29. Pasar un día entero en la cárcel, no es mala idea
Luna
"La prisión acaba, la prisión de hierro, pero continúa la prisión del sueño, del sueño."
—Silvio Rodríguez.
Creí que todo esto se había acabado, pero no. Seguía la historia de terror continuando, como si estuvieras en una película de esa.
Temprano había salido a investigar por mis fuentes que había pasado en el hospital, tuve que hipnotizar a muchas enfermeras para que me dieran las cintas de video que siempre mantienen en los pasillos. Cuando la vi a ella pasearse por los pasillos en la madrugada entrado a mí cuarto.
<<Era como un fantasma nadie la podía ver, excepto yo.>>
Recibí un mensaje que decía que si no iba a darle lo que era de ella, una de mis amigas iba a morir. Que a las dos la tenía en la mira.
Para mi horror cuando llegue Star estaba en la casa con John y pensé que algo malo le había hecho. Después de escuchar lo que Star y John decía no me podía creer que Will me estaba utilizando.
<<Lo iba a matar.>>
—Hola chicas, epale Cole. —Dice chocando los puños como saludo y se acerca a mi hermano.—Epale John ¿qué hacen aquí?
<<Por qué siempre llega, cuando algo malo nos está pasando.>>
—Estábamos resorbiendo un problema que tuvo Rous en la playa. —dije irritada.
— ¿Qué problema?—pregunta el sentándose a lado mío.
—Apareció un ex novio. —mintió Rous.
—Si el muy desgraciado quería que Rous volviera con él... Así que nos fuimos antes que le partiera la boca por decir estupideces. —dice Cole fingiendo estar un poco molesto.
O eso creí.
—Yo le fuera partido su cara. —dice Will mirándolo.
—Eso mismo le acabo de decir yo. —dice John fingiendo.
Mi celular comienza a sonar y lo agarro de impulso.
— ¿Diga?—dije sin pensar.
—Soy Carly, necesito tu ayuda.—ahora que le paso a esta chica.
— ¿Qué quieres?—dije poniéndome irritada, Will estaba sentado alado mío, comiéndose mi helado y tenía que fingir que todo estaba bien.
<<Bueno ya tenía dos motivos más para matarlo, uno por utilizarse y dos por comerse mi helado. >>
—Estoy con Lara en la comisaria, nos detuvieron por estar en la playa en toque de queda.
¡¿Qué?!
—¿Y qué quieres que haga yo?—inquirí sonando que no me importaba.
—Necesito que muevas tu trasero y pagues nuestra fianza. —dice ella sonando molesta. Me eche a reír, para que ella escuchara que no me importaba. —¡No te burle que esto no es gracioso!
— ¿Esta Lara contigo?
—Sí.
— ¡Dile que mande a decir, que se pudran en la cárcel porque yo no pienso pagar nada!—dije con mi todo molesta. Vi los chicos mirarme y juzgarme. —Yo no trabajo y si tuviera plata tampoco pagaría sus fianzas.
—Luna por favor necesitamos tu ayuda... John no contesta y solo quedas tú. —dice Carly sonando arrepentida.
—Ya se acabaron tus cinco minutos. —dijo un hombre.
— Luna por favor.
—Bye. —dije y colgué.
— ¿Lara esta presa?— pregunto John al instante.
—Bueno Will, te dejo pero tengo que sacar a las bobas de mis hermanas de la cárcel. —dije colocándome de pies.—John paga los helado y vámonos.
—Nosotros vamos con ustedes. —dice Rous, Cole se levanta también.
Star y John se fueron a pagar la cuenta.
—¿Puedo ir con ustedes?—me pregunta Will.
Debería decirle que sí y cuando ya estemos en la estación de la policía, pegarle algunos tiros por manipulador.
<<No sé porque a veces me quita mi trabajo de pensar.>>
—No, así estamos mejor... Más tardes nos vemos. —dije dándole un beso en el cachete y dirigiéndome a la salida.
Cuando estuve fuera de su alcance me limpie los labios, no sé porque lo bese. Ya no quería que me toque o tenerlo cerca.
