Humillado por la persona que amaba.

Así se sentía.

Las lágrimas que corrían por sus mejillas eran de rabia y no lo soportaba más.

Reunió fuerzas y se separó con brusquedad del fuerte agarre que lo mantenía cautivo, entonces cayó sentado al suelo, provocando que el agudo dolor de su abdomen se aumentara.

Wonho lo miró fijamente con aquellos ojos grises que le atravesaban el alma.

— Hyungwon siendo rebelde... — soltó una risita — que extraño...

Intentó acercarse a él, pero rápidamente retrocedió aún estando en el suelo.

— Wonho jamás haría esto... — susurró — así que no dejaré que tú lo hagas... — la sonrisa se borró del rostro del contrario — y no me importa que digas que es fuego y que va a consumirme... ¡Porque entonces seré agua! — se apoyó de la cama y comenzó a pararse con mucha dificultad — y el agua no la puedes detener... — sonrió en medio de sus lágrimas — no necesita ser alimentada para mantenerse viva y fluyendo... Se escurre entre los dedos... — se apoyó a la pared buscando salir hacia el pasillo — nadie puede vivir sin ella... Cambia de estados fácilmente... — volvió a sonreír para intentar parecer fuerte — y lo más importante... En estado gaseoso absorbe gran cantidad de calor y enfría el fuego, hasta que se extingue... Y así se acaba la maldita combustión...

Wonho lo seguía con la mirada.

— Que lindo... Crees que es una buena persona y que te dibuja porque te ama... — se rió — quiere matarte... — susurró mirando hacia el suelo — ¿no lo ves? — levantó su mirada hacia él para finalmente guardar silencio por unos largos segundos — No... — sonrió — No, no, yo quiero matarte... Y voy a hacerlo...

En cuanto sus palabras fueron mencionadas una fina línea de sangre corrió desde la nariz de Wonho delatando que lo previsto en el dibujo, estaba cumpliéndose.

Hyungwon salió de la habitación y comenzó a correr en busca de ayuda, sin embargo su condición física le impedía y el dolor en su abdomen le hacía entender que su bebé estaba sufriendo.

Pensó en llegar a la sala marcar al 911 con su teléfono fijo o gritar a sus vecinos, pero antes de que pudiera salir siquiera del pasillo fue alcanzado por los fuertes brazos de Wonho que lo obligaron a detenerse.

La mano del desnudo Wonho se posó en su cuello y comenzó a asfixiarlo contra el muro del pasillo del segundo piso.

— ¡Wonho! — tocó sus manos con desesperación mientras intentaba respirar — ¡Wonho, reacciona por favor! — las lágrimas salían de sus ojos mientras tosía — ¡Wonho! — su cara estaba tornándose roja y no podía parar de toser — Wonho... — susurró con un hilo de voz mirando fijamente aquellos grisáceos ojos mientras perdía sus fuerzas — no me mates por favor...

De nuevo escuchó una risa y sintió el agarre de su cuello aflojarse lo suficiente para dejarlo caer de rodillas al suelo provocandole una nueva oleada de dolor en el abdomen.

— Te ves patético suplicando de esa manera... — sintió como Wonho tiraba de su cabello — el agua cada día está más sucia, más contaminada... Más escasa — sonrió y lo besó a la fuerza dejando el rastro de su sangre en la boca de Hyungwon — sin embargo, el fuego es el elemento a través del que la especie humana más ha prosperado... El fuego fue el primero de los elementos y estoy seguro de que será el último...

Aquellas palabras atravesaron el alma del débil Hyungwon que se mantenía de rodillas, callando su propio dolor para no parecer más débil.

Pero entonces una repentina patada en el pecho lo hizo perder el equilibrio e inevitablemente cayó rodando a través de las escaleras hasta el primer piso, golpeando hasta la última parte de su cuerpo que aún se mantenía intacta.

Todo su cuerpo dolía, el dolor en su abdomen se volvió insoportable y estaba sobre un charco de sangre que no sabía de dónde provenía, pero si sabía que era suya.

Intentó moverse pero su cuerpo no respondía y a lo lejos podía escuchar los tranquilos pasos de Wonho bajando la escalera.

