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34. Perdiendo una apuesta

Rous

"La vida es un juego de azar."
LEONARDO DICAPRIO - Jack Dawson

No sé qué le pasaba a Luna, me había dicho cosa muy fuerte en su casa. Quería que nosotras nos alejáramos de ella, por lo que respete su decisión y no quise preguntar. Me fui esa madrugada de su casa muy triste, llegue llorando a mi casa y no quería que Star me viera.

Tuvo una noche muy complicada, murió y luego Luna la resucito.

Aaah que vida de loco, ya estaba comenzando a creer que mi vida era una historia de ficción.

Con tantos dramas y apariciones de todos lados, quien no. Primero Ángeles, demonios, bestia rara, lo que falta es que la llorona y el elenco de Crepúsculo se una para así hacer mi vida más llamativa.

Solo deje que durmiera con John en nuestra habitación y me quede en el sofá llorando, pensando en todas las palabras crueles que Luna me había dicho y todo lo que nos había pasado en esta semana.

Estaba buscando una manera para alejarse de nosotras y lo consiguió.

Star y John cuando me consiguieron llorando esta mañana, tuve que fingir que era por lo que ellos me habían contado y que casi perdí a una hermana. Pero Star no me creyó.

-Voy hablar con Luna.-dijo Star, sacándome de mi sueños.

-Aaaah... Ni lo piense, tengo algo que contarte.-le hice señal para que se sentara conmigo en el sofá grande.

Yo ya había parado de llorar, pero todavía los ojos me dolían.

-¿Qué paso?-pregunto ella mirándome con ojos de cordero. Solté todo, lo que Luna me había dicho y lo que hizo. Ella no podía creerlo.-No puede ser verdad, solo tiene miedo.-dijo ella levantándose del sofá, la agarre del brazo.

-Es su decisión y tenemos que respetarla.-ella se volvió a sentar en el sofá.

-Tú y yo sabemos que Luna es terca y nunca va a cambiar de opinión.

-Algún día lo hará.-dije y volví a llorar.

No podía respetar su decisión, quería volver a su casa y gritarle que esa decisión no solo le correspondía a ella sola.

Si no a las tres, pero ya el daño estaba hecho.

***

Ya era casi de noche, en todo el día no me levante del sofá, estaba muy triste y dolida por las palabras de Luna. No tenía fuerza para levantarme, hasta Cole vino a ver como seguía Star y lo que se encontró fue a una Rous destrozada y hecha un lío, se quedó. A cada rato estaba buscando una forma de subirme el ánimo.

Pero mi ánimo, ya estaba por el suelo.

Star estaba con John en la cocina y mi hermano llego temprano hoy, se sentó a mi lado a ver un maratón de películas triste.

Eso sí es subirle a uno el ánimo ¿verdad?

Los worthy tienen esa mala mañana que si estamos tristes pero muy tristes, vemos puras películas de tristeza, amores que no pueden estar juntos, amigos que jamás llegan hasta reunirse, hasta algunas cristianas de esa que son testimonio que te tocan.

Si, negativo más negativo da positivo.

Solo por eso, lo hacemos.

Bueno ya nosotros dos no teníamos más ojos ni lágrimas que llorar, estábamos deshidratados de tanto llorar.

Si es que se le podía decir.

-Ustedes me van a producir melancolía, con la tristeza que cargan encima.-dice John entrando a la sala agarrado de la mano de Star.

-Rous tiene chance de salir de esto, pero a Hero eso viene desde nacimiento.-dice Cole burlándose, John y Star se echan a reír.

-Ja, ja y ja... Espero verte un día así cuando mi hermana te deje. -dice Hero molestándose.

Me quita el control de la mano y cambia de canal. Cole siguió burlándose de mi hermano y estaban en una sola pelea. Yo solo me levante del sofá a ver por la ventana, me pare frente de ella alzando las cortinas. Todo afuera estaba solo y oscuro, lo único que alumbra la calle eran los bombillos de las casas. Me aleje de la ventana, necesitaba aire fresco todo el día no había salido, estuve llorando y llorando en el sofá tragándome mi bendito orgullo para no ir a la casa de Luna a reclamarle.

-Voy a tomar aire fresco.-dije pero nadie me escucho.

Ahora todos estaban contra Hero y él no podía defenderse. Agarre mis zapatillas que estaban cerca de la puerta y me las coloque, agarre fuerte la sabana que tenía. Afuera, a lo mejor debía hacer mucho frio. Abrí la puerta y salí.

La noche se encontraba fría, la luna brillaba hermosamente. Camine hasta los escalones de la escalera y me senté para seguir mirando el cielo. Hoy el cielo estaba estrellado esta noche y al parecer vi una estrella fugaz. Estaba agarrando fuerte mi sabana por el frio que hacia cuando vi a Luna pasar por el frente, parecía estar corriendo. Ella no se fijó que yo estaba ahí, parecía agitada.

-¡Te he dicho que no!-grito ella a alguien.

Siguió corriendo, cuando vi a un chico pasar. Parecía que la estuviera persiguiendo.

¿No era ese tal nathan? ¿Qué hacía persiguiéndola?

-¡Te voy alcanzar y lo vas a tener que hacer!-grito él.

Ninguno de los dos me vio. ¿Qué estaba pasando? me levante de las escalera y los seguí sin que ellos se dieran de cuenta.

¿Era él, el acosador? ¿Luna estaba huyendo de él? o ¿estaba Luna en peligro?

Ellos corrían muy rápido y no podía seguirle el paso, pero cuando llegaron a la esquina de la tienda de la señora Carmen. Sabían a donde se dirigían. Mantuve una gran distancia, que ellos seguían corriendo hasta que Nathan se detuvo pero Luna no.

- ¡Ya me canse de correr! -le grito él y en un abrí y cerrar de ojos, Nathan dio un gran salto y lo vi caer encima de Luna.

No me lo podía creer, Luna estaba más de cinco metros de distancia de él ¿cómo rayos salto tan alto y caer encima de ella?

Camine otro paso más para ver mejor la escena escondiéndome tras de un bote de basura grande, vi a Luna en el suelo y él estaba encima de ella.

Ok, lo llaman Spider-Man por lo que veo.

-¡Suéltame! Te dije que no voy hacerlo.-dijo ella intentando zafarse de él.

Él estaba agarrándola por las manos, impidiéndole el paso.

-Un reto es un reto... Te gane y ahora tiene que ir allá a pedirle perdón.-dijo él, recuperando el aliento.

¿Qué reto estaban hablando?

Me acerque más y mis pies torpe chocaron con el bote de basura que estaba al frente. Ellos se voltearon rápido siguiendo el ruido que yo había hecho.

Que bello Rous ¡eres única!... ni para espiar sirves.

Nathan se levantó muy rápido, ayudo a Luna a levantarse. Caminaron hasta donde yo estaba agachada escondiéndome.

Ja, pillada en el acto.

-¿Qué haces aquí?-escuche la voz de una.

Me levante del suelo con cuidado, ya que había caído de culo en el sucio suelo.

-Nada.-mentí y me di la vuelta.

Quería desaparecer.

Si esa sería la mejor solución a mis problemas en este momento, huir.

Estaba caminado de vuelta a mi casa con la dignidad por el suelo, cuando me agarraron por el brazo. Me voltee y Luna tenía una expresión de molesta.

-¿Me estaba espiando? ¿Qué te dije?

-Que me mantuviera lejos de ti.-mi voz sonaba muy apagada.

-¿Y porque no lo has hecho?

-Estoy en eso... Lo lograste ¡sí!, ya me voy.-dije alejándome muy triste.

Estaba furiosa por como Luna seguía tratándome, y todavía no entendía porque siempre era yo la que pagaba lo platos rotos.

-Luna, un reto es un reto.-escuche la voz de Nathan.

Yo seguí caminado, los escuche discutí. No le di importancia y volví a mi casa.

Estaba parada frente de la puerta intentando entrar, cuando vi a Cole al otro lado de la puerta, me sonrió y me abrazo.

-¿Dónde estaba?-me pregunto.

Entre con él hasta el sofá, donde todos estaban sentado, el cerro la puerta y se sentó a lado mío.

-Tienes una cara de tragedia ¿a quién te encontraste?- pregunto Hero preocupado al notarme.

-A luna.-susurre.