—Ahora que hicieron tus hermanas. — habla Rous deteniéndose a mi lado.
—Fiesta en toque de queda. —dije volteando los ojos.
Le dije a John en todo el camino que condujera lento, para hacerlas sufrir por nunca visitarme cuando estaba en el hospital. Me regaño y me dijo que yo no debía pagarle con la misma moneda, como si me importara.
Quince minutos después ya estábamos en la comisaria, Rous se había ido con Cole en su camioneta y Star se fue con nosotros en el carro.
Todo esto era un caos en la comisaria habían muchos padres regañando a sus hijos por salir de fiesta en noche de toque de queda, en otro lado habían padres que estaba peleando y buscando respuesta de sus hijos desaparecido. Yo solo espere sentada en el banquito con Rous mientras que los chicos iban a pagar la fianza, al parecer Simón el hermano de Cole también lo habían agarrado en ese lote.
Star se había quedado en el carro, porque no le agradaba la comisaria y tampoco ver muchas gentes pelear, gritar y llorar. Eso la ponía mal.
Yo quise dar una vuelta por el lugar, porque ya mi trasero se estaba durmiendo de tanto estar sentada. Y sin querer choque con un hombre que estaba dándome la espalda, con todo el caos que había creo que una mujer me empujo y fue cuando choque con el hombre. Él se dio la vuelta, a punto de regañarme o decirme cualquier cosa, por hacer que se tirara el café encima. Pero para mi sorpresa ese hombre ya lo conocía.
— ¡Santiago!
— ¡Luna!—dijimos los dos al mismo tiempo sorprendido, él se echó a reír.
Santiago era el esposo de mi prima, hija de mi tía sol. El media 1.70 era moreno, su pelo era castaño oscuro y sus ojos eran marrones claro, el tan solo tenía 33 años y era hermoso.
<<Pero no tanto como Hero.>>
— ¿Qué haces aquí? me imagine que estaba en nueva york, Trabajando en caso grandes.
Él era policía y no sabía que hacia aquí. El solo se echó a reír.
—Jajaja. Yo también pensé lo mismo, Pero tú sabes que aquí está el caso más grande del mundo y necesitaban que un gran detective viniera a resolverlo. —dijo el sacando su nueva placa y enseñándomela orgullosamente.
—Woo, por fin subiste de nivel—dije sorprendida, dando un largo silbido.
—Sí, Jane está muy feliz. —Dice él.—¿Y tú que haces en medio de este cao?—dice señalando toda la comisaria que parecía más bien a una sala de emergencia en medio de un choque de autobuses con miles de heridos corriendo de un lado para el otro.
—Buenos mis hermanas se metieron en un gran problema y John está pagando su fianza. —dije un poco avergonzada, baje mi mirada al suelo.
Y sentí que él me toco, con su mano alzo mi mirada para que lo viera a la cara.
—No hay de que avergonzase, pero lo único que si te puedo decir que aquí las fianzas son de doscientos dólares. —dice riéndose.
—¿Qué? ¡Doscientos dólares! Es que uno va a pagarle la fianza a Will Smith o es a un familiar de la realeza. —dije sorprendida por la cantidad de dinero.
El solo se burló de mí.
—La misma Luna que conocí.—dice dándome un abrazo.— Carly y Lara ¿Verdad?—me pregunta. Yo asentí.—Bueno, sígueme. Yo te ayudo. —lo seguí hasta su oficina no era tan grande, ni tan pequeña. Ya el tenia los expediente ahí en el escritorio y le dijo algo a una oficial que estaba cerca. Ella fue y volvió y le dio un papel a Santiago. —Lo bueno es que todavía no han pagado la fianza, y lo malo es que se tienen que quedar.
Contesto leyendo la hoja que la oficial le dio, yo me senté en una silla cerca de su escritorio y lo mire.
—No importa, por mí se pueden quedar por dos meses hasta que vengas mis padres.—él levanto su mirada de la hoja y me sonrió.
—Tú si eres cruel, chica. Ya di la orden para que la soltara, así que no se pueden quedar dos meses. Mala suerte para ti. —dice el dándome una hoja, yo le lance una mirada de porque hizo eso.
