38 | ¿Falso amor?
『—♠︎—』
El lugar sin duda era hermoso, muy amplio y cómodo para pasar un buen rato. Allí en un mesa apartada de las tantas personas, estaban ella junto a MinHo y Taehyung, tomando un poco de champán mientras conversaban amenamente. En algunos temas estaban de acuerdo pero habían otros en los que las discusiones quedaban entre ambos masculinos.
—Ya te he dicho que las acciones implementarán si aplicamos mi idea. —Taehyung habló de manera tranquila, pero MinHo se desesperaba muy fácil, y esa era la táctica de Taehyung para hacerlo molestar.
—Que no, hombre —dice en una queja— si aplicamos esa idea es posible que los números bajen.
Pedí permiso para levantarme y fui hasta la barra. Esos dos terminarían jalándose los pelos y no quería estar allí cuando pase.
Decentemente le pidió un cigarrillo al chico detrás de la barra, se acercó a la entrada del hotel y se fue hacia una esquina de la iluminada calle. Sacó el encendedor y dándole una calada lo encendió. Sabía que no debía fumar porque se acordaría de sus problemas, pero necesitaba relajarse.
Su abuelo le había dicho cómo era el manejo de un casino y lo muy presente que ella debía estar en ellos, y eso la haría viajar muchísimo. Entonces los problemas comenzaban ya en su mente.
No sabía cómo iba a mantener una relación estable con JungKook si debía viajar constantemente, estaría a veces dos semanas fuera o quizás más, incluso su abuelo con anterioridad le había planteado mudarse a Las Vegas para mantener bien los números en el comienzo del hotel casino.
Se sentía cansada, estresada...
Iba a soltar una lágrima si no fuera porque un carraspeo la hizo voltear. El castaño le sonrió y le mostró un cigarrillo sin encender
—¿Me prestas? —preguntó refiriéndose al encendedor.
Asintió en respuesta y le extendió el encendedor. Pero eso sólo le hizo recordar a aquella vez que conoció a JungKook en la Demons Street.
"—Enciende mi cigarrillo."
—JungKook y yo hablamos. —contó una vez que tenía el cigarrillo entre sus dedos y había soltado el humo.
—¿Sí? —lo miró extrañada. Recordó haber dejado el teléfono en la habitación y no quiso imaginar lo reventado de llamadas que debe de estar.
—Me preguntó si estaba en Las Vegas, y si había llegado bien —giró su rostro para verla y la notó seria y con el ceño fruncido— No le dijiste... Pero ya lo sabe, creo que... Fue a tu casa cuando vio que no respondías las llamadas, y a lo mejor tú abuelo le dijo.
EunJi lo miró con sus ojos abiertos de par en par y negó para dar una calada al cigarrillo.
—Dios... Seguramente se molestará muchísimo pensando que no quise decirle... —asintió lentamente— Cuando en realidad me cansé de marcarle.
Terminó su cigarrillo y lo trituró en el pequeño cristal que el mesero tenía en su bandeja al pasar por su lado.
—MinHo está en la mesa aún, yo volveré al hotel en cuanto acabe este cigarrillo.
—Creo que todos deberíamos volver al hotel —comentó con una sonrisa— Y gracias por decirme, Taehyung.
Agradeció por lo contado antes y Taehyung asintió leve antes de verla irse hasta la mesa en donde anteriormente estaban los tres.
EunJi luego de eso decidió volver al bar para encontrarse con MinHo. Él estaba revisando el teléfono y cuando la vio le sonrió.
—Estabas fumando ¿No es así? —comentó y EunJi asintió— ¿Te sientes estresada?
—Sí, pero es por la reunión de mañana —dijo para quitarle peso al asunto. Pero ella sabía que no era eso.
—No te preocupes, saldrá bien —posó su mano por encima de la de ella y le dió una cálida y reconfortante sonrisa. Pero con incomodidad retiró la mano suavemente.
