Desde ese entonces, me había sentido sola. Frank se la pasaba con su novia Jessica y Mei... bueno, no volvió a hablarme desde entonces. El punto en donde mi autoestima cayó en el punto mas bajo, fue cuando el día de mi cumpleaños había invitado tanto a Frank como a Mei, pensando que tal vez uno de los dos podía venir. ¡Diablos! Hasta mis padres me habían hecho un pastel y todo. Pero... ninguno de los dos vino. Luego supe que Frank se había cambiado de número, ¿Ni siquiera me lo dijo? 

Fue en esa epoca también en la que mis padres empezarón a querer divorciarse. Ya ni siquiera mi casa era un lugar en donde estaba comoda, así que solía ir mucho a los parques y sentarme mientras trataba de olvidar lo mierda que era mi vida. De vez en cuando tomaba algo del dinero que tenían guardado mis padres para comprarme algunos cigarros. Había fumado antes en el pasado, pero dejé de hacerlo porque sentía que afectaba mis pulmones. Sin embargo luego de ya no tener practicamente ningún amigo, dañarme mis pulmones no me importaba demasiado. Es más, si me cayera un meteorito y me destruyese, creo que no me importaría tampoco. Y bueno, ya saben el resto de la historia.

Lo cierto es que Frank a pesar de lo que hizo, nunca olvidaré las buenas cosas que el hizo por mí. Quizás pueda hablar con él y arreglar las cosas... o eso creía yo.

La siguiente parte del viaje pasó sin mucha emoción, Marcos y yo decidimos no pensar demasiado en lo que había pasado esa noche y en vez de eso decidimos simplemente disfrutar del paisaje y de algunas canciones que el ponía en su reproductor de música. Seguía sin entender porque sus canciones favoritas siempre eran las más deprimentes. Marcos nunca se ha caracterizado por ser pesimista, de eso me encargaba yo. Él era todo lo contrario a mí y sin embargo nos llevamos tan bien... Aveces siento que entre más diferentes sean las personas de mí mas las aprecio. Puede ser porque sentía un profundo odio hacia mi misma pero... aún así, quería seguir viviendo. Tenía una nueva razón para vivir después de todo.

Marcos finalmente llegó a mi casa, se notaba más feliz de lo usual. ¿Así son todos los hombres? ¿Se sienten mas felices luego de acostarse con una chica? Sea como fuese, no niego que mi experiencia con él también fue enriquesedora en muchos aspectos. Supongo que el hecho de que él me quiera tal y como soy me da nuevos motivos para amarme a mí misma.

-¿Disfrutaste del viaje Ashley? -me dijo luego de parquearse enfrente de mi casa

-Sí, lo disfruté mucho -le dije mientras esbozaba una sonrisa de mí rostro

Marcos se tapó la boca y aparto la mirada.

-¿Qué paso? ¿Sucedió algo? -le pregunté algo preocupada

-No, no es nada. Es solo que..., no había visto esa sonrisa desde que fuiste al acuario.

No pude evitar reírme un poco.

-Venga ya, no seas tonto -le dije mientras le daba un gentil golpe en el hombro

El se acercó a mí rapidamente y puso sus labios sobre los mios. Se sintió... tan bien. Si bien es cierto que ya nos habiamos besado antes, este beso se diferente, como si de alguna manera nos hubieramos vuelto mas cercanos.

-Bueno, nos vemos -dije mientras me despedía con la mano, él también hizo lo mismo

Ahora se venía lo complicado. ¿Cómo démonios le iba a contar a mi padre de lo sucedido? ¿Que pasé la mejor noche de mi vida mirando las estrellas con un chico huerfano que trabaja como camarero? Si claro, si le digo eso probablemente sea para que me deje encerrada en el sotano. Probablemente le diría algo como: "Mei me invito a su casa y jugamos hasta quedarnos dormidas". Sí, era una excusa mas convincente pero: ¿Cómo explicaría la lluvia en mi ropa? No había terminado de pensar en ello cuando las puerta de mi casa se habrío. Los ojos rojos de mi padre, que ya de por si daban mala espina, se veían mucho más siniestros ahora.

-Necesitamos hablar, tomate una ducha y esperame en tu cuarto

-Pe...

-Pero nada, haz lo que te pido, estás castigada -el tono de voz de mi padre, a pesar de no ser 

Decidí hacerle caso para que el problema no escalara a mayores. Vaya basura de vida, primero pasas el mejor día de tu vida para el siguiente ser castigada, ya nisiquiera tenía ganas de molestarme.

Luego de tomar la ducha y cambiarme unos toques se escuchaban desde el otro lado de la puerta.

-¿Puedo pasar? -preguntó mi padre, su tono se había vuelto mas tranquilo

-Supongo -dije mientras apartaba mi mirada de la puerta

Mi padre pasó a mi habitación. No voy a mentir, estaba un poco nerviosa por lo que sea que él estuviese apunto de decirme. Aunque mantuve la calma, sea lo que fuera solo tenía que mantener en secreto lo que sucedió y todo estaría bien.

-¿Me puedes que haces viniendo el sabado por la mañana cubierta de agua? -dijo mi padre mientras se sentaba en la cama junto a mí

-Yo solo... estaba en la casa de Mei y...

-¡NO ME MIENTAS! -alzó un poco la voz, lo suficiente como para que entrara en estado de alerta, aunque luego su tono se volvió a estabilizar nuevamente -hablé con los padres de Mei, me dijeron que te dejaste de hablar con ella hace unos meses, ¿No es así?

Lo había descubierto, había subestimado a mi padre y esto había sucedido. ¿Cómo pude ser tan tonta? 

-Papá, yo... Lo sient...

-¿Quien era ese chico en el Mazda?

No les conté, pero Marcos tenía un Mazda como automovil, era un coche usado de color azúl oscuro. Me dijo que su madre lo había comprado hace tiempo, no me dijo muchos mas detalles al respecto. Volviendo al tema, no tenía sentido decirle que era mi amigo. Si ya lo había visto, probablemente también haya visto que nos besamos. ¿Amigos con derechos? Preferiria decirle que fumo cigarrillos a mi padre a decir eso.

-Él... el es mi novio papá

Mi padre se quedó callado, una parte de mí pensó que en ese momento había confirmado sus mayores miedos.

//Chicos, las partes 1 y 2 de este capitulo probablemente las corrija mas adelante, siento que no me gustó tanto como quedó. Pero de momento lo dejaré de esta manera :)