Estaba muy triste, no quería hablar. Me acurruque a lado de Cole cuando alguien toco la puerta.

-Yo no me voy a levantar.-dije sonando demasiado triste, John se levantó y se dirigió para abrir la puerta.

-Buenas noches, disculpe la molestia soy Nathan y necesito hablar con Rous.-escuche la voz de nathan.

Todos voltearon a ver, el chico que estaba preguntando por mí.

-¡Te dije que no quiero!-escuche el chillido de Luna.

Y de repente las miradas que fueron dirigida a la puerta, terminaron en mí.

-Luna ¿qué está pasando?-pregunto John exigiendo con un tono muy fuerte.

Me levante, camine hasta la puerta donde ellos estaban parados. Vi a Nathan agarrado de la mano de Luna, pero ella no parecía estar bien.

-¡Nada!-chillo ella.-Nosotros nos vamos.- dijo ella al verme y se dio la vuelta.

-¿Luna?-sonó la voz de Star caminando hacia ella. Luna al verla se quedó inmóvil y después comenzó a llorar. Nathan todavía la tenía agarrada de la mano, la soltó y nos hizo señas a Star y a mí para que saliéramos. Yo dude en salir, pero ya Star estaba afuera. Solo di unos cuantos paso y salí.-¿Que te está pasando?-pregunto envolviéndola en sus brazos

-No es fácil para mí, verte a la cara. Después que casi estuviste a punto de morir por mi culpa.-respondió Luna entre sollozo, yo seguía tras de Star de brazos cruzado escuchándola.

Así me gusta, hazte la dura hasta que ella te pida perdón.

-Esto no es tu culpa, tú nunca tuviste la culpa. -dijo Star acariciándole el pelo.

Yo me negaba a mover un pie, Luna me trato muy mal. Por lo menos merecía una disculpa.

-Claro que si es mi culpa, si nunca te hubieras fracturado el brazo, y Rous nunca se hubiera enfermado, nunca hubiera repartido mi luz.-ella seguía llorando.

Nathan dio un paso hacia mí, me agarro la mano y me llevo hasta donde estaba Star y Luna abrazándose, y se detuvo alado de ellas.

¿Qué haces amigo? Yo aquí no voy a pedir perdón.

-Yo fui el del brazo de Star, y de la enfermedad sin cura de Rous.-hablo Nathan de repente.

Todas nos volteamos a verlo.

-¿Que tú qué?-respondimos las tres sorprendida.

-Era la única forma que ella no pudiera matarte y de romper el ciclo. -dijo él.

Yo no sabía de qué estaba hablando.

-Ya va.-dijo Star.-Tu cara se me hace conocida, ¿no te he visto en algún lado?

-Sí, Hospital de niños, tenías siete años cuando a Rous la internaron.

-Ahí fue cuando tú llegaste, dándome una paleta-dijo ella, recordándolo.-¿Pero como sigues igual más de diez años?

-¡Eso para después!-chillo Luna, se volteo a ver a Nathan.-¿Como pudiste hacer eso? ¡No había otra forma de acercarte y decir: Oye Luna eres mitad ángel y mitad humana, tienes una bendita maldición y necesito que reparta tu luz. Para que la bruja no te mate!-le grito ella a él.

Star y yo solo nos mirábamos las caras.

¿Mitad ángel y mitad humana? ¿Maldición?

Ya estaba confundida, con todo el rollo de la luz, de su hermana gemela que la quiere matar y que casi mato Star y ahora esto. La mire y la vi furiosa, caminaba hacia él, golpeando su pecho.

-No es fácil para mi.-dijo él, intentando agarra las manos de Luna. Su expresión era triste, como no queriendo recordar algo.- ¡Tú crees que fue fácil para mí, verte cada siglo, cada año morir y nunca crecer!-su tono de voz era de culpa.

-¡Fueras hecho el intento!-le grito.

Lo golpeo en el pecho sin importar si le hacía daño o no, sentí que la puerta de la casa se abrió, mi mirada se dirigió a ella. John, Cole y Hero estaban parados viendo la escena.