Con su borrosa visión pudo verlo, por segunda vez en esa misma noche se mantenía con aquella sonrisa triunfal que lo lastimaba emocionalmente.

Se agarró el abultado abdomen con la poca fuerza que tenía y sus lágrimas no paraban de brotar.

Entonces sintió como su cuerpo era colocado totalmente boca arriba y el dolor de su cabeza se intensificó.

— Luces precioso... — susurró poniéndose de rodillas cerca de él — sin duda estoy viviendo mi fantasía... — se mordió el labio y le tocó las piernas por encima del pijama — ¿sabes que tus largas piernas siempre fueron mi debilidad? — susurró tomando la orilla de su pantalón de pijama para comenzar a bajarlo lentamente — aunque en aquel entonces eran mucho más pequeñas y delgadas de lo que son ahora...

Hyungwon lo miró suplicante.

—Aléjate... — susurró con un hilo de voz e intentó defenderse pero su cuerpo no respondía — no nos hagas daño...

Se puso una mano en el abdomen, específicamente en la zona donde sentía más dolor mientras que con la otra intentaba inutilmente arrastrarse por el suelo.

Wonho lo detuvo con firmeza por la cintura.

— ¿Por qué habría de alejarme? — susurró acomodandose entre sus piernas en contra de su voluntad — me tienes así de duro... Toma responsabilidad por lo que haces Hyungwon... Y no me refiero únicamente a esto... — señaló su entrepierna — interferiste en mi camino y ahora debes pagar por ello.

Y justo en ese momento comenzó a penetrarlo, sin lubricación, sin preparación y sin amor.

Gritó, gritó con la última fuerza que tenía.

No había una mínima parte de su cuerpo donde no sintiera dolor y la situación lo estaba sobrepasando.

Una fuerte segunda embestida llegó rápidamente y así una tercera y una cuarta, hasta que perdió la cuenta y su voz ya no salía más.

Su cuerpo había dejado de responder hace mucho, el charco de sangre debajo de él se hacía cada vez más grande y simplemente estaba allí como un muñeco de trapo con la visión borrosa mirando fijamente a su pareja mientras abusaba de él en pleno estado de gestación delicada.

Y dolía, más que el dolor físico, su dolor emocional se incrementaba a cada segundo pero ya no podía llorar.

Su seca garganta buscó desesperadamente un poco de saliva para tragar y su mano se posó con mucha dificultad sobre la mano de Wonho que lo apresaba por la cintura.

— Wonho... — susurró con un hilo de voz llamando la atención del contrario — ¿P... Por qué...? ¿Por qué nos haces daño...?

Y una última lagrima rodó por su mejilla para finalmente dar por terminada la larga sesión de dolor a la que había sometido.

Pero la desgarradora imagen solo provocó en aquella persona un fuerte orgasmo que al mismo tiempo, sumado a la voz de Hyungwon fue el detonante para hacer que Wonho volviera.

Pero al estar nuevamente en la realidad y tener la potestad de controlar su propio cuerpo se dio cuenta de lo grave de la situación.

Todo era un caos.

— ¡Hyungwon! — salió de él y se posicionó rápidamente a su lado para tomar su rostro — ¡Hyungwon! ¿Qué pasó? — comenzó a hiperventilar al no notar ninguna respuesta de parte del delgado.

Pero prestando más atención a su alrededor entendió lo que había pasado.

Entonces dirigió su mirada al rostro del menor y lo abrazó levantandolo del suelo.

Sin embargo, Hyungwon tenía los ojos abiertos, la mirada perdida, rastro de lágrimas en sus pequeños ojitos, hematomas y golpes por todos lados y el pulso tan débil que apenas se sentía en su cuello.

Lloró, lloró amargamente recordando su pesadilla al instante.

El camino de rosas con Hyungwon al final pidiéndole que no lo matara, era porque eso iba a suceder, pero no lo evitó lo suficiente.

Ahora estaba convencido de que era fuego y que siendo fuego, amar a Hyungwon fue lo más inhumano que pudo cometer en su vida.

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De verdad me duele feo esta situación ah :(

Preparen los pañuelos, se acerca el final.