—Sí, gracias por el apoyo —asintió dándole una corta sonrisa— debemos volver ya al hotel, hay que descansar para estar bien mañana.
—Sí, yo pago la cuenta. —dijo cuando la vio sacar su monedero— esta noche invito yo. —y de nuevo una sonrisa compradora aparece en sus labios.
MinHo era galante aún así no fuera su intención. Con su sonrisa tierna conquistaría a cualquier chica, era muy hermoso sin duda.
—Esta bien, gracias —guardó el dinero nuevamente.
Caminó hasta la entrada y esperó un poco antes de que MinHo se posara a su lado. Caminaron hasta la recepción y subieron al elevador, al llegar al pasillo caminaron un poco y ella se detuvo en la primera puerta, miró a MinHo y le sonrió.
—Bueno... descansa EunJi. —deseó y ella asintió.
—Tu igual. Buenas noches —deseó de igual forma y tan pronto como terminó, MinHo besó su mejilla rápidamente y caminó a su habitación.
No le dio tiempo de detenerlo, se fue tan rápido que parecía nervioso. A EunJi le dió ternura pero debía aclararle que no debía hacerlo de nuevo. No quería malentendidos.
Insertó la llave en la cerradura y se encerró en la habitación para así descansar un poco. Su teléfono comenzó a vibrar dos veces, y con pesar lo desbloqueó, pero mejor no lo hubiese hecho.
"—Mientras tú trabajas alguien se divierte."
Seguido de eso, una foto de JungKook en una cafetería con una chica que poco conocía aparecieron en el chat.
No quería caer bajo el juego de algún acosador anónimo, pero las fotos le dieron tanta curiosidad que no pudo evitar sentirse mal.
Recordó la vez en que discutieron por Lalisa, pero él ya le había explicado todo, no se lo ocultó. Entonces... También puede explicar esta foto, pero... ¿Por qué no se lo contó cómo lo hizo con lo de Lalisa?
¿Quién es esa chica? Ya la había visto antes, pero no recordaba dónde.
Con molestia suspendió el teléfono nuevamente. La curiosidad e intriga abundaba su mente, pero sabía que lo de Lalisa era un malentendido y con ello ponía en duda la reciente foto.
¿Así se sentía JungKook cada vez que la veía con un chico cerca?
—Hablaron de confianza EunJi, recuerda. —susurró para sí misma mientras masajeaba el puente de su nariz.
Pero... JungKook se vio con esa chica mientras ella estaba aquí ¿Por qué? ¿Sería cuando no le contestaba las llamadas?... Se le veían tan sonrientes ¿Por qué? Todo estaba siendo confuso, pero no debía sacar suposiciones hasta hablarlo con él.
El teléfono volvió a vibrar y leyó el último mensaje.
"—Kim Jennie. Pregunta por ella y sabrás con totalidad quién en realidad es."
Kim Jennie. Debía saber quién es, y luego hablaría con JungKook.
『—♠︎—』
Un pelinegro entró por la puerta de su apartamento, había ido a hacer las compras y ahora proseguiría a guardarlas en su lugar.
No había hablado con EunJi y eso lo tenía aún peor de lo que ya estaba. Ella estaba en Las Vegas. Estaba trabajando, sí. Pero ese tipo estaba allí cerca, cerca de ella, de su piel, de su cuerpo, de sus labios. Nada más ese pensamiento le revolvió el estómago al estar seguro de que él quiere algo con ella.
Con la resaca apoderándose aún más de su cuerpo caminó dejando las llaves en la mesilla de entrada y fue hasta la cocina.
Joder. La amaba, la amaba más de lo que se podía amar a sí mismo, lo único que lo jodía era el pensar que alguien más la podía tener, que alguien más se la pudiese quitar. No era desconfianza en ella, sino en los demás hombres.
—Cualquiera mejor que yo la puede enamorar. —susurró para sí mismo.
Y cuando V le confirmó que también estaba en Las Vegas, se sintió por lo menos un poco mejor. Supo que llegaron bien, pero la ira empezó a carcomer su pecho en ese instante en que le dijo que el muñeco Ken ese estaba allí también.
Incluso Jk le había dejado un mensaje a V para comentarle las sospechas que tenía de ese chico, y aunque concordada en eso también supo que a su mejor amigo no le caía bien, le hizo saber también que en su opinión MinHo no estaba intentando algo aún... aún.
Por otro lado la situación con su padre tenía un peso enorme sobre él, quería tener un borrador y poder deshacerse del pasado, deshacerse de todo lo malo con simplemente borrar. Pero era difícil e imposible borrar algo que ya estaba hecho, y eso lo tenía aún más débil.
Un mensaje de voz llegó a su teléfono.
—JungKook, no te preocupes que EunJi no tiene pensado nada sobre ese chico. Incluso en todo el rato en el bar él no la dejaba de ver, pero EunJi estaba tan sumida en sus pensamientos que no le prestó la más mínima atención, sólo se alejó y cuando la encontré estaba fumando con una cara tan... cualquiera le daría limosna.
Sonrió melancólico con lo dicho. Pero cómo le jodía la paciencia saber que él no estaba allí para cuidarla de los buitres que la estarían mirando, mirándole las piernas, mirándole su pecho, su hermoso trasero, su cuello blanquecino expuesto por esa hermosa coleta plateada.
—Jodida mierda. —susurró tensándose.
Volvió a sonreír, pero esta vez imaginando como ella los rechaza y los mira con reproche o desaprobación. EunJi era directa, y estaba seguro de que le daría una patada en las bolas a cualquiera que le falte el respeto. Pero la diferencia de que él estuviera con ella cuidándola, es que él los dejaría comiendo del asfalto.
Otro mensaje sonó y lo revisó, pero esta vez con el ceño fruncido.
"—¿Estás en casa?"
Jimin era el remitente de ese mensaje, pero ¿Por qué preguntaría algo como eso?. Contestando con una afirmación, recibió pronto otro mensaje en donde decía que estaba saliendo para su casa y que no preguntara hasta que llegara.
Pero las noticias o chismes no se hacen esperar, y es por eso que cuando JungKook abrió la puerta y vio a un rubio pasar con rapidez a su hogar, sintió que sus intrigas se resolverían pronto.
—No me lo vas a creer y es por eso que vine aquí a traerte las pruebas en vivo —habló con tanta rapidez que al pelinegro le costó un poco entenderlo.
—Te has teñido el cabello —fue lo primero que dijo al verlo enrojecido por el agitado caminar. Jimin sonrió galán y peinó su melena hacia atrás— Te vas a quedar calvo Jimin~ssi —se volvió serio de pronto y el más bajo hizo un puchero.
—JungKook~ssi —se quejó siendo algo infantil en el acto— Hice una apuesta con Sook y terminé perdiendo... Además quería que ambos tuviéramos el mismo color. —Jk lo miró con burla— no sé, dijo que era algo de parejas que quería hacer.
—¿Y ahora qué? ¿Usarán camisas de pareja? —le alzó una ceja en burla y Jimin golpeó su hombro, haciendo reír al menor— ¿Sook con el candado y tú con la llave? ó ¿Tú con la foto de ella y ella con la cara rechoncha que tienes en la suya?
Siguiendo entre risas volvió a ser golpeado por el mayor hasta que paró al recordar la seriedad con la que venía su amigo. Ambos se calmaron y Jimin prosiguió.
—Bueno, a lo que venía. —carraspeó un poco y lo miró con seriedad— al levantarme y vestirme para ir al taller, siempre enciendo el televisor. Pero esta vez me lleve una sorpresa cuando ví una noticia de farándula...
—¿Ves farándula? —preguntó el pelinegro con su ceja alzada y otra sonrisa, esta vez reprimida en sus labios apretados.
—Me gusta estar a la moda y siempre estoy atento... Ya. Pero... eso no es el caso así que calla que te diré y mostraré algo importante —sacó su teléfono y buscó algo en este— ví algo que llamó mi atención, y como sé que tú no ves eso decidí traerte la noticia yo mismo.
Seguido de eso, le mostró su teléfono y JungKook logró leer el título en grande.
☆☆☆☆☆
⟨¿DOS DINASTÍAS HOTELERAS UNIDAS?⟩
__ Cuando el poder es mucho, la avaricia los lleva por más. Pero esta vez, captamos a Choi MinHo y a la nieta del magnate de los casinos, Go JungHyuk: Go EunJi, en plena cita romántica en un bar de lujo ubicado en Las Vegas, para que luego nuestro paparazzi los siguiera hasta el hotel, en donde los captamos aún más amorosos.
¿Qué dice usted? ¿Será esta la evolución de los casinos de nuestro país en el extranjero? ¿Será esta la futura pareja más poderosa de Corea del Sur?
☆☆☆☆☆
Una foto seguida del mensaje lo hizo fruncir aún más el ceño. En ella se veía a EunJi junto a MinHo en un bar, supuso que el bar del que le hablaba Taehyung. Ambos se sonreían y él cubría la mano delicada de ella con la suya.
Resopló en descontento y sintió su rostro caliente. Sí, estaba molesto. ¿Qué se suponía que era eso? Parecían pareja en esa foto, y allí no estaba Taehyung ¿Qué no se suponía que Taehyung también estuvo allí?
Otra foto volvió a aparecer, pero esta vez eran ambos en un pasillo y él le besaba la mejilla ¿Qué se suponía que debía pensar él sobre eso? Pero... ¿Quién le hizo eso? ¿Quién tiene la necesidad de ir a espiar a EunJi?
Entonces ¿Sus sospechas eran ciertas? ¿Choi está cortejando a EunJi?
Su mundo se vino abajo y sintió un malestar estomacal más fuerte apoderarse de su cuerpo, y otro apoderándose de su alma. Con una mano en su frente miró hacia el piso, estaba tan sensible con todos los problemas de su familia y esto multiplicaba todo.
—Lo siento, hermano. Pero creí que debías verlo. —habló bajo el rubio a su lado. Él sabía cómo era JungKook molesto, y ya se arrepentía de haber ido— debes investigarlo y hablar con ella, sabes que estas noticias son exageradas a veces... no le dije a Sook porque se molestaría conmigo.
JungKook no contestó, simplemente suspiró y sin mirarlo exigió:
—Déjame solo... —murmuró y Jimin no se movió.
—¿Por qué no hablas con ella primero y...
—¡Mierda, que me dejes solo! —exclamó con un gruñido.
Jimin asintió y tragó fuerte para irse por donde vino. Sólo quería advertir a su amigo, para que así no sufra humillaciones de ninguna mujer. Él se lo advirtió, le dijo que jugaba con fuego y no le hizo caso.
Pero EunJi mostraba estar enamorada de su amigo... Aunque... Parecía haberles visto la cara a todos. ¿Con qué propósito? ¿Para qué hacerle daño a su amigo? No entendía aún, pero pondría siempre a JungKook por delante.
JungKook por su parte se sentía furioso, sentía que estaba rodeado de mentiras, pero no podía actuar sin pensar, y por lo menos dar el derecho de la duda.
Y sin pensar tomó su teléfono y escribió un mensaje. Quizás logre despejar un poco si lo hace, o quizás no.
"—¿Estás libre? Necesito verte."
Unos segundos después llegó su respuesta.
"—Claro, mi padre no está, así que tengo tiempo. ¿Está todo bien?"
"—No todo... Pero me urge verte, sólo un momento... para lo que te había comentado, ya sabes de que hablo."
Una afirmación llego como respuesta y suspendió el teléfono soltando el aire en un suspiro lento.
EunJi lo mataría. Pero debía hacerlo...
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