pero cuando estoy seguro de las intenciones de ese tipo se me revuelve la sangre con sólo saber que está cerca de ti y no te puedo cuidar —siseó mirándola con súplica—y no me digas que no siente nada porque ya nos dejó en claro sus intenciones en el aeropuerto.
JungKook hablaba rápido cuando se desesperaba y ahora no era la excepción, y más con el pensamiento vuelto un lío, recordando las fotos y la sospecha que le dio al principio. EunJi se molestaría demasiado si le dice que dudó al principio.
—Ya sé... —sonrió con burla— Debes controlarte —masajeó su mano y con la otra le arregló un mechón de cabello rebelde.
—Lo sé... Seguiré intentándolo, lo prometo. —le sonrió suave y EunJi se acercó para dejarle un casto beso en sus labios— Dijiste que sabías la razón de ese extraño comportamiento del chico.
EunJi lo miró. Pensar en la actitud de MinHo en el aeropuerto y la de la madrugada le daba pesar, ella sabía que las cosas cambiarían en su amistad luego de eso.
—Pues... Se me confesó en Las Vegas —murmuró sin pensar.
El rostro de JungKook parecía desfigurarse con el paso de los segundos, no sabía si estaba oyendo bien. Entonces... ¿Qué pasaría luego?
—¿Cómo es eso EunJi? ¿Se te confesó así nada más? —preguntó sorprendido y a la vez tocado por la punzada de molestia.
—Escúchame... Me despertó en plena madrugada tocando fuertemente la puerta. Cuando la abrí, él pasó como un rayo. Tan rápido habló que me costó entender... —frunció el ceño y suspiró— me dijo que yo le gustaba más allá de una amistad y que sólo me lo había dicho para quitarse un peso de encima porque él sabía que yo estaba enamorada de ti.
JungKook resopló con molestia. Allí había algo detrás. No era posible que un hombre como ese, rico, poderoso, e inteligente dijera eso así nada más. ¿Qué estará tramando?
—¿Y tú te tragaste ese cuento? —ella lo miró con reproche— yo no confío en hombres como él. Cho es igual, manipulador, inteligente, y poderoso. No me creo que se haya rendido...
—JungKook esto no es una competencia.
—Pero para él si lo es, EunJi. —replicó y la chica negó.
Quizás era hora de comenzar a despejar dudas.
—Está bien... Hablaré con él y dejaré las cosas claras. —dijo para cerrar el tema— JungKook desde ayer, antes de que habláramos te he querido hacer una pregunta.
Él asintió de acuerdo, intentando evadir la rabia de lo que anteriormente le había contado.
—¿Quién es Kim Jennie? —preguntó al momento, el chico abrió los ojos de más sin saber qué responder.
—¿Por qué me lo preguntas? —preguntó extrañado y EunJi se vio triste con la primera evasión.
Por su parte JungKook sólo pensaba ¿Por qué de pronto le hacía esa pregunta? ¿Qué sabía? ¿Acaso lo había visto? No... Eso no es posible.
—No me evites la pregunta, contéstame. —pidió con una sonrisa corta. Falsa obviamente.
—Es una de las mejores amigas de Lalisa. ¿Pero porqué me haces esa pregunta a mí? —frunció el ceño.
No se sentía muy bien, sabía que si seguía la conversación terminarían discutiendo y no quería eso.
—No, por nada... Sólo que... Oí de ella en el gimnasio hace unos días. —le restó importancia. JungKook no le diría nada, y eso sólo significaba una cosa: Le ocultaba algo.
Le preguntaría a la chismosa número uno de su vida: Sook.
—Amor... ¿Por qué me lo preguntas a mi? —ahora fue él quien masajeó su mano con la duda creciente, intentando insistir ante su negación. Pero el temor se veía en su mirada. ¿Estaba acaso EunJi imaginando cosas? ¿Por qué no le dijo de una vez lo que en realidad era Jennie?
—No es nada... Mm~ me voy a dar un baño. ¿Me acompañas a la habitación?
—No... Voy a conversar un rato con tu abuelo. Te alcanzo luego ¿Si?
Con una afirmación de su rostro caminó hasta su habitación, con un pensamiento que ahora la atormentaba aún más.
JungKook por otra parte, había quedado en verse hoy con Jennie, pero la idea de que EunJi sospechara algo le atormentaba. Mordió su labio inferior y se levantó para ir donde JungHyuk. Conversaría con él lo que tenía pendiente y que también le ocultaba a su chica.
Un mensaje llegó a su teléfono y lo revisó con rapidez.
"—Entonces nos vemos esta tarde"
Sonrió un poco y contestó.
"—Esta bien. Me avisas dónde y llegaré tan pronto como pueda."
Guardó su teléfono y miró un punto ciego en la piscina. EunJi lo iba a ahorcar, pero no pudo evitar su instinto.
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