25. El enenigo está bajo tú mismo techo
Star
"Si es cierto que en cada amigo hay un enemigo potencial. ¿por qué no puede ser que cada enemigo oculte un amigo que espera su hora?"
-Giovanni Papini
¿Que si tengo unas tremenda ganas de echarme dormí como la bella durmiente? Pues, sí.
<<Es lo que anhelaba en esto momento sobre todo.>>
Toda la noche perseguimos a la hermana gemela de Luna, la perdimos de vista a llegar a la cascada. Estaba saliendo del cine con John, cuando ella se nos apareció en el aparcamiento. Pensé que era Luna, la llamamos pero ella no respondió. Sentía algo dentro de mí que ella no era Luna, así que se me ocurrió llamarla por su nombre que era lux y ella respondió.
— ¡Dile a mi hermana que me devuelva lo que es mío!— me impacto mucho lo que dijo que se le veía molesta, no.
Furiosa, sí. Estaba furiosa.
Yo mire a John y al parecer estaba como yo asustado. Saque mi celular rápido del bolsillo y llame a Cristians, me dijo que estaba cerca. Que llegaba en quince minutos, que no la perdiéramos de vista.
No la perdimos de vista, hasta que se dirigió al bosque.
<<Sí, yo y mis ganas de morir en ese bendito bosque.>>
La vimos desaparecer al llegar la cascada. Esperamos horas y horas, al ver si volvía a salir pero nada paso.
<<Era como si se hubiera esfumado. Obvio, porque es un fantasma o ¿no?>>
Ya ni siquiera sabía que cosa era esa cosa.
Ya estaba comenzando a salir el sol, cuando todos decidimos regresar a casa. John recibió una llama de su amigo ángel, sonaba asustado y le dije a Cristians que nos acompañara.
Media hora después estábamos en la casa del amigo de John. Su casa parecía un chiquero, la sal que ellos habían colocado en la puerta ya no estaba.
— ¡Brother los padres de los gemelos, no paran de llamarme!— dispara ángel asustado al ver a John
— ¿Qué le has dicho?—pregunta John agarrándome de la mano.
—¡Nada!—grita el moviéndose de un lado para el otro muy nervioso, se lleva sus manos a su cabeza en un acto de desesperación.—Le dije que no sabía nada.
— ¿Dónde está José?
Debe ser el otro chico.
—No sé, llevó días intento hablar con él pero tampoco se nada. Oí que aparecieron cinco desaparecidos, dos eran gemelos y los otros tres morochos. —dice el asustado.
Cristians me mira un poco preocupado y sé que necesita ir a donde esta Luna. Me separo de John y lo dejo hablar con ángel, me acerco a donde esta Cristians.
—Necesitamos irnos ya. —dice el en susurro. Yo asiento.
—John, deberíamos irnos. —lo llamó para que el me escuche y cuando él está apunto de levantarse de la silla donde se había sentado, su amigo lo agarra por el brazo bruscamente.
—Oye ángel cálmate. —John intenta tranquilizándolo, poniendo sus manos en el brazo derecho para tranquilizarlo.
— ¡No!—le grita. — Tú puedes estar por ahí feliz de la vida. ¿Pero yo que? ah. José ha desaparecido y los padres de los gemelos no dejan de llamarme. —contesta el asustado.
Cristians da unos pasos a donde este ángel, le toca el brazo haciendo presión. Y veo a ángel desplomarse en el suelo.
—Tenemos quince minutos antes de que se despierte.
Que rayos acaba de pasar ¿lo hipnotizo?
No hice pregunta, todo salimos de la casa de ángel. Media hora después llegamos a mi casa.
John y Cristians se quedaron afuera hablando de algo, yo camine hacia la puerta de mi casa y cuando la abrí no me podía creer lo que estaba viendo.
Los sillones revueltos, los cuadros de las paredes estaban roto en el suelo, había vidrio por donde quiera que caminares, el televisor de la sala estaba roto como si alguien lo fuera estrellado contra la pared. Salí corriendo del miedo adentro a buscar Rous o Luna. Esperando que estuvieran bien, pero algo me freno antes de subir las escaleras, Rous apareció por la cocina con una bolsa negra y no me lo puede creer cuando la mire, tiene un ojo morado.
¡Un ojo morado! De eso que te dan un golpe muy fuerte y te queda el ojo con ese recuerdo. Sus brazos tenían rasguños como si un gato la fuera arrullado por completo.
— ¡Oh por Dios!, Rous ¿qué te paso?—corrí hacia ella.
Coloque mi mano en su cara apartando su pelo para ver mejor el ojo morado. Ella se apartar y se le ve molesta.
