Capitulo 7.
—Ahora debes flexionar un poco las rodillas. Has equilibrio —me tomó de la cintura y me enderezó. Su contacto hizo que me estremeciera—. Creo que ahora podrías intentarlo en el mar ¿no crees?
—Si, buena idea.
Arrastré la tabla hasta la playa y me puse sobre ella.
Empecé a nadar. Iba a lograrlo la primera vez, no cabía duda. Digo ¿que tan difícil podía ser?
Traté de pararme, pero mis piernas no respondían. Vamos... No puedo hacer el ridículo frente a Josh.
Me puse de pie en la ola y me caí de la tabla.
Vamos, estúpida. Tengo que hacerlo de una vez.
Me acosté por segunda vez en la tabla y empecé a nadar en dirección a una ola grande.
Vamos, vamos... Me levanté y me caí como vaca.
Si, como vaca.
Tragué agua, tosí y, enojada, tomé la tabla con ambas manos y caminé hacia Josh.
—No puedo. No puedo, no puedo, no puedo, no puedo y no puedo. No sirvo para esto.
—Hey, no seas pesimista. De todos modos, nadie lo logra la primera vez. Intenta otra vez.
Bufé y arrastré conmigo la tabla hacia el mar.
Debo tranquilizarme.
Antes lo había hecho demasiado preocupada por hacerlo bien y no hacer el ridículo.
Esta vez debía intentar hacerlo mas relajada y no tirarme a la primera ola que encontrara.
Suspiré y remé bastante hasta llegar al pico donde nacen las olas (un esfuerzo enorme, permítanme decirlo). Ahí tuve que esperar a que llegue la ola perfecta. Esperé unos cuantos segundos o tal vez minutos intentando serenarme escuchando mi propia respiración y disfrutando de la inmensidad del mar. Eso antes fe que la adrenalina se apoderara de mi. Ah, ya me puse poética.
Ahí por fin me decidí y elegí la ola.
Fue como si... Me hubiese desconectado del mundo. Solo el mar, la tabla y yo.
Saludé a Josh, quién me miraba con una sonrisa impresa en el rostro y las manos en las caderas.
Salté al mar y llevé la tabla conmigo hacia la arena.
—Estuviste genial—dijo sonriendo.
—Gracias...
—Hey, me estaba preguntando...
— ¿Si...?
—... Si... ¡Te importaría que te tire al agua! —gritó antes de que pudiera procesar sus palabras, cargándome y corriendo hacia el mar.
Caímos juntos y me crucé de brazos mientras el se reía.
Oh, esos dientes... Y esos músculos... Ay dios.
Sacudí mi cabeza y me recordé a mi misma lo enojada que estaba con el.
— ¡Te odio! —chillé tirándole agua.
—No deberías juzgar a las personas antes de conocerlas —dijo levantando una ceja.
— ¿En serio crees que soy de las que juzgan a las personas antes de conocerlas? Vamos, no soy de esas chicas —dije rodando los ojos.
—Como sea. ¿Te parece ir por un helado?
—Suena genial —dije sonriendo.
Lo seguí a la arena y... La tentación me ganó. (N/A No sean pervertidas e.e)
Lo empujé antes de que pudiera secarse, cosa que quedara con arena pegada por todo el cuerpo.
Me miró frunciendo el ceño y estallé en carcajadas.
Se metió de nuevo al mar para sacarse la arena y volvió a salir (guardando un espacio entre el y yo en el camino para llegar a su toalla, por si a mi se me ocurría empujarlo de nuevo a la arena).
Nos secamos un poco y nos dirigimos a un puesto de helados cercano.
—Uno de chocolate y... —dijo Josh mirándome.
—Que sean dos —dije sonriendo.
Josh le iba a pagar los helados pero le pegué un manotazo.
— ¡Que ni se te ocurra! Yo también puedo comprar mi propio helado.
—Déjame ser caballeroso y comprarlos yo.
—No-o. Yo compro mi puto helado y punto.
Bufó.
—Okey.
Pagué mi helado y él el suyo.
Sonreí triunfante mientras saboreaba mi helado de chocolate.
Tal vez... Podría decirle lo de mi Bucket List, así sería mas fácil cumplirla.
Esta vez mi conciencia no tiene razón. Si, escucharon bien. No tiene razón.
¿Y por qué? Sería mucho mas emocionante si no supiera, cosa que cuando ya lo haya completado, se lo diga.
Lengüetee mi helado y miré a Josh.
Realmente me gustaría ser su novia. Sería perfecto.
Mi primer amor, mi primer novio.
Miré como lengüeteaba su helado y me imaginé a esa misma boca besándome.
Casi me ponía a babear al frente suyo.