— ¡¿Por qué?! —dije dramáticamente, haciéndome caer en el suelo.
Escuche su risa.
—Este favor se paga con una gran cena. —aviso cuándo me levante del suelo y lo abrace.
—¿También va Jane?—pregunte para saber.
El negó con la cabeza.
—Estoy solo, llegue aquí hace un mes. Pero por ahora aguantare hasta dentro de dos meses. Mientras que Jane se encarga de la mudanza.
—Estuviste todo este tiempo solo y ni siquiera te has pasado por la casa.
— Lo siento el trabajo me absorbe.
— Si ya lo note.
Me despedí de él, dándole las gracias y le dije que lo esperaba hoy a las siete y media para la cena.
Carly y Lara estaban con John esperándome en el carro afuera. No me hablaron por todo el camino de regreso a casa y yo no quería decirle nada tampoco. Pero era mejor que me lo agradecieran un poco por sacarla sin gasta un medio de plata.
***
Todo el día me pase limpiando la casa con Star. Carly se había desaparecido de la casa, tuve que enviarle un mensaje diciéndole que es mejor que moviera su trasero a la casa porque venía Santiago y él fue que las saco de la cárcel gracias a mí. Solo envió un mensaje diciendo que se iba a pasar con su novio cuando ella quisiera.
No quería molestarme, así que no le respondí.
Lara por su parte estaba encerrada en su habitación, no salió en todo el día. Rous estaba con Cole comprando algunas cosa que hacían falta en la casa. Porque las niñas que duraron todo este tiempo sola no habían hecho ningún mercado, la nevera estaba casi vacía, no sabía si esta chica comían o estaban en dietas.
Horas después Rous llego con muchas bolsa de comida y otras de consumo doméstico, no había jabón para fregar o para lavar. No había nada de nada.
—Yo pensaba que era una cena normal. —dice Santiago llevándose un pedazo de pasticho que prepare a la boca.
Quise hacer mi especial pasticho de jamón y queso. De postre hice flan de mandarina, los únicos que estábamos comiendo eran Star, John, Santiago y yo. Porque Lara dijo que no iba a bajar por ninguna de la circunstancia y Rous no iba a dejar a su hermano solo, con Lux suelta.
—Tú sabes como soy... ¡Me encanta cocinar!—dije comiendo más pasticho.
—Y comer también. —dijo el riéndose.
Todos comenzamos a reírnos porque es verdad.
—Todavía no sé cómo Luna sigue siendo hermosa, con una figura esbelta y comer como un cerdo. —dice John chocando mi codo con el suyo.
—Correr más de 10 kilómetros. —recordando que odio correr, pero lo tengo que hacer para no engorda.
—Jajaja, me imagino a Luna corriendo los cinco kilómetros toda sudada y maldiciendo y los otros cinco kilometro montada en el autobús para regresar no sudando. —dice Santiago burlándose de mí y todos se parten de risa.
Este hombre siempre me agrado, él siempre fue muy chistoso y muy alegre conmigo y con mi prima.
Minutos después Lara se aparece en el comedor, ignorando a Santiago. En realidad es una gran historia, Lara había conocido antes a Santiago en unos de sus viajes loco, ella le gusto, pero el a ella no. Después conoció a mi prima y a Lara no le gusto. Se formó una gran discusión el día de la boda, que tuvieron que botar a Lara de la iglesia. Mis padres estaban muy avergonzados y a mí me daba vergüenza presencia esa escena.
—Yo pensaba que el único hombre de la familia era John o ¿fue que tu mamá tuvo más hijos?— pregunta Santiago burlándose de Lara por su corte de pelo.
Se me escapo una risita a igual que John.
—Jajaja no sea bobo ¿y mi prima ya te abandono por tus malos chiste en la cama? —contesta ella de mala gana, llenándose su plato de pasticho.
—En realidad está más feliz que nunca y enamorada. —Dice el sonriendo.—Íbamos a adoptar una perrita ¿sabe cómo le íbamos a poner?
Santiago alzas y baja su ceja, buscándole la costilla a la otra que también no se queda callada.
— Joe Batti. —contesta ella muy digna.
Star se atraganta con el agua que estaba bebiendo.
— ¡Oye respeta a mi hermana!—dice el regañándola— La íbamos a poner Lara como tú. —dice el señalándola con su tenedor molestó.
— ¿Joe Batti es tu hermana?—pregunta Star sorprendida.
—Sí, la misma. —dice él con una sonrisita no muy alegre.
—No fue la misma con quien te agarraste Luna el año pasado, que hasta te suspendieron. —dice Lara, recordando un mal recuerdo.
—Entonces fuiste tú la chica que le dejo un ojo morado.—me mira y sé que no es bueno. Después veo que comienza a reírse y alzar una copa de vino. —Eres mi ídolo, Luna. Por eso es que te quiero.—dice él y ya no me siento con temor por ser juzgada.
Horas después de comer, nos sentamos en la sala de estar para chalar un rato. Todo fue risa, Santiago no paraba de burlase de Lara. Que ella ni misma aguanto y se fue a su habitación. Estábamos todos riendo y recordando el pasado. Pero había una pregunta que me corría por la mente, debía provecharlo antes que se fuera ¿cómo saber si alguien te está observando? Ya él no era policía, pero si era detective. Un rango mayor, ¿Creo?
—Santiago, ¿te puedo hacer una pregunta?—me senté firme para mirarlo a la cara.
—Sí, dispara. —dice el haciendo gesto con sus dedos, como una pistola.
Solo me dio risa, porque él nunca es serio en esto.
—¿Cómo se yo que alguien me está observando? O ¿Alguien me está espiando?—él se movió de su asiento un poco preocupándose.
Sentí que Star y John me miraba.
—¿Alguien te está acosando?—pregunta parándose de su asiento y acercándose a mí, preocupado.—¿Quién es? Tú sabes que puedes confiar en mí.
—En realidad no tengo idea, quien podría ser. Pero he sentido una sensación que alguien siempre me está observando o persiguiendo.— solo quería que me dijera.
No quería oficiales tras de mi las 24/7 todo el tiempo.
—Lo único que te puedo dar son unos tips. Yo sé que tú eres muy inteligente y te darás de cuentas quien es el maldito lunático que te está observando.—dice él, lo mire y sabía que no le gustaba la idea que alguien estuviera observándome o espiando. Con esto tiempo y más las desaprisiones, él podría pensar, que el que está secuestrando puede cambiar de estrategia.—Ve a tres lugares rulares, playa, centro comercial y plaza. No te vas a quedar mucho tiempo, solo vas hacer esto en la primera parte vas a tomar visión fotográfica.
—¿Visión fotográfica? Como así. —dije confundida porque no sabía.
—Sí, visión fotográfica es que tú esta parada haciendo algo normal que tú siempre hagas. Y has como si estuvieras buscando algo, ósea que le vas a tomar fotografía con tu mente a todas las personas que tu veas en la primera escena.—asentí, entendiendo una parte.— La segunda vas a hacer lo mismo, pero estaba vez solo dos o tres persona se te van a perecer que lo has visto de algún lado. Solo te vas a enfocar en esa dos o tres personas y la tercera escena solo una persona vas a dar el blanco. —dijo explicándome parte por parte.
Ya entendía un poco. Le di las gracias y que si me daba de cuenta quien era el pervertido o lunático lo iba a llamar a él primero.
***
Estábamos en el centro comercial, intentando los tips que medio Santiago. Rous se negaba mucho esa idea, pero la tuve que converse. Ya era hora de saber quién era el psicópata que nos estaba observando. Antes de salir de la casa, ya habíamos planeado bien el plan. Rous iba a retarme en el centro comercial a cantar en público y ella iba a grabar a los alrededores cuando las personas me estuvieran viendo, así sería más fácil obtener más visión de lo normal. Star estaba con John fingiendo tener una cita en el puesto de comida, era el mejor lugar de todos, porque había mucha gente ahí.
