Pasaron unos cuantos días. La condición de mi hermana no mejoraba. Mark y yo soliamos ir todas las tardes a visitarla. Mark se ofrecía a quedarse un poco mas con ella, no pude impedirselo. Debído a que la enfermedad de Elly no era contagiosa, era posible visitarla a menudo.

Cierto día estaba visitandola sola. Mark estaba enfermo ese día y por ende no podía visitarla. Estaba leyendo un libro en una silla que estaba puesta en la habitación en la que se encontraba. Recuerdo que bajé ligeramente mi libro para ver como se encontraba. Su rostro, a pesar de estar enfermo irradiaba una belleza inimaginable. Cuando estaba apunto de volver a mi lectura, sus ojos hicieron un pequeño aprenton para abrise lentamente.

Nisiquiera dejé el libro en la silla cuando simplemente lo solté y me dirigí hacía donde estaba mi hermana. Me puse de rodillas al lado de su cama para luego tomar su mano derecha con mis dos manos.

-¡ELLY! ¡ELLY! Hablame por favor, ¿Como estás? -le dije mientras unas cuantas lagrimas salían de mis ojos

-Emm, ¿Eres tu? ¿Que ha pasado? ¿Por qué estás tan cariñosa de repente?

-Lo siento Elly, de verdad lo siento -le dije mientras le daba un abrazo y posteriormente sujetandola levemente por las mejillas -Eres la mejor hermana que pude tener, siento mucho todo lo que dije y todo lo que hice. De verdad, lo siento

-Emm, prometeme que estaremos juntas para siempre -Elly tenía sus manos apoyada en la cama, creo que aún no tenia fuerza suficiente para moverse demasiado

-Si... si, iré cua... Eh.... Elly -se escuchó un sonido viniendo del pasillo y luego sonó un telefono chocando contra el suelo. Mark corrió hacia la cama en donde se acostaba Elly y la abrazo mientras comenzaba a llorar. Muchos pueden decir muchas cosas acerca de Mark, yo también lo haría. Pero algo que no se puede negar de el, es que tiene un amor por sus amigos que seguramente pocas personas tienen.

...