-¡No fue fácil!-grito él. Se pasó las manos por el pelo, caminando de un lado para el otro.-Dios mío, era la primera vez por siglos que te veía crecer. ¡Crecer en una familia de verdad!-dijo él afincándose en las ultimas palabra.-Mi misión era todo esto.-dijo señalando a Star y a mi.-Tu debías estar con ella, no con Joe Batti, ni con Erik, ni con Marisa, ni con otra persona... ¡Solo con ellas!-ya me perdí.

Ahora si tenía que intervenir.

-Explícate.-dije interviniendo.- ¿Porque nosotras? Porque nombraste a esas personas- ahora yo era la que estaba molesta, no entendía nada. Él miro a Luna y ella se puso nerviosa.

-¿Se lo dices tú o se lo digo yo?- se cruzó de brazo mirando a Luna.

Luna solo se sentó en las escaleras, comenzó a llorar y vi a John abrazarla. No me gustaba esto.

-Habla.-exigí, hablando con un tono fuerte.

-Ella ya tenía revelaciones antes.-dijo nathan-Su grupo de amigos eran ellos, ese mismo día que tú te ibas a suicidar.-Cole sofoco un grito y esto no me estaba agrandando-Luna iba a reunirse con ellos, para pertenecer a su grupo. Porque ella sabían que ella era la rara del pueblo pero podía ayudarla en su planes macabro. Y Luna como siempre no cumplía órdenes, quiso cambiar su destino con ellos. Yo intervine ese mismo día en el pasillo... Yo vi que Luna estaba a punto de llegar a la clase de química cuando tu pasaste llorando y te metí el pies para que calleras encima de ella.

-Fue cuando tuve la visión.-dijo ella secándose las lágrimas.-Todo mi destino se había cambiado, solo porque me caíste encima. Yo no lo quería aceptar, me rehusaba. Pero algo en mi interior me decía que tú eras una buena chica y no merecías morir por cualquier estupidez.-ahora era yo la que estaba llorando, camine hasta la escalera donde ella estaba sentada, me agache para mirarla. Coloque mi mano en su mejilla, su ojos ya no eran grises sino rojos de tanto llorar. La abrace con mucha fuerza, sentí a Star abrazándonos también.

-Perdóname.-le susurre en el oído. Yo seguía llorando-Por hacer tu vida de un infierno.-ella me separo, coloco su dos manos en mi cara para que la viera mejor. Su mirada era de ternura y compasión a la vez.

-Tú nunca hiciste mi vida de un infierno, fue lo mejor que me ha pasado en toda mi vida. Tú y Star nunca fueron un error.-dijo ella mirando a Star y a mí.

***

Después de que nos pedimos perdón, Luna se fue con Nathan a su casa. Él dijo que la iba acompañar y necesitaba hablar otra cosa con ella. Me explicaron que cuando él le decía que "un reto es un reto" era que el la reto a correr hasta la entrada del bosque y si ella ganaba, él no iba a insistir en que Luna pidiera perdón. Pero si el ganaba atrapándola antes que llegara a la entrada del bosque, ella tenía que pedirnos perdón.

Ya todo estaba aclarado, ya sabíamos más de lo normal como estaban pasando las cosas. Pero lo único que me frenaba era que Cole estaba molesto conmigo por la conversación que había escuchado hace horas afuera, de mi supuesto suicidio. Se fue después que Luna y Nathan se habían ido, John se quedó con nosotros y mi hermano no paraba de hacerme pregunta.

-¿Solo dime que no es otro ex novio?-desde que se fue Nathan, no paraba de preguntar.

Yo solo tenía cabeza para Cole, se había ido molesto y ni siquiera me dio chance de explicarle lo que había pasado.

No entendía.

Eso pasó más de diez años, yo estaba en la escuela y sufría mucho de bullying por mi gordura, me llamaban la cerdita rubia. Pero todo eso cambio después que conocí a Luna, ella me salvo y me rescato. Cada día salía conmigo a correr, hacíamos ejercicios cada hora. Cuando el grupo de Joe Batti se burlaba de mí, Luna me defendía como una fierra y no entendía porque después de tantos años ella había llegado al baño de niña tumbando la puerta como loca.

Lo recuerdo como si fuera ayer:

Era un lunes por la mañana, todo a mi punto de vista se veía mal. Desde que había pisado la escuela el grupo de Joe Batti, que estaba conformado por Erik, Marisa y Luisana y otros chicos más. Eran los populares y los peores de la escuela, nos humillaban y nos hacían maldades.

Antes de entrar a la primera hora de clase ellos me habían agarrado, me llevaron hasta el armario del conserje y me echaron un líquido azul en todo el cuerpo. Olía a químicos muy fuerte y me dejaron ahí encerrada. Sufriendo de dolor y llorando, para cuando el conserje abrió la puerta yo estaba roja e hinchada por los químico, por mi cabeza lo único que pasaba era suicidarme, era lo mejor para todo.

Corrí los más lejos del conserje, pasando los salones de biología y física, estaba corriendo cuando mi vista se enfoca a la única persona que se encontraba en el pasillo a esa hora, era la niña extraña que no nos hablaba, ni nos miraba. Ella estaba a punto de entra al salón de química. Yo intente esquivarla para no tropezar con ella mientras que corría, pero ya era muy tarde. Mis pies se habían tropezado torpemente y caí encima de ella.

Ella me miro y me levante muy rápido de la vergüenza. La había manchado con el extraño líquido su ropa. Corrí dirección al baño de niña, me encerré en un cubículo y comencé a llorar frenéticamente. Algo me decía que era hora de partir que todo esto se acababa si me quitaba la vida. Abrí mi mochila y comencé a buscar algo que me sirviera.

Tenía un compás, de color verde y su punta era de hierro. Funcionaria si me cortaba las venas, ya lo había visto en la tele. Y mi muerte le quedaría en la conciencia a eso par de enfermo del grupo de Joe. Mi muerte le iba a correr por la cabeza y no iban poder dormir si sabían que ellos mismo la habían provocado.

Ja, que ingenua era.

Era más fácil, si me suicidara antes que ellos lo hicieran por mí. Estaba a punto de hacerlo, cuando la puerta del baño se abrió con mucha fuerza. Como si alguien la fuera abierto frenéticamente y ella chocara con la pared. Me quede inmóvil sentada en el retrete con el compás en la mano, esperando quien sea se fuera, para yo poder morir tranquila. Alguien estaba caminando por frente de los cubículos del baño y se detuvo frente del mío.

-Solo hazlo.-escuche una voz muy dulce de una niña. Creí que estaba hablando por teléfono o a lo mejor se había confundido, suele suceder en esta escuela. Ella toco la puerta de mi cubículo y yo estaba muriéndome del pánico. Como sabia ella lo que estaba haciendo-Rubia solo hazlo.-volvió a decir.

-¿De qué hablas?-conteste en sollozo.

-Yo no soy boba. Solo acaba con tu vida de una vez, sé que tienes un compás en la mano-¿quién era esa niña? Me hablaba como si fuera mayor de edad, mire mi mano donde tenía el compás y del miedo lo metí en el bolso. La vi agacharse y sentarse al otro lado de la puerta.-Si yo fuera tú, lo fuera hecho antes. Pero nunca tendría las agallas para enfrentarme a la otra vida. El suicidio es una abominación delante de los ojos de Dios y para ser despreciada por Dios... ¡no mi amor! Prefiero ignorar a las personas y seguir como si el ayer nunca existiera.

-Te puedes ir.-conteste limpiándome las lágrimas.

-Lo haría, pero no.-dijo ella.-Todos esos idiotas que están allá afuera haciendo maldad, algún día tendrá su merecido. Como el estúpido grupo de Joe Batti.-me quede en silencio escuchándola.-Algún día le daré su merecido a esa idiota.

-¿Y porque no lo haces ahora?

-Lo haría, pero es que estoy en algo muy importante ahora.-contesto como si fuera lo obvio.- ¿Sabes? dice la biblia que la venganza es de Él.

-¿Eres religiosa?-no iba mucho a la iglesia pero ¿si ella era un ángel de la guardia?

Mi Ángel.

-No, yo no soy religiosa. Soy adoradora de Dios.-dijo ella. Creo que por la forma que dijo las palabras "adoradora de Dios" con una ternura, estaba sonriendo.-Religiosa suena más a un culto. Por lo que yo soy más adoradora, quiero cantarle al Señor y vivir solo para Él.-escuche que la puerta del baño se volvió abrir y alguien entro.

-¿Está bien?-escuche la voz de Star. Me limpie rápido los ojos e intente luchar para salir.

Pero como le explicaba que estaba toda manchada de azul.

-Yo sí, ¿Por qué?-contesto la niña que estaba del otro lado.

-Porque tienes toda tu ropa manchada de un líquido azul y esta tirada en el suelo.

¿Liquido azul? ¿A ella también el grupo de Joe le hizo bullying?

Ella comenzó a reírse como si le hiciera gracias todo aquello, pero era una risa muy dulce. La vi levantarse del suelo y apartarse de la puerta.

-No, yo solo estaba jugando con pintura con mi amiga. Ella está aquí adentro, me pidió que le trajera esta muda de ropa porque se manchó toda con la pintura.-estaba mintiendo.

Me estaba ayudando.

-¿Cómo se llama tu amiga?-pregunto Star, creo que incrédula.

-Por que haces tantas preguntas-contesto ella.- ¿No deberías estar en preescolar?

-Solo pregunto. Busco a mi hermana, ella se llama Rous y al parecer hoy no entro a clases ¿la conoces?-contesto Star.

Ya estaba en un problema por culpa de Joe Batti y su grupito.

-Mmm. ¿Creo que si o creo que no?-esa niña no me conocía y tampoco sabía que a la niña que estaba salvando era la que mi hermanita estaba preguntando.

-¿Cómo que crees?

-No te conozco y no sé si es verdad-contesto la niña.

- Me llamo Star.-Salí del baño y vi a Star poner cara de horror al verme toda bañada del líquido azul. Mi mirada se dirigió a la niña dulce que me estaba hablando y era la rara. Con la que apenas uno segundo yo había caído encima de ella. Ella me sonrió y me extendió un bolso, lo agarre y mire dentro de la bolsa. Había un vestido blanco de flores-¿Mi hermana es tu amiga?-pregunto Star sorprendida.

-Sí, soy Luna-se presentó ella.-Creo que tu hermana salió perdiendo porque ¡Yo gane!-me guiño el ojo y me regalo una sonrisa de amabilidad.

Desde ese día, Luna forma parte de mi mundo. No solo me ayudo, sino que también me salvo de mi vieja yo. Se aferró a Star y a mí. Nunca nos abandonó, nos enseñó que todo somos bellos por fuera como también por dentro y que todo el mal que hagas aquí en la tierra, un día te llegaran la factura de eso.

-Tierra llamando a Rous. -dice mi hermano chascando sus dedos frente de mí.

-Ah ¿Perdón que me decías?-Hero me miro con cara de frustración, creo que llevaba rato hablándome y yo no le hice caso para nada.

-Que...si...ese...chico...era...otro ex novio...de Luna -me estaba repitiendo las palabras lentamente para que yo pudiera captar mejor.

Me levante del sofá y lo mire con desaprobación.

-No... Bueno... yo no sé nada. ¡Si en verdad te importa Luna porque no hablas con ella! En vez de quedarte aquí llorar y preguntarnos cada vez que la vez con un chico si es su novio o ex novio-agarre mi celular y comencé a marca el número de Cole.

Pero el no respondía, mi hermano se levantó del sofá y salió por la puerta. Creo que fue hablar con Luna, subí a mi habitación. Porque John y Star estaban en la cocina. Volví a llamar a Cole y esta vez me respondió al tercer tono.

-¿Porque nunca lo mencionaste?-contesto él al instante.

Su voz sonaba apagada, estaba en mi cama mirando el techo pensando las palabras adecuadas.

-No sé. Era algo de mi pasado que no quería recordar, solo tenía siete años.- me levante de la cama y me cambie de camisa.

Necesitaba hablar con él cara a cara no por teléfono. Comencé a bajar las escalera y agarres las llaves del carro que estaban en la mesita, él tardo mucho para responder y yo seguía con el celular en mi oído para ver si respondía algo.

-Rous tu sabe que yo te quiero, pero podías habérmelo dicho aunque sea.

Se escuchó tirar una puerta. Colgué el celular y conduje hasta a su casa, esto de hablar así no iba ayudar en nada.

Quince minutos después estaba frente de su casa. Comencé a caminar por el extremo izquierdo de la casa, porque yo sabía que la habitación de Cole quedaba en el segundo piso, tercer cuarto a la izquierda. Yo había venido antes a buscar los trabajos que hacíamos.

