✯
Todo iba mejorando, eso es lo que quería creer.
Logró hacer que Wonho se deshiciera de las esposas y no lastimara más sus muñecas con ellas, también logró hacer que durmieran en una misma cama, como una pareja normal que espera felizmente al fruto de su amor.
Sin embargo cada día se tornaba más difícil que el anterior.
Su situación económica no era la mejor a pesar que Wonho descansaba muy poco y trabaja mucho, pues la mayoría del dinero que ganaba, era invertido en su riesgoso embarazo.
Y por su parte, él tenía prohibido siquiera moverse bruscamente.
Habían momentos en los que se sentía presionado en ese aspecto y ver su cámara sin hacer nada le resultaba incluso incómodo, lo único que hacía con ella era fotografiar el progreso del crecimiento de su pancita.
Jamás pensó hacerlo, pero sin duda era una experiencia linda, cada vez que se miraba al espejo tenía una mezcla de emociones, sin embargo a pesar de todo se sentía feliz.
Pero también estaba asustado, el tiempo se agotaba y caía en cuenta de que traer a un bebé al mundo en su condición sería muy difícil sin importar lo mucho que se cuidara.
Así que durante las noches, al igual que en ese momento, se despertaba a veces pensando en el futuro o a veces simplemente con un poco de hambre o incomodidad.
Se removió debajo de la sábana con pereza notando que apenas eran las 2 Am según su reloj, entonces se estiró un poco y por puro instinto giró muy despacio para verificar si Wonho estaba durmiendo.
Pero por primera vez en mucho tiempo sintió miedo cuando al girarse, se encontró a un inexpresivo Wonho mirándolo fijamente con los brillantes ojos grises que sumados a la oscuridad le daban un tono sumamente frío y resaltante, si hiciera una comparación podría decir que era como ver a un lobo en la oscuridad.
Sin apartarle la mirada encendió la lámpara de su mesita de noche y notó que Wonho lo seguía con la mirada.
— ¿Estas bien? — sonrió intentando parecer normal ante aquella mirada penetrante — ¿también tienes insomnio? ¿O acaso es hambre? ¿Eh?
Wonho negó levemente y Hyungwon comprendió que de cierta manera estaba siendo escuchado, pero no del todo consciente.
— ¿Necesitas algo? — susurró aún sintiendo aquella gris mirada sobre él, Wonho volvió a negar — ¿Wonho?
Volvió a mover su mano delante de él y notó que a diferencia de otras ocasiones, él sí estaba reaccionando a sus movimientos, sin embargo el color no se iba de sus ojos y no había nada más que respuestas corporales a sus acciones.
El delgado se sentó con un poco de dificultad sobre la cama con la intención de tomar su celular por cualquier cosa extraña, sin embargo tras que lo hizo las manos de Wonho se posaron sobre su muy abultado abdomen, alterandolo al instante.
— Shh... — acarició el abdomen sin mirar a Hyungwon — tranquilo...
El delgado respiraba con un poco de dificultad debido al nerviosismo e intentó apartarse de él poniéndose de pie, pero Wonho se puso de pie junto con él.
— Wonho... — susurró con la esperanza de que su voz hiciera un cambio en la persona que tenía delante, ya que estaba asustandose — Wonho... Wonho... Yo, necesito comer algo...
Sonrió y apartó las frías manos de Wonho con mucha suavidad, ya que no quería alterarlo de ninguna manera.
Retrocedió lentamente sin cortar el contacto visual con él, sin embargo Wonho avanzaba junto con él.
— Te acompañaré... — susurró.
El delgado no respondió nada y simplemente intentó salir de la habitación, pero nuevamente su camino fue bloqueado y una sonrisa burlona apareció en los labios de quien era su pareja.
Hyungwon comenzó a hiperventilar.
— ¿P-pasa algo...? — tragó con fuerza sintiendo su garganta secarse.
Esa era la primera vez que estaba teniendo interacción con el Wonho no-consciente.
— ¿Por qué luces asustado? — la mano de Wonho se posó en su rostro y delineó su barbilla con mucha suavidad — eres tan... — comenzó caminar a su alrededor — precioso...
Hyungwon intentó girarse para no perderlo de vista, pero fue detenido con un poco más de fuerza de la necesaria, Wonho lo abrazó por detrás dejándolo totalmente inmovilizado.
Entonces se molestó, estaba asustado pero estaba más cansado de la situación, odiaba tener miedo de esas cosas.
— ¡¿Quién demonios eres?! — le dio un suave golpe con el codo — ¿Qué haces aquí y por qué le haces esto a Wonho?
La sonrisa burlona se ensanchó.
— Soy Wonho... ¿Acaso no me reconoces? — Hyungwon frunció el ceño — ¿ya no me... amas? — en ese momento un suave beso se posó en la mejilla izquierda del delgado quien reaccionó casi asqueado arrancando una carcajada de aquella persona que estaba en el cuerpo de su pareja — está bien, me descubriste... — suspiró — lastimosamente no puedo decirte nada...
Hyungwon frunció el ceño de nuevo.
— ¿Ah no? Entonces que derecho tienes a hacer esto... — susurró molesto — ¿donde está Wonho?
El hombre se encogió de hombros.
— Está por ahí... — soltó despreocupado — viendo llamas por todos lados... Más bien entendiendo lo que él es y en lo que se ha convertido ahora... — acercó su boca al oído izquierdo del delgado para susurrar — Por ti...
— ¿Qué...? — susurró con un hilo de voz.
El susurro le provocó un terrible escalofrío que lo recorrió entero y sintió sus piernas flaquear, aunque irónicamente fue sostenido por la misma persona que lo tenía inmovilizado.
— Cuidado Hyungwon... — susurró contra su cuello sin dejar de sostenerlo — estas en una etapa muy complicada ¿no es así? — Hyungwon intentaba recuperar su fuerza pero escuchar la voz de Wonho hablando en ese tono lo hacía sentirse abrumado — si llegas a caerte... Esto se pondría muy complicado...
Hyungwon sollozó con miedo.
— ¿Qué quieres de mi? — las lágrimas resbalaron por sus mejillas — ¿que hice yo para que lo hagas sufrir de esta manera?
De repente sintió como su bata resbalaba de su hombro y un beso se posó en su hombro izquierdo.
— En este momento no sé a cual de los dos odio más... — soltó una risita — pero ya que me preguntaste por ti... Responderé esa parte... — Hyungwon asintió levemente sin dejar de sentir las caricias en su hombro — ¿sabes como se hace un dibujo? Creo que deberías, Wonho ama dibujar...
El delgado volvió a asentir sin poder dejar de derramar lágrimas.
— Lo se... — susurró con un hilo de voz.
Escuchó un suspiro y de nuevo las manos de Wonho se posaron sobre su abdomen.
— Para hacer más corta la enorme explicación... Querido Hyungwonnie... — recibió un beso en el cuello — la vida de Wonho es un miserable dibujo que fue hecho por tus propias manos... Desde el inicio... Hasta... — se acercó a su oído — ...que acabe — Hyungwon se estremeció ante sus palabras — y respecto a ti... Eras una hoja en blanco que debió ser desechada hace mucho tiempo.
Dolían.
Precisamente esas palabras dichas por la boca de Wonho dolían y mucho.
Aquel tacto que se posaba sobre su abdomen no era cálido, era como un témpano de hielo, aquellas caricias que recibía no tenían una pizca de amor y su estado no era el más estable en esos momentos pues lo que más odiaba de la situación no eran las absurdas palabras de odio que estaba recibiendo, sino aquel punzante dolor que se posó en su abdomen cuando fue herido emocionalmente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro