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Había una luz muy brillante, era irreal.
El lugar permanecía resplandeciente y había un pasillo hecho con unas rosas hermosas, de un color rojo brillante.
Se sentía extrañamente feliz en aquel resplandeciente y angosto pasillo, pero su curiosidad lo llevó a dirigir sus pasos hacia aquella luz brillante.
Dejó caer sus manos, tocando levemente con la punta de sus dedos los pétalos de las hermosas flores y avanzó posando su mirada en aquella luz, sintiendo el delicado roce de los pétalos traducido como un pequeño cosquilleo que se extendía desde la punta de su dedo hasta su muñeca.
Pero sonrió contento por aquel delicado contacto.
El pasillo era largo y cada vez habían menos flores en él, aún así se apresuró para llegar a su objetivo.
Y entonces lo vio.
Su pareja estaba de pie dándole la espalda y emitiendo una radiante luz.
Él era su luz.
— ¿Hyungwon? — susurró extendiendo su mano hacia la espalda de su novio en un intento por tocarlo.
Pero en cuanto mencionó su nombre, el delgado cuerpo se giró y cayó al suelo de rodillas mientras lloraba desconsoladamente frente a él.
Y aquella luz que irradiaba, redujo su luminosidad casi por completo.
Entonces él se preocupó demasiado y se arrodilló para quedar a la misma altura.
— ¡¿Estas bien?! — intentó tocar su rostro pero el delgado intentaba huir de él arrastrándose por el suelo — ¿Hyungwon?
— ¡No me toques! — gritó entre el llanto — por favor no me mates...
Wonho frunció el ceño ante el comentario.
— Hyungwon... Amor... Yo jamas te haría daño... — susurró sintiendo un nudo en la garganta mientras lo miraba arrastrarse por el suelo, adolorido y desconsolado — déjame ayudarte, lo siento pero necesito saber que pasa...
Entonces se puso de pie y tomó al delgado por la cintura en un intento por detenerlo y en ese momento Hyungwon soltó un grito desgarrador y se agarró el abdomen con fuerza.
— ¡¿Por qué?! ¡Por qué me haces esto?! — gritó desesperado, como si algo dentro de él estuviera desgarrandose solo con su tacto — sueltame... Por favor... — sollozó.
Las lágrimas de Wonho rodaron por sus mejillas.
— No quiero que me dejes... — sollozó por favor no te vayas... No voy a lastimarte...
Las fuerzas de Hyungwon iban debilitándose mientras mantenía una mirada de desesperación posada en Wonho.
— Me haces daño... — susurró con un hilo de voz y su respiración irregular mientras su cuerpo parecía perder toda su masa corporal en segundos — tú nos haces daño... — tosió y respiró con fuerza como si no pudiera almacenar oxígeno en sus pulmones... — eres... Destructivo...
Con mucha dificultad y con su último aliento, levanto su muy delgada mano, señalando directamente hacia el pasillo de rosas por donde él había venido.
Entonces inevitablemente posó su mirada en el lugar indicado y todo era un caos.
Todos los pétalos de rosa estaban en el suelo, marchitos al igual que sus respectivas plantas y lo que había sido un hermoso pasillo con flores, se había convertido en un lugar lúgubre y solitario.
Y en aquel pasillo había un rastro de sangre, que no supo de dónde provenía hasta que se vio su propia ropa y sus manos manchadas por la conocida hemorragia nasal.
Lloró con intensidad y volvió a dirigir la mirada hacia el cuerpo que aún yacía en sus brazos, pero era tarde.
Hyungwon ya había dado su último aliento de vida y simplemente estaba desapareciendo de sus brazos como si el viento se lo estuviera arrebatando.
— Hyungwon... — intentó apretar el cuerpo — ¡Hyungwon! — pero era inútil, simplemente se desvanecía — ¡Hyungwon perdóname! ¡Hyungwon!
Y entonces se sobresaltó en el sofá de su casa, aturdido por la reciente pesadilla.
— ¿Estás bien? — susurró Hyungwon arrodillado a un lado del sofá — él lo miró y asintió efusivamente mientras tomaba asiento, entonces Hyungwon se acercó a él con una sonrisa traquila y comenzó a limpiar sus lágrimas — estas pequeñas gotas me dicen que no...
Le dio un beso en cada mejilla.
— Solo... — susurró sintiendo aún muy latente el dolor en su pecho — solo fue una pesadilla...
Hyungwon se sentó a su lado y acunó su cara limpiando algunas lágrimas que seguían saliendo sin permiso.
— Lo noté... — susurró y lo abrazó — pero es solo una pesadilla, tranquilo... — Wonho asintió estrechando su delgado cuerpo contra el suyo y fue en ese momento que Hyungwon notó que el libro de dibujos de Wonho estaba allí — Oh, estabas dibujando antes de dormir...
Wonho se separó y lo miró con extrañeza agarrando el libro entre sus manos.
— ¿Ah si? No recuerdo haberlo hecho... — se rascó el cuello, pensativo — recuerdo haber llegado a casa y ver que aún no llegabas del trabajo, entonces... — iba a revisar el dibujo que se suponía que había hecho, pero en ese momento Hyungwon lo miró directamente a los ojos y tomó su barbilla.
— Odio no tener mi cámara cerca cuando tus ojos se tornan de ese precioso y sexy color grisáceo... — susurró apreciando aquel intenso pero lindo color hasta que se desvaneció y ambos dirigieron su mirada al libro.
— Siempre dices que mis ojos cambian de color... Creo que eres tú quien necesita lentes nuevos... — bromeó limpiando las últimas lágrimas que había derramado a causa de su pesadilla, entonces tomó el libro en sus manos — veamos que tenemos aquí...
Hyungwon vio el dibujo, totalmente sorprendido.
— ¿Soy yo? — miró a Wonho quien estaba igual de estupefacto que él.
— Supongo que si... — susurró observando el dibujo detenidamente — ¿En qué momento hice esto?
Hyungwon soltó una risita.
— ¿Realmente soy yo? ¿Por qué luzco tan panzon? — miró a Wonho con diversión — ¿Eso es un embarazo?
Wonho continuaba viendo el dibujo sin entender mucho más.
— Pues no lo sé... — susurró y miró a Hyungwon — es lo que parece...
Hyungwon soltó una carcajada y le dejó un beso fugaz en los labios.
— Quiero comerte a besos... — apretó sus mejillas y le sonrió — eres tan tierno... — suspiró — lamento haberte traumado con todas las historias del contrato de sesiones fotográficas a recién nacidos que tenía por hacer... — le acarició el cabello y sonrió con melancolía — no eres el único que en algún momento ha pensado en tener un bebé... — sonrió con tristeza — ojalá estuviera permitido biologicamente para nosotros también...
Wonho asintió cabizbajo, sintiendo la tristeza que Hyungwon transmitió con ese comentario.
— Quizá solo me dejé llevar por el sueño... — sonrió hacia Hyungwon — no le pongas mucha atención a estas tonterías...
Hyungwon negó.
— No son tonterías... En realidad me parece interesante... — miró a su alrededor y señaló la pared detrás del sofá — quizá allí quedaría bien... — y luego, cuando tengamos una familia muy bonita podemos reemplazarlo por una foto familiar...
Wonho se rió y negó.
— Creo que ese lugar no sería adecuado, prefiero conservarlo en mi libreta... Allí podríamos poner algo... — se quedaron pensativos — pero ¿el qué?
Ambos se quedaron viendo fijamente al espacio que había detrás de aquel gran sofá, definitivamente la pared necesitaba un poco de decoración.
— Uff no se me ocurre nada... — Hyungwon se pasó una mano por el cabello mientras observaba la nítida pared despejada.
Wonho se rió.
— Irónico que la casa de una familia creativa esté en problemas... — Hyungwon acompañó su risa.
— Creo que debería poner alguna foto allí, quizá nuestra... — susurró y miró a Wonho mientras sus brazos se unían en un suave abrazo — o quizá deberías dibujar algo más... Sería lindo...
Hyungwon le sonrió y él negó.
— No se ¿Qué crees que pueda dibujar allí? — suspiró pensativo — jamás me dibujo a mi mismo en nada, así que no me pidas eso...
Hyungwon se levantó del sofá y lo miró suplicante.
— ¡Eso no es justo! — hizo un puchero y se sentó en el suelo dejando su barbilla sobre las rodillas de Wonho — hazlo por mi... ¿Si?
Wonho sonrió y negó de nuevo para finalmente dejar un beso en su cabello.
— He dicho que no, pero puedo hacer algo sobre ti... — susurró y le acarició la mejilla — ¿Quieres? — Hyungwon asintió levemente, resignado por la decisión de su pareja.
— Está bien... — suspiró mientras Wonho tomaba su libro y el bolígrafo — todo con tal de rellenar ese espacio que lleva vacío hace meses...
Wonho sonrió al notar la resignación de su Hyungwon y tomó distancia para poder hacer un dibujo con mucho detalle.
Rápidamente Hyungwon notó como el color de los ojos de Wonho se tornaba en aquel color grisáceo intenso, pero antes de que el bolígrafo tocara el papel, Wonho recordó su pesadilla y suspiró.
Entonces automaticamente el color grisáceo se desvaneció de su mirada y apartó el libro.
— Lo siento... Yo no puedo hacerlo ahora... — Hyungwon lo vio extrañado.
Se levantó del sofá y fue hacia donde el cabizbajo Wonho.
— ¿Te encuentras bien? — Wonho asintió levemente.
Luego sus miradas chocaron y Wonho le regaló una sonrisa tranquila a Hyungwon.
— Es solo que en verdad me gustaría tener una foto de ambos allí... — le dejó un suave beso en la mejilla — creo que tu trabajo es mucho más genial que el mio, así que vamos a elegir una ¿vale? — Wonho sonrió y Hyungwon asintió.
Entonces se fue directamente a la habitación para recoger su cámara y su laptop mientras Wonho se dedicaba a pensar en el por qué de muchas cosas.
Quizá sonaría tonto, pero realmente quería conocerse a sí mismo por primera vez.
Y lo conseguiría.
Pero lo que Wonho no sabía en ese entonces, es que el error ya estaba cometido y que él mismo había cavado su propia tumba y quizá la de su pareja también.
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