— ¿Qué demonios paso aquí?—dice John entrando asombrando recorriendo toda la sala con su mirada, hasta que su ojos se posan en el ojo morado de Rous— ¡Rous ¿qué te paso?!
— ¿Quieren saber lo que nos pasó?—su tono sonaba moleta y me da la bolsa de basura de un solo golpe. —Bueno, siéntese porque se van a caer para atrás. —dice con un tono sarcástico acomodando el sillón grande.
John la ayudada y yo comienzo mover los vidrios rotos con mis pies.
—Oye Star, si quiere...—dice Cristians entrando por la puerta, se caya cuando ve el desastres. — ¿Que paso aquí? Parece que paso un huracán. —se queda parado en la puerta.
— ¡Yo le diré que paso!—grita Rous furiosa levantando los brazos hasta su nivel de la cintura. Se acomoda el pelo en una Coleta. — La lunática de la muerte paso por aquí.
—¡¿Qué?!—gritamos todos sorprendido.
—Sí, así como lo escuchan. Yo estaba viendo una película con Cole, no sé si eran las dos o tres de la madrugada cuando ella se apareció por aquí y no vino sola, no... Vino acompañada. —Dice un poco molesta.—¡Vino con esa cosa que nos salió en el bosque!
— ¿Y luna está bien?—pregunta Cristians antes que yo.
—Déjame explicarte ante de llegar a ese punto. —Le contesta Rous un poco conteniendo la rabia. —Nosotros pensábamos que la casa estaba embrujada, que se yo, los muebles comenzaron a moverse. Los cuadros a caerse y comenzaron a tirarnos los mueble encima. Intente corre pero ella ya nos tenía. Ella me lanzo contra la pared y no me podía mover, a Cole lo tenía en el aire, lo estaba ¡ahorcando!—dice ella empezando a llorar, me acerco para que se siente y ella se limpia las lágrimas. —Me lanzo a su mascota y use mis brazos para defenderme. Ella me pregunto qué en donde estaba Luna y yo le dije que no sabía. Pero la muy sucia vino y me golpeo muy fuerte en la cara y me dejo esto. —se señala el ojo morado. —Me dijo que Luna tenía algo que era de ella, que si no se lo devolvía nos iba a matar uno por uno, aunque así destrozara a Luna por completo.
—Y ¿Qué es lo que tiene Luna de ella?—pregunte.
—No sé, pero le pedí a gritos que por favor dejara a Cole quieto. Él no tenía nada que ver, ella solo se echó a reír y le ordeno a su mascota que nos atacara. Cuando esa cosa se puso en posición para atacarnos, de repente una luz muy brillante resplandeció toda la casa. Escuche voces pero eran en otro idioma, no sé si era latín o en hebreo, pero era en otro idioma... después ella desapareció y se llevó su mascota.
— ¿Y qué era la luz?—pregunta John acercándose.
Rous jugó con sus manos nerviosa indecisa si contarlo o no. Todos estábamos esperando una respuesta, hasta que ella resoplo cansada y habló.
—Luna.
— ¡¿Luna?!—gritamos todos sorprendido.
Cristians se ha levantó de su asiento y yo estoy muy sorprendida.
— ¿Como que Luna era la luz?—pregunta Cristians.
—No sé, pero ella estaba alumbrando... la luz emana de su cuerpo como una bombilla alumbra, así era ella. Después se desplomo en el suelo y pensé que iba a tener otra convulsión pero no fue así, solo se había desmayado. Le tuve que ordenar a Cole que la cuidara mientras que yo me encargaba de limpiar.
—Como rayos luna podía alumbrar, ¿está segura que era ella?—vuelve a preguntar Cristians. Rous asiente.
—Claro, la luz salía de su cuerpo. Yo la vi, Cole hasta la vio. —dice ella parándose para termina de arreglar la casa.
—Tenemos que averiguar qué quiere ella de Luna. Antes que alguien más salga herido. —dice Cristians.
Todos asentimos y estuvimos de acuerdo de averiguar que quería ella de Luna y porque era capaz de matar para conseguir que Luna le devuelva algo que ella no tiene.
Pasamos toda la mañana y mediodía limpiando la casa y acomodándola. Tuvimos que sacar plata ahorrada para remplazar las cosas que se dañaron.
Sí, mi hermano nunca se enteró. Porque estaba de fiesta todavía.
Lo que me tenía pensativa era, que cuando la seguimos en el bosque y ella desapareció fue que vino a buscar a Luna, no estaba descansando en el bosque o haciendo lo que hace los muertos.
¿Y porque la últimas vez nos dijo que luna estaba en un lugar seguro, era porque siempre buscaba a Luna? ¿Qué era lo que quería de Luna? Esto cada vez se ponía más raro para nosotros.
Un muerto siguiendo a Luna y solo se llevaba los gemelos y morochos. ¿Qué tienen ellos en común que lo hacían tan especial para ella?
John se ha ido a su casa a cambiarse de ropa, igual que Cole. Solo quedamos en la casa Rous, Luna, Cristians y yo. Rous estaba haciendo un remedio para la cicatrices del brazo.
Cristians y Luna están hablando afuera, cosa que se me hizo muy raro en ella que lo odiaba.
***
Ya es de noche y Luna estaba preparando la cena, Cristians le dijo que podíamos pedir pizza pero ella dijo que no. Ella quería cocinar así que estaba haciendo arroz con pollo frito y ensalada, él la ayudo con la ensalada mientras que yo ayudaba a Rous a cambiarse las vendas.
—Sabes Rous, ¿tengo una duda?—dice el picando los tomates.
—Ha sí, ¿Qué duda tienes?—dice ella extendiéndome los brazos, para que yo le quite las vendas con cuidado.
— ¿Qué es eso lo que te está echando en el brazo? parece asqueroso—dice haciendo una mueca de asco.
—Sábila con bicarbonato y pasta dental. —Dice ella muy orgullosa. — ¡Ay! Star con cuidado. —lo hago con mucho cuidado pero es que la sangre se pega en las vendas.
— ¿Eso ayuda?
—Claro, quita toda cicatriz. —dice ella dándome el otro.
—Ok. Mi duda era, porque ella te ataco. ¿Si ella sabía dónde estaba Luna?—pude ver a Luna moverse incomoda.
—En realidad yo sé porque ella las ataco. —Dice Luna moviéndose a pagar el arroz. —Ella había venido horas antes, me dijo que yo tenía algo que era de ella y que si no se lo de volvía...—se detuvo por un momento y después siguió—La iba a matar, yo le pedí que me digiera que era lo que quería y se lo daba. Pero no me contesto y se fue. — Escuchamos que la puerta del frente se abre.
Y por fin aparece el fiestero de la familia.
—¡Oye chicas huele sabroso!—grita mi hermano.— ¿Qué hay de com...—se caya cuando ve a Cristians sentado en la mesa picando los vegetales para la ensalada y después busca nuestra mirada para una respuesta encontrándose otra.— ¡¿Rous que te paso? —habla fuerte cuando ve que le estoy poniendo las vendas.
—El gato de la señora valle. —miente ella.
Ya he terminado y ella comienza a levantarse
— ¿Y el ojo morado?—inquiere el apuntándole el ojo.
—Una vieja archí enemiga volvió y tenía que cóbramela. —vuelve ella mintiendo.
—Bueno espero que ella haya quedado peor, por nada pague mucho dinero en esa estúpida clase de defensa personal en ti y en Star sin me van a salir con eso. —dice el acercándose a ella para mirar mejor el ojo morado.
Rous asiente dudosa.
Cuando teníamos diez, mis padres obligaron a mi hermano que nos inscribiera en una clase de defensa persona porque se había escuchado un rumor loco que había un secuestrado de niños en la zona. Lo creí absurdo porque solo éramos unas simples niñas pequeñas que no podíamos defendernos bien y si ese hombre era mayor que nosotras nos destrozaría en un segundo. Pero cuando llegamos a las clases eran muy diferentes, nos dijeron que como éramos niños pequeños teníamos nuestras ventajas y desventaja de cómo defendernos de un animal como ellos. Las clases durando tres años y nos enseñaron mucho.
Y de acordarme de esas clases ahora no creo que sea muy buena, he perdido la práctica en todos los movimientos.
Cristians ya se había levantado, pasándole la ensalada a Luna, ella le sonrío y comienzo a prepárala. Media hora después Luna sirvió la comida y todos estábamos reunido en la mesa comiendo. Después de comer Cristians se ofreció a lavar los platos, Luna lo ayudo y vi en la cara de mi hermano... ¿celos?
Rous no le hizo mucho caso porque estaba pendiente de su celular.
Ya eran casi las diez y Cristians estaba afuera con Luna hablando. Cole volvió como a las ocho y estaba hablando con Rous en la cocina, yo por mi parte estaba viendo tele con mi hermano que no dejaba de mirar cada cinco segundos para la puerta.
— ¿Ese chico no piensa irse? — susurro y no sé si fue más para él o para mí.
Lo mire y sintiendo un poco de tensión el aire.
— ¿Cole o Cristians?—cambie de canal.
—Cristians, ¿Y desde qué hora está él aquí?—se levanta para agarra una lata de coca- cola y destaparla.
—Creo que desde las siete u ocho. —digo sin pensar. Él se atraganta con el refresco y me mira.
—Estaba aquí desde más temprano y no se ha ido todavía. —ahora si esta celoso.
—Ponle freto al coche sí, tu estuviste dos días por fuera con Anna Will. — digo apagando la tele y poniéndome un poco molesta. —Ella puede salir con quien sea, tú no eres el único chico que existe en su vida.
Él no dice nada y lo veo levantarse del sofá molesto para después perderse por las escaleras.
<<Que les pasan a los chicos de ahora, ya uno no puede tener amigos porque ya son más que eso.>>
Ah, pero si uno anda sola, nadie se fija en uno. Pues no, Luna tiene el derecho de salir con quien sea y cuando quiera, ella es una chica muy linda y puede ser feliz con quien ella se lo permita.
Me levanto del sillón y me asomo por la ventana para ver hacia afuera y casi me da algo cuando veo a Luna y Cristians besándose.
Están sentados en las escaleras del porche, me quito muy rápido antes que me vean.
Luna al principio no lo odiaba pues, ¿ahora lo perdono? Necesito averiguarlo cuando ella entre a la casa y él ya se fuera ido.
Camine escalera arriba y antes de entrar a mi cuarto vi la luz encendida del cuarto de Hero, camine y toque. Entre sin que él me dijera que pasara, lo vi tirado boca arriba en la cama mirando al techo. Me acerque y me tumbe a su lado. El coloco su brazos bajo su nuca, siguió mirando el techo.
— ¿Solo dime que ya no es muy tarde?—su voz sonaba muy apagado y su expresión facial parecía muy triste.
—No te lo puedo asegurar. —dije poniéndome de lado y estirando mí brazo para rodearlo.
Hace dos minutos vi a Luna besándose con Cristians y no podía asegurarle algo a mi hermano que no iba a pasar. Si ella decidió avanzar sin él, es su elección.
Pero tampoco lo quería con el otro.
—Soy un idiota. —se voltea para verme la cara y puede ver esos ojos verdoso apagarse.
—Todos los son. —le digo sin apartar mi mirada de la de él.
—Pero yo soy el más grande idiota del planeta. —se voltea y me da la espalda.
No me dijo más nada, me quede con el hasta sentir que se quedó dormido. Llevaba mucho tiempo que no me quedaba a dormir con mi hermano, me abaje de la cama, lo arrope y me acosté a su lado.
***
A la mañana siguiente, todos estamos reunido en la sala. Mi hermano se había ido muy temprano, Cole y John llegaron después que él se fue. Cristians iba a llegar más tarde porque tenía que ayudar a su papá otra vez en el taller. Ahora nos toca planear como íbamos a conseguir respuesta de la muerta.
— ¿Y si nos separamos?—propone Cole. —Cristians, John y yo podemos ir al bosque. Ustedes se pueden quedar aquí.
—No. —Dice Luna. —Ella vendrá por mí y mandara esa cosa por ustedes
—Yo apoyo lo que dice Luna. —la secunda Rous colocándose un suéter.
Ya el morado se le había bajado un poco, tantos remedios caseros que ella hace funciona siempre.
—Y arriesgarme que te vuelvan hacer daño... ¡Pues no!—dice Cole, sé que está asustado. Todo lo estamos.
—No me volverán hacer daño. —contesta Rous calmada asegurándole.
— ¡No Rous! Viste como ella apareció y viste lo que podía hacer esa cosa. — lo que dice Cole es verdad.
Aunque yo no lo vi, pero si puede presenciar la cosa fea que nos salió en el bosque. Sé que él está asustado, pero todos también los estamos. El celular de Luna comenzó a sonar y ella lo contesta al instante, mire a Rous y ella sigue convenciendo a Cole para ir con ellos pero él no acepta.
— ¡¿Qué?! Ya va, háblame más despacio—le dice Luna a la otra persona que está llamando. Ella se levanta rápido del sillón desesperada buscando algo. — ¿Dónde está el control del televisor?—nos grita, Rous le señala que esta arriba de la radio. Ella sale corriendo agarra el control. —Ahorita te llamo. —cuelga el teléfono y enciende la tele. Coloca las noticias y sale una reportera hablando.
—Súbele volumen.
—Siguen otros diez casos de desaparición de gemelos y morochos arrasando aquí en Treverlin dando un total de quinces desapariciones, la policía todavía no tienen sospechoso. Pero se piensa que son traficante de órganos, por el momento. La comunidad está comenzando asustarse, lo que afecta a los familiares de estos niños y adolescentes de estas desapariciones no saber nada, ni siquiera un paradero de ellos. Por lo que el Alcalde Scott Moras, decidió que a partir de hoy hay toque de queda en todo Treverlin, hasta las nueve de la noche para nuestras seguridad y las de aquellos familiares que tiene hijos gemelos o morochos. Aquí reportando las noticias del día María colina, les deseo un feliz día y cuidase. No salgan de casa.
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