—No podías usar una blusa.—dice Rous regañándome.
Solo porque me coloque unos jeans negro, y até una bufanda en las esquinas detrás de mí cuello, formando una blusa estilo halter. A Rous no le gustaba mucho este estilo de ropa. Tuve que colocarme mi chaqueta negra, para tapar mi espalda. Porque algunos chicos no paraban de coquetear conmigo.
—¡Rous! Olvídalos no son mi tipos. —dije mirando mi celular.
—Como sea igual es tu cuerpo. ¿Lo vas hacer si o no?—estaba dudando, no me gustaba cantar en público.
—¡Disculpe! ¿Chico me puedo subir un momento sobre de la mesa? —llame la atención de un chico que estaba ateniendo a otros chicos, creo que era sus amigos porque no paraban de hablar y mirar a donde estábamos sentadas, él me sonrió.
—Claro, preciosa. —me contesto y los otros chicos comenzaron chocar manos con él.
No entiendo a los chicos.
Me subí arriba de la mesa y vi a Rous sacar su teléfono.
—¡Disculpe, Señoras y señores!—tuve que gritar para llamar la atención de la gente.—Lo siento por robarle un poco de su tiempo, pero mi amiga que está aquí.—estaba señalando a Rous y todos las miraron.—Dice que no se cantar y que no podría llegar a las audiciones de "La Voz".—dije intentando sonar más realista. Odiaba ese programa. —Y yo quiero que ustedes me den su opinión.
—Claro preciosura, canta a ver. —me contesto el chico que le había pedido permiso para subir a la mesa.
Respire hondo y solté mi mejor canción.
—Your voice calls me the waters...—comencé a cantar la canción de Evan Craft de océanos. Seré mis ojos y deje que la canción saliera de lo más profundo de mi alma. Cuando ya estaba terminando de cantar abrir mis ojos y vi demasiada gente viéndome, estaban llorando y otras me estaban grabando.—Well, I'm, until the end.—termine de cantar y la gente comenzó a aplaudir y a gritar como loco, Rous me miraba y me hacía señas que ya lo había grabado todo. Yo estaba super nerviosa por una canción así lograra eso.
—¡Tu amiga está equivocada!—me gritaron desde el público algunas mujeres.—Ganarías te lo aseguro.—estaba super nerviosa, por el impacto que yo había hecho, y cuando comencé a bajarme de la mesa, el mismo chico que me había dado el permiso, se había acercado a mí para ayudarme a bajar. Me dio su mano y al tocarla, tuve una visión.
Estaba descalza en algún lugar. Era de noche y oscuro, mire a mi alrededor y parecía un callejón. Camine afuera para salir y escuches gritos que venían de la calle, corrí para ver quién era, ya estaba casi fuera del callejón. Cuando la escena me causo horror, el mismo chico que me había dado la mano para ayudarme a bajar estaba intentando abusar de una chica. Ella era blanca, su pelo era negro y llevaba puesto un vestido rosado. Quería ayudarla pero no podía.
—¡Suéltame Erik!—grito la chica llorando.
—Pues no, te lo advertí que si no es conmigo, no es con nadie más. —contesto el chico.
Vi cómo la arrastro hasta el mismo callejón que yo estaba hace un minuto parada. Voltee a ver si algo se me hacía conocido y lo único que pude ver fue el viejo Hotel Estrella. Estaba unas cuadras de callejón.
Volví a la realidad y él me estaba preguntando algo.
—Mucho gusto mi nombre es Erik. —se presentó él.
Quería golpearlo por intentar abusar de la chica pero fingir una sonrisa y le di mi mano.
—Carla. —conteste fingiendo que me agradaba.
Vi una chica moverse entre el público, viniendo a donde estábamos, era la misma que él estaba intentado abusar de ella. Tuve que calmarme y no hacer nada.
—Hola, me encanto como cantaste. —dijo ella sonriéndome. Ya Erik se había movió a su puesto, al ver la chica venir.
—Gracias.
—Soy Julia.
—Ella es Rous y yo soy Luna. —le dije lo más bajo para que Erik no me escuchara.
—¿Luna? Tú eres la misma Luna Hill.—dijo ella sorprendida. No sabía dónde ella me conocía.— Con razón se me hacía conocida de algún lado.
—Perdón ¿pero de donde me conoces?
Rous no paraba de mirarla de arriba hacia abajo, como examinándola.
—Soy Julia Córdoba, yo iba contigo a la misma iglesia la del pastor Freddy.
Pero yo había abandonado la iglesia más de dos años. Aunque sea la fuera visto en los pasillos.
—Nosotras tenemos que ir a otro lugar si quieres ir. —no quise tocar el tema de la iglesia. Era algo muy sagrado para mí. Era mejor esquivar sus preguntas.
—Estoy con mi novio, me está esperando allá. —señalo ella a un chico de camisa negra sentado en una de las mesas. —Pero será para otro día.
—Te puedo dar un consejo. —le susurre. Ella asintió.—¿Tú conoces aquel chico que esta allá?—dije señalando al tal Erik.
—Si es mi ex novio. ¿Por qué? ¿Lo conoces?—dice ella confundida.
—No, pero lo acabo de escuchar que les menciono a sus amigos. Que le iba hacer daños a su ex novia y nombro a una tal Julia. —dije y ella se colocó las manos en la boca sorprendida.—No es casualidad que tú te llames Julia ¿verdad?... Nena no salga sola y siempre carga contigo algo con que puedas defenderte, mira, no para de ver para acá.—dije y ella volteo a verlo.
—Gracias en serio. Dios te puso en mi camino para prevenir. —Dijo ella abrazándome.—Yo no quería acércame a ti, porque mi novio dijo que tú eres muy engreída y que solo hiciste ese espectáculo para lucirte. Pero yo sabía que no, escuche una vocecita en mi cabeza que me decía que me acercara a ti.—dijo ella dándome su mano.
<<¡¿Su novio me llamo engreída?!>>
Es mejor que no me lo encuentre por ningún lado solo porque se lo gritare en su cara.
Ella saco un papel de su bolso y un lápiz, escribió algo y me lo paso. Yo vi y era unos números.
—Eres como mi ángel de la guardia, si quieres volver a la iglesia solo llámame.—dijo y se fue a sentar con su novio.
—A que vino todo eso Luna Rubí. —me regaño Rous.
—Visión nena, visión. —dije levantándome para no explicarle.
Ya habíamos tenido todo en video, regresamos a casa más tarde de lo normal, Will no paraba de llamarme y en otras tuve que contestarle el teléfono. Me regaño y me dijo que hacia yo en el centro comercial dando espectáculo y coqueteando con chicos. Yo me sorprendí mucho porque en ningún lado lo había visto, solo le dije que si no le gustaba que se lo aguantara o que termináramos. Yo no era una chica de coquetear, ellos eran los que estaban tras de mí, buscando carnes fresca y no la iban a tener.
Ya eran casis la nueves de la noche cuando llegue a mi casa, con Rous. Mis hermanas no mostraban señales por ningún lado.
Subí a darme una ducha, Rous dijo que se iba a encargar de la comida. Dure horas en el baño antes de salir, me cambie de ropa y solo me coloque un short corto y un suéter negro. Cuando vi a Lux, parada frente de mi escritorio. No podía moverme aunque quisiera. Ella se acercó a mí y me tomo de la mano. Yo estaba paralizada ni siquiera podía esquivar su tacto.
—Es hora de desaparecer. —dijo ella con una sonrisa malévola.
***
No sabía qué hora era pero ya era de noche y no sabía en donde estaba.
Sentí la tierra tocar mi dedos de los pies, me levante. Mareada aferrándome a un árbol.
¿Árbol?
Me frote los ojos bien y me di unas cuantas cachetada para despertarme. El miedo comenzó a ponderarse de mi cuando mire a mi alrededor, había arboles por todos lado. Sabía que estaba en el bosque y no sabía porque. Rebobine las últimas palabras que me rodaban en la cabeza.
<<Es hora de desaparecer>> fueron las palabras de Lux. Porque ella me había mandado a este otro mundo.
Escuche los sonidos de las ramas chocar con la briza que hacía, camine algunos pasos buscando de nuevo la salida. Y ahí fue cuando lo vi, esa cosa estaba tirada en el suelo comiéndose algo. Camine despacio hacia atrás para no hacer ruido, camine y camine. Cuando vi que ya estaba lejos de esa cosa, corrí como flash.
Si volvía a la piedra a lo mejor estaría a salvo.
Escuche rugidos como un león y sabía que este bendito bosque no había leones solo se significaba una cosa. Ahí me di de cuenta que esa cosa ya se había dado de cuenta que yo está en su mundo.
Corrí, lo más rápido que pude hasta que vi la cascada. Sentí que me golpearon por la espalda y caí, rodando por el suelo, intente levantarme pero mi pie se había torcido. Mire hacia atrás para ver si esa cosa estaba tras de mí, pero ya era demasiado tarde. Esa cosa ya me tenía en sus garras, vi que levanto su pata y sabía que me iba a golpear, use mis brazos como escudo en mi rostro, pero ya me había rasguñado el estómago. Sentía el dolor quemar mi estómago, como si me estuviera a puñaleando.
Me revolqué del dolor, y ya podía sentir algunas lágrimas quemarme las mejillas, yo no lloraba porque iba a morir, sino porque iba a dejar sola a mi familia con esa cosa suelta. No podía hacer nada, estaba en el suelo revolcándome de dolor y sabiendo que hasta aquí era mi historia. El miedo se apodero de mí, no podía dejar sola a mis padres, a mis hermanas, a Rous y a Star. Ella necesitaban de mí, sentí que algo en mí se encendió como un fosforo, una chispa, una llama gigante.
Vi esa cosa huir. Ya no sentía dolor en el estómago. Alce mi suéter para ver mí barriga y no había nada, solo una luz resplandecía de mí. Me levante y corrí adentro de la piedra. Sabía que aquí estaba a salvo de ella, no podía encontrarme aquí ni escucharme. Me recosté en el suelo a esperar que la luz que salía de mí se volviera a pagar.
Podía escuchar la brisa, las ramas de los árboles, el agua de la cascada caer. Pero lo único que no podía era salir de aquí de este escudo.
Vamos Luna piensa tu eres inteligente y no está sola. Dios está contigo, revise mis bolsillos a ver si tenía mi celular conmigo pero no.
—Bravo Luna.—dije levantándome y aplaudiendo.—Eres única, atrapada en un mundo que no puedes salir y sin teléfono.
Piensa como fue la última vez que saliste.
¡Las chicas!
Ellas fueron la que me encontraron. Pero como ellas iban a saber que yo estaba aquí, no tenía ningún medio para comunicarme con ella. Si lux quería que yo desapareciera era para tomar mi identidad y eso me molestaba, me ponía furiosa porque iba por Star. Ella sabía que separándonos a las tres lo iba a conseguir.
—¡SI YO PUEDIERA DARTE MI LUZ, HACE TIEMPO YA TE LO FUERA DADO!—grite los más fuerte que pude a ver si ella me escuchaba.
Pero no se escuchó más nada que silencio.
Nota de la Autora:
Holis, mis pequeños lunaticos. Espero que se encuentren bien, pero tengo que dejar algunas cosas claras desde aquí para que no se estén confundiendo o creo que no explique bien en la historia.
Primero que todo, estoy viendo que los capítulos que siguen para que no confunda a Luna con Lux o la llamen bipolar (Aquí dejo claro). Que Luna se encuentra en el otro mundo y la que esta tomando el lugar de ella es Lux, Lux la mando al otro mundo para que nadie se de cuenta que Luna ya no esta con ellos y así seguir con su plan.
Segundo, bueno si tienen alguna duda solo díganmelo o hagamenlo saber. Recuerden que soy la autora loca de esta historia y soy la única que puede explicarle o resolver sus dudas.
Sin mas que decir, se despide su servidora Holym. Le deseo lo mejor, besos y abrazos para todos.
No se olviden de comentar y apoyarme.
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