Esos dientes perfectos, esos brazos perfectos y musculosos, esa sonrisa perfecta, ese cabello perfecto, esos ojos perfectos... Demasiado cierto para ser verdad.
Y este momento, el estar con él ahora, se lo debo a Abby y sus tácticas para estar con chicos.
***
Otro paso mas... Vamos, casi logro entrar a mi habitación sin hacer ruido. No puedo despertar a papá.
Abrí la puerta y...
—Hola Jess. Esta no es una hora aceptable para llegar a casa.
«Nota mental:
Si no quiero hacer ruido, debo quitarme los tacones.
Fin de nota mental»
Ah, y...
«Nota mental:
Debo recordar que papá se despierta hasta con el más mínimo ruido.
Fin de nota mental»
—Lo siento, ¿okay? Estaba con un amigo.
—¿Dijiste amigo?
—Si, ¿hay algún problema? —antes de que pudiese responder dije—: Además, ¿desde cuando estas tan interesado en lo que hago? ¿Te fumaste algo?
—Que graciosa —dijo y se fue.
Pues, al menos logré que se fuera y no insistiera... Algo es algo, ¿no?
Me tiré en mi cama y me puse a mirar el techo de mi habitación.
Además... No era tarde: eran recién las 21:30.
Deberían darme mas libertad.
Esto es completamente injusto. Riley tiene todo tipo de libertades, puede salir de casa el día y a la hora que quiera, y estar de vuelta el día y a la hora que quiera.
Puede estar semanas, hasta meses sin aparecer.
En cambio, yo estoy mas de un día fuera y...
Bufé y tomé mi libro "Cazadores de sombras".
Empecé a leer y... Ay dios, que sueño tengo.
Se me cierran los ojos solos, por dios.
Dejé el libro en mi mesita de noche y cerré los ojos, quedándome dormida con ropa puesta.
***
De: Jess
Hora: 13:34
"Hola! Walters en 10 minutos?"
De: Abby
Hora: 13:35
"Claro! Nos vemos en 10 :)"
Guardé mi teléfono en mi bolsillo, me retoqué el labial y tomé mi bolso.
Me subí a mi auto de un salto y me dirigí a Walters, el mejor restaurante del barrio.
Me senté en una mesa y pedí un batido de chocolate para pasar el rato.
— ¡Hola! —chilló Abby en cuanto me vio.
—Hola.
—Jess... Quiero que me respondas esto con toda sinceridad: ¿te gusta Josh, aunque sea un poco?
– ¿Josh? ¿Gustarme? ¿A MI? –me empecé a reír como loca–. Ni de chiste.
–Ah, okey.
«Nota mental:
Debo aprender a ser mas disimulada.
Fin de nota mental.»
Sonreí inocente.
—Y... ¿Como vas con la lista?
—Acabo de tachar "aprender a surfear".
— ¿En serio? ¿Quien te enseñó?
—Josh —dije sonriendo.
—Te gusta —canturreó pegándome codazos.
—Ay, ya basta —dije sonrojándome.
Se empezó a reir.
— ¿Y tu? Hemos hablado mucho sobre mi. ¿Algún afortunado?
Miró su batido y tomó la bombilla con su pulgar y su índice.
—Mm... No somos nada... Pero hay un chico...
— ¿De veras? ¡Wow! ¿Cómo se llama? ¿Cuantos años tiene? ¿Cuando y como lo conociste? ¿Es guapo? ¿Por que no me habías dicho antes? ¿Estoy haciendo muchas preguntas?
Me tapó la boca con una mano y suspiró.
—Si, Jess, estás haciendo muchas preguntas —quitó lentamente su mano de mi boca y cerró los ojos—. Se llama Chad, lo conocí aquí mismo... El trabaja aquí para ganar un poco de dinero extra. Lo conocí hace una o dos semanas y es muy guapo. Tiene veinte y... No te había dicho antes porque... No sé porque, de hecho —se encogió de hombros.
Asentí.
—Y... ¿Hay algo en la lista que te gustaría...?
—Hm... No sé. Voy a ver.
Saqué la lista arrugada de mi bolsillo y leí todos los puntos.
Miré a Abby suspirando.
—Creo que volveremos a la granja del tío John.
--------------------------------------------
Hola beibis.
OJO que los capítulos NO ESTAN EDITADOS, así que seguramente están plagados de faltas ortográficas. (ACTUALIZACIÓN: Lo acabo de editar, pero eso no quiere decir que no tenga faltas de ortografía, fue mas bien para arreglar los errores de redacción y trama. Mas adelante probablemente lo editaré de nuevo para tener menos faltas ortográficas)
Y si, este capitulo esta mas corto de lo normal, sorry, pero me salieron solo 1436 palabras.
So... Eso.
Bai.
Editado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro