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38. ¡¿ Qué has hecho Star?!

Luna

"Deja que el pasado esté contento consigo mismo, ya que el hombre necesita del olvido y de la memoria."

-James Stephens

-¿Qué es esto Luna?-pregunta Rous cuando le he tirado en la mesa, las fotos que encontré en la casa de ángel oculta.

Ya no sabía que era real y que era mentira, estaba furiosa por todo. Todo el mundo me espiaba y yo ni siquiera tenía idea.

-Luna las encontró en la casa de ángel.-explico Nathan. Yo no paraba de caminar de un lado al otro, intentado parar mi furia y Hero no ayudaba porque no para de llamarme. Ahorita no tenía cabeza para él, tuve que apagar el teléfono para concentrarme.-Y casi la matan por estar metiendo las narices donde no la llaman.

-Mira Nathan-dije señalándolo con furia- Es mejor que te calles si, esto me dejo pasmada y en shock para recibir ahorita mismo tu estúpido regaños.

-¿Está molesta conmigo, con ángel o con Hero?-se cruzó de brazo retándome.

Oh me estaba buscando y me hallaría.

-¿Que tiene que ver mi hermano en esto?-pregunto Rous confundida.

-¡Que ella y Hero están saliendo Rous!-exploto Star con furiosa, dejándome en shock en el proceso.-¡No entiendo como carrizo te la pasaste todos esto años diciendo y negando que le ibas a dar una oportunidad, para después encontrarlo en la cama!... Que moral tienes Luna- estaba furiosa pero eso me dejo en shock. Rous tenía los ojos como plato por lo que había soltado Star.

- En realidad yo no estaba en la cama con él.-dije con calma tratando de explicar.

Star me seguía mirando enojada, se cruzó de brazo y me miro desafiante.

¿Y qué mosquito le pico a esta?

- Como lo quieras explicar Luna... Como lo quieras explicar, pero no era para que yo me enterara de esa forma.-dice ella acercándose a mi furiosa-Aunque sea me lo fuera dicho; pero no, tuve que verlo con mis propios ojos para después preguntárselo y ustedes me mandaran a la ¡Mierda!- me empujo tan fuerte que caí en el suelo.

Rous agarro fuerte a Star por el brazo para cálmala pero ella se desató y me siguió mirando con ira. Y no sabía porque estaba así, Nathan me ayudo a levantarme pero Star volvió a dar un paso al frente.

- Star, yo no te mande a la mierda. Yo intente explicártelo pero no me dejaste.-le intento explicar pero ella me volvió a empujar y esta vez caí en el suelo y sentí que mi cabeza choco con algo muy fuerte.

Escuche que Rous le gritaba a Star pero no podía escuchar muy bien. Me lleve las manos a mi cabeza para tocarla por el golpe que había llevado y me zumbaba una y otra vez los oídos, cuando me mire las manos tenía sangre.

¡Sangre!

Sangre de verdad, yo estaba sangrando.

Nathan se aferró a mí y me ayudo, me decía algo pero no entendía que era. No podía escuchar nada solo zumbido, todo frente de mi comenzó a ponerse lento como un caracol. Pensé que el golpe que recibí lo había provocado.

Pero no, en una sola movida Nathan me agarro con mucha fuerza y en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba en el hospital.

¿Qué rayos estaba pasando?

El me llevaba cargada en su brazo y le dijo algo a una enfermera, no sabía que le dijo pero ella comenzó a llamar otras personas y comenzaron a correr como loco hacia mí. Dos enfermeras se me acercaron con una silla de rueda y la colocaron frente de mí, mientras que yo me aferraba a las manos de Nathan. Él no me soltó por ningún momento pero no entendía que era. Otra vez todo se está volviendo como lento y sentía mi cuerpo pesado.

Nathan se colocó frente de mí y me decía algo pero yo no entendía, mire sus labios y sin querer coloque un dedo en su comisura, se sentía tan suave. El seguía hablando y pude entender lo que decía cuando le toque los labios.

-Aférrate a mí, no te vayas.-decía el muy nervioso.

Sus dos manos agarraron mi cara y no sabía que iba a pasar.

¿Por qué estaba pasando todo esto? no entendía lo que me estaba pasando. El me volvió a mirar y no pude despegar mi dedos de su labios el seguía hablándome, era como si ya fuera quedado sorda y solo entendía por la vibración de sus labios lo que quería decirme.

-No te vayas, todavía no...-Miro a los lados y después poso su mirada en mis labios se inclinó y me besos.

Su besos mando algo de chispa a mi cuerpo que sentí que caí en otro sueño profundo.

***

No sabía qué hora era, ni sabía en donde estaba. Solo que lo único que recuerdo es que el mundo se puso lento después que Star me empujo y estaba en un hospital con Nathan.

¡Nathan!

Abrí mis ojos de golpe, lo vi ahí sentado alado mío aferrándose a mi mano, lo mire y parecía que estuviera durmiendo. Me encontraba en un hospital, la cabeza me dolía mucho y quise moverme para tocar mi cabeza cuando sentí una venda en ella.

Moví a Nathan y él se sobresaltó muy rápido, me miro y me dio un fuerte abrazo.

-Creí que te volvía a perder.-dijo el muy asustado, cuando se separó lo mire muy confundida.

-¿Que paso en verdad? Todo es muy confuso.-dije intentando volver a tocar mi cabeza algo estaba raro en mí.

¿Que era? No me pesaba tanto como ante.

Pase mis manos por mi pelo y casi me muero cuando Nathan me sostiene la mano para que parara de tocar.

Y sin darme cuenta comencé a llorar.

-Lo tuvieron que cortar, lo siento mucho.-dice el secándome las lágrimas.

Me levante muy rápido y corrí al baño, me vi en el espejo y mi pelo bello y hermoso estaba por mis hombros.

¡POR MIS BENDITO HOMBRO!

Como si alguien lo fuera cortado de una sola cortada. Comencé a echarme agua en la cara, no lo podía creer.

No era real, no era real, no era real. Me lo repetía una y otra vez.

-Esto debe ser una pesadilla, me están jugando una mala broma. ¡QUIERO MI PELO LARGO YA!-grite y me desplome en el suelo a llorar como una loca, Nathan apareció abrazándome.

Él me estaba consolando y yo no quería consolación.

Yo solo quería mi pelo.

Dirás que esto es muy absurdo que soy muy dramática por un Corte de pelo, pero desde que era pequeña mi mamá me dijo una sola frase que me gusto cuando fui la primera vez a la iglesia.

Había mujeres que tenía el pelo muy largo y a mí me fascina y no sabía porque... Si, sabía.

Porque yo estaba enferma y por mis convulsiones de repente siempre me tenían que hacer tomografía en el cerebro y aparecía algo nuevo, donde siempre me tenían que rapa la cabeza para hacerme cirugía. Nunca fui una niña sana como dicen los informes médicos, a lo mejor si nací sana pero al crecer yo vivía metida en un hospital siempre.

Recuerdo sus palabras un domingo por la mañana. Yo no quería ir, me negaba que un Dios vivo me estuviera pasando por esto. Pero mi mamá siempre encontraba las maneras de cambiarme de opinión, me sobornaba leyéndome historia bíblica y eso a mí me gustaba se sentía tan reales para mí.

-Mami algún día tendré el pelo así de largo y hermoso.-dije entusiasmada con la bufanda en la cabeza que ya me daba piquiña.

Mi mamá me sonrió y se acercó a mi oído y me susurro señalando a una señorita no creo que pasaba de su treinta, pero su pelo era negro por completo y brillante, le llegaba más debajo de las rodilla y yo lo quería así también.

-¿Has escuchado la historia de sansón?-susurro ella.

Claro que sabía, ella no paraba de contármela y a mí me fascinaba cada vez.

-Fue el chico más fuerte en aquel entonces porque Dios le dio esa fuerza a través de su pelo- dije recordando.

Ella asintió y me volvió a sonreír.

-Dios le dijo a sus padres que él iba a ser el hombre más fuerte del todo mundo porque él iba a ser el hombre que iba a salvar el pueblo de Israel de las manos de los filisteos. Pero lo único que no podía hacer es cortarle el pelo y tenía que consagrase a Dios. Lo que no sabían ellos que jehová nunca abandono a Sansón hasta su ultimo día.-dijo ella después miro a la mujer y me volvió a susurra- Ella se consagro a Dios y usa su pelo como velo para Él, le da como fuerza a ella cuando esta triste o débil.- después mi mamá se separó de mí y comenzó a orar.

Yo quería ser fuerte, yo quería tener esa fuerza. Y solo lo podía hacer con la fuerza de Dios y consagrándome a Él.

Al segundo me arrodille y le pedí que me iba a consagrar a Él que por favor me curara, que yo daba mi pelo como pacto para El. Solo que no me lo iba a corta nunca. Llore y llore ahí mientras que oraba, a los minutos sentía una fuerte presencia que me invadió de pies a cabeza y no sabía qué hacer.

A los minutos después que ya no sentía la presencia abrí los ojos y vi que todo el mundo estaba llorando de rodillas inclinando sus rostros al suelo llorando como niños.

Mi mamá no paraba de llorar y abrazarme, yo no entendía porque hasta que ella me quito la bufanda de la cabeza y pude sentir que algo me caía en los hombro como un peso ligero. Cuando lo sentí lo agarre, toque, lo mire y pude ver que era cabello que emana de mi cabeza. Yo sabía que estaba calva porque no tenía cabello hasta que mi mamá me paso un espejo y lo vi era rubio ceniza platinado. Brillaba como la plata y era hermoso y largo.

Todo ese día comenzaron alabar a Dios y yo no volví a que me tocara la cabeza y tampoco volví a tocar un hospital por eso. A veces tenia convulsiones pero eran corta y no duraban mucho pero mi mamá jamás dejos que las enfermera lo tocara o lo miraran mucho.

-¿Nathan?-lo llame entre sollozo.

Mientras el me seguía abrazando.

-Dime.-dijo el abrazándome más fuerte.

-¿Por qué dejaste que me lo cortara? He perdido mi fuerza Nathan, he perdido todo Nathan, lo he perdido a él también-seguía llorando.

El me agarro la cara y me güiro para que lo mirara.

-Nunca lo perdiste y nunca él se apartó de ti, eso nunca lo dudes.-dijo el secándome las lágrimas con su dedos.

-Claro que sí. Fue mi pacto con Él, me dije que no iba a ser estúpida como Sansón en decirlo parar córtamelo. Por eso mi mamá siempre estaba conmigo Nathan.-mi corazón dolía mucho y ya no sentía las fuerzas en mí.

-El volverá a crecer, solo déjalo en sus manos. Hicieron un pacto, tu nunca lo rompiste acuérdate. Solo acuérdate que Él trabaja de manera misteriosa.-dice el acariciándome el brazo con delicadeza.

-Solo dilo, que lo provoco.-dije mirándolo todavía triste.

No pareciera que tuviera importancia, si estuve en una sala de operaciones.

-Nadie lo corto, solo comenzó a caerse y bueno...-¿qué? No entendía.

-Como que se comenzó a caer, me acabas decir que lo cortaron -insiste inquieta.

-Cuando tu cabeza choco con la piedra y vi sangre, tuve que detener el tiempo y traerte al hospital. En un minuto tu cabello perdió el color por completo y pareció que alguien lo fuera cortado, por eso quedo así.- todo esto era muy raro.

Si era rubio ceniza platinado pero no el mismo bello y hermoso, era como si perdiera su brillo y su hermosura de una vez.

-¡Nos la quiero ver!-dije molesta.

El me miro confundido y después me ayudo a levantarme del suelo. Alguien toco la puerta del baño y entro una enfermera.

-Luna, no puedes estar así-me dijo con una delicadeza ayudándome a levantar. Me guio de nuevo a la cama y me senté con cuidado, ella me miro confundida y después me agarro la mano- Ya llamamos a tus padres, no te preocupes. Tu primos están aquí alado, están bien.-se calló y después me miro notando algo raro en mí, toco mi cabello- Te lo cortaste, me gustaba más largo- para que dijo eso.

Volví a caer en llanto otra vez como un niño cuando pierde su juguete favorito.

Bueno así estaba yo.

Nathan saco a la enfermera de la habitación y cerró la puerta con seguro, se acercó a mí y comenzó a abrazarme de nuevo. Lo mire todavía con los ojos llorosos.

-Quiero que mi mamá este aquí... Tráela por favor.-él me miraba confundido.

Yo lo había escucho que congelo en tiempo para traerme al hospital.

-Luna yo no pue...-comenzó él pero no lo deje.

-Solo tráela, si-lo abrase con mayor fuerza y estaba vez el asintió.

***

Todavía seguía en el hospital, el doctor no paraba de hacerme preguntas de rutina. Nathan se había quedado hasta que me quede dormida y cuando desperté ya no estaba. Mi prima en ocasiones venía a verme, pero a mí no me gustaba, le pedí que fuera a estar alado de Santiago que el la necesitaba ahora mismo pero los Hill somos terco de nacimiento. Ella dijo que yo también era su familia y que también me necesitaba, que ella iba a llamar a John para decirle que me viniera a ver y yo le rogué que no le dijera nada. Ella no pregunto pero lo acepto.

-Una Hill nunca mira atrás, ni por error y si lo hace es para agarrar impulsó para seguir avanzando y no para quedarse en el pasado.-recito una de mis frases antes de salir.

Y eso solo me dejó pensando en las mayorías de las cosas que yo decía, y nunca la ponía en práctica.

Se hizo de noche y nathan no aparecía por ningún lado, creí que me volvió a mentir. Creí que me había abandono. Yo me sentía sin fuerza, no quería comer ni levantarme para ir al baño. Ahí estaba ese estúpido espejo y después me vería y comenzaría a quebrarme de nuevo. La enfermera hablaron con mi prima para ver si ella lograba meterme la comida empujada por la boca, pero ni eso ella pudo. Volvió con Santiago y le ordene a mi cerebro que durmiera un rato más.

La mañana siguiente el doctor Sánchez me levanto para hacerme otra vez más estúpidos exámenes que ya estaba cansada de eso. Quise hipnotizarlo a él y a las enfermeras, pero todavía no tenía ánimo. Pasaron las horas y Nathan no volvió, no aparecía. Encendí mi celular que tenía todo el día sin tocarlo y estaba apagado. A los segundo comenzaron a llegar notificación por notificación de mensajes y llamadas perdidas los elimine al instante. Comencé a revisar el instagram y vi muchas fotos de los padres de Rous y Star, comencé a darle me gusta y en una de eso me llego un mensaje de Ava Bracho de su mamá estaba en línea lo abrí a lo segundo.

Ava Bracho: Hola nena ¿Cómo está? Me entere que está desaparecida.

A qué viene todo esto, yo no estoy desaparecida.

LunaH2: Hola mami Ava, no vale yo no ando desaparecida.

Ava Bracho: No mientas cariño, Rous me conto lo que paso ayer en la tarde en el lago y está muy dolía. No sabía qué hacer, dice que te busco en tu casa pero no estaba y tú sabe cómo es ella cuando no consigue lo que quiere. Tuvo que venir a mí, por llamada.

LunaH2: Me estoy quedando con unas tías hasta que mis padres regresen, es mejor para todo.

Ava Bracho: ¿Y para ti?

Lance mi estúpido celular al suelo, estaba furiosa, ¿cómo se atrevía a preguntarme si también era mejor para mí?

Claro que era mejor para mí, porque por culpa de Star estoy aquí y mi pelo se ha cortado.

La enfermera llego a los minutos y vio mi celular hecho añico en el suelo, lo comenzó a limpiar y después me miro confundida.

-Si él te ama volverá.-dijo con una voz muy dulce.

¿De qué rayos me estaba hablando ella?

Mi conciencia en ese momento me grito.

Nathan boba.

Yo fruncí el ceño y la mire.

-Ese bobo siempre consigue la forma en regresa.-dije yo resoplando con mis brazos cruzado.-Lo que me molesta es que todavía estoy aquí y no me puedo ir.- ella se me acerco y me miro con ternura.

Pude leer su nombre en el gafete de su uniforme que nunca me había fijado por anda enrabiada. Se llama Flor C.

-Tu prima puede firmar la hoja de salida pero tú se lo impediste y tu hermano también.-dijo flor sentándose a la orilla de la cama agarrando mi mano.

Sus manos eran tan suaves que sentí una electricidad al instaste.

Mis pies descalzó tocaban el pavimento duro y frio, abrí mis ojos para encontrarme otra vez en otra visión. Todo a mí alrededor era un caos, gente corría a todos lado, niños llorando por sus padres, gente tirada en el suelo con sangren encima como si los hubieran matados ahí mismo.

Sentí que me agarraron la mano, me sobresalte asustada porque esto nunca me había pasado. Esa manos eran tan suave y pequeña, mire a ver quién era y para mi sorpresa era una pequeña niña, su pelo era de color castaño claro, su ojos eran de color café miel. Tenía puesto un vestido negro y llevaba en su mano una cadenita de oro. La niña se aferraba a mi mano como si estuviera miedo de perderse o que alguien la alejara de mí. Me agache y le toque la cara apartando su pelo, estaba llorando y se lanzó abrazarme.

-Mami por favor no me dejes.- decía en llanto la niña.

No entendía. Esto nunca me había pasado, la aparte y la mire bien.

-¿Cuál es tu nombre pequeña?-salieron más en susurro mis palabras.

Ella se secó las lágrimas y me toco la mejilla, sus manos estaban muy frías.

-Flor Castillo, una niña valiente y fuerte como tú, mami.- ¿Flor Castillo?

La enfermera.

La mire bien con cuidado. Y si veía muy bien era la misma persona, pero más pequeña.

¿Viaje al pasado?

-Entonces ¿porque tienes miedo de perderte cariño?- le susurre al oído.

¿Era yo la que la estaba hablando? No sabía cómo esas palabras salían de mí, así no más.

-Porque antes que todo se volviera loco, me dijiste que nos teníamos que separar por nuestro bien y yo no quiero alejarme.-dice ella llorando con una voz quebrantante.

La abrace y la aferre a mí, la alce y la llevaba cargada a mí.

Todo a mí alrededor se volvió un caos, la gente lanzaba botellas por aquí y por allá. Saqueaban las tiendas, sin darme cuenta estaba corriendo hacia un edificio y sin querer entre en una de los apartamento que tenía la puerta abierta. Adentro se encontraban una familia pequeña. Ellos se alegraron a verme y cerraron la puerta con seguro. Recosté a la pequeña Flor en el sofá y me acerque a la mujer que estaba en la cocina con su esposo. Ella lloraba pero en silencio.

-¿En serio hermana lo tienes que hacer?-me pregunto ella al verme.

-Sí. - la abrace

-La vas a dejar huérfana, solo te tiene a ti.-me miro ella llorando.

-También te tiene a ti.- le dije agarrando algunas cosa de la despensa.

-Tú la conoces mejor que yo, ¡Ella tiene visiones Laila por una vez en tu vida, admite que es igual a ti!- me grito ella en susurro.

-No te preocupes, ella ya no tendrá más visiones. Su mente será borrada a la hora que yo muera y su visiones desaparecerán.-dije acercándome a ella.

-Te vas a sacrificar por ella.-señalo ella a la pequeña Flor durmiendo en la cama.

-Sí, es mi hija. Es mi maldición, ella es inocente. Ella no tiene por qué llevar mis cargas. -dije mirando a la pequeña dormir tranquilamente.

Mis ojos comenzaron a humedecerse y me lo seque rápido.

-Laila por una vez en tu vida piensa.-dijo ella enfurecida.

-Ya lo he pensado, es ella o soy yo.

Me acerque a la pequeña Flor y le di un pequeño beso en la frente le dije a mi hermana que la cuidara mucho y salí corriendo del apartamento. Abajando las escalera al frente me estaba esperando una limosina, entre lo más rápido que pude y me encontré con Nathan. El me miraba confundido y me entrego una bolsa de ropa.

-Ella estará a salvo.-dijo él volteándose mientras que yo me cambiaba.

-Como no es tu hija.-dije molesta.

La ropa que me entrego era toda blanca, camisa blanca y pantalón blanco.

-No... Pero tampoco tuya.-dijo el volteándose a verme.

La limosina se detuvo en un acantilado y Nathan y yo bajamos, la limosina se fue.

Él y yo quedamos solo, comenzamos a caminar hasta quedar en la orilla. Me coloque de espalda y lo mire.

-Solo cuídala.-le regale un pequeña sonrisa.

El asintió, cerré los ojos y caí.

Como la estúpida película de MAMÁ de miedo que Lili se fue con el espíritu de la llorona psicópata esa.

Abrí mis ojos sorprendida, sentía que me faltaba el aire. Flor todavía estaba viéndome con cara de confusión. Me levante de la cama sobresalta y comencé alejarme de ella caminando hacia el baño. Sentía que me faltaba el aire, las fuerza, el alma. Me dolía todo mi cuerpecito. Flor me siguió asustada y se agacho cuando caí en el suelo recuperando el aliento. Me extendió su mano y yo la negué.

-No me toques por favor.-le dije, todavía tratando de recuperar el aliento.

Ella lo noto y salió muy rápido del baño y comenzó a pegar grito como loca. Yo me sostenía el corazón como si se fuera a salir de mi pecho por esa visión. Ella volvió con el doctor y me llevaron de nuevo arrastra a la cama.

-Ella en un momento estaba bien y ahora esta así, creo que es un infarto.-decía ella asustada tomándome el pulso. Todavía me costaba respirar.

-Es muy joven para tener un infarto, solo calma....-no termino porque alguien entro por la puerta como un cohete hacia mí.

Era una mujer... ella me miraba desesperada y era mi mamá.

-Sánchez, yo me encargare de ella-dijo ella con una voz firme y con fuerza.

No supe más porque mis parpado comenzaron a dormirse, lo último que escuche fue "Esta entrado en shock"
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No olviden de votar y comentar si le gusto mucho, me ayudaría en la historia.

Besos y abrazos 😘🤗

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