Comencé a subir por una pequeña escalera que se adhería a la pared de afuera de la casa. Subí con cuidado, cuando estaba arriba toque la ventana de su habitación. La luz de la mesita se encendió y él se asomó a ver. Su cara era de asombro al verme afuera de su ventana.

-¿Qué haces aquí?-pregunto abriendo la ventana.

Me da la mano para que entre, primero pase una pierna y después la otra. Él me estaba mirando confundido y salte encima de él, dándole un beso. Su labio respondieron frenéticamente a los míos. Él luego coloco sus manos en mi cadera apretándome más a él, me separe y lo mire a los ojos.

-Yo te amo... Y mi pasado está enterado y no quiero desenterrarlo. Fue una infancia muy dolorosa que no quisiera recordar. -le susurre, el vio que yo no quería tocar ese tema y sabía que si yo quería mencionarlo se lo fuera dicho antes. El quito sus manos de mi cadera y la subió hasta mi cara.

-Lo se nena, y ya no te voy a insistir-me susurro y me volvió a besar.

Los latidos de mi corazón se volvieron más rápido por segundo, sentí un fuego caliente recorriendo mi cuerpo por sentir su tacto. Bajo sus manos de nuevo a mi cadera, yo enrolle mis piernas en su cintura pegada al él besándolo. Él, me estaba sosteniendo con sus manos en mis muslos.

Camino hasta su cama y se sentó en la orilla. Mis manos estaban recorriendo su espalda desnuda, él no tenía camisa. Solo andaba en shores. Alzo su mano hasta el bajo de mi camisa y la levanto, nos separamos para quitármela. Vi como tiro mi camisa al suelo y volvió a besarme, yo solo estaba en jeans y en top. Sus manos recorrieron hasta la cremallera de mi jeans desabrochándolo. Mi cuerpo entero estaba ardiendo de deseo por él, sentí mis pierna debilitarse por completo a su tacto.

Después separo su boca de la mía, recorriendo mi hombro con su boca, dejando marca de pequeños besos por todos lado. Algo en mí lo necesitaba y no me importaba si cometía un error, lo deseaba ahora. Y él me demostraba que también me necesitaba. Escuche pasos moverse y me separe rápido de él, lo mire preocupada pensando que podría ser su mamá.

-La puerta tiene seguro.-me susurro, mientras me recostaba en la cama. Él estaba encima de mí, pasando sus dedos por las tira de mi top.

-¿Cariño sigues despierto? -sonó la voz de la señora Janel del otro lado de la puerta.

Él me sonrió y me dio un beso en los labios.

-¡Tengo insomnio!-respondió él, separando su labios de los mío.

-¿Quiere que te prepare té?-respondió ella.

-Ya yo tengo mi té-me susurro en el oído, le di un pequeño golpe en su pecho, que eso no eran juegos.- ¡No mamá, ahorita me quedo dormido!-le grito él. Se escucharon los pasos de la señora Janel moverse, también se escuchó una puerta abrirse y cerrarse.- ¿En que estábamos?-inquirió él dándome otro beso.

-En que me tengo que ir.-dije apartándome de él.

Estábamos en su casa y por lo mínimo si volvíamos hacer ruido sus padres podían volver a la habitación. El me agarro con mucha fuerza y me pego más a él.

-Solo quédate a dormir conmigo tan solo por hoy y mañana antes que mi madre se levante te llevo.-me estaba rogando, con eso ojitos de cordero. Asentí y me quede con él, estuvimos charlando hasta las cuatro de la madrugada cuando ya me tenía que ir.

Salimos en cuclillas para no hacer ruidos por toda la casa. Cuando llegamos afuera, le dije que nos teníamos que ir en mi carro no en su camioneta, porque después mi hermano se molestaría si se entera que abandone el carro por aquí. Él condujo todo el camino hasta mi casa, preguntándome que cuando íbamos a retomar lo que dejamos a noche a medias. Yo solo reír, no quería responderle.

Si lo quería y lo deseaba, pero a su momento.
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No olviden de votar y comentar si le gusto mucho, me ayudaría en la historia.

Besos y abrazos 😘🤗

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